Partida Rol por web

Victoria ve unas siluetas al fondo y como Kayla va hacia el patio del reloj. Escucha la advertencia de Ruben y asiente, sería mejor que se alejara un poco si no quería tener a medio colegio encima... aunque al recordar como Alen se había ido dejándola tirada pensó que tampoco estaría mal darle algo de celos así aprendería que se siente, frunció el ceño enfadada pero pensó que mejor sería ir a pedir ayuda a los profesores como Ruben decía. Pudo ver como Dani parecía algo mas relajado y suspiró, temía que llegara a convertirse en un pulpo si seguía así.

- Vale Ruben, será mejor que si vayamos a avisar a los profesores.

Y se vuelve hacia el interior del Gran Comedor.

Mientras avanzaba a ver como estaban los demás pude encontrar con varios chicos para mí suerte todos eran personas que conocía así que no se me dificultaría hablarles,en eso pude ver que Daniel estaba desorientado y confundido -No idea- cuando Victoria propuso ir con los profesores pensé las posibilidades -creo que sin importar que decidamos no debemos separarnos no sabemos que pueda suceder...bueno es mi opinión- a pesar de conocerlos me puse algo nervioso al final.

Y la burbuja regreso, inmediatamente que Victoria volvió a moverse y Ruben dejo de agitarme volví a caer en el encantamiento de la niña - Hada bonita, si, yo te sigo a donde vayas, a Berlín a Roma, a Moscú o Madrid, puedes llevarme a la torre de Tokio o ñas ruinas mayas de México- parecía un idiota y aunque la verdad quería controlarme muchos impulsos afloraban con ver el movimiento de Victoria-

-Espera hermosa Hada, Afrodita no es nada a tu belleza- dije caminando embobado detrás de la niña.

Ver una piscina de plástico con agua fue el reclamo perfecto para uno de los fantasmas del castillo. Myrtle "la llorona" solía buscar la soledad en el cuarto de aseo de las chicas o transitar por las tuberías hasta el cuarto de baño de los prefectos, pero en una fiesta como Halloween, en la que los espectros cobraban protagonismo, se dejó ver en la piscina de plástico.

Si hubo algo que encandiló a la muchacha fantasma fue ver al joven Alex Lowell, y como si acabase de beberse una poción de amor de las que hacía la profesora Foxier, no tardó nada en insinuarse al muchacho de Gryffindor.

- Hola, mi pequeñín... Que chico más guapo que eres... Te llamaré caramelito, oh sí, ya lo creo... Eres mi caramelito de fresa, jaja. ¿Te apetece meterte en la bañera con nosotras tres? Seguro que lo pasaremos genial, oh sí, ya lo creo... Mmmm.... ¿Cómo te llamas, caramelito? 

La escena era un tanto surrealista, pero por mucho que huyesen, cuando Myrtle fijaba su objetivo en Halloween, ya no había forma de deshacerse de ella, el año anterior había sido un jugador de segundo de Ravenclaw, y el anterior, Cadric Diggory. ¿Qué posibilidades tenía Alex? 

-¡¿Caramelito?! eso tiene gracia, de acuerdo has captado mi atención- El chico siguió el juego de aquella fantasma,se metió en la piscina, y sentó al lado de ella, coqueteó con su corbata antes de hablar - Soy Alex Lowell, pero puedes llamarme caramelito si te place, espero que no te importe si yo te llamo piruleta ¿no?, jejeje- 

Luego observó a las otras dos chicas al parecer la poción había hecho mella en ellas de otra forma, igualmente divertida.

Yo... Me temo que no puedo ir con vosotros chicos, me vuelvo al castillo. Veis que me tiemblan las piernas, tengo el brazo izquierdo en cabestrillo todavía y de la otra mano casi se me está a punto de caer la varita del parkinson que tengo en dicha mano, sin embargo, mis ojos de elfo consiguen ver a la figura que se acerca y hasta su alma si me apuras.

En cuanto Thad habló y me fijé la verdad es que no estaba en condiciones para seguir y lo entendía perfectamente pero también me preocupaba Artemis.- Alen, por favor, ¿podrías acompañar a Thad y asegurarte de que está a salvo en el castillo? - le pregunto preocupada y le vuelvo a suplicar.- por favor...

No necesito a Alen Anastasia, no soy un niño débil, bueno un niño si, pero no débil, no necesito una niñera y si eso es lo que crees es que no me conoces en absoluto. Digo con una mezcla de emociones bastante clara, mi voz suena entrecortada y enfadada pero también suena a una evidente decepción, me dirijo a la fiesta de nuevo dándoles la espalda a ambos.

En el mismo momento en que veo Thad alejarse después de sus palabras, sentí un pinchazo y supe que no podía dejarlo ir así, así que pega dos zancadas para cogerle del brazo para que no avanzara mas y le abraza por detrás:

- Lo siento, Thad...- fueron las primeras palabras que me salieron y enterré la cabeza en su espalda.- ...se que no necesitas a nadie pero estoy preocupada por ti y por Artemis, esta noche se está volviendo cada vez más peligrosa a cada momento y no quiero que les pase nada a ninguno de los dos...- le solté para entonces dirigirme hacia donde se encontraba a Artemis, no sin antes decir.- ...nuevamente, lo siento...

Mi silencio debería ser suficiente respuesta, al menos con la máscara no se podían ver las lágrimas que brotaban de mis ojos, ojalá pudiera llevarla siempre pienso mientras me alejo.

Doy unos pasos y luego cada vez doy los pasos más rápidos hasta que corro en dirección a mi habitación, quizás allí pudiera quitarme la sensación de habérseme roto el corazón de nuevo, otra vez había vuelto a abrir mi corazón a alguien y otra vez había sufrido la misma humillación de siempre, cuando aprenderé que no estoy hecho para tener amigos...

Solo Thad fue capaz de detectar que era la sombra que se aproximaba hacia ellos, y desplazarse a tiempo para evitar que le diera caza, pero Ártemis, Alen y Anastasia no habían corrido tanta suerte. Si bien era cierto que fuese quien fuese tenía la misma dificultad que ellos para verles, las luces de las varitas y los gritos de Ártemis llamando a su amado habían sido suficientes para alertarle. Y al ver el estropicio de los pequeños, entró en una cólera inconcebible.

- ¡Ya os vale! Os habéis cargado el esqueleto que me pidió Dumbledore enterrar y habéis dañado a mis gnomos de jardín ¡Os vais a enterar! - Gritó una voz muy conocida para Ártemis, y quizá no tanto para el resto. ¿Es posible que esa voz...? ¡Cómo no! ¿Quién no realizaría fechorías más que el joven Flamel? ¡Pero esta vez vienes con más cómplices... Lo sabía! ¡Venid aquí! ¡Maldita sea! ¡Os vais a enterar!

Aunque no me había dejado llevarla en brazos como todo un héroe para impresionar a las demás chicas no me importaba, ya habría mas oportunidades. Artemis se había ido hace poco en busca de Kayla lo cual podría decir que me parecía imprudente pero en realidad no porque yo había hecho lo mismo con Anastasia por lo que en realidad no tenía caso quejarse. Pero entonces se desato, Thad dijo que se iba a ir y dejaría a Artemis y Kayla a su suerte, bueno no dijo eso pero casi, Anastasia quería que fuera con el, lo cual no me gustaba, pero el se lo tomo mal, la chica intento arreglarlo pero no sirvió de nada y mientras todo eso pasaba alguien hablo cerca nuestra, un adulto. Entonces lo entendí... todo esto no era mas que decoración que por la oscuridad nos había asustado enormemente, bueno pues ante esta situación solo había una solución posible...

- ¡¡Anastasia, corre!!

Esquive al adulto para salir corriendo pero espere por Anastasia un poco tendiéndole la mano para que corriera conmigo si era posible.

Joder Dani, que pesado coño, aparta. Corro llevando de la mano a Victoria, ¡Director Dumbledore! digo jadeando y visiblemente alterado, ¡Algo está atacando a los alumnos! ¡DANI APARTATE DE VIC, NO TE LO DIGO MÁS!

- Tranquilo Ruben, parece que ya se le esta pasando, ¿te encuentras mejor Dani? Lo siento - dice agarrándole del brazo - Sera... será mejor que me quede un poco atrás...

Victoria se esconde un poco detrás de los chicos no quería causar problemas con los profesores y su oportuna poción. En ningún momento miró a Francis e intentó no acercarse mucho a él, no quería más líos y si él era listo, ya sabía que pasaría si se acercaba.

Cuando la Profesora Foxier dejó la máscara a un lado, Melker estuvo tentado de cogerla y tirarla, pero eso habría sido de muy mala educación, así que sólo la miró con cierto desprecio. Le hubiera gustado preguntarle por qué usó ese disfraz sabiendo el daño emocional que podría causar en muchos de los presentes, pero entendió que mucha gente en Halloween se ponen disfraces de terror, y pocas cosas había mas terroríficas que un Mortífago.

Después, la guapa Profesora le explicó los efectos del hechizo asfixiante, y aunque el Profesor de defensa contra las artes oscuras lo conocía, dejo que ella lo explicara mientras la miraba a sus hiponóticos ojos verdes. Cuando acabó la explicación, el rubio Profesor dió un largo trago a su copa de hidromiel pensando en qué podía decirle. Estaba claro que había sufrido aquel hechizo, y por eso no iba a seguir hurgándo en el recuerdo - Lo siento Es lo único que alcanzó a decir. Le hubiera gustado añadir algo más, como que no iba a permitir que nadie en Hogwarts muriera de esa forma, pero en su cabeza sonó demasiado pretencioso, así que prefirió cambiar de tema.

- Y dígame, ¿Por qué me recomendaba probar el brebaje dorado? Preguntó recordando sus palabras después de sufrir el brebaje violeta.

-No me separes de mi hada que con mi varita y corazón yo la defenderé pues yo soy el caballero de la blanca luna, defensor del amor y  la verdad – dije persiguiendo a Victoria y a Ruben, los sentidos empezaban a regresar, así que las hermosas alas que veía ahora parecía ser diferentes, por momentos desaparecía y aparecían, así como los sentimientos por Victoria, pasaba intermitente de amor a la normalidad, de ser el caballero de la blanca luna de vuelta a Daniel, llegaba a ser un poco confuso, pero mi cuerpo comenzaba a recuperar el control de sus sentimientos y pensamientos.

-¿Qué decía?- quien pudiera ver mis pupilas vería como un corazón  producto por el encanto de la poción comenzaba a esfumarse.

Cuando oí una voz que no parecía la de ninguno de mis compañeros me di la vuelta tarde varios segundos en reaccionar pero conseguí esquivar el agarre de aquel hombre y comencé a correr intentando mirar hacia alrededor a ver si el resto se encontraban bien, comencé a correr hasta alejarme a cierta distancia del hombre. Al único que había podido ver era a Alen y parecía también estar bien pero que pasaba con ¿Artemis? y ¿Kayla?

No conseguía localizarles y tenía que correr lo antes posible, comencé a correr y ya que me alejaba lo suficiente tenía que aprovechar para alcanzar a Thad, tenía que hablar muchas cosas con él.

Algo bueno que tenía Melker era que no indagaba en lo que le había contado. Si lo hubiera hecho quizás habría dicho mucho más y sabría parte de su historia, cosa que no le convenía del todo, el pasado pasado debía ser, aunque de una manera o de otra, sabía que el pasado no perdonaba, siempre volvía.

- La poción dorada tiene la potencialidad de convertir los objetos en oro..., es un oro de leprechaun..., a los alumnos eso suele encantarles, excepto si eres codicioso, surge entonces el mal del rey midas, quieres que todo a tu alrededor brille y finalmente, nada de lo que parece oro tiene validez alguna...., es como la vida misma, no todo lo que brilla es bueno, y a veces, las cosas más oscuras, pueden ser un mayor foco de luz... - indica la fémina acercándose peligrosamente al profesor de DCAO, casi para susurrarle al oído -... si debo recomendarle el mejor bebedizo es el de tono café...., su sabor es delicado, intenso, amargo... - la sensualidad de su voz y gestos, así como el aroma a vainilla de la mujer podían dejarse entrever -.... es... simplemente café...., importado..., una delicia al paladar... si se fía de mi puede tomar ese brebaje....

Se separa un poco del hombre, pero aún así está bastante cerca, hablándole como si le contara algún tipo de secreto