Partida Rol por web

Sil Auressë

[19] Un nuevo día

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18/11/2018, 13:20
[SA-serv] Bergil

ZONA CASTILLO - turno 19

Bergil continuaba a la entrada del castillo, esperando a los rezagados. Si bien poco podía hacer se negaba a entrar y se dedicaba a vigilar los alrededores. A lo lejos pudo observar que las figuras que había visto antes eran orcos y que algunos hombres regresaban.

-¡SON ORCOS!, ¡VIENEN MÁS EN PEQUEÑOS GRUPOS!

Dio un paso hacia adelante y gritando a los hombres del muro del castillo les instó a vigilar

-¡VIENEN MÁS ORCOS!, ¿NO LOS VÉIS?, ¿VIENEN MÁS ENEMIGOS?

Bergil estaba impaciente. No había podido hacer mucho en la batalla y eso le dolía y estar ahí mientras los demás luchaban le ponía de mal humor. En eso que observó a Russef, pudo observar que se dirigía al castillo y que parecía malherido. No se lo pensó dos veces.

Iré a ayudarlo

-¡Viene un hombre malherido! - gritó a los soldados del castillo- voy a ayudarle, ¡cubrirme!

Corrió hacia Russef con la espada en la mano, cuando se acercaba levanto la espada en alto y en horizontal a modo de saludo

-¡Saludos!, soy Bergil, escudero de Khôradur, ¡vengo a ayudarte a llegar al castillo!

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18/11/2018, 15:40
Denelloth

CASTILLO - INTERIOR - Denelloth

Denelloth no parecía haber entendido bien qué pretendía Tubar en aquella habitación, solo y a oscuras... Las palabras de Curudae pareceron iluminarlo. Ahora fue él quien palideció. Se agarró al brazo del senescal como quien se aferra a la borda de un barco para evitar caer al abismo.

-Te mataré... -fue todo lo que masculló, ciego de ira, en dirección a un Tubar que ya se escabullía.

Apenas escuchaba a Curudae, la mirada fija en la espalda del molinero mientras se alejaba. Las noticias de Khôradur herido... bueno, ya las había oído. Y si se encontraba dentro... era una buena noticia. Cuando Tubar desapareció de su vista, más o menos mientras se oían ruidos procedentes del pario de armas, Denelloth pareció serenarse. O tal vez era el agotamiento, que hacía mella en él, pues se apoyó pesadamente en la pared más cercana. No tenía buen aspecto.

Las explicaciones de Curudae respecto a Sir tuvieron un fuerte efecto en él. El senescal pudo ver primero la decepción que le provocó no encontrar allí a la niña. Había sido su principal motivo para mantenerse en marcha los dos últimos días, luchando contra cualquier obstáculo, el origen de muchos sufrimientos y sacrificios, y ahora debía de parecerle que había sido, en cierto modo, en vano... Curudae también notó desconfianza y amargura en el montaraz tras mencionar al pequeño grupo que se había hecho cargo de su seguridad y cuyo paradero desconocía; tal vez no le creía, tal vez le apenaba no haber llegado antes. Pero no dijo nada al respecto. Se limitó a asentir con la cabeza una vez el senescal hubo terminado.

-Defendamos Sil Auressë, Curudae, si es lo que nos queda por hacer. Te acompañaré, o haré lo que me digas. Más tarde hablaremos de Sir. Ahí fuera, unos jinetes combaten a la desesperada sólo para facilitar la entrada de los heridos y la de mí mismo, ¡hay que socorrerlos! Más abajo, entre la aldea y el río, hombres y enanos se baten contra los orcos; se batían, ahora el terreno está ganado. ¿Es verdad que el grueso del ejército enemigo se aproxima todavía desde el oeste? Sus refuerzos del sur están siendo estorbados por los llamados Lobos de Cardolan, ¿estás al corriente de su presencia? ¿Qué haremos, reunirnos todos aquí, en el castillo?

Notas de juego

EDITO: pequeña edición para no sonar tan tan amargo...

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18/11/2018, 17:49
Eben

ZONA CASTILLO - turno 19

Eben estaba casi sin resuello. Tras el ascenso siguiendo a Denelloth por fin estaba a tiro del castillo, pero había perdido su rastro (de hecho no lo había seguido al final) y no lo veía. Su aguda vista pudo distinguir sin problemas a Arthondir y Acero Rojo que llegaban por el camino.

Había varios grupos de orcos que se acercaban al castillo y algunos que ya estaban enfrascados en la batalla. Eben hizo caso omiso de los mismos evitando los que estaban a su alrededor y continuó carrera hacia el castillo. Veía como un hombre malherido, Russef posiblemente, era recogido e introducido en el mismo.

No sabiendo dónde había ido su mentor, el castillo parecía un buen sitio para ayudar. Seguro que sus flechas serán bien recibidas en el mismo, pero antes tenía que llegar.

Notas de juego

Mantengo carrera hacia el castillo, sin intervenir. Como supongo que no hay dificultad del terreno, no he tirado nada, pero si quieres hago tirada de MM.

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18/11/2018, 23:54
Ayla

LA CABAÑA – Ayla y Norión

La fina lluvia mojaba el cabello de Ayla, y el suave pelo se le pegaba a la frente. Ayla guardó silencio mientras Norion hablaba. Levantó el rostro hacia el cielo y dejó que el agua pura se deslizara por su piel, como si cada gota arrastrara de su cuerpo la carga que llevaba, la pena que sentía. Y en ese momento, en el que los velos del destino se habían difuminado, donde las profecías se convirtieron en una nueva vida, donde el regreso de la luz a esta tierra ya se había decidido, el símbolo de poder de la Dama, el símbolo de poder que tanto la había protegido, aquellas líneas que trazó para proteger y bendecir una parte de la tierra, volvió a brillar. Las líneas se formaron nuevamente, y Ayla sintió la calidez de la luz que invadía su cuerpo, y llenaba su alma. Conforme escuchaba las palabras de Norion, volvió a sentirse ligera, y por un momento se sintió en paz.
No se había dado cuenta del momento en el que Norion había terminado, y fue entonces cuando se dio cuenta que ella lo tenía cogido de la mano, y en ese lazo de unión la luz los envolvía.
En la lejanía Undume alzó la cabeza, pateó el suelo y relinchó con alegría.
Entonces la última Guardiana de la Luz habló.
Kaldor, Huinen, Sulkano, Moranar, Zelene… Hay veces que algo escapa del destino, pasa algo que no estaba previsto, ni nadie podía ver Norion. Yo soy una de esas fuerzas con las que el destino no contaba, hija de los hombres y los elfos, pero con un fëa propio. En la era de mi nacimiento se esperaba a Zelene, que debía volver a caminar entre los hombres para volver a enfrentarse al Cazador Oscuro, pero algo no salió como se había visto, y Zelene quedó atrapada. Entonces nací yo.
Kaldor mi hermano, me amó como ningún hermano pudiera amar. Él fue mi mentor, me enseñó a utilizar las armas alejándome de las corrientes mágicas, pero la magia me llamó. Mi hermano fue mi primer Maestro, en contra de su voluntad pues él intuía lo que me depararía el destino, aunque aún era difícil de ver.
Zelene era su amada, y no ha habido amor tan intenso en la Tierra Media como el de mi hermano y Zelene, y él estaba dispuesto a renunciar a reencontrarse con ella para no poner en riesgo mi vida. ¿Qué decisión podía tomar? Él hizo lo posible por alejarme de un destino que no era mío, pero el círculo debía cerrarse. Así que Sulkano, Moranar y todos lo que moran en Amon Lind me prepararon para ser la última Guardiana de la Luz, y así podría enfrentarme al Cazador Oscuro y Zelene podría volver a reunirse con mi hermano.
Norion, yo estaba junto a ellos cuando Moranar alzó su voz y las puertas de las antiguas estancias de los Gwaith-i-Mírdain se abrieron. Entré en las cámaras de los mayores herreros de la Tierra Media, y allí mi hermano cogió la gema oscura y descendió para cruzar el velo y volver a los salones de Mandos, donde ahora sí, lo esperaba Zelene tras haber sido liberada.

La Guardiana de la Luz cogió ambas manos del Custodio, y con la voz entrecortada volvió a hablar:
Ahora formo parte de ellos, y me dejan volver a las Tierras Imperecederas. A ver la pura luz y morar entre los primeros nacidos…
Ayla miró a los ojos al Custodio, unos ojos color violeta brillantes por el agua de lluvia o sus propias lágrimas.
He decidido quedarme. Aún no puedo ir, y ellos dejarán esta Tierra pero yo me quedaré aquí. Hasta que la luz prevalezca sobre la oscuridad en estas tierras.
La luz que los envolvía se desvanecía lentamente y la Guardiana de la Luz dejó de mostrarse ante el Custodio.
El duelo entre la Guardiana de la Luz y el Cazador Oscuro, no lo ganó la magia Norion, no lo ganó la Guardiana de la Luz, la ganó Ayla con su espada. Acarició la empuñadura de la espada élfica. Mi hermano sin saberlo, me dio la herramienta para vencer al Cazador Oscuro.
Sil Aüresse forma parte del círculo que se cierra. En el monolito os enfrentasteis al mal que había preparado el Cazador Oscuro para terminar de destruir esta tierra. Y créeme, de todos los hombres que caminan en este tiempo, si me dejaran elegir a quien debía enfrentarse a ese mal, sin dudarlo te elegiría a ti.
Sil Aüresse no ha caído, puedo sentirlo. Con tu sacrificio le diste la oportunidad de existir. Sil Aüresse resiste, y las tropas de Echorion han cercado a las huestes de Orcos para aniquilarlas y expulsarlas definitivamente. Y desde ese momento, el destino de este lugar será el que los hombres que la habitan elijan.
Y ahí Enila será crucial. No conocí bien a Benaldamat, pero él estaba vinculado a la niña, y la protegía. Si dices que lo viste y que os asistió, es que también vencieron en Annuminas. Y si él está por aquí, entonces ella estará a salvo. En cuanto a quién la trajo a Sil Aüresse, no me está permitido revelarlo. Pero no pasarás desapercibido para ellos, y sobre todo si te vas a convertir en Maestro.
Guíalo en su camino mejor que lo hicieron sus antiguos maestros, se paciente y enséñalo a ser paciente. Enséñale a amar, ábrelo a la Luz y todo volverá a encajar en su vida.
Undume comenzó a acercarse lentamente a la cabaña buscando a su compañera de camino.
Entonces Ayla volvió a entrar en la cabaña. Se acercó con cadencia constante al cuerpo que se hallaba tendido en el banco. Cuando llegó a su lado, lo miró unos instantes, se agachó y susurró algo a su oído…
Cuando terminó se acercó a la mesa donde se hallaba el libro, y lo cogió. Se despidió de Otto y salió por la puerta.
Una vez fuera miró hacia donde debería estar Sil Aüresse, y montó en Undume. Se volvió a Norion una última vez.
Que la Luz guie tus pasos custodio como lo hizo conmigo.
 

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19/11/2018, 20:09
Aaren

ZONA CASTILLO - Turno 19

La maniobra de apoyo funcionó, el huargo perdió su zarpa y yo supe que no volvería a levantarse.

Sin embargo la batalla no ofrecía respiro y nuevos enemigos se divisaban en el horizonte. Los gritos de alerta se levantaban por encima del griterío y los gruñidos.
Sin perder un instante, maniobré nuevamente mi montura para regresar a por el Huargo que había dejado a mis espaldas. No quería que una imprudencia diese al traste con todo el esfuerzo invertido hasta el momento. Mientras giraba sacudí el martillo para liberar la sangre y la carne que habian quedado aferradas en los rebordes y me lancé con todas mis fuerzas contra él.

Ginawr seguía tendido en el suelo, pero ya habian dado orden de auxiliarlo.

Solo un poco más y todos podrían cabalgar hacia la seguridad prometida del castillo.

Guardias y orcos yacían inertes por doquier y aquellos que todavia se mantenian en pie jadeaban exhaustos, a la expectativa de un golpe, favorable o contrario que podría ser el último de su existencia.

Por el contrario yo me encontraba mejor a medida que la batalla transcurría. La fortaleza se habia convertido muy a mi pesar en mi mejor carta a la hora de luchar. Desde que podia recordar siempre habia gozado de buena salud. Mi constitución me habia permitido sobrevivir a una epidemia cuando solo era un niño y cuando todos los demás perecieron en las oscuras mazmorras de Rakhâs-Dûm se convirtió en la peor de mis maldiciones, obligandome a soportar durante 7 largos años un tormento que otros vieron aliviado con la llegada de la postrera sombra de la muerte.
Mi cuerpo parecía dispuesto a contradecir eternamente los anhelos de una alma solitaria que buscaba trascender de aquel mundo de miserias para alcanzar la luz y la calidez de las estrellas que bailaban cada noche sobre el firmamento.
Un cuerpo que me condenaba a presenciar la muerte de mis seres queridos...una y otra vez obligandome al tormento y al sufrimiento, solo para hacerse más fuerte a cada latigazo que recibia.

Mi puño se cerró sobre el mango de mi martillo con mas fuerza a cada paso, amenazando con hacerlo astillas a base de presión. Mi brazo se sentía mas ligero a cada envite y mi rostro reflejaba las ansias de un combate que pretendía finalizar mucho antes de lo que mis músculos querrian.

A medida que la batalla se prolongaba la figura del Bribón errante se hacia mas grande ...o mejor dicho, Aaren se mantenía firme cuando todos los demas empezaban a encogerse. Aquella era su maldición, pero a los ojos del resto también su mayor virtud.

- Tiradas (3)

Notas de juego

No me guardo nada. Sigue aturdido este turno.

Ataque y critico exactamente iguales. ^^
Y encima muy buenos ^^

Eso es que la sincronización fue buena xD

Le doy un poco de jabon en 3era persona, porque mi Pj parece estar acabando muy bien. Y encima es algo que va muy con su trasfondo lo de una constitución fuerte ^^

Esto me recuerda una cosa Master. En las batallas más largas cómo podría ser esta, rn RM no hay que tirar por cansancio o Con?

Me suena que algo de eso debería haber...

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21/11/2018, 15:57
Tarbrand

-ZONA CASTILLO - Turno 19:

El montaraz esperaba de corazón que Bakar pudiera salir de aquella situación aunque parecía que lo tenía bastante complicado, sobretodo ahora que parecía haber perdido el conocimiento, sin duda el joven Cathael tendría que esforzarse si quería conseguirle una última oportunidad...

Así pues centrándose en el combate, escuchó la orden de Caldrim, mas no iba a abandonar su posición mientras hubiera hombres en peligro, contando al propio jinete de Acero, por lo que le respondió:

-Retirada ordenada Caldrim, no abandonaré mi posición mientras haya hombres delante de mi -expuso refiriéndose a Earnil. pues para salir ilesos de aquello primero debían irse los de filas más adelantadas.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Dire, me guardo 30 para BD, aunque he sumado también el +20 de aturdido del enemigo, así que he restado 10 a mi BO.

En cuanto a mi turno, teniendo en cuenta la triste tirada de montar lo he interpretado como reticencia a retirarme, cuando Earnil y Cathael hayan ganado algo de terreno, entonces procederemos Caldrim y yo a hacer lo propio si es posible, porque aún quedan varios que van a pie y hay que darles algo de tiempo, ¿no?

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21/11/2018, 16:36
Agnor

ZONA CASTILLO - Turno 19

El gran Theon apoyó a Agnor, y con la ayuda de Ungail acabaron con el terrible huargo que había herido al jinete. Agnor sentía el dolor y la sangre manando por una herida por la que se le iba, poco a poco, la vida.

Quizá por ese dolor, al buscar encararse a otro de los monstruos hincó muy mal las riendas del fiel Atreo, un gesto impropio de él, consumado jinete. El animal cabeceó violentamente, molesto y sorprendido, justo cuando Agnor intentaba clavarle la espada a un nuevo lobo. El giro brusco casi hizo perder el equilibrio del jinete, y la espada apenas logró rozar al confundido huargo.

¿Estaba siendo esa, ya definitivamente, la última batalla de Agnor? La mala suerte, el dolor, el cansancio y la confusión no le abandonaban en el momento más difícil.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Ataco a Hc3.

Bueno, imagino que esto es grave. Antes de seguir tirando, por favor, ilústrame.

No hay pifias como tal en MM, es una tirada abierta superior o inferior. En este caso, inferior :)

El total es 3-90+67= -23

Como las maniobras de montar las estoy mirando en la tabla de "Fácil", me da como resultado un 30%. Al no ser una maniobra demasiado arriesgada, para pifiarla del todo es complicado (de -51 para abajo).

En resumen, te cuesta controlar al caballo, pero finalmente puedes actuar con un -70 este turno.

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23/11/2018, 17:13
Arthondir

ZONA CASTILLO - Turno 19

Acero Rojo y él habían logrado cruzar el vado a buen ritmo, contra todo pronóstico, y ya alcanzaban la parte superior del otro lado del valle mientras seguían exprimiendo la capacidad física de sus caballos.

El panorama una vez en la parte superior era terrible, parecía que por fin se había logrado acceder al castillo, pero decenas de cadáveres regaban el suelo por doquier, y no todos eran orcos. No supo que hacer, el hombre apostado en la puerta, sin duda algún cargo del castillo alentaba a los aliados a entrar, y alertaba sobre la venida de más enemigos. Batiendo la zona con la vista pudo ver como los jinetes con los que había partido desde la aldea luchaban contra otro grupo de huargos, mientras su amigo Ginawr yacía en el suelo, inmóvil.

Sin duda está malherido, lleva días luchando - murmuró para sí. Los remordimientos le superaban, hacía horas le había pedido a él y a Tarbrand que despejaran uno de los caminos, y esto sin duda le había pasado factura al jinete. Debía sacarlo de ahí. 

Espoleó el caballo en su dirección, viendo como algunos de los guardas a pie se dirigían a él al recibir la orden de ayudarlo.

¡Aquí - exclamó a los guardias mientras se acercaba al galope - yo lo llevaré!

- Tiradas (2)

Notas de juego

No sé si es necesaria tirada de montar porque no es combate pero la dejo igualmente por agilizar.

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23/11/2018, 20:16
Theon
- Tiradas (2)

Notas de juego

Hice tirada de observación para ver cómo está el entorno de combate (la hice visible para mas o menos tener una idea si me daba cuenta de algo), pero la tirada es casi pifia. Lo interpreto como que está un poco aturdido por el combate y no llega a tener una idea de todo lo que sucede alrededor.

Asumo que si escucha los gritos de Bergil, de Caldrim y de Arthondir (que lo grita hacia nuestro lado), pero nada mas (no sabe de Eben, ni de dónde vienen los orcos, ni el diálogo de Tarbrand. Creo que es válido que sea consciente de éstas cosas (lo hubiese sido sin tirada), si crees que no lo editamos.

En vista a estas cosas, Theon va a correr con su caballo con fuerza! 

DJ: total tirada es -18. Fallas incluso la información obvia. Eso en cuanto a la información nueva. Bergil, Caldrim y Arthondir sin problemas. Todo correcto

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23/11/2018, 20:26
Theon

ZONA CASTILLO - Turno 19

Theon había sentido como su espada atravesaba la carne de la bestia que estaba sobre Agnor, ambos habían dañado gravemente al huargo pero recién cuando Ungail intervino pudieron derrotarlo. Quedaban solo dos oponentes, ambos seguían limitados por las heridas que les habían realizado previamente, pero no tardarían en recuperarse si se les daba tiempo, debían acabar con ellos de inmediato. Estuvo tentado de continuar atacando, pero cuatro jinetes de Garan Gwalorn contra dos huargos heridos era un derroche de recursos para el joven.

Trató entonces de ver el estado de la batalla, pero no fue mucho lo que pudo sacar en limpio, escuchó los gritos que alertaban sobre la llega de más orcos y escuchó también el grito de Caldrim hacia su hijo para proteger a Bakar y sus indicaciones para retirarse, Bakar ha caído? Cómo es posible? Theon se estremeció de repente, los jinetes estaban perdiendo terreno, no sabía en que estado estaba Earnil ni Tarbrand, y su entrenamiento militar le alcanzaba para darse cuenta que el tiempo se agotaba, si los refuerzos orcos llegaban, muchos de esos valientes hombres perderían sus vidas.

Giró su caballo sobre sí, sujetando con firmeza sus riendas - Amigos, ha sido una buena lucha - dijo a los tres jinetes con quienes había combatido - Cuando acaben con estos cachorros, cuento con ustedes para cubrir la retirada - tras ello giró hacia Faelimir inclinando su cabeza levemente y le dijo - Retírense al castillo, le daremos algo de tiempo -. Recién entonces se lanzó a la carrera.

Un grito se escuchó desde el camino y un jinete se asomaba, la voz le resultó familiar y notó que no era otro que Arthondir. Theon se encontró sintiendo emociones contradictorias, la alegría de saber que estaba con vida y el sabor amargo de haber sido abandonado por alguien en quién había confiado. El costo de aquella decisión había sido alto, pero Theon no podía saber con certeza si les hubiese ido mejor o no con su presencia. No era el momento de hablar, si sobrevivían ya aclararían sus diferencias, ahora los orcos debían ser detenidos y había que cubrir la retirada - Arthondir! Girión ya entró al castillo!- le dijo, recordando que los dos junto a Denelloth estaban dispuestos a dar su vida por la niña que estaba dentro, su misión había sido cumplida. - Necesitan ayuda en el este- dijo sin detenerse. Aquél hombre no acataba órdenes, tenía su propio camino, Theon no tenía esperanzas de que se le uniera en el combate por venir, pero en honor a lo que habían compartido creyó que valía la pena intentarlo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Máster, la idea de Theon es dejar a los tres jinetes combatiendo contra los dos huargos aturdidos, a dos guardias combatiendo contra un orco, y a los otros dos guardias que estan atendiendo a Ginawr y lo llevarán al castillo de acuerdo a lo que les indicó antes. 

Galopará lo más que pueda (si hacen falta más tiradas, hazlas tu), como para acercarse al otro lado del combate, si se suma Arthondir, bienvenido sea XD. Dime luego en que posición queda y cuanto más faltaría para alcanzar a los demás. 

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24/11/2018, 01:05
[LC] "Acero Rojo"

ZONA CASTILLO – Turno 19

La cazadora frunció el ceño al llegar al campo de batalla y contemplar la multitud de cadáveres. Orcos, huargos, hombres… Vio despejado el puente y la entrada al castillo, y los dos focos que quedaban de la contienda. Entonces, Arthondir se apresuró para llegar lo antes posible hacia el grupo del oeste para ayudar a Ginawr que parecía malherido.

-Ve con cuidado, Arthondir, dijo Acero Rojo aún sabiendo que el dúnadan ya no le podía oír. Acto seguido, dirigió su montura hacia el otro lado donde los jinetes se enfrentaban a orcos.

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24/11/2018, 01:06
[SA-ej] Faelimir

ZONA CASTILLO – Turno 19

El sargento había matado a más orcos en aquel día de lo que era capaz de recordar. El cansancio empezaba a hacer mella en su cuerpo y en su mente, pero una vez más la espada de Faelimir encontró el punto débil del enemigo y le partió el codo al último orcoOfm1 que quedaba. –HACIA EL CASTILLO, le ordenó al guardiaG1. –Éste ya no se levanta. Vamos. Protege el puente.

- Tiradas (2)
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24/11/2018, 15:02
Director

ZONA CASTILLO - Resolución Turno 19

Ginawr estaba gravemente herido. El jinete de Girithlin había sufrido un zarpazo de huargo en el pecho, y su vida se apagaba rápidamente. Siguiendo las instrucciones de Faelimir llegaron dos guardiasG2-G5 para intentar trasladarle hasta el castillo donde tal vez podían hacer algo por salvarle. También llegaba Arthondir desde el camino. Una amistad le unía a Ginawr, e iba a hacer lo posible por ayudar. Entonces se encontró con Theon, quien adoptó una vez más el papel de líder. Dio órdenes a Faelimir y al resto, y partió rápidamente hacia el flanco oriental instando a Arthondir para que hiciera lo mismo.

Faelimir acabó con el último de los orcosOfm1 que seguía en pie con un tremendo golpe que le rompió el codo. Mandó al guardiaG1 a proteger el puente y la ruta de retirada. El objetivo de poner a salvo la caravana de heridos de la Batalla del Eclipse se había cumplido, y la llegada de nuevos enemigos hacía inviable arriesgar más vidas.

Quedaban Aaren, Ungail y Agnor para luchar contra dos huargos. Aaren movió su caballo con soltura y cargó contra uno de los enemigosHc4. El golpe de su martillo de guerra fue brutal. Impactó en la espalda de la criatura, y Aaren pudo sentir como los huesos se rompían mientras el arma se hundía en el cuerpo del huargo. Algún trozo de la columna vertebral debió perforar un órgano vital, pues el animal aulló de dolor y entró en shock.

Agnor atacó contra el huargoHc3 restante, apoyado por Ungail. Esta vez, el norteño tuvo problemas para controlar su caballo Atreo debido al cansancio y el agotamiento, y falló el ataque. Ungail se unió a la lucha, pero tampoco pudo hacerle daño al último de los huargos. Por suerte, el animal seguía aturdido por los ataques anteriores, aunque parecía recuperarse.

Desde el oeste, llegó Eben corriendo. Se dirigía al castillo, y detrás del joven montaraz se podían ver grupos de orcos llegando a la zona.

En el centro, el guardiaG1 ahora defendía le puente, y Bergil regresó con Russef que seguía aturdido. El hombre de Saralainn cruzó el puente para entrar en el castillo, y el escudero Bergil seguía coordinando la retirada.

En el este, Caldrim atravesó a otro orcoOHBm3 y evitó el ataque del que tenía a su izquierdaOHBm2 y otroOHBe5 pifió en el momento justo. Caldrim instó a retirarse a Tarbrand y a Eärnil. Su hijo Cathael logró alcanzar a Bakar, y agarró las riendas de las manos de su amigo inconsciente. Tarbrand se negó a abandonar la batalla mientras quedaban hombres más adelantados, y sugirió una retirada ordenada. A continuación atacó al mismo orco de antesOGAe3, y esta vez no le dejó ninguna opción. Su espada bastarda le impactó en el pecho y abatió al enemigo. Quedaba Eärnil que se enfrentaba a tres. Por un instante, pensó en retirarse. Pero optó por atacar al que tenía enfrenteOGAe5, y le cortó el brazo del arma con un tajo limpio. El orco entró en shock y cayó muerto. Entonces recibió el ataque de un trasgo que se había colocado en su retaguardia. La armadura paró la peor parte, pero aún así el impacto le dejó algo tocado.

Cerca de los muros del castillo, Sudwyll acabó con el orcoOHBe4 más adelantado, y Belegund retrocedió para formar un frente en línea con la torre más oriental del castillo.

- Tiradas (14)

Notas de juego

El mapa no está a escala

Todos los jinetes pueden ahora optar por tirar Combate Montado o Montar+Ataque con bono normal. En caso de usar combate montado pueden reducir BD de huargos a 30, y contra infantería ganan crítico secundario de desequilibrio (2 grados inferior al primero). En caso de usar bono normal de ataque no se aplica ni reducción BD ni el crítico adicional.

Faelimir (F, 80ea): ataca a Ofm1. Total 115: 12BP, crítico 66 (!): +3PV, 4 turnos aturdido, obligado a parar 2. Codo destrozado. Muerto
-G1: (BO80hb; 11 PV perdidos): se mueve hacia el puente para proteger la retirada
-G2 (17 PV perdidos): Intenta trasladar a Ginawr con G5
-G5: (33PV perdidos, 4p/as, -20), intenta trasladar a Ginawr con G2
Sudwyll (Sw) (al, ec): ataca a OHBe4. Total 117: 17CS, crítico: 43: 2p/as, +2PV
Russef (Rs): 26/44, 2p/as, -30, aturdido 19-20-21-22-23 (PNJtizo). Se retira hacia el castillo. Le ayuda Bergil. Entra en el castillo al principio de turno siguiente.
Eärnil (Eä) (61/73 PV perdidos, obligado a parar turno 20): ataca a OGAe5. Montar 67 (90%). Ataque 243-10montar -10BD=máximo 28ES. Critico 66: corta brazo, muere. +10 siguiente ataque. Recibe ataque de OGAe6
Bergil (22 PV perdidos,  2p/as, -30, nariz; cicatriz permanente, BO40): se mueve hacia Russef para ayudarle a llegar hasta el puente.
Belegund (Bl): retrocede hacia el castillo
Eben (Eb): corre hacia el castillo
Arthondir (Ar): va hacia Ginawr.
Acero Rojo (AR): va hacia la zona del este

GARAN GWALORN
Agnor (Ag): (21 PV perdidos, 2p/as, -10). Ataca a Hc3. Montar 30% (-70). Ataque 92+20aturdido-70montar-50BD = Falla
Caldrim (Cd) (67/105) (ea), CA19: ataca a OHBm3. Lo mata.
Bakar (Bk) (91/85, -30; 2p/as, inconsciente): Le ayuda Cathael a ir hacia el castillo.
Cathael (Ct): lleva a Bakar hacia el puente.
Ungail (70la) (51 PV perdidos, -10).Ataca a Hc3. falla
Aaren (Aa): 32 PV perdidos, yelmo. Ataca a Hc4 con todo (está aturdido). Montar 74 (90%). Ataque 185+20 aturdido-10 montar -50 BD = 150: 18EK. Crítico 93 (!): espalda, huesos a órganos vitales, muere en 6 turnos.
Theon (Th): 18 PV perdidos. Avanza hacia el este. Está a distancia de ataque el turno que viene
Tarbrand (Tb): 52/80. Ataca a OGAe3. Montar 73 (90%). Espadazo 128-10 montar-10BD = 108: 21C. Crítico 27: +3PV, aturdido 1 asalto.
Ginawr (Gw) (falta confirmar heridas anteriores, ha perdido 48 PV en este combate, sangra 3p/as). Muere en 9 asaltos, han pasado: 15-16-17-18-19. Trasladado por G2 y G5.

EN EL CASTILLO
Girion: (26/94). (en el interior del castillo)
Heridos (H): son 12 en total, más un grupo de cuidadores. Han entrado en el castillo.
Milzarak (Mz). (48/57; hombro con músculo dañado (-20), con vendaje bien hecho; herida en la pierna). En el castillo
Defensores (dos grupos de 4): en el castillo
-G3 (CA14, 97 PV perdidos, rodilla destrozada, -90, (4 p/as), insconsciente).
-G4 (CA14, 119 PV perdidos; (eran 8 p/as), -25): Pierde conocimiento, necesita atención urgente. Se para la hemorragia. En el castillo
AmigosMilzarak (2): (BO45, hacha de mano y garrote): En el castillo
Arqueros castillo: estaban situados en la zona noreste.

Of(6)
Ofm1: (39 PV, aturdido 18-19-20-21-22-23-24-parar 25-26, 5p/as, -25). Le ataca Faelimir. 15 PV. Aturdido 4 asaltos, 2 asaltos obligado a parar. Cae inconsciente. Muere.

OGA (2m+4e)
OGAm2: (aturdido 19*-20*).
OGAe3 (54 PV perdidos, 3p/as, -10, aturdido 18*-19*-20-21): recibe ataque de Tarbrand. 21C. Crítico 27: +3PV, aturdido 1 asalto. Muerto.
OGAe5: le ataca Eärnil. Muerto
OGAe6: ataca a Eärnil. 53+40+35 espalda-10movimiento-25BD caballo = 93: 6BS. Crítico 53: espalda, +4 PV, obligado a parar

Oh(7) (OH-B):
OHBm2: ataca Caldrim. Falla
OHBm3 (58PV perdidos): le ataca Caldrim. Muerto
OHBe4: (41 PV perdidos, aturdido 18*-19*, -10, 2p/as, cae inconsciente). Le ataca Sudwyll. 17CS, crítico: 43: 2p/as, +2PV.
OHBe5: ataca a Caldrim. Pifia, pierde la oportunidad

Hc(7):
-Hc3 (11 PV perdidos, aturdido turnos 18-19). Aturdido este turno.
-Hc4: (90 PV perdidos, aturdido  19-20, 3p/as, -20). Muerto por Aaren

Marcad el siguiente turno como ZONA CASTILLO - turno 20
Destinatarios: Earnil, Khoradur, Tarbrand, Theon, Agnor, Aaren, Eben, Arthondir

(no marcar a Girion ni a Milzarak ni a Russef)

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24/11/2018, 15:51
Curudae

CASTILLO – Interior – Denelloth

Curudae observó con preocupación el semblante de Denelloth. Nada dijo en un primer momento sobre ello, pues no pretendía poder comprender los horrores a los que se había enfrentado y las penurias que había tenido que pasar para ir hata el monolito y regresar a tiempo hasta el castillo. La ausencia de Sir era una bendición desde un punto de vista, pero igualmente una condena para el entregado montaraz. –Sí. Defendamos Sil Auressë. Para que ella pueda regresar…, dijo y salió de la Academia. Se aseguró de que no hubiera más oídos cerca. No convenía divulgar nada acerca de la misteriosa niña que movía las voluntades de las fuerzas oscuras.

-El enemigo es aún numeroso. No sabía de esos Lobos, pero cualquier ayuda es más que bienvenida. Desde el sur esperamos la llegada de una gran hueste, y también las nuevas de la batalla en el oeste. El castillo es nuestra mejor opción ahora, Denelloth. Confiamos en poder reunir aquí el ejército y los refuerzos que han llegado. Preparar la última defensa aquí. Y aguantar.

Curudae miró a los ojos de Denellith, y añadió: -los orcos lo van a tener muy difícil para derribar estos muros. Y dudo que nos vayhan a asediar durante semanas, y mucho menos durante meses. Prefiero tener sus ejércitos aquí rodeándonos que barriendo la zona en busca de la niña. Cada hora que aguantemos aquí le aleja a Sir del peligro.

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24/11/2018, 15:52
Director

CASTILLO – Interior – Denelloth

El patio de armas estaba abarrotado de gente. Y aún así, reinaba un extraño silencio pues todos estaban pendientes de nuevas desde las almenas. De allí bajo Gaerel, que estaba ahora al mando de las defensas. Más heridos cruzaban el portón entreabierto. Cuatro aldeanos cargaban con dos guardias con su armadura pesada manchada de sangre. Estaban inconsciente y gravemente heridos. Denelloth vio a Caäniza salir a la carrera, y muchos ayudaban para meterlos en la Academia convertida ahora en una Casa de la Curación.

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24/11/2018, 15:53
[SA-ej] Gaerel

CASTILLO – Interior – Denelloth

El más veterano entre los sargentos, Gaerel había sido nombrado por Khoradur como “Dirgon”. Un capitán para sustituirle al mando en caso de caída en batalla del Lugarteniente. Eso le elevaba por encima de sus compañeros. No obstante, no tenía tiempo de pensar en esas cosas. Más heridos entraban en el castillo, y el repliegue del ejército en el oeste era ya casi una certeza. Y las defensas del castillo eran mucho más precarias de la que se podía pensar a simple vista. Miró las murallas inacabadas, la torre de homenaje con andamios a su alrededor y el patio lleno de aldeanos y granjeros sin armas ni adiestramiento, en su mayoría mujeres, ancianos y niños.

Entonces vio llegar a Curudae y a Denelloth. Le saludó con un gesto al Jefe de los Exploradores. –Los jinetes han ayudado a despejar el puente allí fuera, les informó. –La retirada es inminente. En cuanto entren, nos reuniremos en el Othrind.

Su único ojo bueno miró a ambos por si sabían algo de Khoradur. Aún es pronto, y si no hay noticias es que sigue con vida, pensó.

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24/11/2018, 15:57
[FE] Abêl

CAMINO DESDE METRAITH

-Con la Oscuridad repentina comenzó el ataque, afirmó Abel. –Hace ya varias semanas de eso. Y las batallas se sucedían en distintos lugares según nos hemos enterado después. Una tras otra. Victorias y derrotas, y a pesar de todo Sil Auressë resistió oleada tras oleada de enemigos. Y finalmente recibieron ayuda. Aún quedan batallas por librar, pero la columna de los orcos parece que ha sido partida. Ahora solo les queda provocar más muerte y destrucción antes del final. Es lo único que saben hacer, añadió escupiendo en el suelo.

-No os preocupéis de nuestas heridas, maese elfo. Se están curando bien. Podemos buscar una ruta segura hasta Sil Auressë, pues. Hemos de andar con cuidado. Aquí cerca hay un puesto de mando del ejército de Echorion. Conozco a uno de los oficiales. Luchamos juntos en aquella Granja de Huargos. Puede permitirnos el paso a Sil Auressë.

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25/11/2018, 06:41
Eben

ZONA CASTILLO - turno 20

Eben seguía a la carrera hacia el castillo, cuando observó un grupo de compañeros que trasladaba a un herido de gravedad. Como ya eran tres pensó que eran suficientes para moverlo, pero redujo su velocidad para sincronizarla a la de ellos mientras sacaba su arco y preparaba una flecha, observando detrás de él los grupos de orcos que se aproximaban.

- Continuad adelante, yo os cubro. - Dijo al grupo mientras retrocedía con ellos hacia la puerta del castillo.

Notas de juego

Al llegar a la zona donde G2, G5, Arthondir (Ar) y Aaren (Aa) [Este último no tengo claro si está en el grupo que ayuda a Ginawr (Gw)], Eben se une al grupo, si bien en vez de ayudar (piensa que entre tantos va a ser más un estorbo) prepara su arco y cubre al grupo mientras avanzo con ellos hacia las puertas del castillo.

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25/11/2018, 13:33
Denelloth
Sólo para el director

CASTILLO – Interior – Denelloth

Sir no está aquí... Ya no está aquí... Sir, Sir... ¿Se encontrará bien? ¿Dónde estarán? Ah, Benaldamat, creo que he fallado... Vela por ella... Finduilas. ¿Quiénes más la acompañan, ha dicho Curudae?

Las heridas, la tensión, el cansancio, el sueño y el hambre hacían mella en Denelloth, que seguía al senescal de Sil Auressë con una postura rígida, como si tuviera que dedicar toda su atención a mantenerse en pie. Miraba al suelo, y su cabeza era un torbellino de ideas y emociones.

De una forma lejana, se daba cuenta de que elucubrara febrilmente acerca del paradero de Sir y cómo encontrarla. Pero ese pensamiento consciente parecía sepultado por profundas capas y capas de sensaciones de desamaparo, tristeza, desencanto y un terrible vacío.

Y se sentía ante todo desorientado, como sin de repente estuviera vagando sin rumbo ni objeto entre piedras y hombres irreales, ajenos.

Notas de juego

Tenía intención de haber dejado este post introspectivo (de los pocos que permito a D, sólo a los ojos del dire) a continuación de mi post anterior, pero lo he ido dejando, dejando...

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25/11/2018, 13:50
Denelloth

CASTILLO – Interior – Denelloth

Salieron al patio. Curudae delante, con gesto decidido e inquieto, Denelloth detrás, cabizbajo, casi arrastrando los pies y asintiendo débilmente a lo que el senescal le decía, sin mirarlo. Dirigió un saludo a Caäniza que posiblemente pasara desapercibido a la joven curandera, antes de aproximarse al sargento Gaerel.

Saludó fatigado al sargento, que tenía el semblante demudado, propio de quien acaba de asumir responsabilidades desacostumbradas sobre sus hombros. Sus miradas se cruzaron; Denelloth vio que Gaerel buscaba cierto apoyo, y el montaraz se esforzó por dar a su expresión un aire que inspirara seguridad y confianza. Sólo ahora asumía lentamente las indicaciones que Curudae venía de darle acerca de la estrategia que seguirían.

Asintió lentamente al sargento, ahora dirgon. -Si es necesario socorrer a los jinetes envíame allí ahora, Gaerel. Y si queremos reunir tropas aquí y hay que avisar a los hombres y enanos de la aldea y la forja, puedo hacerlo también.

Respiró hondo y largo, en un esfuerzo por serenarse y aclarar su cabeza, y ensayó una especie de informe oficial.

-Como sabéis ambos, partimos hace... apenas tres días hacia el Monolito con el objetivo de impedir el uso de su poder en un oscuro ritual. El grupo lo formaban Norión y el enano Ferrim con misones muy concretas, escoltados por Russef, los jóvenes Eben y Girion, y yo mismo. También nos acompañaba el mediano Otho. Resumiendo, todo salió bien: logramos nuestro objetivo cerrando un horrible portal de paso a unos inmundos espíritus-troll, no sufrimos ninguna baja, aniquilamos al enemigo, incluido su líder, el sacerdote llamado Gothdust, y liberamos unos cuantos prisioneros de la región que servían como víctimas de sacrificios inhumanos. Al volver nos separamos. Norión, con Otho y un Russef herido, quedaron en la Cabaña de los Montaraces custodiando como prisionero a un seguidor malherido del Gothdust; Girion partió hacia aquí como mensajero, y lo he reencontrado en la aldea, sano y salvo; Ferrim, Eben y yo seguimos a pie. Encontramos a los Lobos, unos hombres de incierto origen que ahora molestan a nuestro enemigo común en el sur, y a un dúnandan llamado Arthondir que me prestó un caballo para poder volver cuanto antes. Una de ellos conocida como Acero Rojo y este Arthondir están ahora con Ferrim, Eben y algunos otros hombres y enanos allá abajo, junto a la forja.

Hizo una pausa, con la boca seca y un zumbido en la cabeza, mientras se palpaba con cuidado la última herida sufrida. Supuso que desde el castillo habían sido bien visibles los avatares sufridos en el llano, entre la aldea y el río. Pareció recordar algo urgente y señaló el lugar por el que había accedido subrepticiamente a la fortaleza. -Entré por allí con gran facilidad, deberíamos reforzar o al menos vigilar aquellos andamios.

Sólo entonces pareció llegar el momento de dar satisfacción a intereses más personales. -¿Recibísteis al búho Hugaew, no es cierto? Mucho le debemos, espero que haya sido bien atendido, o lo haré yo mismo enseguida. Debo también favor a otro ave que aún planea allá arriba -y señaló al cielo sin mirar; en efecto, la lejana silueta de Hopta dibujaba grandes círculos en el cielo azul- de la que me ocuparé en cuanto pueda. Y si tenéis un pedazo de pan para mí os lo agradeceré; no pruebo bocado desde esta mañana -añadió al final en tono bajo y humilde.