Partida Rol por web

-Ragi es un chico muy prometedor para este tipo de cometido, de eso no hay duda,  comentó Curudae. -Lo bueno de ser un espía, o informador, es que no tiene que cambiar su forma de actuar. De hecho, es preferible que no lo haga. Se quedó pensativo, y añadió: -Su pasado en Tharbad, aunque interesante, no es de nuestra incumbencia en este momento.

-Pues debemos darnos prisa. Por un lado, Denelloth debe partir a averiguar más. Pero antes haremos llamar a Cerveth y Norión ya que tienen relación con este asunto. Cuando ya haya partido Denelloth, podemos hablar con Arkyn y Aelloth. ¿Estás de acuerdo Khôradur?

Me encamino al lugar donde estan los nordicos con una rostro amigable les digo:
Hola, me gustaria compartir la comida con vosotros-mi mano les tiende un trozo de queso y algo de pan y alargo mi bota de vino hasta ellos, ¿que noticias hay en el norte?, ¿que brujerias se mueven por Angmar?.
Son tiempos oscuros y los caminos estan vigilados, pero por acechadores no por guardias, me gustaria estar preparado añado con una sonrisa feroz.

-Sí, aunque antes de que Denelloth parta tendremos que tener una reunión con Walec y los sargentos para informarles de la situación, planificar nuestras acciones y disponer de las medidas necesarias de cara al futuro. También es importante enviar otro grupo de exploración a la zona donde la caravana fue atacada y explorar los alrededores. Es posible que los asaltantes tengan su campamento cerca...y no me sorprendería que Creg Durga vuelva a tener inquilinos indeseables.

-Khôradur, había pensado encargarme con un solo grupo de los dos sitios, ya que el ataque a la caravana y el extraño lugar en el bosque están relacionados. Mi intención es llevarme a Eben, Eärnil, Russef, al nórdico, un sargento. Y algunos reclutas o soldados más. En total, una decena de hombres, si es posible. Y que por lo menos un par de ellos montados. Sé que Eärnil tiene un caballo, así que incluso si Sil Auressë no puede prescindir de ninguno, me podría valer con uno. Sería para usar en caso emergencia, pero principalmente como correo. 

El montaraz se quedó pensativo un rato más. No quería decirlo, pero no le quedaba más remedio. -Si hay alguna ayuda mágica, mejor.

La aversión que sentía hacia la magia no le impedía comprender que alguien versado en artes arcana, como el maestre Norión, podría ser de gran ayuda para ver aquello que no se puede observar con los ojos.

-Estoy de acuerdo con llamar a Walec también. Pero los preparativos que podamos hacer aquí dentro no afectan la misión de Denelloth. No sé, a veces es mejor que no se difunda demasiado una noticia. Hablemos con Norión y Cerveth, Denelloth partirá después con los hombres que puedas darle Khôradur. Podría incluir alguno de los cazadores también, además de Eben. Pero sin que sumen más de diez o doce hombres en total. Después hablaremos con Walec y Arkyn. Incluso Denelloth podría, según su criterio, dividir su séquito en dos para inspeccionar los dos puntos.

Curudae se echó hacia atrás en el sillón.

-¿Y Ragi? Podría seros de utilidad. Tengo la sensación de que ni en bosque ni en el lugar de la emboscada las espadas no os servirán tanto como un ojo certero y una mente ágil. Además, fue quien abrió el cofre y es muy amigo de Eben. No debemos tomar a la ligera el valor de la amistad a una edad tan temprana. ¿Tú qué dices Khôradur?

-No veo a Ragi por medio del bosque pero tal vez pueda serle útil como experiencia y como bien dices, el valor de la amistad no ha de ser tomada a la ligera a su edad. Puede ser más fuerte que el acero forjado de una espada. Por mi parte no hay problema, pero Denelloth es el comandante de la misión, así que es él quien decida si va o no. Por lo demás Denelloth, cuenta con los hombres y caballos que sean necesarios, siempre y cuando podamos prescindir de ellos. Había pensado en enviar dos grupos para obtener información cuanto antes, pero si crees que has de hacerlo tú, no pondré pegas, a veces las prisas no son buenas compañeras de viaje.

-Partirás en cuanto acabemos la reunión, bueno, las reuniones. Quiero que estés presente en cuanto informe a los sargentos. Y tranquilo mi buen Curudae, no quiero que las noticias vuelen, al menos de momento, pero creo que es necesario informar a mis oficiales de lo que está pasando y de lo que puede pasar en el futuro.

Minipost sólo para decir que muy bien, muy bien! Aceptamos a Ragi, por qué no. Por lo demás, todo en orden, saludos

Denelloth miró el techo de la sala en silencio, como escuchando alguna voz. O tratando de vislumbrar el futuro vedado para los ojos corrientes. Finalmente asintió. -Ragi se vendrá con nosotros. Desconocemos a lo que nos podamos enfrentar, y sus cualidades y su valentía nos pueden ser más útiles que otra espada.

-Pues haré llamar a los sargentos primero para que les informes, Khôradur. Y a Walec. 

El Senescal se movió hasta la puerta, y salió fuera dejando a Denelloth y a Khôradur a solas en la sala semioscura.

Arkyn había subido la cuesta desde la aldea hasta el castillo en lo alto de la colina. El ajetreo era importante, con más de un centenar de reclutas entrenando y esperando novedades. Le sorprendió lo mucho que había avanzado la obra de la torre del castillo principal en tan poco tiempo, pero era consciente de que había cientos y cientos de obreros trabajando sin descanso.

Le indicaron que Curudae se encontraba reunido con Khôradur y Denelloth en la recién estrenada Sala de Reuniones, en la torre principal. Junto a la puerta se encontró con el Jefe de Guardia Walec, e intercambiaron unas pocas palabras. Al rato llegaron uno a uno los ocho sargentos del ejército, pero se quedaron hablando entre ellos intercambiando impresiones y opiniones de los nuevos reclutas.

Todo parecía indicar que algo importante estaba sucediendo.

Después de lo que parecía una eternidad, llegaron también Norión, el Director de la Academia Cerveth, el joven alumno Ragi y Girion. Todos habían sido convocados, pero la puerta doble seguía cerrada.

Cerveth, Ragi, Girion y Norión llegaron hasta la puerta de la Sala de Reuniones, custodiada por el Jefe de Guardia Walec. Además de los ocho sargentos, el bardo Arkyn que había estado de viaje las últimas semanas, se encontraba allí esperando. 

Les informaron que dentro seguían reunidos Khôradur, Denelloth y Curudae...

Entonces se abrió la puerta, y salió Curudae. -Sargentos, pasad... y Walec. ¡Ah! Arkyn, ¡has regresado! ¡Qué alegría!

El Senescal le agarró suavemente del brazo, y le llevó a un lado para dejar pasar a los sargentos. Quizá intuyendo algo en la expresión del bardo, le preguntó: -¿Todo bien? ¿Hay alguna que cosa que quieras comentar?

-¡Espera Curudae!. Conviene que tengamos antes nuestra reunión con Norión. No puedo informar a mis hombres sobre lo que sucede sin tener más información. Luego les informaré en base a lo que hablemos. Y dada la importancia del tema a tratar, me gustaría que también estés presente.

- Sí - afirmó el bardo acompañando sus palabras con un asentimiento. - He visto señales de orcos no muy lejos de aquí - explicó rápidamente para poner al senescal en antecedentes, esperando desarrollar más adelante la información.

Aguardó una señal para saber si debía pasar al interior de la habitación o no.

Girion miró con suspicacia la escena. No es que le sorprendiera que hubiera orcos, pues sabía de casos en los que patrullas orcas o grupos perdidos se habían adentrado bastante en territorio enemigo. Lo que le sorprendía es que se hicieran batidas y salidas de reconocimiento. tendría que preguntar al capitán de la guardia si en alguna de esas podía acompañar a la dotación, para dar un paseo por los alrededores.

Atento a lo que pasaba pero siempre formal en su postura y en sus expresiones el muchahco espero a que le hablaran o que Curudae se metiera otra vez dentro para compartir unas palabras con los presentes.

Girion miró con suspicacia la escena. No es que le sorprendiera que hubiera orcos, pues sabía de casos en los que patrullas orcas o grupos perdidos se habían adentrado bastante en territorio enemigo. Lo que le sorprendía es que se hicieran batidas y salidas de reconocimiento. tendría que preguntar al capitán de la guardia si en alguna de esas podía acompañar a la dotación, para dar un paseo por los alrededores.

Atento a lo que pasaba pero siempre formal en su postura y en sus expresiones el muchahco espero a que le hablaran o que Curudae se metiera otra vez dentro para compartir unas palabras con los presentes.

Curudae asintió, y se fue hasta la puerta. Le djo algo a los sargentos, y a Walec. Luego regresó para hablar con Khôradur. -Está Cerveth con Norión, y también Ragi y Girion. La presencia del hijo de nuestro principal benefactor y aliado es una buena noticia, esperamos mucho de él. Me gustaría que estuviera presente, porque sin el oro de su familia, esta ampliación del ejército no sería posible. Y porque querrán saber cualquier cosa que afecte a su inversión y su bienestar.

Luego añadió: -Es un buen chaval, y alumno de la Academia.

Le hace señas a Walec para que les haga entrar...

- También está Arkyn. Y me ha comentado que ha visto señales de ... orcos. No muy lejos de aquí. Khôradur, ¿quiere que se espere o que entre con el resto ahora?

-Arkyn tendrá que esperar, lo que aquí hemos de hablar cuanto menos gente lo sepa mejor. Respecto a Girion, no pondré pegas, pero no me agrada la idea de tenerlo aquí. No es nada personal, y entiendo que por la posición de su familia deba de estar informado de algunas cosas, pero de ahí a que esté presente en la reunión por ese simple hecho....en fin, que entre pero que sea discreto. Si me entero de que ha hablado, ni todo el oro de su familia impedirá que acabe en prisión.

Tomo un sorbo de vino

-Si ya estamos todos, comencemos, no hay tiempo que perder. Has mencionado a Ragi, ¿por qué lo has hecho llamar?. Si es por alguna cosa concreta, que espere afuera hasta que le llamemos, si no es así, no veo porque habría de estar presente.