- Oh vaya ¿Qué querrá? - dice la niña algo preocupada mirando a Anastasia - espero que no sea por nada malo - comenta mientras hace memoria intentando averiguar cual puede ser la causa de aquella nota.
Victoria guarda la nota en su bolsillo y se dirige al despacho acompañada de Anastasia.
Perdona máster lo acabo de ver...
Acuso recibido.
Atte: Yvonne de Béthune, Subjefa del cuerpo de seguridad de la familia Von Vianden.
LUNES POR LA TARDE
Al comenzar la semana, volví a acercarme a la lechucería para alimentar a Chloe y acariciarla un poco. Chloe siempre se mostraba agradecida porque apareciese por allí, y yo me sentaba con ella al lado mientras se acicalaba y me daba pequeños golpecitos con el pico en la cabeza, en señal de agradecimiento.
-Gracias por todo lo que me trajiste el otro día. Me hacía falta -le dije.
Me entretuve un buen rato con ella antes de volver a la sala común porque le escribí una carta a mi madre y le pedí a Chloe que se la llevase. Le pedí que tuviese mucho cuidado, eso sí, porque no me fiaba ni de los aviones ni de los grandes pájaros. Después le di unas cuantas golosinas más y me despedí de ella.
-Ten cuidado, Chloe -volví a pedirle, antes de irme.
Las niñas llegan a la lechucería, victoria mira hacia arriba intentando adivinar cual de aquellas lechuzas sería la de Altair, eran todas tan bellas... si, tenía que comprarse una.
- ¿Está por aquí? - le pregunta.
Cuando entramos en la lechucería, todas las lechuzas se giraron para ver de quién se trataba. Apenas hubo hablado Victoria, Chloe apareció de la nada, volando hasta colocarse encima de mi cabeza.
-Ay, Chloe -exclamé, mientars me daba picotazos cariñosos en la cabeza -. Ten cuidado.
Saqué unas cuantas golosinas y algo de comida lechucil que tenía en los bolsillos y se lo ofrecí en una mano. Ella voló rápidamente hasta la mano y empezó a comérselo.
-Es muy cariñosa, pero un poco bruta -le expliqué a Victoria -. Chloe, esta es Victoria, una amiga. Victoria, esta es Chloe. Te va a pedir que hagas algo, ¿de acuerdo?
Más negra que blanca, pero más o menos, esta es Chloe
- Oh, ¡es preciosa! - dijo mirándola maravillada - ¿Puedo acariciarla? Me encantan los animales... - dijo alargando la mano hasta la lechuza y acariciandola mientras el animal se entretenía comiendo - Parece que tenemos trabajo para ti pequeña, seguro que lo hace genial.
Me hinché como un globo, orgullosa de mi Chloe, al oír a Victoria decir lo bonita que era y ver cómo la acariciaba.
Parece que tenemos trabajo para ti pequeña, seguro que lo hace genial.
-Sí, lo va a hacer muy bien. Chloe, tienes que llevar este mensaje -le empecé a decir, mostrándole el pergamino primero, y enrollándolo después con ayuda de un cordel a una de sus patas -a todas las chicas de Hogwarts. Qué lo lean y después te lo vuelvan a dar para que puedas seguir llevándolo. ¿De acuerdo?
Chloe dio un par de picotazos en la mano, como indicando que lo había entendido, y después salió rápidamente por la ventana.
-Bueno, ya está. Ya solo nos queda esperar a ver cuántas vienen.
Si te parece bien, pongo el mensaje aparte, para todas las chicas. Tendrá que ser el viernes siguiente a que se reanude todo esto. ;)
"Esta nota va dirigida a una bruja valiente y aventurera, ¿lo eres? entonces sigue leyendo:
Hogwarts es un lugar lleno de secretos deseando ser descubiertos, con grandes aventuras por delante y muchos alumnos intrépidos, ¿qué esperamos entonces?
Estamos creando un club femenino para brujas aventureras y con ganas de descubrir y aprender mucha magia, ¿estás interesada? ¿quieres correr aventuras? ¿descubrir salas ocultas? ¿investigar el bosque prohibido?
Este es tu club entonces, nos reuniremos el viernes tras la comida junto al lago, ¡te esperamos!
Victoria Sinclair & Altair Edelvaine
Será el viernes de la semana que se reanude la partida, claro
LUNES, 23 de septiembre de 1991 (Antes de comer, habiendo finalizado las clases)
Le pedí a Alistair que me acompañara a las lechucerias, después de unos minutos de camino ahí nos encontrábamos, en mis manos llevaba la carta que le había escrito a mamá, y el viejo búho que me había llevado el vociferador horas antes se encontraba parado en una pértiga pareciera esperarme con los ojos entre cerrados, no sé por qué mamá lo había escogido pero en vez de inspirarme algo de confianza me daba algo de miedo.
Nada más llegamos el animal abrió los ojos como si supiera que era yo, por lo cual solo pude tragar algo de saliva, - Bien Alistair, él es Nerón es el mensajero de mamá, aunque yo no lo tocaría es algo voluble- el búho me miro con firmeza y algo de dureza.
-Aquí tienes lleva este mensaje a mi madre, por favor- una vez tenía el mensaje el búho se puso en marcha y abandonó el recinto, al moverse sus alas hacían un ruido fuerte, descendió un poco y finalmente se perdió de la vista.
-Y este le dije mostrando a mi lechuza es sin nombre, Kayla, Artemis, Thad, Victoria y yo hemos intentado una lista enorme pero el solo los rechaza y tiende a molestarse, pude averiguar que es chico por lo que los nombres femeninos no le van- el ave se mantenía firme en mi brazo, a pesar de no tener un nombre se mantenía tranquila, observándonos – espero que hoy sea nuestro día de suerte- le sonreí a mi nuevo amigo, mientras alimentaba a mi lechuza tranquilamente.
Querida Mamá
Estoy vivo y bien, pero enserio tenias que enviar un vociferador se que estabas preocupada pero no me ha pasado nada, así que despreocupate, todo esta tranquilo, hoy empiezan la selección para el equipo de Quidditch espero quedar como cazador, gracias por la capa, en el colegio no hay ningún problema, el Profesor Rowle es genial el es mi maestro de Herbología, El señor Melker es increíble el me enseña Defensa aunque tu eres mas increíble, aun no logro que el hechizo Ventus me salga perfectamente pero espero lograrlo, el profesor de pociones falleció pero hoy he tenido una nueva profesora la Señorita Foxier es algo ruda, el profesor de vuelo solo quiere que aprenda mas de Quidditch en esta escuela nadie aprecia al Quodpot, les haré cambiar de opinión, el maestro de Astronomia es muy viejo tanto como el abuelo, la profesora de encantamientos es muy linda, el único que es nefasto es Von Vianden de transformaciones es como esos tipos que odias, por cierto tengo muchos amigos uno de ellos se llama Alistair, el otro Seth, Tambien esta Ginevra es una chica muy linda, esta Kayla y Artemis ambos me agradan, Yo los extraño mucho y quiero verlos para navidad, ¿Puedo invitar a alguno de los chicos a casa?, bueno creo que eso es todo, los amo mucho.
Atte. Daniel
Altair estaba feliz de tener un buen amigo en el colegio de Hogwarts, y no dudó en aceptar la invitación de Daniel para ir a la lechucería. Decidió que también enviaría una carta a Hogsmade para que alguien del servicio postal la hiciese llegar a la dirección de sus padres muggles. Ni de lejos les hablaría de lo ocurrido con los dragones, sería preocuparles innecesariamente, pero si que les diría que estaba aprendiendo mucho, diviertiéndose, y que había hecho un buen amigo.
Cuando el joven Anderson le presentó la lechuza de sus padres, sonrió. La verdad es que se parecía bastante a la suya, la cual había nombrado "Rómulo", y ya después, cuando le enseñó su lechuza sin nombre, no tardó en responder.
- ¡Se merece sin lugar a dudas un nombre de emperador romano! O al menos que esté relacionado ¿No crees?
Entonces se puso a pensar algunos y los vociferó en alta voz por si alguno le resultaba agradable a la lechuza de su compañero.
- ¡Máximo! ¡Cicerón! ¡Constantino! ¡Calígula! ¡Marco Antonio! ¡Augusto!
Y entonces sonrió divertido, había pensado una que creía le vendría como anillo al dedo.
¡César! ¡El ave César! ¡Ese debería ser! Y comenzó a reír. ¿Qué te parece, César? ¿Te gusta tu nombre?
Cuando la lechuza escucho el nombre de Cesar empezó a aletear gustosa como si el nombre hubiera sido el que esperaba –Vaya así que te ha gustado el nombre- le ofrecí algo de comida para premiarla.
-Creo que le ha gustado ser el Ave Cesar- sonreí ante el comentario – supongo que las mascotas familiares le gustan tener nombres importantes- acaricie las plumas de la lechuza mientras la observaba.
-¿Quieres acariciarla Alistair?- le cedí a la lechuza para que el también jugara con ella, después de todo me había ayudado al fin a ponerle nombre al ave, que ahora parecía más juguetona pero sin perder nunca su porte altivo y fuerte.
-¿Tú tienes mascota?- le pregunte mientras me acerqué a donde Percival la lechuza de Xavier se encontraba – Descuida aunque tu dueño no este me encargaré de ti pequeña- le dije ofreciéndole algo de comida también para ella.
-Ratas, se me olvidaba que debo comprarle comida y algunas cosas, el día de hoy fue algo complicado, perdí una capa, ropa, Cesar quieres volar al callejón Diagon- el ave se paró en la pértiga y se preparó para emprender el viaje.
Tome la tinta, pergamino y pluma para comenzar a redactar una nota
“Madame Malkin”
Buenas Tardes son Daniel Anderson del colegio de Hogwarts y hechicería del primer año si no es mucha molestia podrían enviarme una capa normal, se lo agradecería”
Tienda de Calderos de Potage
Hola soy Dani Anderson del colegio Hogwarts serían tan amables de enviarme 5 frascos y dos kits de ingredientes para mí sería genial”
Tienda de animales mágicos
Hola soy Daniel Anderson de nuevo muchas gracias por enviarme a Cesar estoy encantado con ella, es una ave muy inteligente, de ser posible me gustaría comprar dos paquetes de comida para lechuza gracias.
Sortilegios Weasley
Amigos Weasley soy Dani Anderson podrían enviarme tres packs de cajas de ranas de chocolate, la verdad me he vuelto adicto a los cromos y quisiera comprar algunos para aumentar mi colección se lo agradezco."
Coloque el dinero para las compras en un pequeño monedero y prepare a Cesar para que emprendiera el vuelo.
-Ten un buen viaje Cesar y regresa con bien- le dije a la lechuza que rápidamente salió volando hasta perderse en la lejanía.
Compra del señor Anderson realizada e incorporada en el equipo.
MARTES, 24 de septiembre de 1991 (por la tarde)
Entro en la lechucería
Como todas las semanas, fui a visitar a Chloe a la lechucería, que me recibió con alegría y nerviosismo. Dejé que picoteara la cabeza (muy a mi pesar) durante un rato, mientras le contaba un poco lo que me había pasado y le daba de comer.
-Chloe, no sé cómo pero estoy en el equipo de Quidditch, así que te voy a escribir una carta para que se la lleves a mi madre. Espera a que escriba una respuesta y entonces vuelves, pero no antes, ¿de acuerdo?
Chloe volvió a picarme, pero esta vez, para indicarme que efectivamente, lo había entendido.
A continuación, saqué mis cosas y empecé a escribirle la carta a mi madre. En ella le hablaba un poco de todo (menos de lo sucedido la semana pasada, porque no quería ponerla nerviosa. Le dije lo bien que me iba en las clases, y lo agradables que eran todos los profesores (bueno, todos menos Viander, que en verdad resultaba un poco tenebroso). Cuando le hablé del quidditch me emocioné tanto que me parece que le conté todo lo sucedido con pelos y señales, hasta la expulsión de Flint y cómo gracias a Thad, las que peor lo hacíamos pudimos entrar.
Quería que mi madre entendiera que me encontraba bien y estaba feliz, salvo por el hecho de no verla, claro. La echaba de menos.
Cuando terminé, me enjuagué algunas lágrimas, le enrollé la carta a Chloe y le indiqué que se la llevara. Mientras se alejaba, pensé que Chloe seguía siendo mi vínculo con el mundo no mágico y me alegré de tenerla. Sabía que siempre podría contar con ella.
Justo cuando Altair terminaba de darle de comer a Chloe, y empezaba a bajar las escaleras, se cruzó con Victoria, que en ese instante se disponía a ir a ver a su lechuza. Unos metros más abajo, subiendo el camino, el profesor Rowle también se disponía a ir a la lechucería.
Podéis hablar entre vosotras un post hasta la llegada del profesor Rowle, si lo consideráis conveniente, y ya después deberéis incluirlo.
Hola, Victoria. ¿Qué haces por aquí? -le pregunté a "V." cuando me la encontré por las escaleras -. Yo he venido a darle un poco de mimos a Chloe y a enviar una carta a mi madre, que parece que llevo una eternidad lejos de casa.
Como vi que subía, y no tenía ninguna prisa, se me ocurrió preguntarle si quería que la acompañase. No es que tuviera algo que hacer.
-¿Quieres que te acompañe?
- Hola Altair voy a hacer un pedido de túnicas, sí, ven, quería comentarte una cosa, mira por ahí viene el profesor Rowle, seguro que el podría conseguirnos un lugar para las reuniones de nuestro club secreto, estoy totalmente segura de ello, ¿quieres que le preguntemos?
-¡Es una idea genial! -le dije, pensando instantáneamente en que el profesor Rawle era agradable y cercano con los alumnos y que aunque bien pudiera ser que nos regañara, yo estaba bastante segura de que nos ayudaría sin ponernos muchas pegas.
-¡Seguro que podemos confiar en él y que conoce algún lugar! ¡Vamos a preguntarle!