Partida Rol por web

Rio ante su comentario, tras lo cual agrego

Esta bien... vamos al lago. Y mientras vamos por el camino me puedes ir contando que es lo que tu perversa mente tenia en mente mientras le ponia suavemente el dedo indice de una mano sobre la frente

Pero antes de ponernos en camino, trato de observar disimuladamente alrededor, tratando de divisar a Mitra... me ha hecho gracia que me halla ayudado a escapar de la escula... y también me preocupa un poco que me vea con Amy, lo que probablemente significaría que Laia también se podría enterar...

mmm... bueno, que pase lo que tenga que pasar

Llegáis a la entrada, vais tan concentrados caminando que Robert no se da cuenta de la presencia de alguien.

¡Ey! Le llama la atención Linda. Se da cuenta de que va con Norah.

Oh, hola. Dice con una sonrisa. Soy Linda. Se presenta con tranquilidad tendiéndole la mano a la chica.

Norah estrecha la mano de la chica. Parecía simpática así que no tenía motivos para no serlo. Aunque las chicas no dejaran de decepcionarla una y otra vez...

¡Hola! Norah Johnes. Se presenta también sonriendo con amabilidad. Luego mira a Robert y le da un codazo en el brazo, disimuladamente. Sonríe divertida.

Así que una chica guapa ha venido a buscarte ¿eh? jejeje... Quizá hayas cambiado de planes, ¿no?

¡Hey! ¡Linda! Dijo Robert con una sonrisa.

¿Qué coño haces aquí, pesada?

¿Qué haces aquí? ¡Que bueno que has venido! Continuó mientras se acercaba para saludarla.

Rompeburbujas.

Después, el rubio presentó a su amiga y a su novia, como debería ser.

Ella es Norah. La cual me acaba de besar. Una compañera de clase.

Acto seguido, presenta a Linda.

Y ella es Linda. Aguafiestas. Mi novia.

Norah entreabre los labios sólo un segundo después de escuchar la palabra "novia".

¿Mi primer beso robado por un tío con novia? Genial, Norah...

Pero enseguida cambia su expresión de asombro por una sonrisa algo forzada.

Encantada Linda.

Tenía que salir de allí antes de romperle la cabeza a Robert con una piedra. ¿Cómo había podido hacer eso? Definitivamente, tendría que hablar luego con él.

Bueno, ya que estás acompañado... te dejo con Linda. Nos vemos esta tarde, ¿vale?

Se despide, dándole un golpe en el hombro que quizás es demasiado fuerte para una simple despedida y sonriendo de forma forzada con los labios, pero dirigiéndole una mirada que bien podría haberle atravesado el corazón...

Ya hablaremos tú y yo, listillo...

Nos vemos por aquí, Linda.

Se despide de la chica antes de empezar a andar con su mochila en los hombros hacia la escuela de los pequeños. Todavía tenía que darlos de comer antes de ir al hospital. Y a las cinco... debía encontrar a alguien que se ocupara de los trastos. ¿Estaría Michelle en casa? ¿O se habría ido ya?

¡Ah! Yo... Dijo el chico cuando recibió el golpe en el hombro y vio a la chica marchándose.

Después, miró a Linda y le sonrió.

Tengo que irme con ella a hacer un trabajo, nos vemos luego, ¿vale? Le dijo a su "novia" mientras salió corriendo tras su compañera.

Mientras corrió, saludó con la mano a Linda, hasta que llegó hasta donde estaba Norah y le tiró de la mochila con su mano.

¡Eh! Espera. Te acompaño, te lo había dicho.

Norah se aguanta las ganas de pegarle una colleja a Robert. Lo mira de reojo, con suspicácia.

Dime, Robertito... ¿Es que no recibes suficientes besos de tu novia que tienes que ir pidiendo a las demás que te los den?

Pregunta con tono de voz mordaz, pero más inocente de lo que había pretendido en un primer momento. Sigue caminando por eso, con los brazos cruzados y ahora, esperando a que Robert siga su paso.

Ja, ja, ja. ¡Ja! Rió el chico de forma aguda y mordaz.

Primero, morenaza, yo no te lo he pedido, te he obligado, pero sólo para mostrarle a la otra mi poder. Podría haberte hecho bailar el baile del pollo, pero no me pareció divertido. Además, ha sido sólo un pico en los labios. Podría haberme pasado tres pueblos, y sólo te pedí un besito. ¿Tan mal beso?

Después, Robert se quedó mirándola, con una sonrisa, esperando la respuesta o el golpe de remo.

Norah se sorprende un poco por la pregunta. Se ruboriza ligeramente, pero intenta disimularlo, orgullosa.

¡Pues sí!

Sentencia, girando la cara y levantando la barbilla. Para después mirarlo de reojo y echarse a reír.

En serio, tío... ya te vale. Promete que no volverás a utilizar tus poderes conmigo de ese modo.

Mira al frente, para no ponerse dramática ni montar un numerito ni nada por el estilo. No quiere darle más importancia de la que realmente tiene un "pico".

Vale, prometido. Dijo el rubio mientras levantó su mano derecha. Palabra de niño explorador. Continuó serio.

Después sonrió un poco, sin quitarle importancia a lo que estaba diciendo, y asintió con la cabeza.

Vale, de verdad. Prometo no usar más mis poderes en ti, ¿te parece bien? Prometió. El próximo beso que me des, será por que tu quieras dármelo y no por que te obligue.

Acto seguido continuó caminando junto con Norah, hasta que de repente, se detuvo y la miró.

¿Tan mal no beso, no?

Le gustaba esa forma en que Robert quitaba importancia a las cosas. Tal y como ella hacía siempre que podía. Excepto cuando las cosas tienen la suficiente importancia como para no poder esquivarla. Norah esboza una sonrisa divertida, pero vuelve a ponerse seria por la pregunta de Robert.

Ha sido... mmmmmm... como... besar un sapo.

Se lo queda mirando seriamente antes de echarse a reír a carcajadas. Cuando ha terminado, vuelve a mirar al frente, mirando sólo de reojo a Robert.

Pues... si te digo la verdad, ha sido mi primer beso. Así que no puedo comparar.

Lo dice con tranquilidad y calma. No le daba vergüenza en absoluto admitirlo. Y aunque para otras chicas, el primer beso era algo importante, ella se había convencido de que era una soberana tontería.

Robert se quedó de piedra cuando escuchó las palabras de Norah y apoyó la espalda contra una de las paredes de la calle, y dejó que su cabeza caíga hacia abajo derrotado.

Su primer beso... robado.

Yo... Intentó articular palabras Robert. Lo siento de verdad.

Norah seguía caminando y no se ha dado cuenta de que Robert se ha parado hasta que lo escucha algo lejos. Se gira de repente, sorprendida y se echa a reír mientras se acerca a él.

No seas tonto. No tienes nada que sentir.

Le levanta la cara con una mano y le pega en el hombro con la otra.

Bueno, sí... estás en deuda conmigo. Me debes una. Y me la cobraré. ¿Te quedas más tranquilo?

Pregunta sonriendo felizmente. En realidad, a Norah no le había importado. Quizá sí en un primer momento, pero... nunca le había dado importancia. Era más racional que todo eso.

Bueno, siendo así, vale. Dijo poniendose de pie nuevamente y siguió caminando junto a ella.

Pero al cabo de un rato se volvió a detener en seco mirando a Norah.

Oye, que si eso, puedo poner un poco de mi parte y besarte bien, así ese primer beso no cuenta, ¿te parece? Preguntó sin dejar de sonreir, como si fuera la pregunta más seria del mundo.

Norah vuelve a sonreír una vez más y mira al cielo tan solo un segundo.

Mmmmm... dejame pensar... nop. Prefiero que me debas ese favor. No quiero novias corriendo detrás de mí por todo el pueblo, gracias.

Vuelve a sonreír, divertida, mientras sigue caminando.

Oye... ¿Está bien que la hayas dejado así?

Pregunta metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón tejano.

¿Quién? ¿A ella? Dijo como si fuera algo poco importante. Sí. Estará bien. Necesito un respiro de ella, la verdad. Es un poco... digamos... ¿afixiante?

Robert siguió caminando junto a Norah, esperando llegar rápidamente a su destino, comenzar a meterse con sus hermanitos iguales y así que ella se olvide del tema de la otra morena.