Partida Rol por web

Earnil se oculta entre detrás de unos árboles y junto a unas rocas. El joven armado con una lanza da un paso al frente para saludar a Russef. Detrás de él, algunos compañeros han tomado posición. Hay un hombre sentado que parece estar herido. Tiene un vendaje en la cabeza.

Con mi arco tensado apunto al interlocutor de Russef sin dejar de vigilar a los demás mienbros de la caravana, en especial a los que han tomado las armas. Espero que todo se resuelva sin violencia, pero en estos tiempos el que no es precavido acaba pronto muerto.

Mi compañero solo intenta protegerse, digo al hombre que está junto al carro. Hemos observado signos de lucha y tenemos que protegernos por si nos emboscan algún ladrón por estos caminos que no conocemos.

Con una sonrisa le digo mi nombre

Mi nombre es Russef Wrings, y tanto mi compañero como yo también nos dirigimos hacia Sil Auresse. Podríamos compartir el resto del camino si no es molestia.

Eben se encuentra a unos veinte metros de Ragi y de los guardias. El hombre que venía por el camino sujetando las riendas de su caballo está delante de él, y le dice algo en voz baja. Ragi escucha palabras sueltas... "Mi nombre ... a Sil Auressë..."

Por los gestos del desconocido, y su actitud sonriente, no parece presentar una amenaza.

-"Encantado, Russef, mi nombre es Eben."- digo devolviendo la leve reverencia a mi interlocutor. -"Será un placer compartir el camino con vosotros, si tu amigo sale de su escondite, claro..."- dejo la frase en el aire.

Aún a costa de la amenaza del hombre oculto tras los arboles, las maneras tranquilas del hombre que se ha adelantado - guía a su caballo sin prisa, no empuña armas y no hace ningún ademán agresivo - hacen que Ragi se relaje un tanto, sin querer.

- ¿Eben?, ¿todo bien? - pregunta, esperando a que su compañero aclare la situación.

-"Todo bien Ragi."- digo medio girandome hacia la carabana. -"Estos viajeros se dirigen también a Sil Auressë."-

Observo la reacción de Russef desde mi escondrijo con mi arco presto por si hacen algún movimiento extraño las personas de la caravana.

Earnil, ven aquí!! grito a mi compañero.

Muy bien, pues si tienen la carreta arreglada podemos partir cuando deseen, digo a mis nuevos compañeros de viaje.

Al oír a Russef, guardo mi arco, y salgo de entre los arboles caminando tranquilamente hacia la caravana,-Ruego disculpen mi actitud viajeros, pero los bandidos y otras cosas peores abundan en estos tiempo en los caminos. Sólo estaba siendo precavido o de lo contario de confiarme demasiado ya estaria muerto.

Ragi mira al guardia que tiene al lado y enarca las cejas, mientras envaina la espada corta. Después se aparta de la carreta para que los dos hombres le vean y les dice: - Saludos. Mi nombre es Ragi. Será un placer ir en vuestra compañía hasta el poblado. - Después, señalando con un ademán al hombre herido prosigue. - Los asaltantes hirieron a uno de los carreteros. Si alguno de vosotros sabe algo de heridas, seguro de que os lo agradecerá. Si no, tenemos que emprender la vuelta cuanto antes. -

Por último le dice a Eben: - Eben, voy a echar un vistazo rápido al cofre. Si no consigo abrirlo será mejor que lo montemos en la carreta y lo acerquemos a Sil Auresse. No pretendo meterlo en el poblado, pero tampoco voy a estar perdiendo el tiempo mientras este hombre está herido. -

Ragi avanza hacia las piedras al otro lado del camino, donde se encuentra el cofre.

El herido ha recibido un golpe en la sien, tiene un extraño vendaje en la cabeza. Da la impresión de perder el conocimiento cada minuto o así.

Le acompaño, digo a Ragi desmontando del caballo, quizás le pueda ser de ayuda, no hay cofre que se le resista, digo sonriendo y enseñándole mi hacha, aunque mi acción no es hostil, sólo de ayuda, sin pretender querer robarles. Eso sí, cierta curiosidad por el contenido de ese cofre sí que empezaba a tener.

-"De acuerdo, daos prisa con el cofre, yo voy a ayudar a preparar la carreta y acomodar al herido para partir tan pronto como volvais."-

comienzo a ayudar con el cochero herido para acomodarlo en el carruaje, lo mejor posible y luego subo todo lo que esté por subir, si es que hay algo suelto por el suelo (entiendo que si, ya que la carreta ha sido maltratada).

finalmente, junto con los guardias, reorientamos la carreta hacia el poblado, enganchando a los caballos y si todavía no han llegado Ragi y Russef grito en la dirección del cofre -"Os falta mucho? Si da problemas traedlo, que lo montamos en el carro..."-