Partida Rol por web

Sil Auressë

[6.1] La Balada del Arco y del Hacha

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13/12/2017, 15:45
Director

Ayla partió de Tharbad acompañada por cuatro guardias de confianza de Curudae. El jefe de los guardias era Walec, y era joven pero con experiencia en las calles de Tharbad. Y se tomaba su cometido con seriedad, ya que sabía lo importante que era Ayla para Curudae.

Por el camino se encontraron con algunos mercaderes, y se adentraron en las Tierras Brunas. Ayla conocía aquellas tierras de sus viajes recientes con Alam Echel.

Un día, en lo alto del cielo, vieron volar un Gran Agúila. Parecía un buen augurio. Aquella noche, Ayla leyó la segunda carta de Curudae...

Notas de juego

(esta parte se jugó por OpenRPG, en mesa virtual, hasta la lectura de la carta, donde siguió por mail)

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13/12/2017, 15:48
Director



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13/12/2017, 15:48
Director
Sólo para el director

Día 29 de Hithui de 1643 t.a., continuación

Dama Ayla,

Al escuchar tu oferta de acompañarte en esta nueva aventura, formar parte de la creación de tu castillo, no supe reaccionar y no te pude demostrar mi gratitud. Desde que te vi después de estos años, supe que de nuevo iba ser un momento importante en mi vida. He trabajado sin descanso, aprovechando cada hora, para ayudarte a empezar esta nueva andadura. Reconozco que también son cosas nuevas para mí. Mi reticencia de aceptar de entrada tu oferta se basa en gran parte en la desconfianza en mis propias posibilidades. Me da miedo no estar a la altura en este desafío. Sé que el juego político es feo y complejo. Aquí en Tharbad soy alguien, puedo conseguir cosas.  Sin embargo, en esta nueva etapa, de cara a otros feudos y nobles, sería tan sólo un posadero de orígenes humildes y con sobrepeso. Y el hecho que  tú seas una mujer no ayudará con algunos de los nobles, sobre todo al no disponer de un linaje. Necesitamos encontrar nuestro lugar en la vorágine que es la política en Cardolan. Para imponer nuestra autoridad y conseguir cierta estabilidad, necesitamos encontrar personas para nuestra causa, y sobre todo necesitamos una persona con fuerza, carácter, nobleza. Un hombre de armas, a la altura de las grandes familias dúnadan que quedan, de carácter regio. Alguien que lidere nuestras tropas y a quien respeten nuestros vasallos, teman nuestros enemigos y escuchen nuestros aliados. Un Lugarteniente. Si no lo encontramos, tendremos que adaptarnos un poco, y hacer que los demás se adapten.

Seguiré trabajando para avanzar esta tarea, y con la firme intención de llevar a cabo el plan que hemos trazado. También quiero tranquilizarte en relación al Ángulo. Mi reunión fue bien, y en este momento las tropas ya están de camino para prestar ayuda en la contienda.

Se despide,

Senescal Curudae

 

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13/12/2017, 15:49
Ayla

En cuanto Ayla llegue al poblado, tiene pensado dirigirse a la posada y preguntó por Struntor si lo han visto a la posadera. No recordaba si era posada o casa de curación, pero quería encontrarse con la misma mujer con la que habló la vez anterior.

Su idea es buscar a Struntor, y si no estuviera pues esperar un par de días, meditando intentando "presentarse" a Amon Lind para que la dejen. No creía que fuera cortes llamar a la puerta de un sitio tan secreto.
 

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13/12/2017, 15:53
Director

Siguieron el viaje, parando las dos noches siguientes en pequeñas posadas que en el camino. En el tercer día llegaron por fin al pueblo de Larath Duhnan. De allí debían seguir el curso del río arriba hacia el este, hacia las Montañas Nubladas.

Larach Duhnnan, junto al río Dun, era el corazón de las Tierras Brunas (o Dunland), junto al Camino Viejo del Sur. El pueblo en sí estaba rodeado por una barrera de tierra, y estaba protegido por el fuerte del Clan Feargan.

Varios puentes cruzaban el río. De su última visita, Ayla recordaba la posada al otro lado del río, Cabra Dorada se llamaba. Entraron a pedir alojamiento, los cinco con las capuchas puestas y tratando de no llamar la atención. Ayla pudo entablar una buena relación con el jefe de los guardias que le acompañaban. Se llamaba Walec, y a pesar de ser demasiado protector y de su juventud, se le veía una buena persona y de confianza. Se acercaba con confianza a hablar con el posadero, y le pidió tres habitaciones en la segunda planta, pero por desgracia sólo había libres dos. Algunos de los guardias iban a dormir en la sala común.

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13/12/2017, 15:58
Director

Ayla se quedó un rato por la posada. Cenó algo y escuchaba lo que iban diciendo los lugareños. Parecía que aún seguía caliente el tema del Templo de la Justicia, y había preocupación por cómo iban a reaccionar los clanes. Todos estaban a la espera de que se formaran las nuevas alianzas y equilibrios, aunque todos consideraban que la desaparición de un culto tan claramente hostil a los dúnedain no era del todo malo para las Tierras Brunas. Había algunos dunlendinos en la sala, sentados en una de las mesas y bebiendo. Estaban ajenos a las conversaciones.

A Strunthor lo había visto en su anterior visita en las Casas de la Curación, más al norte. Pero él había contado que visitaba a menudo este pueblo y otros, como bardo y cantante. Al ver pasar la hija del posadero Ayla creyó entender el motivo de sus frecuentes visitas. Se llamaba Darragh, y era realmente guapa. Cada vez que pasaba sirviendo en alguna mesa, los hombres se le quedaban mirando, y su padre estaba siempre pendiente de ella desde la barra.

Por un tiempo Ayla recuerdó su pasado en la posada de Metraith… Cuánto habían cambiado las cosas desde entonces. Aprovechó la oportunidad cuando Darragh le retiró el plato para preguntarle por Strunthor. Le comentó con una indisimulable ilusión que se le esperaba en unos pocos días, que llevaba semanas viajando por las tierras de los clanes y que tenia grandes historias que narrar y cantar.

Ella subió a su cuarto, decidida a esperar en la posada hasta ver a Strunthor, justamente para no entrar sin invitación a un lugar tan sagrado y protegido como Amon Lind. Aprovechó las horas de la madrugada y del día siguiente para hacerle una idea mental de cómo sería el castillo perfecto.

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13/12/2017, 16:02
Director

El día siguiente Ayla prefirió quedarse en su cuarto a descansar, y el segundo día bajó por la mañana a pagar una moneda de plata por el alojamiento, y confirmó si iba a llegar Strunthor. El posadero dijo que creía que sí. Desde la primera hora de la tarde había bastante gente reunida en el salón común, e incluso se hablaba que en breve podría actuar en el anfiteatro que había en el pueblo.

Ayla se colocó en un rincón para no llamar la atención, con su capucha puesta y con una capa se protegía de las miradas indiscretas. Casi la primera hora de la tarde apareció Strunthor con algunos dunlendinos, y era recibido con palmadas y algún aplauso. Se puso en la tarima que le habían preparado, y con un laúd acompañaba sus canciones. Empezó con historias de la Antigüedad, de los Daen Coentis y de las leyendas de los dunlendinos. Muchas eran conocidas para el público, pero estaban entusiasmados con las nuevas versiones de Strunthor. Entre canción y canción se reía a carcajadas, contaba alguna historia y bebía cerveza como un dunlendino más. De repente, justo antes de empezar la quinta narración cantada, durante unos segundos, se le quedó mirando a Ayla reconociéndola a pesar de su posición escondida.

La siguiente canción se esperaba más larga que las anteriores, y eso que algunas eran de casi media hora. Eran más bien poemas en verso, y había muchas partes en dunael que Ayla no lograba entender pero sí apreciar la melodía de aquel idioma tan poco considerado por los dúnedain y los elfos. Los dunlendinos poseían una enorme riqueza musical y cultural, principalmente oral.

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13/12/2017, 16:09
[AL] Strunthor

Strunthor terminó antes de tiempo su obra, para cantar una nueva que había estado preparando estas semanas. Aún no estaba acabada, y reconoció que era una adaptación de varias canciones de diferentes clanes en dunael. Ayla se quedó hipnotizada escuchando la canción, y pudo notar la sutil magia que usaba para que cada letra, cada nota se grabara en la mente de todos los oyentes. Se notaba que la canción era importante para él, pero también era un guiño a Ayla y a Alam:

Gentil tierra donde nacen de tu vientre
Hombres fuertes y valientes.
De las colinas tranquilas un silencio,
un silencio imperturbable,
un silencio de paz.
 
Una luz ahuyenta la noche.
Un rayo desata la tormenta.
 Pronto se rompe la paz con gritos,
gritos de invasores de alta mar,
gritos de guerra que estremecen
el silencio impasible.

Luego cantaban versos en dunael que Ayla no entendió, pero seguían con la misma melodía tranquila y rítmica, con muchas repeticiones de estrofas.

Un paso marca el camino,
Una nevada el invierno.
 ¡Qué se cayesen y se humillasen
esos invasores frente el triunfo
del pueblo dunlendino!

Nevó desde el Norte;
la escarcha ciñó los campos;
el granizo cayó sobre la tierra,
la más fría de las semillas.

Así llegó Maben a estas tierras,
Y trajo consigo la perdición:
El yugo del templo de la Justicia ,

.En la oscuridad creciente
Un hombre llegó
Y con una promesa
Selló su destino.

Al pronunciar su terrible juramento,
Al ir en busca de victoria y de justicia;
Al ir a traernos la libertad
De Maben, el del malvado Templo.

Un hombre maldice un pueblo.
Un juramento sella una condena.
Un golpe forja una leyenda.

“Vamos al campo, que es hora
De dar al señor del Templo
El castigo que merece
Tan infame lengua y mano.”

Sentí entonces lo mismo que el vigía que observa
el firmamento y ve de pronto un nuevo astro;
o lo que el primer rey cuando con ojos de águila
por vez primera vio las montañas

Y también  todos los guardianes de Maben
entre sí se miraron sin dar crédito a aquello-
callado, allá en lo alto de un monte del templo.

Flecha tras flecha voló de su arco,
Uno tras uno cayeron los guerreros

Y la sangre manchaba la sagrada tierra.

El guardián de piedra le había dejado paso,
Abrió la puerta para que entraran en el valle.
Trayendo consigo la Justicia y la Muerte,
Venía con el Arco y el Hacha.

Y aquel que expulsó a los señores de sus altares,
Tras abatir a Maben, cayó en las tinieblas y se fue.

Y cien veces estalló roja la aurora mientras él,
Festejaba su victoria sobre los túmulos de sus muertos;

Hasta encontrar, entre risas y lágrimas,
Una mujer de resplandeciente belleza
Y juntos viajaron a tierras lejanas.

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13/12/2017, 16:14
Director

Con los últimos versos, Strunthor le lanzó una mirada de complicidad a Ayla. Una mirada que no pasó desapercibida a la joven Darragh. Los aplausos y los vítores llenaron la sala, parecía que les había gustado mucho la canción que narraba la caída del Templo de la Justicia, a pesar de no estar aún completa. Strunthor se quedó comentando que le faltaban unas pocas estrofas por completar en oestron, aunque en dunael ya estaba completa. Ayla aprovechó el momento para subir a su cuarto, ya que no quería provocar una escena con Darragh. Mientras subía, notó que Strunthor la observaba de reojo.

Ayla esperó unas horas en su cuarto, confiada en que Stunthor iba a subir cuando terminara su actuación. Recordó el golpe que le dio Alam al muerto viviente en el Templo de la Justicia… un golpe de fortuna, pero decisivo. Se merecía una canción, sin duda. Como otras tantas guerras y otros tantos guerreros. Aunque Ayla prefería escuchar canciones de otro tipo, de amor, de compasión… Pero eran los tiempos aciagos que les había tocado vivir, tiempos donde la espada sustituía la pluma.

Tocaron la puerta, y ella abrió para dejar paso a Strunthor, quien le saludó dándole un abrazo efusivo.

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13/12/2017, 22:41
[AL] Strunthor

-¡Ayla, qué alegría verte! ¿Qué te trae por estas tierras?

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13/12/2017, 22:42
Ayla

-¡¡Hola Strunthor!! También me alegro de verte... Me ha gustado mucho esta última canción, dijo Ayla y le guinó un ojo. -He venido, porque he tomado una decisión. Algo ha cambiado en mí desde que nos vimos la última vez. Ahora soy una Guardiana de la Luz, esa ha sido mi decisión y tú me entenderás mejor que nadie. Podría haber elegido seguir con una vida fácil, pero tú y yo amamos esta tierra y esta gente, por eso estás entre ellos, y por eso he decidido defender lo que amo. Ya sé quien fue Zelene, somo personas similares, pero distintas... Me parece que la conociste, mucha gente lo hizo, y yo he decidido lo mismo que ella, pero ella renunció a lo que amaba para dedicarse a defender la luz, y yo me dedico a defender la luz por amor a todo lo que me rodea...

-Tal vez sea por eso por lo que se me ha dado ésta oportunidad, además creo que Ella está "retenida" de alguna forma. Por eso estoy aquí, porque estoy perdida y busco guía, no se cómo afrentar el destino y necesito sabiduría, y no la convencional: Tengo familia en Imladris, se que la conoceis, pero para ellos rememorar el pasado es demasiado doloroso como para poder pedirles ayuda. Es por eso que apelo a la sabiduría de Amon Lind.

-Me fascinásteis desde el primer momento que os encontré, y cada día doy gracias por ello, me sentí como "en casa". Una parte de mi me pide que me quede pero otra me empuja a quedarme donde estoy. Por cierto, otro de mis nuevos cambios es que me voy a establecer en un castillo, no se si sabrás pero estuve en la defensa de Metraith y consideré que sería bueno quedarme allí.

-Pero lo que me ha empujado a quedarme por aquí cerca, habéis sido vosotros. Ahora mismo, en éstas tierras no tengo mucha fama, sabrás que Alam y yo resquebrajamos los cimientos del Templo de la Justicia, y sabrás que al tomar mi decisión tengo un encuentro pendiente, y esa es otra de las razones por las que vengo... Necesito volver a Amon Lind, Strunthor, necesito vuestra sabiduría, vuestro consejo, vuestras artes, vuestra grandeza...

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13/12/2017, 22:44
[AL] Strunthor

-Realmente me alegro de verte de nuevo, aunque no hace tanto que nos vimos la última vez. Han cambiado cosas por estas tierras, pero de eso hablaremos más tarde. Te veo cambiada a ti, no sé, diferente. Así que ya eres Guardiana de la Luz, y por tu propia elección. Me alegro por ti. La diferencia entre conocer el camino y estar andando el camino, me imagino. Entiendo o creo entender lo que me dices de amar lo que te rodea, a la gente de estas tierras. Pero no debes fijarte en mí como un espejo, yo no pretendo cambiar ni mejorar sus vidas, quizá entretenerles, y sobre todo estar entretenido yo.

Se quedó pensativo, algo más serio. Le seguía sujetando de los hombros. -La grandeza de Amon Lind… No sé si hay sabiduría ni buenos consejos en Amon Lind, pero quizá si un hogar, un refugio tranquilo. Tendrás que prepararte para lo que te espera. Te daremos la bienvenida de nuevo, aunque no sea nada habitual que alguien de fuera visite Amon Lind y menos que vuelva. Pero pocas cosas en ti son habituales o convencionales, querida Ayla.

-En cuanto a Zelene, me temo que no sabría contarte cómo pereció, porque ya nos habíamos marchado. Sin embargo quizá algunos de los demás de Amon Lind podrán contarte cosas de cómo vivió, y cómo luchó. Y también cómo amó. Porque el amor realmente es la fuerza que mueve las cosas que de verdad importan en el mundo. Sacrificio, compasión, esperanza, valor, nostalgia, creación… Todas estas cosas se unen en ese sentimiento, lo completan. No hay grandes historias de amor sin sufrimiento y pena, nadie mejor que los noldor para entender eso. La mayoría de las historias y baladas tratan de eso, y prácticamente todos los pueblos se identifican con ese sentimiento.

-Bueno, Ayla… Tú has venido hasta nosotros una vez elegido tu camino, tu destino. Ahora nos toca a nosotros ayudarte en lo que podamos, para completar el círculo y terminar la historia, una historia que tu hermano conoce perfectamente, pero además del dolor que le supone, existe otro motivo por el qué no debe intervenir más de lo que ya hace. Tú eres su gran esperanza de rescatar a Zelene, pero a la vez no quiere perderte. Amor significa sacrificio, pérdida, dolor y sufrimiento.

-Siento hablarte con tantas enigmas y tantos misterios, pero la historia de Zelene es una de las más tristes de los noldor, tanto que quizá nunca será cantada. Pocos la recuerdan, y aún menos son los que guardan esperanza de que tenga un final. Intentaremos contarte lo poco que sabemos una vez hayamos llegado a Amon Lind… Porque como tantas otras cosas en tu vida, debes aprovechar esta visita como si fuera la última. Nosotros existimos fuera del fluir de la historia, no formamos parte de los eventos de las tierras y las gentes que nos rodean. Algo había oído hablar de Cardolan, pero sólo algunos rumores sueltos a los que no presto mucha atención. Y mis compañeros aún menos, ni siquiera entienden por qué viajo por estas tierras.

-Lo de establecerte me parece una buena decisión. Quizá alguno de mis compañeros te puede comentar alguna cosa acerca de las investigaciones que están llevando a cabo que te puedan interesar. Pero no debes ofenderte si no comparten sus logros. Nos une el deseo de descubrir, de crear, de inventar… de ir más allá de los límites de lo convencional. Al no influir en el equilibrio de las cosas, podemos permitirnos ese lujo. Sin embargo, no somos insensatos. Y no queremos llamar la atención.

-Si te parece, Ayla, acompáñame hacia Amon Lind. Voy con un grupo de músicos y artistas, pasaremos por unos pueblos de camino, pero a partir de las Casas de la Curación ya iremos solos… Lo único es tu aspecto. Llamas demasiado la atención. Prepararé algo para mañana a primera hora, nos vemos en las afueras del pueblo al alba. Ahora tengo que atender unos asuntos…

-De verdad me alegro de verte de nuevo. Y que cuentes con nosotros en esta andadura que te comienza ahora.

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13/12/2017, 22:47
Ayla

-Con quién mejor que vosotros Fëamirë, para iniciar mi andadura... Mi corazón también se reconforta por volver a verte...

Ayla permanció en aquella habitación hasta el día siguiente cuando le esperó a las afueras del pueblo.

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13/12/2017, 22:48
Director

Strunthor la dejó sola, y Ayla decidió descansar un poco, pero no sin antes avisar a Walec que iba a seguir su camino sola. No le hizo demasiada gracia, pero aceptó la decisión. Walec le dijo que le iba a esperar él o alguien de confianza en este pueblo el tiempo que hiciera falta.

Ya en solitario, Ayla meditó sobre el camino que estaba empezando andar. Realmente tenía ganas de llegar a Amon Lind, para por fin terminar un camino que empezó hacía ya tanto tiempo, o más bien el camino que había ido andando desde su nacimiento. Ayla intuía que, como casi todo en la vida, iba a suponer un sacrificio, una pérdida… Pero también el descubrimiento de algo nuevo. Su mente estaba receptiva, preparada para este nuevo reto.

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13/12/2017, 22:51
Director

Al alba, ella se vistió con ropa cómoda y acudió al punto de encuentro. Allí le esperaba Strunthor. Aún le seguía sorprendiendo a Ayla el detalle de su “disfraz”. De hecho, parecía una persona diferente. Strunthor, el bardo de avanzada edad, pero de espíritu joven… Y Fëamirë, el noldo polifacético carismático y extraordinariamente bello, incluso para un noldo.

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13/12/2017, 22:52
[AL] Strunthor

Cuando ella llegó, él se le quedó mirando un rato, y dijo: -sí, hay que hacer algo… Demasiado guapa, demasiado rubia… Vamos a viajar con otros, y tu presencia llamaría demasiado la atención. Además, creo que debemos aprovechar el camino para divertirnos y despreocuparnos un poco.

Él le cogió de la mano, y preparó un hechizo de cambio de apariencia… En pocos segundos Ayla notó como la energía fluía dentro de ella, transformándola en alguien diferente, aunque con cierto parecido a ella. Morena en vez de rubia, ocultando los rasgos élficos. -Es un hechizo que ha estado perfeccionando mi mujer, vamos a ver el resultado.

Sacó un espejo y se lo enseñó…

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13/12/2017, 22:56
Director

Aún mantenía los rasgos principales de su cara, y se sentía cómoda con el “disfraz”. No estaba del todo segura si iba a pasar desapercibida, pero Strunthor le dio varios vestidos típicos de las lugareñas, aunque de más calidad. Se trataba de faldas largas de colores muy vivos y cálidos. En general, Ayla se quedó conforme con el resultado.

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13/12/2017, 22:58
Director

Avanzaron hasta el lugar de encuentro, donde les esperaban una media docena de artistas y un séquito de una decena de amigos y conocidos. Viajaron en dos carros y varios animales de carga. Strunthor era bienvenido, y le presentó como una amiga … de nombre … Elene

Emprendieron el camino hacia el este, y mientras avanzaban iban cantando canciones. Strunthor le pidió a Ayla que se uniera al grupo, que no se apartara. Ahora no tenía nada que temer. Estaba entre amigos y nadie sospechaba de su poder oculto. Poco a poco empezó a relajarse y el viaje avanzó rápido.

Por las noches organizaban un campamento circular, y hasta las altas horas de la madrugada se sucedían las historias, casi siempre narradas por los hombres, y acompañadas de música. El folclore de la región había sido adaptado para el uso de estos músicos, y Ayla empezó a atisbar lo que Feamire veía en los dunlendinos. Tenían una cultura muy rica. En el grupo sólo había uno de ellos, y Strunthor pasaba tiempo con él, hablando del significado de la caída de Maben y su Templo de la Justicia.

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13/12/2017, 23:36
Director

La segunda noche, se quedaron Strunthor y Ayla hasta las tantas hablando de todo un poco, pero sin mencionar Amon Lind. Estaban los dos solos, y él le preguntó por su idea de construir un castillo, de establecerse. Le interesaba saber más, y le recordó a Ayla que fue él quién ideó el lugar hacia donde se dirigían.

Aprovechando que estaban solos, él le pidió a Ayla que fuera creando una imagen mental del castillo perfecto, y le ayudaba a moldearlo, de añadir detalles, como si lo tuviera delante. Dijo que eso le iba a ayudar a ella a la hora de dirigir las obras. Gracias a su ayuda, Ayla obtuvo una imagen nítida del estilo que le haría feliz.

Ayla vio delante de sus ojos las torres circulares, los muros blancos… Alzándose hacia el cielo… Y le apatecía verlo hecho realidad. Sin embargo, sabía que primero debía completar su formación, aprender… Y desafiar el destino que le aguardaba.

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13/12/2017, 23:40
[AL] Strunthor

-Aún nos quedan varios días de camino junto a nuestros acompañantes, así que vamos a disfrutar de su compañía. Y cada paso nos acerca más a nuestro destino. Sé que hay una persona que te ha echado mucho en falta, aunque no lo ha reconocido.