Partida Rol por web

Robert abrió grande los ojos por el corte.

Pero más grande los abrió aún cuando Norah lo curó.

Bueno, de una forma u otra, tenía que suceder algo así. Dijo resignado mirando a la chica, que hizo lo posible por curarlo aún cuando él la obligó a besarlo.

Pero después se giró. Se giró y sonrió.

Espero que nunca necesites mi ayuda, cielito. Volvió a decir mientras se pasaba las manos por la herida. Por qué algún día llegará ese momento y sabrás lo que sucede a la gente mala. O tal vez te obligue a comerme la polla en medio del aula, ¿te parece eso un trato justo? Ahora quitame esto. Ya.

Amy aplaude divertida cuando Norah consigue curar sin problemas Robert.

¿Sigues creyendo que es casualidad? ¿Estás ahora segura de tu poder? Le dice con los brazos cruzados. Muy bien, muy bien.. la felicita repasando la herida de Robert, asegurándose de que estuviera bien cerrada.

En ese momento, el chico se dirige a ella de manera ruda.

Niega con el dedo índice, acompañandolo con un ruido de la boca. No hace falta ser maleducado, ¿me oyes? Le dice mirandole sin miedo a los ojos. ¿Crees que por esa cutrez de corte ibas a morir o a resultar lesionado? Deja ir un poco de aire por la nariz, levantando una ceja. Era justo, después de la travesura que le has hecho a ella... Luego se acerca hacia el aún, immobilizado Robert y le susurra algo al oído. Para finalmente, dejar unos mentros entre ellos y empezar a aflojar las cuerdas que le ataban.

No me das ningun miedo, chulito. ¿Te crees que no conocía tu poder? ¿Crees que no me he preparado por si te vuelves contra mí? Te pregunta en tono divertido, e incluso antes de que se aleje y te de la espalda, consigues ver una sonrisa.

Ay... espera... ay... creo que me he cagado. Dijo Robert mientras miraba a Amy.

Por un momento Robert se sintió intimidado.

Sí, ya. Que miedito.

Vale, vale, Amy, lo que tu digas. Tu a tu rollo.

Una vez que ya parece más tranquila, que parece haber salido del Shock, Norah se encuentra con que Amy y Robert no hacen más que vacilarse uno al otro. Así que se pone en medio mirando a la rubia e impidiendo su contacto visual con Robert.

A ver... vale... tenemos... ¿poderes?... Pero... ¿Qué haces tú aquí? ¿Porqué nos has traído? ¿Qué quieres?

Pregunta, empezando a atar cabos.

Amy sonríe satisfecha. Por fin una buena pregunta.

He venido para llevaros por el buen camino. Dice orgullosa y con la cabeza bien alta. Esos poderes deben utilizarse para el bien, y es por eso por lo que estoy aquí. Añade dando unos pasos hacia la puerta.

Como acabáis de comprobar, no sois los únicos con poderes en Angel Falls. Dice en tono misterioso. Y no todos lo utilizan para bien. Termina con voz sombría.

Un segundo... Dijo Robert quedándose quieto en su lugar. ¿Me estás diciendo que somos más y además hay algunos malos? ¿Y que están todos en Angel´s Falls?

Robert, el chulo, el gracioso, el que siempre tenía respuesta para todo, ahora mismo estaba completamente desconcertado. Bien un poco por las serpientes que lo rodearon en los pies, por el corte, por las palabras de Amy, por todo. Era algo que no llegaba a comprender.

¿Tendrá algo que ver con...?

¿Debería preguntarle? ¿Y si es todo una trampa?

Échale huevos, rubio.

¿Quién es Marduke? Dijo mientras retrocedió un poco. No sabía si ahora recibiría una respuesta o un puñal en el corazón, pero él tenía que saberlo.

Norah asiente, estupefacta.

Vaya... así que somos más. ¿Piensa darnos la información con cuentagotas o qué?

Se pregunta a sí misma algo irritada. Iba a realizar otra pregunta cuando escucha la de Robert.

¿Marduke?

Pregunta confusa. No tiene ni idea de quién se trata. Dirige la mirada a Amy, esperando su respuesta y guardando sus preguntas. Mira el reloj de reojo. Tenía que controlar la hora para acompañar a los gemelos a casa.

Amy sonríe. En verdad se esperaba esa pregunta. Sin embargo, ella no era la adecuada para responderles.

Las demás preguntas para luego. Nos vemos esta tarde a las 5 en el lago. Allí podréis preguntar lo que queráis. Dice satisfecha con su trabajo. Supongo que ahora tendréis cosas que hacer. Dice mirando a Norah.

Luego se dirige a salir por la puerta.

Norah observa a Amy mientras sale del aula, con cara de completa confusión. Luego mira a Robert y se encoge de hombros.

Pues... lo sabremos esta tarde.

Afirma sin querer darle más vueltas. Luego lo mira de reojo y añade.

Así que... puedes obligar a la gente a hacer lo que tú quieras, ¿eh? Ya te vale...

Sí, puedo. Dijo el rubio mientras se miraba el brazo curado. Pero tu puedes curar heridas y a saber que otra cosa más. No sé que es más interesante, la verdad.

Pero no quiero obligarte a nada, Norah. No es mi estilo.

¿Sabes dónde tenemos que ir ahora, Norah? Preguntó sin saber que hacer Robert. Hasta las cinco tenemos mucho tiempo.

Norah se ruboriza ligeramente por el cumplido hacia sus poderes. Pero lo disimula enseguida.

Pues... prometo usar mis poderes contigo siempre que pueda si tú prometes no volver a usar los tuyos conmigo.

Le tiende la mano. Esto era un pacto. No estaba dispuesta a ir dejándose besar por ahí sólo porque Robert quiera demostrar de lo que es capaz.

Luego mira el reloj de pulsera digital que lleva en la muñeca izquierda.

Pues... yo tengo que ir a recoger a mis hermanos a la escuela, aquí al lado. Y después... no sé. Tengo a mi padre en el hospital y debería ir a verlo. Si quieres, puedes acompañarme.

Añade al final. No quería que Robert se sintiera obligado a ir con ella para cumplir sus obligaciones. Pero tampoco quería dejarlo colgado.

Robert metió las manos en los bolsillos y sonrió.

Mira, no tengo nada que hacer y la verdad, me gustaría acompañarte. Le dijo a Norah con una sonrisa. Espero que tus hermanos no se me cuelguen de la espalda, que por lo que he visto en la parada del bus, son de cuidado.

Y así, charlando con ella, el rubio la siguió hacia donde ella se dirigía.

Salís del Laboratorio charlando tranquilamente, y sin más obstáculos salís del instituto.