Partida Rol por web

- Dani tienes repetido el cromo 65.... y a mi ese me falta..., pero yo tengo repetido el 39, si quieres hacemos el cambio...- dijo la niña sin saber si hablar del tema con Dani o no -.... Dani..., ¿crees que yo he tenido la culpa de lo que ha pasado?.... - le daba vergüenza mirar a los ojos al amigo de su novio, como si ella hubiera dado pie a la situación -... ¿tú crees que Artemis podrá entenderlo si se lo cuento?.....

-Claro Kayla-   mientras buscaba el cromo repetido, la pregunta me tomo desprevenido - la verdad ...- "¿Por que me preguntaba a mí?, si el que menos puede entender eso soy" - La verdad.... no creo que sea tu culpa, de hecho no creo que sea culpa de Thad o de alguien, solo han sido sentimientos- jugué con mis dedos mientras seguía pensando -yo también lo he pasado, conoces  a Ginevra- "obvio que la conoce idiota es su compañera de casa" - bueno, yo siento que me gusta, y no por ser parte Veela, cuando la veo me siento feliz, cuando la veo llorar sufro y cuando la veo con alguien mas me dan unas terribles ganas de pararme al frente y ser violento- Admití con  sinceridad - no creo que eso se deba a que ella  puede influir en mí, pero yo no haría nada por hacerla sufrir- dije tragando saliva, los recuerdos de la tarde ayer en el patio de la torre del reloj seguían vivos - supongo que es mejor que se lo digas tú, por mi parte no es un asunto que me competa,  pienso que sería mas problema si me involucro. 

Kayla, ¿Podemos hablar en privado?

Kayla sonrió a Dani e intercambió el cromo que tenía repetido por otro que no tenía, el de Gondoline Oliphant. La pelirroja escucha los comentarios del niño Gryffindor, según él no habían culpables, ella no lo era, Thad no lo era... entonces ¿por qué Artemis tenía unos cuernos que no le permitirían entrar por la puerta?.... Y nadie tenía la culpa... que insólito...

Seguidamente Dani le habló de sus sentimientos por Ginevra y comprendió que el niño lo estaba pasando realmente mal.

- Dani..., cuando sientes todas esas cosas por una persona es porque estás enamorado.... - indica ella sabiendo a ciencia cierta lo que decía, ya que era precisamente lo que Artemis le despertaba, por eso tenía miedo de contarle lo del beso y que toda la relación se acabara por su culpa -... espero que tengas suerte con ella y que seas muy feliz Dani... - le dice de corazón, justo cuando Ruben llega y le dice algo al oído -... Perdóname Dani..., vengo ahora...

Kayla se fue a un rincón del club a charlar con Ruben

-Claro- intercambiamos los cromos repetidos  que ambos poseíamos  - Suerte Kayla- anime a la chica mientras la observaba ir en dirección de Ruben, supuse que la chica tenía algo que discutir con el chico de Hufflepuff, una vez más mire el álbum de cromos  reflexionando lo que la niña había dicho, así que eso era estar enamorado, se sentía bonito y a la vez daba miedo  pero al menos me confirmaba que no estaba bajo algún tipo de embrujo, mi al cromo de Morgan Le Fay que  me miraba moviendo la cabeza y haciendo signos de corazones.

Me ruboricé por la actitud del cromo por lo que simplemente cambie de página.

El director Dumbledore no pudo evitar sonreír ante la situación que se había producido hacia un momento. ¿Thad Castle besando a Kayla Silver? Esos pequeños actos de amor eran los que hacían que valiese la pena la existencia, y pese a que supo que la situación se había vuelto incómoda, trató de quitarle hierro al asunto y habló con el profesor Rowle para dar comienzo a las actividades del Club, que algunos aprendices ya habían iniciado.

- Bueno, si al profesor Rowle, quién está al cargo del Club le parece bien, yo creo que podríamos iniciar la clase. Joven Castle, joven Van Houten... se que no están inscritos en el Club pero estoy seguro que aprenderán bastante y hasta puede que se diviertan. ¿Les apetece quedarse a esta primera clase? Me gustaría que hiciesen un paréntesis a todo lo ocurrido y que durante esta hora, podamos conocernos y pasarlo bien, a veces las primeras impresiones engañan... Harold, ¿el cromo que le ha tocado es el que imagino? ¿Archibald Alderton? No sé si recuerdas aquel hechizo de transformación...

Harold no pudo evitar sonreír, ¿De verdad quería enseñarles algo como aquello a los pequeños de primero? Sin lugar a dudas el director tenía el corazón de un niño, y asintió sin pensarlo.

- Por supuesto, ese hechizo fue una locura hace cuatro años en el gran comedor. ¿Está seguro que que quiere enseñarles algo así? Además, creo que puede ser algo complejo de inicio... Pero lo que considere... ¿Quiere hacer los honores en esta primera clase o prefiere que haga yo la explicación, Albus?

Me quedo petrificado de repente al oír las palabras del director, ¿Un hechizo de transformación? Claro que me quedo, esquivo la mirada de Kayla como puedo y me acerco hasta dónde se encuentra el director.

- Hace bastante que no doy una buena lección divertida por tanta carga de trabajo, ¿Me deja explayarme en el dia de hoy? Le sonrió al profesor de Herbología, mientras agitaba la varita para hacer que los muebles se movieran a los laterales, los álbum se cerrasen y quedarán protegidos, y haciendo que apareciesen múltiples pasteles en la única mesa central. Al profesor Rowle le ha tocado un mago famoso, Archibald Alderton. Se que no tenéis conocimiento de quién es y que hizo en su vida, pero para eso estoy aquí... Hoy os hablaré de ese peculiar mago, que vivió hace ya unos cinco siglos atrás, y que era Normando, es decir "un hombre del Norte". Por aquel entonces, las costas de Escocia e Inglaterra llevaban tiempo siendo controladas por vikingos, quiénes hacían muchas expediciones en busca de nuevas tierras, deseando expandir sus dominios y colonizar los pueblos de las costas de Francia. Entre todas aquellas poblaciones, en un pequeño poblado mágico de cuyo nombre no me acuerdo, vivió un bonachón cocinero que a su vez era mago. Siempre estuvo al servicio del gobernador y jefe del Clan, y le deleitaba con sus exquisiteces, toda una enorme variedad de repostería, entre ella, ricos pasteles como los que veis aquí. Les relató, mientras les indicaba los ricos pasteles que habían allí. Podéis degustar los que queráis, hay de sobra para lo que vamos a hacer... Sonrió al ver que sus rostros de hacian la boca agua, para poco después proseguir. El caso es que un buen día, estando feliz en su cargo como cocinero y repostero oficial, recibieron una visita de otro Clan enemigo en el poblado donde estaban, para tratar de pactar un acuerdo y evitar así un enfrentamiento directo. Sin embargo, las condiciones no eran nada favorables para el jefe Ragnar, y el cocinero Archibald se sintió triste por su señor, aunque no sabía como ayudar. Simplemente se limitó a servirles pasteles y pasteles exquisitos para templar sus ánimos, y en lo único que ambos jefes estuvieron de acuerdo, es que los postres del joven Archibald eran deliciosos. Entonces, contra todo pronóstico, le pidieron su opinión, aunque eran conocedores que no era más que un vulgar siervo...

- Archibald no dudó, y relató lo siguiente... 

"Distinguidos jefes de los más poderosos clanes, yo soy un humilde servidor, que solo cocino y hago repostería parpara mi señor. Pero habiéndome permitido intervenir, daré mi opinión. Para mí, cada uno de estos clanes podría considerarlo como un preciado e imprescindible ingrediente para recrear un magnífico pastel. Por separado son realmente buenos, dignos de degustar y disfrutar con sumo placer, pero solo cuando se juntan y son elaborados en conjunto, alcanzan el verdadero grado de exquisitez, una sinfonía de sabores, rozan la perfección. ¿Cuál es mi opinión? Que ambos clanes juntos son mucho más poderosos y que serían capaces de lograr grandes azañas, logros que por separado no serían posibles de conseguir"

Aquellas palabras pareció que les hizo reflexionar durante unos instantes, y mientras volvían a debatir algunas discrepancias, Archibald decidió poner a prueba sus conocimientos mágicos e imbuir de magia a la tarta. Quería lograr algo jamás visto para corroborar sus palabras, que observasen de primera mano que juntando los ingredientes mágicamente, lograría el mejor manjar, lo nunca visto...pero entonces... ¡Splash! Toda la magia concentrada en la tarta salió disparada como una bomba, y dejó de pies a cabeza pringados de nata y chocolate a los jefes de clan. Algo nunca visto, supuso que le harían rodar la cabeza de inmediato. ¿Pero qué ocurrió? Que ambos se echaron a reír incontroladamente, se tendieron la mano y brindaron con rico hidromiel, habían llegado a un acuerdo, un pacto. Las palabras siempre quedaron en el recuerdo de Archibald, quién tiempo después sería condecorado por la comunidad mágica y convertido en una celebridad, digno de ser representado en los cromos de las ranas de chocolate.

"Maldita sea, este repostero tiene razón... Le echaremos huevos a la tarta, y chocolate y nata iremos juntos a conquistar nuevas colonias y así evitaremos tantos conflictos internos... ¡Y si debemos explotar como esta tarta, lo haremos juntos!

¡Hurraaaaaa! ¡Hip hip! ¡Hurraaaaaa!

Hecha la explicación, sonrió complacido y comentó.

- Os voy a enseñar a concentrar la magia dentro de estos pasteles. Asumo que ya sabéis hacer el Flipendo, es muy similar pero requiere de más concentración dado que no es expulsar la magia, si no mantenerla fija en un lugar. 

Entonces hizo los mismo movimientos que se realizarían con el Flipendo, pero mantuvo la varita fija apuntando al pastel inmediatamente más cerca de él. Todos pudieron observar cómo se concentraba una pequeña hola de energía, similar a un escudo protector alrededor de la tarta, y que iba reduciendo el tamaño y entrando dentro de la trata, sin modificarla ni dañarla, para después finalizar con un último movimiento descendente.

- Ahora mismo la energía mágica imbuída en la tarta hace que sea mucho más rica y sabrosa, podéis probarla. Solo que cuando el proceso sale mal, que es lo que le ocurrió a Archibald, la tarta explota como si el Flipendo saliese desde el interior demos tarta. ¿Queréis probar? Aunque acabéis hechos un asco, yo retiraré cualquier resto de pastel a los que fallen el hechizo. ¡Vamos a experimentar!

La historia del profesor Dumbledore se me hacía increíble pero genial así que me emocioné, tome una tarta y decidí probar el encantamiento era algo interesante, además de útil si funcionaba ya me imaginaba comiendo tartas, me coloque frente a la tarta -De que sabor chocolate, mejor vainilla, mejor nuez, mejor melocotón, de kiwi, ya se de Fresa con limón- una vez elegido el sabor apunte la varita hacia la tarta -Flipendo- dije emocionado aunque tuve que concentrarme mucho ya que el hechizo no lo conocía tan perfectamente, pero realmente  quería que saliera bien, una vez que el encantamiento se dirigía hacia el pastel me concentre para el sabor -De Fresa con Limón- grite esperando  que todo hubiera salido bien.

La tarta no explotó ni yo quede sucio por la explosión como había dicho el profesor así que supuse estaba bien, me atreví a probar una rebanada y de verdad me hizo volar las papilas gustativas era de fresa con limón, -Lo logré- grite con jubilo. 

Apunto la varita a uno de los pasteles rosas, uno de los preferidos de la chica de Slytherin que no me acuerdo como se llama pero que siempre está hartándose a comer, parece que todo el mundo me mira pero esa sensación ya no es nada nueva para mi, desde las pruebas de Quidditch y el beso a Kayla hacía unos momentos creo que ya no me afectaba tanto el ser el foco de atención.

Veo que Melker susurra algo a Rowle, parece que todavía recuerda el incidente en su despacho, sonrío tímidamente, veo que Rowle prepara su varita, supongo que para protegerse con un protego, vuelvo a sonreir.

Flipendo, el hechizo sale perfectamente. Ahora venía lo difícil, concentrar el flipendo dentro del pastel, a pesar de que lo consigo noto que es un hechizo complejo y que requiere mucha concentración. 

Ya está, tomo el pastel y me alejo de los demás, me pongo cerca de una ventana y observo el cielo mientras me como el pastel imbuido de flipendo con un chorro espeso de orgullo.

Parecía que el club iba a comenzar a tener lugar. Thad, el cual había decidido irse tras atreverse a darle el beso decidió en último momento quedarse, para incomodidad de la  pelirroja, la cual miraba hacia Dumbledore con la tez sonrojada, sin emitir palabra alguna.

Rowle le cede su puesto de charla al director, el cual narra una historia de la que podían extraerse muchos matices. La pelirroja piensa en la historia de Archibald y llega a la deducción de que las clases del profesor de herbología funcionan de la misma manera, cada uno por independiente tiene posibilidades, aunque junto a un compañero el resultado puede ser magnífico, algo comparable al pastel de exquisito sabor o a la unión de los dos jefes de tribu que narraba la historia.

Kayla no pudo evitar sonreír cuando el final de aquel cuento acaba con todos manchados de pastel, debido a un fallo mágico a la hora de concentrar los ingredientes de la tarta, y es que tan solo de imaginarse a los protagonistas de esa guisa le divertía de sobremanera.

Cuando las indicaciones fueron dadas, la niña escuchó atentamente, había que hacer un flipendo, pero en sentido contrario, reconcentrando la magia del dulce. Parecía sencillo y así que probó a realizar su Flipendo, saliéndole tan perfecto, que por mucho que intentara concentrar aquella gran cantidad de energía en aquel pastel tal pequeño, la magia salió desbordada, reventando el dulce de chocolate por todas partes, saltándole gran parte de la nata al rostro, pelo, túnica...., un completo desastre....

Pero a Kayla le dio por reír con ganas, algo apurada al notar cómo muchos de sus compañeros de alrededor acababan tan manchados como ella debido a la proximidad....

- Uys..., perdón, perdón.... - dijo para estallar a reír -.... ¡jajajajajajajaja!.....

Si en algún momento Kayla pudiera preocupar a algunos profesores por su carácter, sin duda mostraría una parte de ella menos perfeccionista, y era cuando no se enfrentaba o competía con las demás personas.

Andrew había escuchado el relato entusiasmado y al finalizar, se preparó para hacer el hechizo con éxito. Al ver que Daniel y Thad lo conseguían sin problemas y a la primera, se quedó un poco contrariado y los picó para ver si eran capaces de hacerlo nuevamente, pero en una tarta de mayor tamaño.

- Thad, Dani, eso no tiene mérito... Con un pastelito así de diminuto cualquiera lo consigue pero... Entonces sonrió divertido jugando con su varita entre sus dedos y señaló inmediatamente una tarta de tamaño grande. ¿Y si lo intentamos con tartas grandes? Si alguien lo consigue antes de acabar la clase, le daré una caja de grageas Bertie Bott al completo. ¿Quién se apu...?

Entonces se escuchó la enorme explosión de la tarta de Kayla y comprobó que tanto ella como Alistair estaba hasta arriba de nata y chocolate.

- ¡Eso ha sido muy épico! ¡Voy a intentar el hechizo con ese pastel enorme de limón! ¡Deseadme suerte!

El hechizo que creó el muchacho se veía poderoso, si lo conseguía sería una pasada de pastel, pero en cuanto intentó concentrar tal cantidad de energía, pudo apreciar que era realmente jodido y... ¡Splash! La tarta explotó haciendo que un buen fragmento fuese a la cara del profesor Rowle.

- Ay señor... ¡Perdone profesor! Pero comprobó el docente rió divertido y que les instó a continuar. Aquello se había convertido en una competición en toda regla.

Decidí probar el reto de Andrew era divertido ver como algunos pasteles explotaban y otros hacían reacciones curiosas - Vale Andrew si lo hice una vez puedo repetirlo- dije en tono confiado, saque la varita hice los preparativos y apunte la varita - Flipendo- algo raro paso pues no resulto como debía el pastel salio despedido y fue estrellarse directo a la cara del Profesor Dumbledore, por lo que escondí la varita y me preparé para el castigo por haberle estampado el pastel en la cara.

Victoria caminaba por el pasillo cuando comenzó a escuchar explosiones y risas provenientes de una sala cercana y decidió asomarse a ver qué sucedía.

Al entrar en el aula los ojos de la niña se iluminaron, había montones de tartas, cup cakes, dulces, etc y ¡se los estaban comiendo! aquello debía ser el cielo, no se percató de que estaban realizando magia hasta después de un buen rato mirando, tímida, se acercó a la primera mesa y preguntó:

- ¿Puedo? - dice señalando la silla, aunque no podía quitar los ojos de los pastelillos. Ni siquiera se había dado cuenta de que era el Club de Coleccionista, o eso se suponía ¿no?

Estaba llena de tarta hasta arriba y no le importaba nada a decir verdad. La pelirroja después de observar a Victoria que había entrado en el club por error se acercó a ella mientras observaba con avidez aquellos dulcecitos multicolores.

- Sinclair te apuesto una rana de chocolate a que no eres capaz de concentrar el sabor de una tarta de las grandes.... - le reta la Slytherin con una sonrisa chocolatada en el rostro.-... deja te enseño cómo se hace....

Kayla cogió una tarta de fresa de tamaño mediano e hizo lo propio. Sus flipendos eran tan fuertes que la concentración de magia se le escapaba por cada poro de bizcocho, reventando el segundo dulce, haciendo que Vic acabase completamente perdida.

- Oh..., mejor no te fijes mucho en mí.... - sonríe -... tienes nata en una ceja..., te la chuparía pero tengo un código ético muy marcado con respecto a los pelos ajenos.... Ehmmm..., por cierto..., ¿no te atreves?....

La voz de la Slytherin sacó a Victoria de sus fantasías. La pelirroja la retaba a concentrar una de las tartas grandes y le mostró como hacerlo aunque a la chica no le fuese tan bien como esperaba y Victoria acabó llena de tarta de fresa ante lo que la ravenclaw tras un pequeño respingo, comenzó a reír.

-... tienes nata en una ceja..., te la chuparía pero tengo un código ético muy marcado con respecto a los pelos ajenos.... Ehmmm..., por cierto..., ¿no te atreves?....

La niña pasó su dedo por la ceja y cogió el montoncito de nata que se llevó a la boca y saboreó con gusto. 

- ¡Pues claro que me atrevo! Ahora veras - dijo entre risas y con la boca llena de tarta.

Victoria apuntó con su varita a una bonita tarta decorada con arándanos y mucho merengue. "Umm espero que salga bien..." solo pensaba en devorar el pastel.

- Flipendo - la niña sostiene su varita e intenta controlar el fuerte hechizo que comienza a concentrar el pastel y finalmente lo consigue. - ¡Uf! Creo que alguien me debe una rana de chocolate... - le guiña un ojo a Kayla y se acerca para meter el dedo en el pastel de arándanos, coge un gran tomo de merengue y se lo mete en la boca - ¡Umm! - hace como que se desmalla en la silla de al lado con infinito placer - Tenéis que probar esto... 

Alex consiguió realizar los hechizos con éxito, viendo que a algunos de sus compañeros les explotó la tarta quiso probar con la mas grande, la hizo levitar y la colocó en el centro de todos a media altura, mientras el se retiraba de la mesa, con suerte no lo lograría y les explotaría a todos en la cara.

-¡oh sí! jejejej- La gigantesca tarta reventó en todas las direcciones como una bomba solo que en lugar de metralla, se proyectaba nata y bizcocho. -La operación fue un éxito- Alex seguía inmaculado tras la broma.

Kayla lo estaba pasando divinamente, no le salía la concentración del hechizo ni a tiros, pero eso no era lo importante, llenar a sus compañeros de tarta, sí que lo era. Lo mejor que se había animado a hacer en toda su vida, y ya fuera dicho de paso, encima nadie se enfadaba.

Lo que realmente le sorprendió fue el potencial mágico de Sinclair, la cual hizo algo extraordinario, concentrar el sabor de una tarta de arándanos y merengue, perdiendo la pelirroja una rana de chocolate en el proceso.

- Aquí tienes mala bruja... - le dice entre risas, pasándole la rana a la bonita e inteligente Sinclair -.... pero esto lo pruebo... - y ahí que va Kayla con todo su dedo índice a hacer la mayor guarrada de la historia de la magia, meter la mano en el pastel sin cubiertos, si su abuela la observara moriría de espanto. -... dioses, esta deliciosa...., ¡que buena!.... - repite el proceso, iba a acostarse con un dolor de estómago atroz -... de acuerdo, en esto te ha ido bien, pero te reto a que consigas lo mismo con una tarta de dimensión épica...., si lo consigues haré algo que tu quieras, como si fuera tu esclava.... - mantiene, casi seguro de que iba a fallar en el intento -... si gano yo, harás algo que yo quiera.... - su mirada brilla divertida -... ¿te atreves?....

En ese preciso instante un trozo del pastel de Lowell le impactó a Kayla en todo el craneo, manchando su precioso pelo rojo, quedando tan blanco como las canas de la "vieja del visillo"

Victoria cogió la rana de chocolate que la Slytherin le dio en pago a la apuesta con una gran sonrisa, la niña no podía parar de reír, quizás tanto azúcar era el culpable o que también había acabado cubierta de nata a causa del pastel que Alex Lowell había hecho explotar.

Kayla le propuso un nuevo reto, concentrar un flipendo en una de las tartas más grandes, uf, vaya con la pelirroja realmente era competitiva.

- Umm, ¿en serio? ve pensando entonces que quieres que haga por ti jajaja - le dijo,estaba segura de que no iba a lograrlo, eso era demasiado, pero tampoco iba a dejar el juego, estaba disfrutando mucho. Buscó con la mirada algún pastel de los grandes y localizó una suculenta tarta de chocolate, si explotaba al menos se pondrían las botas, apuntó con su varita y pronunció el hechizo - ¡Flipendo! - la niña aguantó todo lo que pudo la potencia, pero entonces el pastel comenzó a hincharse y finalmente explotó llenando a todos de chocolate - ¡Cielos esto es demasiado! - Victoria cogió un gran trozo de chocolate que había caído sobre su cabeza y comenzó a comérselo mientras reía, desde luego esa noche iba a pasarla regular, su estomago ya comenzaba a sentirse pesado.