Partida Rol por web

No !!!, No puedes salir... si salen pensarán que estoy loco... tu nunca podrías hacer de mi. No salgas por favor !! en mis pensamientos tan solo rondaban ideas de gente riéndose de mi, imágenes de películas de psiquiátricos y otras escenas poco agradables en donde los locos eran tratados como tales...

Tenemos que ir a casa a comer y luego con papa... digo apretando la bolsa de patatas contra el pecho... Ahora mismo estaba detenido en mitad de la calle, aveces cuando uno quería salir y el otro no, eso era lo que pasaba... ninguno tenía el control de forma definitiva... Aunque eso sería... por poco tiempo.

Vince se hubiera cabreado con la actuación de su hermano de no ser porque, básicamente, le provocaba más risa que ira. Siguió a su hermano, caminando tranquilo, con una lobuna sonrisa, dándose un momento la vuelta para despedirse con un gracioso gesto de la mano de Lavenna, aunque ella no pudiera verle. Era una verdadera lástima perder de vista tan pronto a una chica como ella, pero por ahora debía comportarse bien mientras durase el pacto no escrito de posesión del cuerpo entre él y Warren. Eso, sin embargo, no quería decir que no pudiera tener un poco de diversión a costa de su asustadizo hermano. De otra forma, el aburrimiento le hubiera matado hacía mucho tiempo ya...
Sin previo aviso, apareció súbitamente junto a Warren emitiendo un sonoro: -¡BUH! ¡Dame tu cuerpo, cabrón! -y cogió a su hermano de la pechera, en actitud peligrosa. Pero antes de llegar a decir nada más, se apartó de él, volviendo a reírse de lo lindo. Incluso palmeó su rodilla un par de veces a causa de las risotadas. Cuando, por fin, empezó a calmarse, negó con la cabeza, sonriente y burlón-. Jooooder, Warren... No aprenderás nunca... ¡Tranquilo, hombre, no voy a hacer nada malo ahora! -se defendió, alzando ambas manos y colocándolas frente a él-. Salir ahora no me serviría de nada, y además tienes toda la razón: nunca podría hacer de ti... -y lo dijo de tal forma que era difícil saber si se trataba de un halago o de un insulto. Por el momento no había motivo alguno para alarmarse: AngelFalls no era una ciudad tan grande, y la pelirroja se trataba, casi sin duda, de una nueva inquilina que podía hacer muy interesante la vida ahí. Podría buscarla y encontrarla... Tenía su nombre y sabía moverse a la perfección. Sí, la mañana no había resultado, al final, tan infructuosa como pensaba-. Venga, colega, ¿nos vamos?

Cuando se pone colorado... Entiendo que debe ir funcionando el acoso. Bien. Pero... ¿¡¡"Con papá"!!? Una mueca de incredulidad absoluta sin desdibujar la sonrisa aunque se me entreabre la boca. Debo haberlo oído mal, o aquí todos los padres maltratan a sus hijos, o todo bicho viviente es subnormal. Como ninguna de las cosas me importa mientras lo que tenga entre las piernas funcione, me parece fenomenal cualquiera de las dos. Alzo las cejas y ensancho la sonrisa.

- De manera que hay que estar con "papá"... - asiento, le doy la razón lentamente mientras él agacha la cabeza y cierra los ojos. Fijo que a éste le han fundido las luces a hostias... Ya tiene una edad y una estatura para devolverlas, será muy interesante convertir a Marco en Mickey el Gitano... Cuando se queda quieto estoy casi seguro de que éste pedazo de zumbado (cada vez me pone más) va a darme la paliza de mi vida y lo miro a los ojos a punto de decirle: "Llevo las esposas en el bolso, encanto". Pero el muy cabrón echa a correr, y como yo iba cogida a su brazo, a poco con las plataformas que visto, no me caigo, haciendo una pequeña maniobra de equilibrismo girando los brazos en el aire...

Consigo mantenerme en pié, y entonces sonrió, viendo que se vuelve a detener. ¿Rendirme yo...?

...Round one...: FIGHT!! - mi juego favorito, quizás sea la hora de estrenar fichas, y a plena luz del día sería todo un reto...

Vuelvo a colocarme ante él silenciosamente. Me gustaría emitir una onomatopeya de susto, pero creo que necesita "cariño"... De manera que aparezco desde detrás tirándole las patatas al suelo.

- ¡UH, QUÉ TORPE! - me llevo una mano a la cara - No te preocupes: Volvemos al super y te pago otras, ¿vale, tesoro? A papá no le importará que tardes cinco minutos más... ¿O sí? ¿Tan malo es...?

Doy un salto cuando aparece aquella enérgica muchacha, y entre eso y seguramente algo por parte de ella, las patatas caen al suelo, rompiéndose la bolsa y saliendo desperdigadas por la calle, en un principio comienzo a agacharme para ir cojiendo algunas, pero cuando tengo un par en la mano me doy cuenta de que no podré coger todas y doy un largo suspiro.

Miro entonces a Lavenna... Jo, ahora tendré que ir corriendo a por patatas otra vez. Frunzo el ceño cuando dice no se que de mi padre, Mi padre no es malo, pero hoy tengo que ir a trabajar con el. digo dando media vuelta hacia el supermercado y iniciando de nuevo una carrera esta vez dirección hacia el super...

Esa chica es tonta, no entiendo como puedes pensar eso de ella, está diciendo cosas malas de papa y encima ha tirado las patatas. Si Warren dijera esas palabras su tono sería el de un niño picado y enfadado porque han dicho algo que no le ha gustado y no sabe como responder...

Ahora llegaremos tarde si no vamos corriendo.

-¡Precisamente, tío, precisamente! ¡Porque te ha tirado las patatas y dice cosas malas de "papá"! -continuaba Vince, siguiendo de un lado a otro a su hermano por pura necesidad, mientras chocaba las palmas al aire, verdaderamente divertido-. ¿De verdad estás tan preocupado por llegar tarde? En serio, Warrie, nunca dejará de sorprenderme tu actitud... Dieciséis años y sigues pareciendo un bebé, por Dios... En fin, de todas formas a mí me da igual, ¿sabes? No tengo interés por volver a casa y... Bueno, ya sabes, yo no me canso al correr... -se miró a sí mismo, con media sonrisa, dando a entender que, cuando uno no tiene cuerpo propio, es incapaz de sentir nada, ni siquiera cansancio-. En fin, chico: acojonante lo tuyo... Una despampanante chica te tira los tejos de forma exagerada... Espera, creo que en este caso decir "exagerada" sería un eufemismo... Bah, a la mierda... Y tú -silbó, describiendo con ambas manos un gesto lateral, como de alguien que deja pasar algo-. Ni puto caso. ¿Qué pasa, hombre, me vas a decir que nuestro colega de ahí abajo no ha revivido del letargo que sufre cuando tú estás al mando de nuestro cuerpo? -continuó caminando, pero a la altura de su hermano, inclinándose hacia su entrepierna para, curiosamente, empezar a hablar con ella-. ¿Qué dices, tío? Sí, yo también estoy de acuerdo... Aha... Sí, eso le digo, pero se supone que hay reglas... Aha... Ya... -se incorporó nuevamente, con la intención de transmitir a Warren lo que su pene había dicho-. Dice que eres un muermo, que se aburre contigo y que algún día le van a salir telarañas. Ah, también dice que le gusta más cuando yo estoy fuera... ¡Qué sabio es el cuerpo, hermano!

Si en los juegos hubiese una sola estrategia a tomar, serían aburridos, por eso prefería mil veces el ajedrez al puto parchís: El juego de comer y ser comida era mi favorito.

No tengo escrúpulos. Mentir es una de las bases de mi dieta en cuanto a salirme con la mía se refiere...

Hollywood... Prepárate.

- ¡Espera...! - ésta vez utilizo una voz mucho más lastimera, cogiéndole del brazo para frenarle, poniéndome delante de él - Espera, he sido una imbécil... Te debo una explicación... Yo... Mira: Estoy desesperada... ¿Vale...? Me... Me escapé con Illianne de Nueva York... Llegamos ésta mañana en un autobús... - mi aspecto, despeinado. Mi ropa, arrugada - Me adoptó su padre, ¿sabes...? Antes vivía en una mierda de centro social lleno de navajeros y gentuza... Creía que me iba a solucionar la vida pero... Aquel cabrón sólo me adoptó para - tragué saliva, muy afectada, con los ojos algo húmedos - bueno... Si me he portado como una puta es... Porque me han enseñado a pedir así las cosas... Pienso que todos los padres son malos porque... Todos los que me han adoptado lo son. Mira... - levantó el brazo, en el dorso tenía varias cicatrices, pequeños cortes - Ésto se me quedó de recuerdo de mi padre biológico, nada menos... Siento si te he ofendido con lo de tu padre, de verdad - tragué saliva, bajando la cabeza, avergonzada y colorada - Por favor... Perdí a mi amiga. No sé dónde está... Estoy... Sola, ¿sabes? Tengo algo de dinero, puedo ganar más haciendo... Bueno, lo que llevo haciendo desde que me obligaron la primera vez a los once años... - una lagrimilla amenaza con escaparse, y entonces miro a los ojos a Warren - Por favor... Si no has visto a Illie... ¿Conoces alguna casa abandonada...? ¿Alguna cabaña o refugio en las inmediaciones en la que pueda dormir ésta noche...? Si tu padre es bueno... Entenderá que ayudes a una chica en apuros... Por favor, quiero empezar de cero, tener una vida... No volveré a molestarte... Es que... Pareces de fiar, y como tienes mi edad... - le miré a los ojos, suplicante - Ayúdame... No quiero ir a la policía... Me llevarán a una de esas instituciones llenas de navajeros... Y estaré ahí hasta que otro cabrón pederasta venga y me obligue a abrirme de piernas... Vamos... Sé que eres un buen chico...

De pronto me quedo quieto y recto como una estaca, como si hubiera recibido un mazazo en lo más hondo de mis entrañas, completamente ajeno a todo lo demás. Unos instantes de silencio, la mirada perdida, apagándose por momentos... Hasta que los ojos se quedan en blanco durante unos segundos, tras los que el color retorna, pero de forma diferente... Ahora, donde antes había una mirada triste y casi temerosa ante el mundo, brilla otra muy diferente que, sin embargo, retorna al poco a la anterior de forma forzada. Miro un momento a Lavenna antes de darme la vuelta y echar a correr calle abajo, olvidándome por completo de las patatas y de la chica, confiando en que no me atrapará en una carrera con esas plataformas que lleva.

Me quedé mirándolo con una ceja levantada cuando entró en... ¿Shock? Por el amor de Dios... ¿Qué le dará de fumar su papá? Parece de lo más interesante, sea lo que sea. Parecía que se iba a caer o a desmayar, se le cerraban los párpados y tenía la mirada perdida, ¿epiléptico quizás? ¿O simplemente de la olla? Por cómo ha puesto los ojos apostaría por lo segundo. Fenomenal. Se muere por echar un polvo. Está claro. El problema es que no lo sabe... O igual es que ha visto algo personal en mi historia...

Echa a correr de nuevo, olvidándose de todo...

¿Quiere guerra? Joder, la tendrá. Corrí detrás suya. Las plataformas son una extensión de mí a la que estoy acostumbrada... Le seguí a una distancia prudencial, esperando a ver dónde se metía para poder sorprenderle luego... El ansia de caza ya se había apoderado de mí y estaba deseando saciarme... Primero había que estudiar el comportamiento de aquel bicho raro... Y su hábitat. De lejos.

"Riesgo Extremo"... Casa de los Diuk... Se lo monta con el hijo del alcalde y su padre es jefe de esa iniciativa de deporte suicida. El hecho de que se interne en el bosque me tiene más sin cuidado. No pienso hacer tanto ejercicio, y algo tengo que comer...
Me vuelvo al súper para comprar un bocata pre-cocinado y me voy derechita al Mars, a ver si me encuentro a alguien que me sepa decir cómo se llama el muchachito al que le he echado las fotos: Mi nueva y primera presa. Sólo Dios y el Caos saben qué destino le depara cuando le tenga entre manos...

Tampoco vendría mal saber de Illianne.

Llegáis al supermercado. Elis tiene muy claro lo que hay que comprar, así que va directamente a por los productos. Sabe perfectamente donde están las cosas, por lo que no tarda mucho en conseguir la compra.

Luego os dirigís a la cola.

Bueno, no es demasiado. Dice mirando la cesta.

Bueno, mientras tu madre se quede contenta y tranquila, sera suficiente ... asi nosotros podremos seguir nuestro paseo...llevas dinero? Si llevas poco podemos pasar por la caja rapida, suele haber poca gente

Tranquilo, que no hay prisa. Así puedo estar un ratito más contigo. Dice sonriendo con dulzura.

No tardáis mucho en llegar hasta la cajera, que os atiende con amabilidad. Por suerte, no es mucho, y le cabe todo en una bolsa.

Vamos. Dice dejándote coger la bolsa con una mano y tu mano con la otra.

Bueno, ahora despues de esto que...volvemos al bosque y ya que estamos por aqui cogemos los bañadores, aunque ya se va aproximando la hora de comer, un pequeño aperitivo y podemos seguir con el paseo

Necesito llevarle esto a mi madre. Dice señalando la bolsa. Pero antes pasemos por la tuya, quiero saludar a tu madre. Dice con una sonrisa, llevándote de la mano hasta tu casa.