Asiento satisfecho con su rectificación.
Pues... quemé vivo a mi hermano en una pelea tonta hace unos años. Digo de espaldas y concentrándome en atornillar el pestillo.
Perdón master y peque :)
Mitra abrió los ojos sorprendida, y la boca... alucinando.
¿Lo quemaste? ¿Vivo? ¿Lo mataste? - preguntó sin pelos en la lengua, sin creer lo que oía, ella creía que lo que había hecho en el pasado era horrible... pero eso. Al menos no había matado a nadie, aunque a punto había estado.
Me giro, con una gran sonrisa en mi boca.
No. Digo simplemente sonriendo de nuevo. Pero lo que te he dicho no es del todo mentira. Digo volviendo a mi faena.
Es cierto que le hice daño, le hice una gran quemadura en el pecho. Aún tiene cicatriz. Pero gracias a la Orden he conseguido controlar mis poderes... aunque en casa no me quieran ni ver. Digo bastante calmado. Ya no me importaba nada de eso. Pero entonces...¿porqué sigo yendo a escondidas a mirar que estén bien?
Ah...
Suspiró aliviada, no es que le "importara" que Dany hubiese matado a su hermano, pero habría sido bastante jodido para él, además de que no creía que le diera tan igual como parecía aparentar, hablaba tranquilo, como si no fuera grave.
Bueno, no te ofendas, pero no me extraña. - respondió ella a lo que no lo querían ni ver - Es un comportamiento bastante natural, pero entonces, ¿con quién vives? Mi madre no sabe lo que hago con el agua, así que no tengo problema con este tema.
Acababa de atornillar el último tornillo y sin mucho cansancio ordeno las herramientas, dejando la caja a un lado.
Luego, cojo la cerveza y de un trago me la termino y me siento a su lado.
Vivo con mi hermano mayor. Digo simplemente. No me apetecía hablar mucho del tema.
Bueno... yo me voy a ir yendo. Esto ya está. Le digo señalando la puerta. Gracias por la cerveza. Digo levantándome y pasandome las manos por los vaqueros para secarme el posible sudor y luego se la tiendo amablemente acompañada de una sonrisa.
Mitra se levanta también, notando que ha tocado un tema un poco peliaguda, no le extraña, ella tampoco habla nunca de ello... ni siquiera con Laia, pero tampoco va a disculparse, si no quería responder que no lo hubiera hecho.
Se levanta con él, y mira su mano alzando una ceja.
Cuántas formalidades... - dice divertida, pasando de largo y dirigiéndose a la puerta - Gracias a ti por haber puesto el pestillo, hombre. Te acompaño a la puerta.
Dejo que me acompañe hasta la puerta.
Es que soy un caballero, aunque no lo parezca. Le digo mientras atravesamos la casa.
Finalmente llegamos a la puerta, y yo salgo por ella, girándome para acabar de despedirme. La miro con una sonrisa.
¿Un besito almenos no? Por las molestias y tal... Digo medio en broma, medio en serio, pero siempre con la sonrisita de chulo que es propia de mi.
Mitra se lo quedó mirando, alzó una ceja y finalmente esbozó una leve sonrisa, de nuevo aquella sonrisa entre sarcástica e irónica... lo que pedía él era "justo", una recompensa por el trabajo hecho, claro que si de eso se trataba, con la cerveza se tenía que dar por pagado.
¿Y tú dices que eres un caballero? - le preguntó sonriendo divertida - Hasta mañana.
Le guiñó un ojo y se separó de la puerta para que él viera que la iba a cerrar, evidentemente sin beso, y no cerrársela en sus morros... Mitra no era la típica chica, y eso se le notaba de una hora lejos. De hecho, si no fuera por la Orden probablemente nunca habría conocido a Dany, ni había hablado nunca con él en clase.
Una vez él se giró, ella cerró la puerta y se fue a preparar la cena.