- Hakir sale al Patio.
- Pavetta se dirige a las Cocinas.
// Salen de escena: Hakir, Pavetta. - Siguen: Respectivamente en: Patio, Zona del Servicio. - Pavetta pasa por el Patio.
UNA HORA PARA LA MEDIANOCHE DEL CUATRO AL CINCO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
- Dagú, ven con ellas. - le indico.
En realidad en el estado en que se encontraba mi hermano podía ser de poca utilidad.
- Lindor, acompáñalo.
Miro al Chambelán Otto y a Maserrak.
- Iré a comprobar que la servidumbre cumple con su cometido. - les digo. Si necesitais algo hacedmelo saber. - añado haciendo una ligera inclinación de cabeza hacia ambos tras lo cual giro sobre mis talones y salgo de la estancia.
A las Cocinas, Barracones y demás sitios por donde esté la servidumbre cumpliendo las órdenes.
- Visany sale del Salón Principal y se dirige a los Barracones.
// Sale de escena: Visany. - Sigue en: Barracones. - Pasando por: Patio del Castillo.
- El Capitán Zarak regresa al Salón Principal.
// Entra en escena: Capitán Zarak. - Procede de: Patio del Castillo y Mazmorras.
MEDIANOCHE DEL CUATRO AL CINCO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
Tras acompañar a mi señora hasta la puerta y ver como se marcha a toda prisa hacia los barracones, aprieto los dientes para no seguirla, y cuando ya no puedo vigilarla más con mi mirada alargando el cuello, vuelvo hacia la zona de la mesa principal donde está Tiberiu.
Le pongo una mano en el hombro y le doy un pequeño apretón para transmitirle fuerza. Luego sigo mis pasos hasta donde está mi amigo Boru. Como está tan cerca de la Dama Radovina, le hago una inclinación de cabeza a ella, antes de aproximarme más a mi antiguo compañero de armas.
-La noche va a ser larga, amigo- le comento mientras coloco bien el hacha en mi espalda que había cedido un poco el anclaje de cuero, no hay mucho más que comentar de momento, estábamos encerrados en el gran salón lejos de la batalla. Un atisbo de amargura se deja entrever en mi voz.
No estaba de acuerdo que el niño no viera sangre o heridos, ha pasado por mucho y es más fuerte de lo que la madre piensa, pero claro, quien puede culpar a una madre de ser sobre-protectora con su único hijo. Ahora toca esperar y ver como se suceden los acontecimientos. Confío en Schaar.
El niño sonríe encantadoramente a Tomescu.
Después se acerca donde está Lindor, su compañero de clase, y Maserrak.
- "¿Van a venir a matarnos a todos?" - Lo dice más con curiosidad que con miedo, pues en realidad no entiende muy bien el concepto.
Elena se rebulle incómoda, incapaz de saber lo que hacer ahora.
Carcelero le dedica una sonrisa torcida y divertida al Capitán Zarak cuando entra en el Salón.
El capitán Zarak atravesó el salón sin detenerse, dirgiéndose directamente hacia Carcelero. Permanecía, efectivamente, entre los sirvientes que aguardaban el desenlace de los acontecimientos.
El guardián de las mazmorras lo recibió con la desagradable sonrisa que solía reservar para los desgraciados habitantes de su feudo subterráneo.
—Carcelero, vamos a necesitarle fuera. A usted y a sus hombres.
Las palabras de los adultos me han hecho entender que en esta situación, más ayuda el que no estorba y nada podría hacer yo contra un temible caballero enemigo dentro de una armadura completa. Es por eso que cuando Dagu despierta y Visany me dice que vaya a ayudarle en las cocinas, me preparo para ir.
En ese momento Tiberiu me hace una pregunta cuya respuesta sería una estúpida mentira si no fuese positiva:
- "Así es, es por eso que debemos ayudar en todo lo que podamos. No podemos pelear pero podemos ayudar en cosas pequeñas: Llevarles armas, flechas, agua, atender heridos o lo que necesiten. Tú eres noble y quizás prefieras esconderte, pero yo no me quedaré quieto si puedo ayudar a evitar mi muerte."
Acto seguido corro detrás de Dagu, mi tía y mi madre a las cocinas para ver si puedo ayudar a preparar el aceite que nos servirá de defensa de los muros. Recuerdo lo que el Maestro Maserrak me enseñó acerca de la defensa de los castillos en caso de sitio y de como el aceite puede evitar que se derribe una puerta o se escale un muro.
A las cocinas.
Que bonito. Todo parecía organizarse sólo, casi por arte de magia. Los sirvientes se movían aquí y allá, realizando distintas tareas, sin que él tuviera que ordenar nada. Claro, que tampoco tenía muy claro que más podía decir, pues ya se había recomendado hervir aceite para las puertas, e incluso se había establecido una enfermería improvisada. Eso, junto con su desconocimiento en materia de asedios, hizo que se sintiera bastante inútil, y también aburrido. Su predecesor al servicio del Primer Caballero estaba más versado en esas lides, pero perdió la cabeza ante Iacobus.
Una lástima, sin duda. Si el viejo Valru pudo detener a las hordas magyares en Bistrita lo suficiente para que significara algo, sin duda se podría intentar organizar una defensa que repeliera a los restos de la familia Basarab. Pero de nada sirve llorar por la leche derramada. Lo que sí era preocupante es la ausencia de Durius. Llevaba demasiado tiempo fuera, y las posibilidades de que los hijos del boyardo le hubieran atrapado no eran escasas. Aunque probablemente, si lo hubieran hecho, lo estarían usando para negociar... O lo mismo estaba muerto y por eso no sabían nada de él. Fuera cual fuera la opción, parecía que su única posibilidad era esperar sentado en aquel salón, a que ocurriera algo.
Pnjotizado.
Tiberiu sonríe de oreja a oreja y se apresura a seguir corriendo a Lindor.
Dos zancadas largas y agarro por el hombro a Tiberiu.
-Mi señor estaría más seguro aquí conmigo, que con la servidumbre en las cocinas- tuerzo la cabeza y levanto las cejas, dando por obvio lo que digo-además, pronto os necesitaré- le guiño un ojo cómplice para que no se desanime.
Dagu poco podía hacer salvo cumplir con lo que le ordenaban. Sin decir nada, se dirigió hacia las cocinas.
El niño se queda clavado contemplando a Tomescu, una mole inmensa a su lado. Abre mucho los ojos y comienza a dar saltos de un pie a otro.
-¿Ayuda? ¿vas a dejarme una espada...? ¿Sí? ¿Sí?
- "Mis hombres están poco habituados a estar fuera de las Mazmorras, pero harán lo que sea necesario. Igual que yo." -
- Schaar Dvy entra en ese momento al Salón Principal, a tiempo de escuchar hablar a Carcelero.
- Lindor y Dagu se dirigen a las Cocinas.
// Entra en escena: Schaar Dvy.
// Salen de Escena: Lindor, Dagu. - Pasan por: Patio. - Siguen en: Zona del servicio.