Partida Rol por web

Las Sombras de la Mente

Capítulo I: Asesinato en Surrey Docks

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14/06/2018, 23:05
Irene Adler

Irene parecía en su salsa, hablando a aquel tipo en su jerga, con una sonrisa descarada y divertida en los labios y un brazo en jarra, con la mano sobre la cintura. Se rió con las últimas palabras del hombre y negó con la cabeza, como si quisiera decir que no tenía remedio. 

Esta alu'ia no esstá disponible —dijo, echando un vistazo hacia el doctor para enseguida volver a mirar al tabernero—. Pero ea! ¡Un essscolar!—exclamó Irene, ladeando la cabeza con una cierta mirada de riña hacia el tipo—. ¿No t'estarás abusando un poco? Mi Ortega1 viene d'acompañante, ná más. Que una alu'ia sola corre mucho peligro, ¿eh? —añadió, alzando las cejas con complicidad antes de llegar al meollo—. ¿Y si noss haces una rodaja2?

Le mantuvo la mirada al hombre sin amilanarse ni un ápice pues Irene sabía a ciencia cierta que al regatear no importaba lo segura de sí misma que estuviese, sino si aparentaba estarlo más que su interlocutor.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me gasto un beni D:

1Rima para colega.

2Rima para rebaja.

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15/06/2018, 00:00
Mina Harker

- Si...puede que estés en lo cierto – pronunció Mina tratando de añadir crédito a las palabras de su acompañante sin demasiada convicción – Estoy segura que este era el nombre del barco

No parecía que fueran a lograr nada con aquel hombre, la creciente desconfianza de este se veía reflejada en el nerviosismo que Mina trataba de ocultar. Temía cometer una imprudencia, Marian parecía manejar bien la situación y no pretendía tirar por la borda su ingeniosa, aunque indecorosa, “cuartada” para la búsqueda del supuesto marino. Pero, había algo que comenzaba a resonar en su interior, un impulso.

-¡oh, por el amor de dios! Baje aquí y hablemos civilizadamente - soltó de pronto la pálida joven – ni que fuéramos a aprovecharnos de usted, empieza a dolerme el cuello de estar mirando hacía arriba

Se sentía indignada y frustrada, cuando se alteraba de esa manera hacía que ciertos instintos no deseados se despertaran y tomaran la iniciativa. Solo necesitaba estar un poco más cerca, tal vez el no bajara del barco pero seguro que había alguna manera de acceder a él.

Notas de juego

¿hay alguna manera de acercarse al hombre o de acceder al barco?

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15/06/2018, 03:16
Tabernero

El hombre lanza una mirada que podría interpretarse como divertida al doctor, y luego a Irene. -No sssoy yo él que quiere pan y ajo- dice encogiéndose de hombros. Observa la situación y no parece mostrarte escéptico... sino todo lo contrario. Con el gesto que tiene en la cara, con su sonrisa, pareciera que todo le encaja como si se tratase de la mismísima verdad.

-'Ale, un esscolar...- finalmente cede mirando de nuevo a Jekyll -¿El ilustre caballero...- comienza diciendo sin ocultar cierto sarcasmo socarrón en la manera como se refiere a él -...va con el Emperador Ming, no? Que si s'a pagao lo que s'a pagao. Te aseguras que s'acueste, y tenemos un trato.- dice estirando la mano. Lo que parecía ser un gesto para estrechar la mano, se convirtió en la palma hacia arriba y los dedos moviéndose de forma poco armoniosa, a distintos tiempos, semiflexionándose uno tras otro tras otro, como rascando el aire.

Se interrumpe un instante. -¡EH JACK! ¡'EN ACÁ! - dice mirando hacia el fondo del pasillo. Luego vuelve a miraros, sin dejar de hacer su gesto y sin dejar de tamborilear sus dedos.

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15/06/2018, 03:31
Narración

Notas de juego

Emperador Ming: Rima para Ka-ching, el sonido de una caja registradora, y que sí, significa Dinero. Esta la he copiado del inglés directamente xD.

Acostar: Apostar, y dado que el sitio maneja apuestas, pues es claro lo que quiere decir xD.

 

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15/06/2018, 03:33
Marinero

A pesar de que habíais logrado inicialmente que el marinero os pusiera atención, rápidamente parecía que ibais perdiendo todo el terreno ganado. El hombre no parecía impresionado y su gesto de desagrado galo, ese que parecía permanente, no cambió ni un ápice a medida que las explicaciones y excusas iban tomando forma.

-No, no lo sé- responde fríamente a Marian. -¿Lo saben ustedes?- replica jocoso, con una amarga sonrisa, del tipo que viene cargada de malas intenciones y cuya hostilidad parece ocultar cierto tufo de superioridad.

No había manera fácil de subir al barco. Era posible intentar un salto, si uno tenía músculos fuertes y algo de suerte, pero ni la rampa, ni la escalera que debía servir a estos propósitos estaba allí. Y aquello parecía intencional, al igual que el vigía, la desconfianza y en general el aire de misterio que sólo se agravaba con la niebla circundante y el susurrante sonido del Támesis en la noche, expectante y sigiloso a la vez.

-Anglaises...- espeta el hombre despectivamente sin moverse de su posición. -Eh no. Sea a quién sea que buscáis, ya me digá en la mañana. Pog ahoga no cgeo que nadie os espegue.- explica sin sonrisa. -Bonsoir et à la prochain- se despide por enésima vez, pero sin moverse de su lugar.

Notas de juego

La cosa se pone complicada. Tenéis -2 a la tirada para intentar salvar la situación. Y Mina tiene -2 extra por su carisma negativo (podrá ser atractiva, pero da mala espina).

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16/06/2018, 17:30
Mina Harker
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Deje dicho ya que me acercaba un poco más al barco, la intención es poder verle un poco mejor dentro de la oscuridad. Buscar que fije la mirada en mi al hacerlo porque quiero darle una "miradita" ya sabes a que me refiero XD

Me habias dicho que era una tirada enfrentada de astucias con un -2 por la oscuridad. Así que voy a por ello.

Mmmm total 5-2 me quedo con un 3 así que...¿?

 

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18/06/2018, 00:15
Marian Halcombe

Marian consideró las alternativas. Ya les había dicho que Cream no estaba en el barco. O al menos había dicho que no sabía de ninguno. Si era verdad, eso dejaba dos posibilidades, que Cream viniese en otro barco o que viniese en aquel como polizón. Y ahí cobraba más importancia saber si la víctima pertenecía a aquel barco o no. Si lo había elegido quizás porque le había ayudado y estaba eliminando sus huellas o si lo había elegido al azar. Aún quedaba la posibilidad de usar la documentación que los acreditaba como agentes de la corona, si los subterfugios eran inútiles, pero no le gustaba la idea de que alguien decidiera esconder pruebas si había algo turbio en el barco. Aunque quizás estuviese siendo paranoica. Decidió hacer un último intento.

-Si está aquí, ¿por qué no le pregunta? Ya verá como nos conoce. A no ser que siguiese bebiendo cuando no despedimos y aún no se le haya pasado el efecto.-Añadió con una risilla-O al menos díganos cuando va a volver, si no está. No es como si eso fuera a hacer a hacer daño, ¿no?

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿La tirada es así?

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20/06/2018, 20:14
Doctor Jekyll

El doctor Jekyll observó, impresionado, cómo Ader se las arreglaba para tratar con aquel tipo. Desde luego estaba claro que la señorita era más que esa mujer inocente que había aparentado al principio. Para empezar era inteligente, y para seguir sabía cómo tratar con quién sabía qué tipo de gente. ¿Que iba a ser lo siguiente, que sacase un conejo del gorro de aquel tipo? A Henry Jekyll no le habría impresionado más eso que lo que ya estaba viendo.

Con los ojos bien abiertos y esforzándose por mantener la expresión de quien entendía lo que se estaba diciendo, el doctor vio cómo hablaban de él y no supo muy bien qué hacer. Con algo de esfuerzo entendió que decían que él debía acostarse, aunque no sabía ni cuándo ni por qué. Confiaba en que Adler se lo explicase más adelante.

Finalmente, cuando el hombre llamó al tal Jack —o eso pensó el doctor, pues ya no podía esta seguro de nada—, él llevó los ojos al pasillo, esperando que algún compinche de ese ¿recepcionista? apareciese.

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22/06/2018, 02:46
Irene Adler

—Tú sí que m'entiendes —respondió Irene con cierta picardía a las palabras del tipo sobre el doctor—. Te'emos un trato, ea.

Estaba satisfecha con el resultado de la negociación y sus labios lucían la misma sonrisa descarada que había exhibido desde que habían puesto un pie en el interior de la taberna. Metió la mano en su bolsa para sacar las monedas que les franquearían el paso y dejó una corona entre los dedos bailarines del tipo, sellando el trato con el pago. 

Sus ojos se fueron después curiosos hacia el fondo del pasillo, esperando ver aparecer al tal Jack. Y mientras, se fue acercando a Jekyll para enlazar su brazo en el de él como había hecho mientras caminaban. Estaba lista para descubrir los secretos de aquel lugar y también algo expectante. Al fin y al cabo nunca se sabía cuándo una chica podía necesitar conocer un buen lugar para mover piezas del mercado negro. 

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22/06/2018, 03:37
Marinero

Su impaciencia se hacía evidente, su desagrado notorio. Mina hace un esfuerzo, y por un brevísimo instante, ya sea producto del tétrico ambiente vuestro o el cansancio de la noche, las sombras parecen moverse un poco con ella, y sus ojos quedan visibles durante una brevísiima fracción de segundo, llenos de un brillo preternatural capaz de helar la sangre. Pero tan pronto como aparece el gesto, se desvanece, sin darle la oportunidad al necio francés de detallarla, o de responder. No parecía que su sugerencia fuese a funcionar, y lo que era más, parecía que la posibilidad de que descendiese estaba más bien lejana.

Pero Marian simplemente con algo más de racionalidad y manteniendo la charada, logra sonar bastante convincente, haciendo que una sombra de duda - y de resignación - se crucen por el rostro del marinero, quien seguramente cansado de tener que repetiros lo mismo, se replantea daros gusto, aunque sea por un momento. Observa por encima de vosotras, como si buscase a terceros entre la oscuridad, o a cualquier presencia que pudiese ponerle en alerta. La soledad del lugar parece tranquilizarle un poco.

-Ces putes sont obstinées- murmura para sí, pero la quietud traicionera de la noche lleva a vuestros oídos sus palabras en claro francés. -Está bien. Igué a pgeguntag si alguien os está espegando. No os mováis- dice mientras finalmente bota el cigarrillo a medio terminar hacia la distancia con un movimiento de manos, y arreglándose el chaquetón desaparece mientras sus pasos resuenan sobre la cubierta hasta que el sonido de una puerta respalda sus actos, y al menos su intención de darle una oportunidad a vuestra mentira.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vaya tirada enfrentada más... desafortunada.

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22/06/2018, 14:21
Narración

El tabernero se agarra tan rápido las monedas, que bien podría haberse llevado un dedo de Irene con ellas. Las observa un instante y cuando está satisfecho asiente. No tarda en llegar un hombre, que bien podría parecer una copia del primero, aunque más alto y, si cabía, con una expresión ausente aún mayor. Sonríe tontunamente, con sus ojos desviándose hacia Adler, y su rostro encarando al primero. Su ropa es igual de sucia y en igual estado, combinando colores pasteles con una camiseta ajustada llena de agujeros, y su olor personal, igual de desagradable, es una mezcla de cerveza y sudor seco.  El tabernero se le une en la mirada de soslayo a la dama para luego recordar lo que iba a decir e instruirle.

-'Oy con ellos por pan y ajo. Te quedas a cargo.- le dice secamente, a lo que el otro responde con un seco "ale". Luego tomando el candelabro más cercano, hace un gesto con el brazo para que le sigáis mientras os rodea, y comienza a caminar hacia el fondo del lugar. A medida que la lumbre despeja las sombras, podéis ver al final del pasillo algunas mesas y sillas en un espacio más grande, pero antes de que podáis asumir nada, el hombre gira y abre una puertecita que desciende varios escalones hacia un improvisado y silencioso sótano.

El tabernero desciende sin más, sin mirar hacia atrás y cuando le seguís, podéis ver varios toneles de madera, de los que se usan para almacenar vino, puestos de panza por todo el lugar, que bien parece la más tétrica bodega del sitio. La luz es reflejada en telarañas, el aire está lleno de polvo y estáis seguros de que ningún licor podría mantenerse demasiado agradable bajo dichas condiciones. El hombre se gira y estira el candelabro con un -tened- mientras se acerca a la pared, cerca a una pirámide de tres de los mismos barriles, dos de base, y uno arriba. El hombre tantea la pared un rato y luego, empuja con fuerza. Con un sonido seco y fuerte veis como la pared y la base donde está la pirámide se desplaza levemente. Una entrada en un pasadizo secreto.

El túnel es estrecho, pero su apertura trae a vuestros oídos voces, murmullos, risas que se extienden como ecos rebotando a través de la roca irregular de las paredes, el suelo y el techo. El tabernero toma el candelabro y se introduce caminando hacia la derecha, sin mirar hacia atrás.

Notas de juego

Pausa para que os comentéis cosas, susurréis, tengáis un plan, o esas cosas que nunca hacen los jugadores xD

 

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27/06/2018, 22:43
Marian Halcombe

Si tenía que ir a preguntar, eso significaba que o bien no sabía si la víctima estaba o no en el barco, o no sabía siquiera a quien se referían. Quizás la víctima ni siquiera fuera parte de la tripulación de aquel barco. Marian se preguntó brevemente si merecía la pena seguir allí y no ir a inquirir al otro barco. Pero siendo aquella la opción más probable, merecía la pena quizás agotar todas las opciones. Y si, por lo que parecía, el marinero no tenía más información que darles, lo único que quedaba era investigar el barco por sí mismas. O por sí misma.

Si entraba al barco y alguno de los marineros la veía, probablemente no se sintiera demasiado feliz de ver a una extraña rondando por allí. Y aunque tenía la documentación que la acreditaba como persona al servicio de la corona en caso de que la descubrieran, siempre existía la posibilidad de una confrontación. Poco sabía de la señorita Harker, pero pocas damas se sentirían a gusto en una situación así. Y con su aspecto pálido y delicado, Marian no estaba muy segura de querer arriesgarse a que le ocurriera algún peligro a su compañera por sus decisiones.

Dió un par de golpecitos nerviosos en la puntera del zapato con su bastón mientras consideraba sus opciones. Si quería entrar, era ahora o nunca.

-Señorita Harker, ¿por qué no se va adelantando a preguntar en el otro barco? Sólo quiero echar un vistazo rápido y enseguida me reuniré con usted.

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28/06/2018, 01:30
Mina Harker

Habia estado a punto de dejarse llevar por esa oscuridad que residia dentro de ella, clamando porque sucumbiera a ella porque la utilizara. Por suerte para aquel hombre no llego a tener éxito en sus intenciones, no estando segura si era por su frustración, el manto de la noche que lo cubria de ella o que en el fondo su humanidad la había frenado.

Sus brazos reposando a ambos lados del cuerpo, dejaban ocultos sus manos entre los pliegues de su falda, con sus dedos aferrados con fuerza a la tela. Le habría gustado tener la afilada lengua de Lucy en un momento así y haberle dicho un par de ordinarieces al marinero.

¿quiere subir al barco? - respondio a la mujer en confidencia bajando el tono de voz.

La convicción acompañaba las palabras y mirada de esta, no era buena idea pero no debían abandonar sin haber investigado como bien se esperaba de ellas. Mina era una dama y no permitiría que Marian se aventurara sola en un lugar como aquel navió, no se perdonaría que le pasara algo mientras registraba el lugar.

Si tal es su intención, Miss Halcombe, ire con usted. Debemos permanecer juntas – declaro con seguridad a su acompañante, antes de mirar de nuevo al barco - ¿y tienes usted idea por donde vamos a acceder? Tienen retirada la pasarela y dudo que nos dejen subir.

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28/06/2018, 21:50
Doctor Jekyll

El doctor Jekyll aguardó mientras llegaba aquel nuevo hombre. Vio cómo la señorita Adler se acercaba a él y la notó entrelazando sus brazos de nuevo, pero en esa ocasión se sintió un poco menos turbado por ese hecho. En aquel lugar tan ajeno se sentía tan perdido que era casi como si necesitase aquella guía.

Después de eso el hombre siguió al tabernero con ciertas dudas. No le gustaban aquellos ambientes, no le gustaban en absoluto. Los pasos del doctor eran un poco más cortos que fuera, cuando se dirigía a la taberna, y mientras avanzaban sólo tuvo unas palabras pronunciadas en voz baja cerca de Adler.

—Usted sabe adónde nos dirigimos, ¿verdad?

Apenas unos segundos más tarde, cuando el tipo les ofreció el candelabro, Henry Jekyll tomó la iniciativa de sostenerlo. Al menos podría servir para eso. Observó con cierta curiosidad cómo el tipo toqueteaba la pared y frunció un poco el ceño. Se sorprendió de manera genuina cuando vio aquel pasadizo abrirse. Tras ese rato de observar suponía que esperaban algo así, pero una cosa era imaginarlo y otra verlo con sus propios ojos. Evitó, eso sí, que la sorpresa durase en su rostro lo suficiente para que el tabernero la notase.

Después, al ver cómo el hombre seguía avanzando, el doctor extendió también el pie derecho hacia adelante, dispuesto a seguir aquel camino aún cuando empezaba a sentirse ligeramente inquieto. Al volver a hablar lo hizo en voz más baja, asegurándose de que nadie oyera lo que iba a decir salvo la destinataria de sus palabras.

—Si Lestrade esperaba que sus hombres investigasen también esto, creo que se habría llevado una profunda decepción.

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29/06/2018, 02:40
Irene Adler

Oy —saludó al ver al tal Jack, ya enlazado su brazo con el del doctor. 

Irene sonrió confiada al sentir la mirada de los dos hombres sobre ella. No había cosa que excitase más al lobo que oler el miedo y, aunque en ocasiones lo fingiese, ella no era una gacela asustada. Pero, del mismo modo, Irene sabía que se cazan más moscas con miel que con hiel y consideraba un arte encontrar el equilibrio perfecto entre belleza y carácter. 

Siguió al tabernero, tranquila y con esa misma sonrisa adornando sus labios. A aquella pregunta de Jeckyll, ella sólo asintió brevemente con la cabeza para calmar sus temores y puso una mano sobre la de él para dar un par de palmaditas. 

Contempló con un brillo curioso bailando en sus ojos el ingenio que abría la puerta secreta y después soltó al doctor para que pudiera pasar él primero con el candelabro. 

Oh, la policía nunca encontraría la bodega. Esta taberna es famosa por eso, ¿no es así? —respondió al susurro del caballero, con media sonrisa, divertida por su ingenuidad—. Escuche, Henry. Creen que le traigo para sacarle dinero, así que va a tener que apostar ahí abajo, o fingir que lo hace mientras esté nuestro anfitrión a la vista. 

No parecía preocuparle lo más mínimo tener que interpretar aquella pantomima. De hecho, le resultaba incluso más estimulante su papel que los otros de los que habían hablado de camino a la taberna. 

—No se preocupe por nada y trate de integrarse —le dijo finalmente, antes de guiñarle un ojo de una forma tan fugaz que el doctor bien podría haber pensado que había sido sólo un efecto de la luz de la vela en su rostro—. Si no está seguro de algo, déjeme hablar a mí. 

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29/06/2018, 03:35
Narración

-Lo es- responde el hombre, mientras caminan algunos metros a través del estrecho pasadizo, hasta que este serpentea un poco y va a morir en una cámara amplia, subterránea y ruidosa de donde provienen todos los ruidos. El amplio espacio tiene la pinta de una taberna allí en medio de aquella construcción oculta, mesas con sillas, una barra, y algunas cortinas que parecen segmentar el lugar. El sitio está iluminado por candelabros y lámparas y su aspecto bien parecería algún secreto antediluviano, algún templo enterrado en los cimientos de Londres, que había sido redescubierto para adorar a otro tipo de dioses en aquella nueva era.

El aire huele a humo, a especias y a alcohol, las voces son una vorágine de idiomas, y los parroquianos son en su mayoría hombres, salvo por algunas contadas mujeres, con carne en los huesos y un aspecto chillón gracias a un maquillaje exagerado. Todos parecen poseer un carácter físico y pieles variadas. Algunos eran tan oscuros como el ébano, con ojos blancos y penetrantes, otros eran altos y delgados, y algunos más parecían entrados en años. Todos estaban en los suyo. En una mesa cercana los dados y los vítores sonaban, mientras monedas cambiaban de dueño, y vasos de cerveza se iban llenando nuevamente. En el otro, unas cartas arrugadas eran usadas para alguna partida, mientras una mirada de diversión y desconfianza se pasaba entre los participantes, y hacia la periferia, cerca a las cortinas, los otros departían, ajenos a lo que sucedía, mientras fumaban como chimeneas.

En la improvisada barra, lo cuál era darle demasiado mérito; pues no se trataba más que de un conjunto de tablas dispuestas de forma similar, mientras varios barriles de cerveza, ale y vino estaban acomodados atrás para ser servidos, y un hombre delgado y alto, sucio y de cabello rojo con un delantal que en otros tiempos habría tenido un color completamente opuesto al que usaba ahora.

-Eh, jack, clientes- dice el tabernero. El otro sonríe. -Él s'acuesta, ¿tá claro?- El otro Jack asiente, ambos se intercambian una mirada de reojo y finalmente el tabernero se despide con un exagerado y burlón gesto, quitándose el sombrero. -Que disfrutéis la noche- dice mientras se lo vuelve a colocar en la cabeza y regresa por el pasillo original.

-¿Que os hace?- dice entonces el otro Jack con una sonrisa muy similar y tan cargada de astucia como la de su colega.

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29/06/2018, 12:32
Marian Halcombe

-Ninguna idea, tendremos que ver si la fortuna está de nuestro lado de nuevo y encontramos alguna forma de subir antes de que vuelva nuestro caballeroso vigilante, ¡pero deprisa!-contestó, caminando y mirando a su alrededor, y al barco-Quizás alguna tabla, alguna cuerda. Incluso una ventana baja, o como sea que llamen a las ventanas en los barcos, o algunas cajas convenientemente apiladas.

Sin dejar de intentar encontrar alguna vía de acceso al barco que los marineros hubieran descuidado, Marian dirigió una mirada de curiosidad a Mina.

-Dice que debemos permanecer juntas, y reconozco que me gustaría saber su razonamiento para ello. ¿Es porque estaremos más seguras? ¿Porque así cree que debemos actuar en nuestro trabajo para la corona?¿O porque se sentiría culpable abandonando a una inválida?-El tono no era acusatorio o mordad, el mismo tono podría usarse para inquirir sobre las preferencias en cómo tomar los huevos para el desayuno. Si una nota de humor había en la pregunta, probablemente fuese más dirigida a sí misma que a Mina.

Notas de juego

No tengo mucha imaginación, asi que las opciones que se me ocurren son

-¿Alguno de los barcos cercanos podrían servir de vía de acceso?

-¿Alguna portilla de tamaño suficiente para entrar al barco y situada a mano?

-¿Alguien ha dejado por ahí en el puerto una escalera, tablas o algo que sirva para subir al barco?

-¿Mercancías o cajas apiladas convenientemente cerca?

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30/06/2018, 00:42
Director

Notas de juego

-¿Alguno de los barcos cercanos podrían servir de vía de acceso?

Este es el único barco que véis en el muelle. Habrá otros, pero no están cerca.

-¿Alguna portilla de tamaño suficiente para entrar al barco y situada a mano?

La misma por la que se extiende la plataforma, pero está ahora cerrada. Es notable, pero no necesariamente más accesible que las barandas.

-¿Alguien ha dejado por ahí en el puerto una escalera, tablas o algo que sirva para subir al barco?

Con una tirada de Notar -2, podéis intentar encontrar algo útil. A más aumentos, más útil, claramente. Si hacéis trabajo en equipo, una de ustedes hará la tirada principal y la otra la de soporte (tenéis que definirlo previamente) a la misma dificultad. Por cada éxito y aumento de la tirada de soporte, sumáis +1 a la tirada final.

-¿Mercancías o cajas apiladas convenientemente cerca?

Sí, pero no convenientemente cerca, a vuestras espaldas, cabe aclarar xD. Cerca a la bodega frente al barco.

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02/07/2018, 22:14
Doctor Jekyll

Las palmadas de Adler en la mano del doctor no calmaron ni sus temores ni su incertidumbre, pero provocaron una punzada de curiosidad en el hombre acerca de ella. Ya no se trataba de que la mujer fuese más de lo que aparentaba, sino más bien de hasta qué punto era diferente. Aunque aquello, en cierta manera, explicaba por qué la corona quería contar con sus servicios.

Henry Jekyll asintió con la cabeza a la pregunta —probablemente retórica— de Adler, y luego lo hizo una vez más conforme ella siguió hablando. Sin embargo, hubo algo en lo que ella dijo que creó una especie de remusgo en la cabeza del hombre, que se quedó pensativo. Estaba a punto de responder a la mujer, pero cuando el hombre habló, demostrando que oía más de lo que parecía, permaneció en silencio. Sin embargo, algo parecía inquietarle.

Al llegar a aquella especie de taberna secundaria y repasar el lugar con la mirada el doctor no tardó en decidir que quizá no fuera tan mala idea que su acompañante llevase la voz cantante. Allí había gente de lugares que ni siquiera sabría identificar con precisión. Por un momento, él se preguntó quién de aquellos podría ser alguno de los marinos que buscaban... Y en ese instante también se cuestionó por qué era necesario todo aquello. En cualquier caso, puestos a elegir, decidió que si tenía que apostar sería a los dados: las partidas eran más rápidas y requerían menos atención. Al ver que el tabernero se dirigía a un compañero el doctor aprovechó para confesar a Adler la raíz de su nueva inquietud.

—Señorita Adler... —susurró—. Lo cierto es que no he traído ni un penique.

Después de eso volvió a callar, sin tener muy claro qué responder a la pregunta del nuevo Jack. Habría podido pedir algo de beber... Pero pedir y no tener para pagar quizá lo metiera en un problema. Más.

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04/07/2018, 21:32
Irene Adler
- Tiradas (1)