Partida Rol por web

Sil Auressë

10.1. Camino a Eregion

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16/11/2013, 08:56
Ayla

Cuando Ayla sale de Tharbad con Ringlin, a una distancia se para y la observa.

- ¡Qué ironía! Lo último majestuoso que veré antes de mi encuentro es una ciudad de los antiguos hombres, corrompida por la codicia... A mi vuelta Tharbad puede ser una amenaza, pero eso es otro asunto... Sigamos a nuestro destino Ringlin, vamos a demostrarles a los hombres que la antigua alianza sigue viva, aunque...

Ayla se queda pensativa y baja la cabeza,

- Ningún hombre sabe adonde vamos, que vamos a hacer, y cuanto hay en juego... Ahora entiendo a Anduvión, actos como este se realizarán muchos, pero pese a su importancia, cuando venzamos, esa victoria importantísima para los hombres, pasará desapercibida. De hecho ha pasado desapercibida antes de que suceda... Son tiempos de los hombres, no de los elfos. Pero debemos dejarles el mejor mundo posible, se lo debo por hacerme sentir viva.

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16/11/2013, 09:00
Ringlin

No buscamos la gloria ni la fama. Ni que nuestros nombres perduren.

Ringlin también se queda observando la ciudad de Tharbad por última vez.

Sólo buscamos la redención…

Una lágrima parece bañar la mejilla de Ringlin cuando se da la vuelta y comienza el camino hacia el este por la orilla del río Glanduin, que desemboca en Tharbad.

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16/11/2013, 09:02
Director

La región de Eregion está formada por todas las tierras entre el gran río Gwathló y las Montañas Nubladas al norte de Tharbad hasta Fennas Drúnin. La fortaleza y ciudad de Ost-in-Edhil, hogar de los grandes Herreros Elfos, se hallaba en el límite meridional de Eregion, a medio camino entre Tharbad y Khazad Dûm.

El viaje avanza sin sobresaltos, aunque tienen que avanzar con precaución por la presencia de muchas serpientes en las tierras onduladas. En la siguiente jornada de viaje ya se ven en el horizonte los campos de cultivo y viñedos, abandonados desde hace siglos.

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16/11/2013, 09:06
Director

Notas como el medallón que te regaló Pelewen se carga de energía mágica, y Ringlin también lo nota y sonríe aunque sus ojos permanecen serios.

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16/11/2013, 09:07
Ringlin

Los espectros aguardan esta región. Toda protección es poca

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16/11/2013, 09:08
Ayla

Seamos cautos pues, no vaya a ser que tengamos que purificar toda esta Tierra, y no nos quede nada para el Cazador Oscuro...

Ayla sonríe.

 

Mientras avanzamos con cautela, le pregunta a Ringlin: ¿por qué derramabas una lágrima? Vamos a hacer este mundo mejor, no lo dudes, debes creer en ti mismo, debes creer en mí...

Notas de juego

Desde ese momento, intento ocultar mi presencia, mi aura mágica todo lo posible para no llamar la atención de los espíritus que habitan estas tierras.

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16/11/2013, 09:09
Ringlin

Ante la desolación de Eregion, los poderes de purificación de los noldor no bastan

afirma Ringlin con su voz repleta de melancolía. No obstante, con la bella sonrisa de Ayla, su ánimo se levanta mientras avanzan hacia el corazón de Eregion.

 

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16/11/2013, 09:11
Director

Eregion como tal engloba todas las tierras al norte de Glanduin y al sur de Mitheithel. Por lo tanto, Ost-in-Edhil estaba situado en el límite meridional del reino élfico.

Notas de juego

Avanzáis, y Ayla notas cómo el medallón de Pelewen te confiere un cierto anonimato en medio de las corrientes mágicas de este lugar.

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16/11/2013, 09:12
Ringlin

A pesar de que la ciudad dejó de existir en 1697 Segunda Edad cuando Sauron y sus ejércitos arrasaron Eregion, comienza Ringlin mientras mira a su alrededor con un brillo en sus ojos, muchos de los edificios se quedaron intactos, y muchos siguen en pie ahora, a mediados de la Tercera Edad. Las ruinas de Ost-in-Edhil son un lugar temido por los dunlendinos locales, que dicen que están malditos. Pero no son espectros de los elfos los que atormentan ahora. Los elfos no pueden ser espectros... O lo somos ya en vida, atrapados en un mundo que se nos escapa.

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16/11/2013, 11:26
Director

Una fina lluvia comienza a caer mientras se preparan a pasar la noche.

- Tiradas (1)
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16/11/2013, 20:34
Ringlin

Ayla nota como algo ha cambiado en Ringlin mientras se preparan para seguir el camino. Un poco más lejos se ven algunas fincas de los Noldor, antaño grandiosas que son ahora ruinas que se desmoronan, y apenas se distinguen los campos arados para el cultivo. Eregion se ha convertido en tierra salvaje. Pero los ojos de Ringlin parecen ver más allá del tiempo actual, más allá de lo que ven los ojos.

Ost-in-Edhil fue una de las ciudades más complejas y bellas que haya existido en la Tierra Media. Aunque en teoría una fortaleza, los diseños de los Noldor pronto superaron las intenciones originales. Ubicado río abajo de la confluencia de los ríos Sirannon y Glanduin, Ost-in-Edhil fue construido sobre un acantilado de granito. Miraba al oeste por encima de un lago que los noldor llamamos Estelin. El lago se había formado originalmente por un pantano natural en el oeste, pero lo mejoraron los ingenieros Noldor. Aquí hallamos la paz después de revelarnos contra todo lo que consideramos injusto y malvado en el mundo. Como protección en el límite noroccidental de la ciudad, había un pequeño arroyo Lantalaith cuyas aguas cristalinas nos despertaban cada mañana con su sonido, y estaban frías al bajar de las Montañas…

 

Notas de juego

Estelin significa “estanque de descanso”

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16/11/2013, 20:36
Director

Seguís avanzando con paso lento, desde el oeste, por el Camino de Tharbad. El sol se pone a vuestra espalda. La cercana orilla de Glanduin aumenta de pendiente y se hace más rocoso. En unos tramos el río es más muy rápido e incluso espumoso, en otros se ensancha y avanza muy lentamente. Dos obeliscos idénticos de 30 pies de alto flanquean el camino.

Marcan la distancia de diez leguas a Ost-in-Edhil. Y siguen en pie para darnos la bienvenida", dice Ringlin.

La cara interior de ambos pilares está escrito en Oestron y  Sindarin lo siguiente:

"A diez leguas al este se halla la Fortaleza de los Eldar. Que los Valar protejan tu camino."

Suavemente, la mano de Ringlin recorre las letras grabadas en la piedra desgastada. Se ven marcas de golpes, e incluso oscuras manchas de algún tipo de ataque con fuego o magia.

Una concentración de magia emana de las manos de Ringlin. Entonces como una imagen superpuesta, lo que os rodea cambia a ratos a lo que Ringlin ve, y fugazmente se ven las piedras en su momento de esplendor, como sombras del pasado. Se ven fincas de la época de la grandeza de los noldor, jardines cuidados, sombras de las personas que antes habitaron en estas tierras. Las imágenes van y vienen en la penumbra del atardecer, impredecibles e incontrolables como las llamas de un fuego invisible Ringlin alimenta con su mente.

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16/11/2013, 20:39
Ayla

Las observo fascinada, quieta, y aprovecho para mirar alrededor nuestro como era esta tierra antes de que la desolación la azotara... Miro hacia la ciudad de Ost-in-Edhil y repito como una letanía:

a diez leguas se encuentra la antigua ciudad de los grandes herreros élficos, a diez leguas Sauron destruyó toda una civilización, a diez leguas comienza un nuevo camino, y sobre las ruinas de la ciudad caída, se forjará un nuevo hogar para esta Tierra. Vamos Ringlin, tengo que evitar que tanta desolación vuelva a golpear esta Tierra y sus moradores, está llegando un nuevo amanecer...

Acaricio a Hilde Sikelion, pienso en Zelene, y lo alzo mostrándole el lugar en el que estamos, el final de un camino y el inicio de otro. "I Lume Itulie" Avanzo hacia un nuevo amanecer....

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16/11/2013, 22:56
Ringlin

Los dedos de Ringlin parecen reflejar la tenue luz del crepúsculo. Entonces, debajo de las letras inscritas, aparecen otras.

Ithildin, una aleación de mithril que se ve bajo la luz de la luna y de las estrellas

En las runas se lee: "La Hermandad de los Herreros da la bienvenida a las almas afines y nuestros hermanos en espíritu"

Ringlin se incorpora y mira a su compañera.

- Parece que Ost-in-Edhil nos espera

Más allá de los impresionantes obeliscos, el camino se ensancha y está pavimentado con piedras pulidas blancas colocadas con maestría. Los asentamientos élficos de Eregion se encontraban casi exclusivamente al norte del río Glanduin. El triángulo entre Sirannon y Glanduin estaba escasamente habitado salvo algunos pastores silvanos. La inmensa mayoría de los noldor vivían en la propia ciudad o en las colinas justo al norte. Muchas de las familias más importantes tenían casas tanto en la ciudad como en el campo. Además de las fincas, la mayor parte de la tierra a muchas millas alrededor Ost-in-Edhil era de cultivo.

- Dividían los campos en grandes parcelas triangulares…

Suspira Ringlin mientras avanzan en la penumbra de la noche. Todo está en silencio a su alrededor, incluso la lluvia parece haber cesado momentáneamente.

- Trigo, cebada y uva… Ahora ya no queda nada, pero en su época de esplendor, los vinos de Eregion eran los mejores de la Tierra Media. Ni siquiera los viñedos de Dorwinion pueden compararse con la maravilla que era.

El camino sube elegantemente, y cuando el río ya pasa a ser Estelin, se puede ver las ruinas más elevadas de la ciudad resplandeciente de mármol desde una legua de distancia. Entonces Ringlin se detiene, antes de que terminen de subir la cuesta. Como si quisiera hacer retroceder el tiempo, recordar algo que ya nunca más volverá a ser.

- El tiempo lo deja todo en ruinas y calcinado, pero por un instante, aquí en Eregion, nos rebelaremos ante las llamas. Porque aunque ya poco queda, fue aquí donde los noldor alcanzaron, por última vez, la grandeza. Rozaron la perfección de su arte y de sus conocimientos. Crearon los Gwaith-i-Mirdain, la Hermandad de los Herreros. Quisieron poder detener el tiempo, vencer su inexorable paso, suspender su grandeza para toda eternidad. Porque fue aquí donde fundaron su gran capital. La ciudad más impresionante desde la caída de Gondolin. La última ciudad de los noldor en la Tierra Media.

Ringlin estrecha su mano y se la ofrece a Ayla. Sus ojos violetas le miran fijamente y brillan en la noche.

Cierra los ojos, Ayla. Quiero que veas algo… Antes de que lo vean tus ojos, quiero que lo vea tu alma.

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21/11/2013, 20:39
Ayla

"Cierro los ojos, mientras pienso en sus palabras, me es inevitable el pensar en el caos que reinaría en el momento de la caída de la última gran ciudad de los elfos. Recuerdo la última vez que tuve que atravesar sus ruinas, lo que sentí, el miedo que me invadía, la posesión de Alam que casi se ahoga y como rayo de luz, mi caballo blanco se encabrito casi saliendo de las ruinas y se rompió una pata... Después de muchos años, esta ciudad sigue transmitiendo dolor. Cuando escucho el nombre de los Gwaith-i-Mirdain los recuerdos se agolpan en mi mente, mi paso por Amond Lin, pienso en Sulkano, Helkama, Teletasarë, Fëamire, Lalaith, Moranar... Recuerdo sus palabras [“Se nos permite el paso por este sitio, pero nada más. Nadie controla el poder que se halla en la presencia que nos rodea. Las voces que oyes son de los espíritus que habitan en este lugar, en esta parte del mundo en que nos encontramos. Pero nunca se presentan. Quizá no sean más que el eco de las palabras pronunciadas en vida, el recuerdo de su condena eterna… Suspendido aquí, fuera del tiempo y del espacio, para toda la eternidad. Pero prefiero pensar que hay conciencia detrás, un sentido, una razón para su existencia... Es élfico, sí, pero yo tampoco lo entiendo. Es antiguo, muy antiguo, hablan en aquel idioma sagrado que se habló en las Tierras Imperecederas. Aún se conservan algunos textos, y algunos sabios lo conocen o estudian. Lo único que sé es que jamás deberían haber pronunciado esas palabras, ya que fueron ésas las palabras que originaron la mayor de las tristezas. Nunca, nunca debes repetirlas. Algún día entenderás el porqué, pero que sea sin haber atado tu alma a la condena de aquel juramento. Aquí, en este reino, se palpa la presencia del mal. Además del mal, hay huellas o ecos de cosas por terminar, vidas dedicadas a un propósito, almas suspendidas en busca de una salida, vivos y muertos... Los espíritus de aquellos que pronunciaron esas palabras parece que se reúnen aquí. Si en tu corazón no sientes miedo ni terror, es que eres una criatura de luz y tu alma es limpia. No debes temerlos. A los siervos del mal les aterriza este lugar, y no se atreven a entrar. Estás a punto de ver y sentir algo que va más allá de los límites del entendimiento de la mayoría… Es un sentimiento que los noldor denominaron:  alcar ar úcarmë… Es difícil de explicar, pero hace referencia a la desolación de haber creado algo increíblemente hermoso e irrepetible, pero que a su vez es la fuente de una tristeza o y una desolación sin límites. Alegría y tristeza, risa y llanto, vida y muerte, esperanza y desolación… gloria y pecado. Todo eso es  alcar ar úcarmë… Alcar ar úcarmë… Sientes la gloria y el pecado, la fuerza y la debilidad de los noldor como tuyo propio. Un paso más en tu camino hacia un destino que aún te es oculto, pero que ya no andas sola."]. [“En nuestro anterior encuentro, estuvimos en la biblioteca. Te comenté que los libros allí guardan una gran sabiduría, pero que no eran más que vanos intentos de captar el eterno fluir de la vida, y de las energías mágicas. Ahora ha llegado el momento que debo hacer frente a esas palabras, y tratar de enseñarte en pocos días lo que me ha llevado toda una vida entender. Sabes que mi especialidad es el fuego, el más traicionero de todos los elementos. Se dice que es la cólera, la furia, el odio y la destrucción. Su origen es el Hielo, y controla el Agua. Y su complementario es la Luz.]"

Con los ojos cerrados, Ayla sonríe con nostalgia mientras recuerda como fue su último adiestramiento, como todos se esforzaron para prepararla para este momento...

Ringlin, tal vez tengas mas cerca de lo que piensas la última creación de los Gwaith-i-Mirdain...

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28/11/2013, 17:31
Director

Ayla tiene los ojos cerrados mientras imágenes de distintas experiencias del pasado se agolpan en su mente. Ringlin le aprieta la mano con firmeza, y entonces Ayla nota como la fuerza y el poder del noldo entra en contacto con su fëa. Por un instante siente una parte de los sentimientos profundos de su acompañante. Una parte de todo aquello que aguarda en su interior. Distintas voces de distintas personas que se han unido en una sola persona, en un solo cuerpo, en su fana. Algo le impide a Ayla dar el salto de fe definitivo, y entonces escucha la voz de Ringlin suspirando en su mente, rozando las terminaciones nerviosas y produciendo extrañas descargas de energía mágica.

Alcar ar Ucarmë, Aylarien, le dice la voz pero se escucha entremezclado con el eco de las otras voces. Todo lo que somos. Lo que fuimos. Lo que debimos ser. Lo que nunca seremos. Sueños. Ilusión. Juramentos quebrantados. Amores imposibles. Círculos sin cerrar. Destinos incompletos. No hay descanso para aquéllos que nunca se conformaron, para aquéllos que gritaron con fuerza ante el Oscurecimiento. Gloria y pecado. Así fuimos los noldor. Forjadores de los destinos del mundo. Desafiamos a los propios dioses en nuestra locura para alcanzar la gloria y traerla a la Tierra. Y lo dimos todo para intentar perdurar nuestro mundo.

Ringlin da un paso adelante sin soltarle la mano a Ayla. Luego le invita a seguirle. El paso es ligero, y Ayla tiene la sensación de que sus pies apenas rozan el suelo. – Déjate llevar, susurra Ringlin ahora con su propia voz. Debes dar el paso que te falta.

Casi involuntariamente, Ayla comienza a dar el siguiente paso, y entonces siente el frío aire a su alrededor. ¡Está flotando en aire! Está a punto de abrir los ojos pero Ringlin le aprieta con fuerza la mano y de repente la mano se funde en convertirse en algo diferente. Ayla ya no nota el contacto con el suelo. Ni con Ringlin. Pero sí nota el aire rozando todo su cuerpo, haciendo formas a su alrededor, como si Ayla cortara el aire. Pierde la sensación de su propio cuerpo, su mente se desconecta un segundo y regresa pero en el cuerpo de un halcón. Abre los ojos y se encuentra a más de cien metros por encima del suelo, y enfrente tiene a otro halcón. Ayla es consciente de que se trata de Ringlin. Viajan a toda prisa hacia unos edificios que se ven en el horizonte. El cielo parece diferente, y los tejados de cobre de las torres que desafían el cielo no están en ruinas. La mente de Ayla viaja hacia Ost-in-Edhil, y la cúpula de bronce del Salón del Consejo ya se ve reflejando el sol de la tarde. Al acercarse más a la ciudad se ven los puentes suspendidos a más de treinta metros por encima del suelo. La ciudad tiene un cierto parecido al casco de un barco desde un ángulo, y la proa mira al este a una altura de más de cien metros. Luego se ven las construcciones triangulares, y otras formas extrañas. Mientras se acercan como aves, se ven árboles sagrados, y más allá un hipódromo, pistas para juegos y un anfiteatro. Elegantes puentes de piedra unen unos barrios con otros, y ya se ven con detalle los jardines triangulares. Pasan volando y casi la Puerta Norte, donde los guardias ataviados con cotas de malla relucientes reciben amablemente a los viajeros. La ciudad rezuma vida, belleza, luz y grandeza. La gran capital de los noldor en la Tierra Media.

El vuelo del halcón le lleva hasta los balcones de la construcción de la isla que hay enfrente de Ost-in-Edhil, unida a la ciudad por un puente que desafía la gravedad. Allí, mientras el halcón de Ringlin da una vuelta más, Ayla observa la vista hacia Ost-in-Edhil desde una posición privilegiada. Se trata de un palacio con varias formas triangulares entrelazadas construida en un islote elevado en medio del río. Un joven noldo de pelo rubio con un emblema familiar se apoya en la barandilla mientras contempla la grandeza de la arquitectura noldor. Un poco más lejos a su izquierda, fuera de la ciudad, se ven los tres edificios triangulares que forman el Portal de la Forja, el acceso a Mirdaithrond. El punto donde concentró toda su furia Sauron cuando destrozó la última gran ciudad de los elfos en la Tierra Media.

La arquitectura de la casa de los Gwaith-i-Mirdain y de esta construcción son muy similares.

 

- Tiradas (3)
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13/12/2013, 23:56
Ayla

Ayla observa fascinada la antigua ciudad de los elfos, mientras intenta dirigir su vuelo hacia un lugar, la casa de los Gwaith-i-Mirdain. El lugar donde tanto tiempo invirtieron sus amigos de Amond Lin, y desea poder ver a alguno de ellos, aunque es consciente de que no puede interactuar con esta visión. 

Observo a Ringlin, hacia donde me guía y le sigo adonde quiera llevarme...

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08/01/2014, 16:15
Ringlin

Ayla observa con atención Mirdaithrond y el Portal de la Forja. Quiere volar hacia aquel lugar sagrado, pero el halcón de Ringlin gira a la izquierda pasando por delante del joven noldo rubio hasta terminar en una de las barandillas. Ven conmigo, dice la voz de Ringlin en la cabeza de Ayla. No debemos acercarnos a Mirdaithrond... De nada sirve. Es importante que aprovechemos la magia de esta visita para que te puedas orientar... Pero no en las Forjas. Nada queda de aquel lugar después del ataque. Allí el golpe fue brutal, y Celebrimbor murió defendiendo el Portal. Con su cadáver hicieron el horrible estandarte que el Enemigo usó en sus campañas después...

Ayla aterriza junto a Ringlin. Incluso en esta visión, nuestra presencia puede ser detectada, comenta el místico. Pero quería enseñarte esta casa que parece sobrevolar Ost-in-Edhil. Desde aquí el Maestro Celebrimbor contemplaba la gran ciudad y fortaleza de los noldor, y las forjas de los Gwaith-i-Mirdan.

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23/01/2014, 21:38
Ayla

Ayla observa la maravillosa ciudad, intentando sentir a Celebrimbor mirando desde el mismo lugar en el que ahora se encuentra junto a Ringlin... Intenta dirigir la vista nuevamente hacia la forja de los Gwaith-i-Mirdain, buscando algo pero desiste, parece que no va a encontrar lo que busca.

- ¿Qué ocurrió en esta Casa? ¿Por qué es tan importante que me traes aquí?

Ayla se queda pensativa en silencio, mira a Ringlin.

- ¿Es aquí donde tengo que acudir en busca de mi destino?

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23/01/2014, 21:56
Ringlin

- ¿Qué ocurrió aquí, en esta casa..?, la voz de Ringlin suena en la cabeza de Ayla. Estás viendo el momento de esplendor, el último destello de grandeza de los noldor. La gloria de un pueblo destinado a forjar el destino de todos. Un último destello de grandeza, un último fogonazo de una llama que iluminaba Endor. Luego llegó la Oscuridad. Y la muerte. Y la ruina. No nos corresponde juzgar lo que se hizo. Pero poco de lo que ves allí abajo, en la ciudad de Ost-in-Edhil, sobrevivió. Las ruinas de la grandeza, los espectros del pecado. El hogar de los Gwaith-i-Mirdain fue arrasado del todo...

Incluso en la conversación mental, Ayla puede notar la emoción en la voz entrecortada del místico. - Trata de recordar la distribución. Porque pronto cruzarás el umbral y entrarás en las ruinas de lo que ahora ves delante. Allí abajo, Celebrimbor defendió la puerta ante las hordas enemigas. Allí, fue abatido. Y todo se perdió. Pero tu destino, efectivamente, te llevará a uno de los pocos sitios que no fue arrasado. El lugar donde todo comenzó y donde todo terminará, el lugar donde las lágrimas fueron atrapadas en el tiempo para toda eternidad. El lugar donde se consumirá tu destino.  ¿Por qué esta casa? Porque sigue en pie, desafiando, esperando.