Partida Rol por web

No eres tu la chica que se cayó, sí que eres tu, vi tu foto en el periódico, eres el ángel que se cayó del cielo ¿No? Sonrío levemente a pesar de que me sigue doliendo la pierna y la postura que he elegido esta pasándome factura, estoy apoyado sólo en la pierna dolorida ya que la otra no se por qué razón he pensado que sería mejor doblarla en una postura digamos...sexy.

En fin, ¿Algo que me puedas decir de ti? A parte de que se te ve la etiqueta de ahí detrás, señalo su nuca.

''Esto es lo último que me faltaba para completar la noche...''

- Agradezco sus halagos, Monsieur Ruben. Pero con su permiso prefiero irme a mi dormitorio.- dijo antes de darse media vuelta e intentar ir a su habitación.

La cara de Ruben se quedó impávida, pero... Vale... bueno... Supongo que hasta mañana ¿Qué pasaba en este colegio? Todas parecían inmunes a los encantos innatos del chico, no lo entendía, ¿Sería algo que pasaba con la magia en el colegio? ¿Las brujas serían siempre así? O quizás sería que por ser mago él lo tenía más fácil con las chicas que había conocido anteriormente, las que eran nomags. Aquello no le gustaba nada pero se debería acostumbrar a la nueva situación, suponía.

Estaría interesada en entrar a lo siguientes clubs:

- Club de duelo.

- Club de pociones.

Al escuchar sobre los clubes, pensé mucho sobre mi futuro y decidí inscribirme en los dos clubes que más me ayudarían a ingresar a la academia de aurores.

1.- Club de Duelos

2.- Club de Pociones.

- Equipo de Quidditch (Cazador)

- Club de Colección de  Cromos de Magos y Brujas

Me apunto a Quidditch, herbología, pociones y duelos magicos

Sobresaltado por el sonido de las campanas, Melker saltó de su sofá dónde se había quedado dormido mirando una antigua fotografía y sin perder un segundo fué corriendo la sala común de Hufflepuff para comprobar que todos los alumnos de dicha casa no la habían abandonado - ¡ALUMNOS DE HUFFLEPUFF PRESENTENSE INMEDIATAMENTE EN LA SALA PARA REVISIÓN!

Mientras iban bajando los alumnos de Hufflepuff, el Profesor Westerberg realizó un conjuro de línea de edad para que los menores de diecisiete años no pudieran salir de la sala sin su autorización. -¡VAMOS! ¡¿ES QUE NO ESCUCHAIS LAS CAMPANAS?!

Uno a uno, los alumnos fueron despertando en sus aposentos, y bajando a la sala común donde los prefectos fueron poniendo orden y ayudando al profesor Melker, jefe de casa, a realizar los recuentos. Todos y cada uno de ellos parecía estar en perfectas condiciones, salvo medio dormidos, exceptuando a Ártemis Flamel, el cual ni estaba en su habitación no en la sala común. ¿Cómo era posible aquello? Se había saltado el toque de queda y salido a altas horas de la madrugada? ¿Podría ser aquella la razón de la alarma y estaba en peligro?

Al ver que Artemis Flamel no se encontraba entre los presentes, Melker sintió una punzada de preocupación en el pecho y empezó a temerse lo peor. No había tiempo que perder, así que fué muy breve y dejó a los prefectos a cargo de la sala - No sé muy bién qué está pasando, pero ahora mismo iré a reunirme con el Director Dumbledore para que me informe de la situación. Ahora mismo está terminantemente prohibido abandonar la Sala o dejar pasar a nadie que no sea Artemis Flamel. En cuanto la situación esté bajo control, regresaré y os informaré ¿Entendido?

Sin esperar ninguna respuesta por parte de los alumnos, el Profesor Westerberg abandonó la sala de la casa Hufflepuff y se dirigió corriendo al despacho del Director Dumbledore.

¿Dónde está Artemis? Ni de coña me quedo aquí si Artemis no está, ¿Puede que esté en peligro? Tiene que ser una jodida broma. Intento salir corriendo de la sala común haciendo el hechizo "orientame" para que señale la dirección a mi amigo.

Aunque fuese muy noble por su parte y se preocupara por su amigo Ártemis, las órdenes del profesor Melker había sido claras y rápidamente los prefectos de acercaron a la puerta en cuanto vieron a Andrew y a Rubén acercarse a la puerta. 

- Lo siento, pero ya habéis oído al profesor Westerberg. Hasta que no nos digan lo contrario, no podemos salir de la sala común y los dormitorios. Lo mejor es que todos regresemos a nuestras habitaciones y tratemos de volver a dormir. Seguro que mañana nos darán la explicación de los sucedido y no habrá sido nada grave... Trató de tranquilizar uno de los prefectos de último año, y la gente empezó a regresar a sus dormitorios, con visibles caras de sueño y lamentando que les hubiesen despertado para nada, solo pasar lista. 

Andrew no estaba convencido de aquello, y cuando los prefectos se distanciaron los suficiente de la puerta de entrada, salió corriendo para salir de allí, dando como resultado que el muchacha saliese despedido varios metros hacia atrás en cuanto cruzó un hechizo de línea de edad.

- Joder! ¿Que ha sido eso? Exclamó Andrew un tanto sorprendido. ¿De verdad no podemos salir?

- Así es, el profesor Westerberg ha lanzado un hechizo, ningún menor de 17 puede atravesar esta puerta, ni si quiera nosotros. Replicó una joven de último curso, con el rostro enfadado por qué no les hiciesen caso. ¿Vais a hacer caso o no?

- Si, si... Ya subo a mi cuarto... Volvió a hablar Andrew mientras se levantaba y se quitaba el polvo de la túnica, para después poner cara de resignación y girar hacia la sala común. Rubén, ¿Regresamos al cuarto, compañero? No creo que podamos hacer nada ahora mismo... Solo esperar...

A todo esto, el profesor Melker ya había salido de la habitación en dirección al despacho del director Dumbledore.

Yo no me voy a mi dormitorio, ¿Para qué? Si Artemis está en peligro no voy a poder pegar ojo. Tiene que haber algún hechizo para poder salir de aquí.

Máxime observó a sus dos compañeros de equipo de primero, Andrew y Rubén. Ambos le caían bien y entendía que podían estar preocupados por su compañero, el único de todos los cursos que no estaba en la sala común ni en sus dormitorios. La pregunta era...¿Por qué no estaba allí? ¿No conocía las normas básicas y que durante la madrugada los alumnos tenían prohibido salir de sus salas comunes salvo una extrema razón de peso, que siempre debían justificar a los prefectos de cada casa?

Viendo que Rubén parecía algo contrariado por tenerlos allí sin hacer nada, y que trataba de conjurar un oriéntame, se acercó por su espalda en sigilo, y apoyó su mano en su varita que tenía en la palma de su mano para evitar que lo conjurase.

- No vale la pena, créeme. Ponerse en contra de los prefectos solo provocaría que se molestasen con vosotros, y no vas a poder franquear esa puerta por mucho que lo intentes...es un hechizo de alto nivel... Le explicó la joven de tercero, con una sonrisa demasiado hermosa para ser verdad. Pero ya que nos han roto el sueño, si te apetece podemos charlar de cualquier cosa que te haga sentir mejor, aquí en la sala común, frente a la chimenea, hasta que llegue tu amigo o nos den alguna noticia. ¿Te apetece?

La gente parecía ir yéndose a sus dormitorios, y salvo un par de prefectos que charlaban en uno de los sofás, y otra joven que leía un libro cerca de las mesas de estudio, no parecía que nadie más se fuese a quedar allí. Andrew, quién también subía hacia los dormitorios, dudó unos segundos si le acompañarías o si te quedarías,  por lo que quedó en las escaleras unos instantes, mirándote sin decir nada, esperando una respuesta por su parte. ¿Qué le respondería Rubén?

Chimenea, charlar, maxine y yo, ¿Qué está pasando?

Cla claro, me encantaría charlar contigo bellísima. ¿Estoy soñando acaso?

¿Te apetece una rana de chocolate? Le digo mientras me siento en un sofá cerca de la chimenea, me la dió Rowle pero no puedo comerla, me da como pena. Seguro que para los que no son muggles es una tontería pero para mi hasta esto me parece un milagro. Sonrío a la vez que se la ofrezco.

Cuéntame algo de ti, ¿Aparte del quidditch y además de ser la chica más guapa del mundo que más te gusta hacer?¿Cuál es la asignatura que más te gusta?

La joven de Hufflepuff se alegró al ver que el muchacho se tranquilizaba y aceptaba charlar un rato mientras no tuviesen nuevas noticias. Cuando éste le ofreció una rana de chocolate, la aceptó de buen agrado y la pasó con deleite, resultando en algunos momentos incluso un tanto lasciva aunque aquella no fuese su intención. Le pareció curioso que el joven le revelase que procedía de una familia no mágica, y trató de iniciar una conversación por ahí.

- Vaya, eso no me lo esperaba. ¿De veras tus padres son muggles? Preguntó con curiosidad, pero para nada como si le molestase. No es muy usual ver a un jugador de Quidditch que no tenga padres del mundo mágico. Por lo general, hace falta que desde pequeño te hayan ayudado y tener mucha afinidad mágica para destacar lo suficiente. ¿No sabías nada del mundo mágico antes de venir a Hogwarts? Yo si que procedo de una familia mágica con un cuidado árbol generacional muy controlado, y aunque la mayor parte de mi familia se preocupa mucho por la pureza de sangre, yo soy bastante peculiar en muchos sentidos y no me importa demasiado... Trato de explicar siendo sincera.

- Yo nací en Virginia, EEUU, aunque creo que mi abuela materna era francesa... Sea como sea, prácticamente todos los O' Flaherty provienen de América y han estudiado en Ilvermorny. Yo soy la primera que he roto la tradición familiar, dado que me vine con mis padres cuando era muy pequeña a vivir a Escocia, y he venido a Hogwarts. ¿Qué te está pareciendo el colegio? Que sepas que todo el tema de dragones no suele ser lo habitual... Te ha tocado venir justo cuando las cosas no tienen sentido alguno... y sonrió divertida, para después acercar las manos a la chimenea y calentarse.

Andrew vió resignado como te ponías a hablar con la joven, y agachando la cabeza al ver que no le hiciste caso cuando te habló, se dirigió a los dormitorios.

Llevaba desde el lunes por la mañana metida en la cama, saliendo para lo justo. Al parecer por la poción que hicimos en la clase de pociones el lunes, hizo que cogiera un gran gripazo y acabara K.O. en la cama y con fiebre. Había visto desde la ventana que el resto de alumnos habían salido de excursión y habían vuelto esa misma tarde, desconocía a donde y porque motivo y como mi cabeza tampoco se encontraba para pensar, volví a meterme en la cama.

Hasta que oí a alguien gritando por los alumnos, cogí una de mis chaquetas de lana y aún con el pijama bajé las escaleras. Se podía oír como aún sorbía por la nariz intentando respirar y escuchando lo que decía el profesor Melker:

-¿Qué demonios ha pasado...?- me giré a mis compañeros e intentando hacerme una bolita en el sofá les pregunto a mis compañeros.- Chicos... ¿Qué ha pasado mientras no he estado en las clases, ni la excursión...?

Déjame, pongo las manos extendidas para que ponga las suyas encima, los no mágicos tenemos maneras mejores de calentar las manos que el fuego, no queremos que el fuego nos reseque la piel, pongo sus manos entre las mías y le echo el aliento por un hueco de las mías, la miro y sonrío, soy de Manchester, el sentido del humor viene de serie, lo siento, jejejeje.

Soy 100% muggle señorita, mi madre es profesora de instituto y mi padre es taxista, y la verdad después de conocer a Drako Malfoy y Alen Ryder... Estoy muy orgulloso de ser muggle después de eso, sin ofender a los demás sangre pura...

No, no sabía nada del mundo mágico antes de venir a Hogwarts, de hecho ahora mismo sigo siendo un ignorante total, ¿No se nota? Pero ¿Eh? Estoy aquí en la sala común, por la noche a la luz de una chimenea con la chica más guapa y fuerte del mundo, algo estaré haciendo bien ¿No? Sonrío.

Naciste en en Virginia, "La reina virgen", perdón me hizo gracia cuando lo estudié en el colegio.  El corazón de la confederación... Me encanta la historia.

El colegio es... Bueno, es diferente, de este no quiero que me expulsen y eso ya es algo prometedor en mi caso, jejejeje. Ni siquiera he tenido que conocer todavía al director aún, eso para mi es un logro.

Hola Anastasia, Pues no gran cosa, Alen y Raven se cayeron al río, un pastor de árboles nos dio un susto de muerte y una especie de topo con pico robó algunas cosas que luego nos devolvió el nuevo profesor de encantamientos, un tipo agradable pero un tanto bocazas.

No, Maxine, ¿Pero qué dices? Esto no me lo perdería por nada del mundo, haber estado a punto de que me comiese un dragón ha sido lo más intenso e impresionante que me haya pasado nunca, estoy haciendo amistades curiosas, y estoy hablando ahora mismo con las dos chicas más impresionantes de Hogwarts... ¿Qué más podría haber pedido en esta vida?

Cuando Rubén le tomo de las manos se sintio incómoda y estuvo tentada retirarlas y llamarle la atención, no le gustaban los chicos que se tomaban libertades con ella y que a todo momento la acosaban y halagaban. Sin embargo, lo que hizo el pequeño muchacho le pareció curioso y terminó por no decir nada, aunque estaba segura que se habría dado cuenta que no le gustaba el contacto físico sin previo consentimiento.

Después escuchó sus comentarios de dónde provenía, de su desconocimiento del mundo mágico, de que era un tanto rebelde y que se alegraba de que hasta ahora aún no lo hubiesen llegado frente al director, y sonrió divertida. Pero lo que más sorprendió a la muchacha fue la llegada de Anastasia, y escuchar lo que había vivido además de los dragones. ¿Un pastor de árboles? ¿A caso estaba bromeando? Ella tenía conocimiento de la existencia de Bowtrukle pero, ¿se estaba refiriendo a un ent?

- ¿Es enserio lo de que visteis en vuestra excursión un pastor de árboles, un ent? En todos !os libros de texto los mencionan como criaturas mágicas extintas,...pero en dos días ya he escuchado cosas inauditas... Mi amiga Morgana Yaxley dijo lograr ver en la esfera de cristal de la sala de adivinación que un ent abría los ojos en el bosque prohibido, aunque todo mi grupo se rió y le dijo que estaba loca. Aquello me molestó porque se que mi amiga no suele mentir, aunque realmente me quedé con la duda de si se lo habría inventado. ¿De veras visteis uno? ¿No estás tomándonos el pelo? preguntó insegura, creyendo que por querer fanfarronear y quedar bien delante de ella, estaba dejándose llevar por su imaginación...

Yo nunca miento, digo serio, la mentira es lo que lleva siempre al lado oscuro y yo soy fan de Obi Wan Kenobi.

Pastor de árboles o Ent, no se como se llaman pero yo lo reconocí, de hecho casi me dieron ganas de llamarlo Bárbol. Sonrío esperando que conozcan la referencia. La verdad es que para mi, ver un Ent y un dragón es igual de impresionante, no sabía que ver un Ent era tan raro.

Además, a dos chicas guapas como vosotras nunca las mentiría. Yo no me arriesgo a esas estupideces, la verdad es que decir la verdad siempre es mucho más gratificante, quizás sea por mi sangre francesa, sino me creéis probad a preguntarme algo en lo que debiera mentir, no tengo nada que ocultar.