Partida Rol por web

Sil Auressë

[13.2] Prólogo Khôradur

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10/01/2014, 16:22
Director

En una fría noche de invierno,
contemplo la luna resplandecer.
Bajo las estrellas me encuentro,
mirando el cielo florecer.

Podré pasar por mil batallas,
podré pasar por mil infiernos
pero seguiré de pie,
seguiré avanzando hasta el fin,
por mi sangre corre sangre de guerreros.

Extiendo mi mirada
y a lo lejos veo una montaña,
montaña bañada de neblina
y encima el cielo azul.

Falta poco para que nos encontremos
y nuestros ojos se iluminen,
pero antes, amada mía,
debo pelear la última batalla
tengo mi escudo listo
y mi espada afilada.

Tengo el corazón acelerado
y la mente tranquila.
Iré a combate por mí,
iré a combate por mi pueblo,

Iré a combate por mi Dama,
iré a combate por los ideales,
pero regresare del combate por ti,
amada mía
victorioso volveré,
cubierto de sangre de mis enemigos,
con mi escudo destruido

y mi espada raspada
pero con cabeza bien en alto
pues habré ganado.

Cabalgaré por las noches,
para llegar a la montaña
navegando por los grandes mares,
descubriendo lugares
y viviendo noches de soledad
bajo la luz de la luna.

 

El bello recuerdo de la fiesta de la inauguración de la Academia hace que una sonrisa se dibuje en tu rostro. El concurso de poesía evocó recuerdos de tu tierra, de tu pasado. Participaste por obligación y para estar cerca de la Dama Ayla por si entre los presentes hubiera algún espía. Ante lo improvisado de la ocasión, recitaste un poema del guerrero cargado de sentimientos, y el público te concedió la victoria. Luego el baile con Ayla. Pero la fiesta acabó, y esa misma noche hubo una reunión secreta en la torre del castillo que se estaba construyendo. Aquella noche que ahora parece lejana se estrenó la Sala de Reuniones secreta. Ahora te encuentras de nuevo en esa sala, apoyándote con las manos en una gran mesa de roble encima de la cual hay desplegada un plano de Cardolan.

Tus dedos avanzan desde el sudoeste, por el río Gwathló pasando por la gran ciudad de Tharbad…. La Reina del Norte.

Cardolan ahora es débil, dijo Ayla en aquella reunión, sus principados pelean entre sí por carroña, sin atreverse a entrar en combate por miedo a una guerra que sería el final de todos ellos, pero desconfiando unos de otros, en fin en Cardolan todo sigue igual, pero sin una fuerza definida que pueda proteger todo esto, y por tanto todos mientras no nos unamos somos vulnerables. Tharbad pasaría de ser una ciudad que controla un puerto importante, a controlar un territorio y quiere someterlo todo a su yugo. Sil Aüresse nació para la gente, no para convertirlos en siervos. Ellos son dueños de todo esto y por eso no puedo consentir que Tharbad nos doblegue. Por ello solo nos queda prosperar rápidamente, buscar nuevos y fuertes aliados. La ruta del norte hacia Arthedain es una opción. No pasaría por Tharbad y es un camino relativamente seguro. Cierto es que en Metraith se están concentrando mercenarios, restos de la batalla de Cardolan por la que se derrocó al antiguo señor de la guerra Daghorir, pero aún no saben qué hacer, eso nos da tiempo, pero a la vez los hace peligrosos porque tenemos una fuerza sin líder cerca de nuestras tierras y no podemos saber por cuánto tiempo será así.

La ruta hacia el Norte… Evitar Tharbad… Las ideas daban vueltas en tu cabeza.

La llegada de la familia Aludor a Tharbad no augura nada bueno, añadió Ayla, una familia ambiciosa que aspira a tomar el control de Tharbad. Por ello debemos reforzarnos frente a ellos. Como decía el Norte es seguro. Estamos cerca del Reino del Norte y los caminos no pasan por Tharbad necesariamente. Pero el problema es abrir mercado hacia Gondor y hacia el Sur, y aquí solo veo una única vía, Súduri.

Tus dedos viajan desde Tharbad hasta Metraith, de allí a Sil Auressë y luego pasando por Minhiriath de nuevo al río Gwathló, a su desembocadura. Allí se encuentra el puerto de Súduri, cerca de Tharbad pero lejos de su influencia.
 Súduri es una ciudad portuaria que nos permitiría embarcar nuestras mercancías y distribuirlas por Gondor y los reinos del Sur. Nuestro principal problema es llevar las mercancías a Súduri, y concretamente pasar cerca del caído territorio del Señor de la Guerra, donde aún queda restos dispersos del ejército derrotado y que podrían suponer un problema. Por eso necesitamos asegurar un camino hasta por lo menos los territorios del Rey Lanaigh de Saralainn. Por eso ahora debemos ver cómo podemos crear un corredor seguro entre Sil Aüresse y Súduri. Ya hemos creado uno entre Metraith y Sil Aüresse, pero nos haría falta otro hacia el Sur. Y en este caso el sistema utilizado en el camino de Metraith no nos valdría porque el tramo a asegurar es más largo y menos cuidado.

El poderoso principado de Girithlin regentado por Aervallon en el sur está en guerra con los clanes de Saralainn. El soberano legítimo Echorion está reuniendo tropas a pocos días de aquí desde hace tiempo, y Sil Auressë está en una posición cada vez más complicada.

“Deberíamos enviar un mensaje a Echorion”, fue tu propuesta. “Que el emisario Aelloth que envió Echorion regrese y le diga que Sil Auressë ofrece su amistad, y que proponga un encuentro. Hay que hacerle ver que su ímpetu estaría mejor dirigirla contra su tío que contra los clanes de Saralainn, que al final es una guerra que ya la tiene perdida. Por lo que sé de Echorion, es impetuoso pero no necio. Y su ejército de caballería ambulante necesita líneas de suministros, comida y armas. Según nos informan, los campesinos de Dol Caladir les daban parte de su cosecha a cambio de protección, pero la fuerza de los Aludor ya le ha cortado esa opción. Echorion se ve rodeado de enemigos, y seguramente ha sido lo que le ha impulsado a buscar casi a la desesperada una salida enviando aquí a Aelloth.”
 

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10/01/2014, 16:27
Curudae

Aquel plan ha sufrido ahora un revés. El emisario Aelloth fue capturado por una banda de orcos, y su mensaje nunca llegó a Echorion. Ahora se encuentra de nuevo en Sil Auressë, pero el tiempo apremia. Notas como alguien te toca el hombro. - Saludos viejo amigo, me imaginaba encontrarte aquí, te dice Curudae. No le habías oído entrar. Es aún temprano, y el Senescal ha subido desde la Casa del Comercio en la aldea hasta la cercana colina donde se está construyendo el castillo. - Nos esperan tiempos complicados, y más en la ausencia de Ayla y de los otros que se han ido, te dice mientras llena dos copas de vino.

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10/01/2014, 23:49
Khôradur

Miro a Curudae a los ojos mientras cojo la copa de vino que me ofrezco y tomo un trago. Tras saborear el vino en mi paladar, comienzo a caminar por la sala.

-Lo sé, las cosas se nos están poniendo difíciles, y este contratiempo no ayuda. Nuestras fuerzas no son rival para los posibles enemigos que nos rodean. Necesitamos mejorar nuestras defensas, aumentar nuestros efectivos y establecer alianzas que nos aseguren nuestra supervivencia, o Sil Auressë caerá.

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11/01/2014, 01:40
Curudae

El tiempo juega en nuestra contra. Pero aún se están moviendo las fichas en el tablero. Aún se están posicionando. Aún hay tiempo. Nuestros enanos ya tienen la forja produciendo armas para la milicia. Lo que estamos haciendo aquí ha pasado desapercibido en el caos de Cardolan. Pero debemos saber más de los planes de los que nos rodean. ¿Qué está haciendo Echorion? ¿Cuándo piensa atacar Girithlin, si es que va a hacerlo? Y si lo hace, querrá pasar por Sil Auressë. ¿Nos obligará a elegir bando?

Curudae te observa sentado en uno de los sillones de madera mientras das vueltas por la sala.

Comparto el entusiasmo de Ayla sobre el plan de convertirnos en el nexo de unión entre Echorion y los clanes de saralainn, dos facciones enemigas pero unidas por un enemigo común que es el principado de Girithlin. Pero ella ya se ha marchado. En su ausencia me invaden más dudas. No sé cómo vamos a lograrlo. Ay, Khôradur... Tenemos tan pocos efectivos, tan poca fuerza. Sólo algunos nombres ilustres pero poca fuerza real. Además, se han ido tanto el enano guerrero como el elfo que formaban el grupo de acción rápida, para solucionar esas pequeñas cosas que van surgiendo... Necesitamos más efectivos. Personas capaces que nos aporten cosas diferentes.

Mis espías no me han dicho nada de Dol Caladir. A Tharbad no he enviado a nadie. No sabemos qué está pasando en Metraith, quién contrata a mercenarios. Demasiado tiempo hemos estado pendientes de nuestros propios avances, sin fijarnos en lo que sucedía a nuestro alrededor. No obstante, hicimos una cosa bien. La Academia. Allí reciben adiestramiento y conocimientos algunos hijos de nobles que aún quedan en la región. Eso nos da algo de tiempo. Eso, y que nuestra presencia no incomoda a los que tienen más fuerza, ni tampoco somos un blanco demasiado apetecible.

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11/01/2014, 15:27
Khôradur

-Necesitamos información y fuerzas suficientes para hacer frente a las posibles amenazas que aparezcan. Creo que es necesario saber de Erchomion, incluso es posible que se le pueda dar refugio en Sil Auressë. Si han interceptado nuestro mensaje nuestra posición y neutralidad ya estará comprometida.-Toma un trago de vino 

-Por lo demás, los muchachos de la Academia pueden sernos útiles, es cierto, pero tampoco podemos esperar mucha cosa de ellos, son jóvenes y sin experiencia y aunque tendrán mucha voluntad por demostrar su valía, precisamente eso puede hacer que se precipiten y fracasen. Estoy pensando en otra opción, pero es muy arriesgada. Si sale bien es posible que dispongamos de inmediato de fuerzas experimentadas, pero si fracasamos es posible que tengamos otro problema más en nuestras puertas. ¿De cuantas tierras disponemos para dar en propiedad?

Notas de juego

¿Sil Auressë dispone de murallas?, si es así ¿de que tipo?

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11/01/2014, 23:58
Curudae

- Hasta ahora hemos estado muy limitados por falta de fondos, y porque la construcción del castillo y de los demás edificios ha sido una carga muy dura para la tesorería. 

Curudae se inclina en el asiento, con cierto brillo en los ojos que aparece cuando siente que algo importante está a punto de suceder. Siempre le ha gustado apostar fuerte en los negocios.  - Una de las bases de Sil Auressë ha sido la idea de una milicia bien entrenada y equipada. Lista para actuar en caso de amenaza. Creo que eso lo estamos haciendo bien, y pronto tendremos armas y armaduras de calidad. Pero también necesitamos más tropas profesionales permanentes. Guardias y soldados. Tienen su coste, pero es necesario para proteger nuestras rutas comerciales.
 

- Con la incorporación de los dos hombres de negocios, Palomirë y Gildûr, y nuestra decisión de desafiar los Gremios de Tharbad, vamos a poder dar el siguiente paso. Tengo que hacer números, y cerrar los detalles del acuerdo con ellos. Mientras tanto,  ve pensando en las necesidades que tenemos para mejorar nuestras defensas.

Recuerdas de repente la última reunión con Ayla en esta sala hace unos días. Había convocado a todos para despedirse.

Vosotros sois Sil Aüresse, dijo. Habéis venido aquí voluntariamente, porque queríais creer, porque tenéis esperanza, y aquí se nos ha dado a todos una nueva de oportunidad de cambiar un mundo que lucha por sobrevivir. He intentado poner todos los medios a disposición de una causa, de una forma de ser. Y ahora os necesito a vosotros. Necesito que luchéis por todo esto, necesito que creáis en todo esto, necesito que la luz sea más fuerte que nunca en vuestros corazones, sólo así podréis ayudarme.

Luego dirigió unas palabras a cada uno de los presentes. A ti te dijo lo siguiente: Khôradur, eres la espada, la ira y el custodio de Sil Aüresse. Curtido en mil batallas, creo que nunca te has enfrentado a una como ésta. Sabré cuidar de mí misma, y necesito que cuides de todos ellos, que defiendas Sil Aüresse como a un hijo...

El ruido de de los golpes de martillo de los obreros te devuelve al presente. Ya han comenzado la jornada de trabajo. La construcción del castillo sigue.

- No sé qué tienes en mente amigo, te dice Curudae, pero técnicamente puede suponer un inconveniente lo que te voy a contar. Las tierras que tenemos aquí, las que nos rodean… Se levanta para enseñarte un mapa que hay en una de las mesas auxiliares.

- Nunca hemos hablado de los detalles del acuerdo con los de la Casa Tinare. Un acuerdo secreto. La fortuna de Ayla no daba para adquirir muchas hectáreas de tierras en propiedad con todo lo demás que había que hacer. Así que de las casi 200 millas cuadradas que tenemos, que son 128 mil acres, no podemos disponer de esa tierra para entregar. El terreno donde descansan los dos edificios más importantes, es decir, la posada que ahora es la Casa de Comercio abajo en el mercado, y este castillo que se está reconstruyendo son en propiedad. Y también el terreno alrededor del castillo, que son unas 7 millas cuadradas. El resto de las tierras al sur de la colina hasta el río, y desde la unión de los ríos al bosque e incluso parte del bosque son alquiladas. A efectos prácticos no hay diferencia, y nos pagan los tributos. Pero no son nuestras para dar a otros.

Notas de juego

El castillo en la colina tiene murallas (se levantaron antes de empezar la reconstrucción), pero la aldea y el mercado abajo no. Se supone que en caso de ataque, los habitantes buscarían refugio en el castillo una vez terminado. Como parte del prólogo, creo que sería conveniente que Khôradur diera un repaso a las defensas y fuerzas de las que dispone Sil Auressë.

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13/01/2014, 13:23
Khôradur

-Mmmm....con tan pocas tierras disponibles mi plan no puede llevarse a cabo-afirmo y paseo unos segundos en silencio por la sala.- Necesitamos aumentar nuestras defensas. De momento es prioritario que se acabe el castillo cuanto antes, aunque en cuanto podamos disponer de hombres, se podría construir un foso alrededor de la valla que rodea la aldea. Con la tierra de la obra podríamos reforzar la valla levantando un muro. No será una gran defensa pero al menos podría retrasar a un posible enemigo si nos ataca, y no creo que sea muy costoso. Podría ser un trabajo voluntario entre las gentes de la aldea.

Me detengo y miro el mapa de Cardolan- Creo que lo prioritario es enviar a alguien para saber de Erchorion y las tropas de Girithlin -reflexiono unos segundos- ¿Que otro tipo de acuerdos llegásteis con Dol Tinereb?, me cuesta creer que el príncipe nos haya dejado establecer aquí, con plena autonomía, sin recibir nada a cambio. ¿Podríamos contar con su ayuda en caso necesario?

Notas de juego

En cuanto acabe de hablar con Curudae, si no es muy tarde, repaso las fuerzas y medios que tenemos para nuestra defensa. Necesito saber las defensas físicas, aunque eso ya me lo habrías dicho, como hombres. En el historial de Khôradur venía algo, pero si me lo puedes detallar mejor, tanto de soldados "profesionales" como de milicianos o de exploradores. También de que oficiales dispongo. Si he de salir en algún momento quiero saber que puedo disponer de alguien que aparte de saber luchar, sabe pensar y si no lo tengo, comienzo de inmediato a buscar a dos o a tres con dos dedos de frente, ya sea en la Academia o entre mis soldados, para instruirles en persona.

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13/01/2014, 16:44
Curudae

- El acuerdo con Dol Tinereb no resultó fácil..., dice Curudae mientras se sienta enfrente y vuelve a llenar las copas de vino. - Creo que nunca conociste al Príncipe Hallas de Dol Tinare (o Dol Tinereb como se le llama también). Su larga vida y voluntad inquebrantable fueron claves en lo que ahora es Cardolan, o lo que queda. Dilapidó la fortuna de su Casa para convocar a los Señores Aliados y suficientes mercenarios para acabar con Dagorhir, el Señor de la Guerra. Sólo entonces pudo descansar por fin.

Curudae sonríe ensimismado. - No fue un hombre bueno, no te equivoques. Despiadado, sin escrúpulos... Pero buscó la redención en sus últimos años. Los hijos, en cambio, ya se habían hartado de esperar la muerte de Hallas, y se habían acomodado a la vida en Gondor. Pero esa vida cuesta oro. ¿Sabes a dónde quiero llegar?

- Ayla contaba con una pequeña fortuna, y estaba buscando un sitio para establecerse. No necesariamente un gran terreno, más bien un refugio. Buscamos distintas opciones, y finalmente optamos por ésta. Una jugada arriesgada, de las que me gustan. Porque aquí se trata también de cambiar la forma en la que funciona la economía. Pasar de agricultores y pastores a un comercio mixto.

- Volviendo al acuerdo, debes entender que la situación de Cardolan era delicada. Muy delicada. Por eso tuvimos una oportunidad de meter la cabeza entre los nobles y terratenientes dúnadan. Pero todo eso tenía un precio. El acuerdo económico fue bastante bueno, si me permites decirlo. Las demás condiciones que pactamos con los de la familia de Dol Tinare son:

Curudae cierra los ojos para hacer memoria, y luego las dice todas seguidas:

- Pacto de no aliarse (militarmente) con Hir Girithlin (el usurpador Aervallon se refiere).
- Prohibición de dar permiso de paso a las tropas de Girithlin
Estos dos puntos son relativamente fáciles de cumplir. No queremos enemistarnos con el Hir más poderoso,
pero tal y como está redactado no nos prohíbe llegar a acuerdos comerciales, económicos incluso de apoyo mutuo, aunque tal y como están las cosas ahora ya no parece factible.

 

- Cláusula para no revender lo comprado ni subarrendar el territorio sin la aprobación de ellos
-Apoyo a Echorion: reconocer su derecho al cetro de Girithlin si lo consigue, incluso se mencionaba algún tipo de apoyo en forma de reclutamiento de milicia, pero no es muy vinculante. En definitiva, viene a decir que si Echorion destrona a su tío, le reconoceremos como Príncipe de Girithlin. Sobre la milicia, el acuerdo no incluye nuestras propias tropas, ni tampoco se especifica a cuántos hay que enviar. Y parece que Echorion ha ido perdiendo fuerza con el paso de los meses.

- En aquellos momentos, Hir Girithlin tenía un poder militar muy importante y la familia Tinare no quería perder territorios. Desde entonces, la situación ha cambiado con la nueva fuerza de los Gremios de Tharbad, y con el conflicto entre Girithlin y los clanes de Saralainn.

- Mantener buenas relaciones con Arthedain... Este punto era fácil de aceptar, simplemente la famila Dol Tinare no quería enemistarse con Arthedain, ni tampoco nos interesaba a nosotros.
 
-    Fidelidad a Pelendur (Hir Tyrn Gorthad) si regresaba. Este último punto tampoco suponía un gran problema, por desgracia dudo que Pelendur regrese.  Lo importante de estos puntos es que muchos se refieren a gobernantes actuales, y por lo tanto a medida que avanza el conflicto, cada vez estaremos menos comprometidos.

- Estoy de acuerdo en que Echorion debe ser nuestra prioridad. Tengo que salir a reunirme con nuestros benefactores Palomirë y Gildûr, tú repasa mientras las defensas y mañana por la mañana te invito a desayunar en la Casa de Comercio.

Notas de juego

Tengo que prepararte información de las tropas disponibles. Cuando te dije que no había murallas en la aldea, me refería a murallas como de castillo. Sí que hay una valla de madera.

He creado la escena que te comenté de información de trasfondo, no se me había ocurrido que puedo crearla de momento sólo para ti y luego ir añadiendo personajes a medida que vayan llegando a Sil Auressë.
 

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14/01/2014, 09:55
Khôradur

-Bueno, miremos el lado positivo, al menos nuestras obligaciones respecto a los señores de Tinere se reducen por momentos, pero posiblemente también nuestras opciones de contar con su ayuda. -Tomo un trago de vino- ¿hay alguien que se encargue de administrar los territorios de Tinereb en ausencia de los príncipes, o cada territorio se administra por sí solo y luego les envían los impuestos a tan nobles señores? -pregunto con cierta ironía al final de la frase.

-Ahora mismo revisaré las defensas. En vista de cómo están las cosas en vez de hacerlo una vez al día lo haré mañana y tarde. No quiero imprevistos ni que bajemos la guardia.

-Estamos en desventaja frente a otras fuerzas. Necesitamos aliados y aumentar nuestra fuerza, y pronto o tal vez la marea del destino pasará por encima nuestra antes de que Sil Auressë se convierta en lo que está destinado en ser.

Notas de juego

He modificado mi anterior comentario adaptándolo a la existencia de una valla alrededor de la aldea. Mi idea inicial de levantar un muro aprovechando la tierra del foso no cambia mucho.

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14/01/2014, 16:25
Curudae

Curudae asiente con la cabeza. Así es, Lugarteniente. No podemos contar con la ayuda de los señores de Dol Tinare. Como tantos otros, han abandonado Cardolan y dejado a la gente a su suerte. Estamos bastante solos. Para lo bueno o para lo malo.

El Senescal se acomoda un poco mejor en el asiento, mientras esboza una sonrisa difícil de descifrar.

Sobre la administración de los territorios, más bien lo segundo. Cada territorio se administra por sí solo. Es más, los impuestos los cobramos nosotros. Pagamos una cuota fija al representante de la Casa Tinare, que se encuentra en Tharbad.

En Cardolan, los territorios se organizan según un sistema feudal de lealtad, basado en un tributo a cambio de protección.

Una vez terminada el castillo, que aún queda bastante, es perfectamente posible que nuevos territorios se anexen bajo nuestro manto de protección. Sobre todo si tenemos en cuenta el vacío de poder que hay. Por lo tanto no debes descartar del todo la posibilidad de poder entregar tierras en un futuro.

Curudae se levanta de la mesa y se despide hasta el día siguiente: - Queda mucho por hacer, y necesitamos aumentar nuestra fuerza. Más soldados, pero también aliados. Gente que nos ayude. Voy a ver de cuánto oro tienen previsto invertir los señores Gildûr y Palomirë. Si quieres puedes ir a hablar con los arquitectos de los proyectos defensivos que tienen, y también repasa las necesidades del ejército. Me temo que seguiremos estando endeudados, pero necesitamos mejorar nuestras defensas. Y buscar esas alianzas y apoyos.

El Senescal abandona la sala de reuniones, dejando a Khôradur solo pensando en las tropas de las que dispone, y las necesidades más inmediatas. Para no bajar la guardia, hay que estar muy encima de las defensas. Pero el tiempo es limitado, y además en la ausencia de Ayla, hay un instructor de milicia menos. Es muy difícil que Khôradur pueda seguir instruyendo. Una de las cosas que más falta hace son instructores de milicia.

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14/01/2014, 16:28
Director

Khôradur repasa la información de las tropas de Sil Auressë que tiene en un pergamino. Las tropas están formadas por guardias encargados de la seguridad de la aldea, el castillo y otros puntos estratégicos como los molinos y la cantera. Luego hay soldados profesionales (sargentos y soldados rasos), y como exploradores hay un grupo de cazadores, que aunque no son soldados profesionales, son buenos rastreadores y desde hace poco cuentan con un montaraz de Arthedain licenciado como jefe o maestro cazador.

Concretamente, hay: 
20 Guardias, el jefe de guardia es Walec (por promoción interna)
4 Sargentos, y 28 soldados (4 unidades de 8)
1 Maestro Cazador (Denelloth)
4 Cazadores
10 Caballos de guerra (no hay caballería, es más bien infantería que se desplaza a caballo)

Milicia

La distribución de las tropas:
Guardias en el Mercado: 5, función: Ley y orden
Guardias ruta Metraith: 5 función: Proteger la ruta a Metraith y Caravana
Guardias en el Castillo 10, función: Proteger la construcción
1ª Unidad del Ejército  8, función: Proteger la ruta a Metraith y Caravana
2ª Unidad del Ejército  8, función: Adiestramiento Milicia
3ª Unidad del Ejército  8, función: Patrulla
4ª Unidad del Ejército  8, función: Patrulla
Exploradores  5, función: Vigilancia

El entrenamiento de la milicia ha sido intenso, y en este momento hay unos 160 hombres listos para actuar de forma más o menos coordinada en caso de necesidad.

Faltan esos instructores de milicia, que además liberarían una unidad que ahora está instruyendo. Y más soldados. Incluso antes de disponer de más fondos, se decidió añadir una 5ª unidad de 8 soldados. Pero se necesitará más. En caso de aumentar el tamaño del ejército, sería necesario contar con un capitán o dos para una cadena de mando que no pase directo
del Lugarteniente a los sargentos. También los molinos junto al arroyo están indefensos desde que se ha aumentado la intensidad de las obras del castillo. Esos molinos fueron una inversión importante para lanzar la producción de lana.

El equipamiento de las tropas es otro tema pendiente, pero finalmente se llegó a un acuerdo con los armeros y en breve se espera poder equipar las tropas con armas y armaduras de calidad. Si se aumenta el número, habrá que volver a tratar el tema.

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15/01/2014, 11:39
Khôradur

-Nos faltan efectivos- pienso-unos buenos oficiales que adiestren a la milicia, más hombres, mejores defensas, una compañía de arqueros también sería útil, mmmmm-tomo un sorbo de vino- ante una batalla estamos en clara desventaja, al no ser que un necio con pocos hombres sean quien nos ataque. Me centraré en encontrar a unos buenos oficiales y en como podemos mejorar nuestras defensas con los pocos recursos de que disponemos. A partir de ahí veremos a ver que pasa -tomo otro sorbo de vino-.

-¿Pero dónde encontrar a buenos soldados con la experiencia necesaria para formar al resto? -me levanto y comienzo a pasear por la sala-Tal vez en la Academia pero son inexpertos, sin experiencia, y la experiencia ahora es muy necesaria. -Me detengo unos segundos y lanzo un suspiro -Creo que no me quedan muchas más opciones. Comenzaré por la Academia y si no veo a nadie que me agrade, buscaré entre los soldados y comenzaré a adiestrarles para compensar su falta de conocimiento con su pobre experiencia como soldados.

Notas de juego

Si no es muy tarde voy a examinar las obras del castillo y las defensas de la aldea para evaluar su estado y cómo se pueden mejorar con los recursos que tenemos. Si es tarde lo hago al día siguiente a primera hora.

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15/01/2014, 22:39
Director

Khôradur sale de la Sala de Reuniones, y avanza por los estrechos pasillos entre andamios y diversas estructuras de la construcción. Realmente la torre de homenaje principal no se ha empezado a construir, sólo se ha hecho una parte de la primera planta reforzando las ruinas que había. Suficiente para un lugar de reuniones, y los aposentos temporales del Lugarteniente. Se han levantado las murallas, y en el patio se ha construido el edificio para la Academia y barracones, así como el puente de piedra para acceder al castillo. La gran obra será levantar las cuatro torres circulares, una en cada esquina, que soportarán la torre de homenaje de cinco plantas.

Ya está anocheciendo, y queda menos gente trabajando. El día ha sido intenso, pero Khôradur no deja de pensar en la situación mientras camino por la muralla del castillo. - "Efectivos... Oficiales... más tropas..." Además de las 115 personas que trabajan en mantenimiento, servicio o ejército de Sil Auressë, hay 650 obreros de construcción entre trabajadores de piedra, ladrillo y madera. Una parte son profesionales, pero otros están aprendiendo el oficio. Algunos tienen experiencia como soldado o mercenario. Poco a poco, se han ido seleccionando para la milicia, y de allí pueden ingresar a soldado profesional. En total, hay ya más de 3000 personas en el territorio. Y pueden llegar más. Encontrar efectivos no es complicado, pero hallar personas con iniciativa y dotes de mando requiere tiempo. Es posible que entre todos ellos haya personas con ese perfil. De momento, los cuatro puestos de sargento han sido rotatorios, cada mes le tocaba a uno de la unidad. El único que se ha ganado su puesto es el Jefe de Guardia Walec. Ya sirvió a Curudae en Tharbad, y a pesar de su juventud es un hombre con la cabeza bien asentada. Con la inminente ampliación del ejército, su puesto se quedaría ya fijo y renumerado. Pero faltan oficiales, quizá un capitán o dos. Y los instructores de milicia, que a su vez podrían ayudar a buscar ese perfil de mando. En Sil Auressë hay bastantes veteranos de guerras, mercenarios retirados o con alguna lesión. Aunque ya no están en condiciones de luchar, pueden ser grandes instructores.

Experiencia... Hace poco, se visitó Metraith. Allí se reúnen mercenarios o aspirantes a mercenario. Invitó a todo aquel que quisiera acudir a Sil Auressë. El objetivo era evitar ataques a las caravanas, pero quizá esa invitación podría atraer a alguien con experiencia en combate.

Además de soldados, Sil Auressë necesita exploradores, informadores, espías...Estamos a ciegas ante los movimientos de las facciones en el tablero.

Khôradur respira el aire fresco y cierra los ojos de nuevo. Hay que ir paso a paso. Reunirse con uno de los arquitectos para repasar las defensas. Confirmar los instructores de milicia. Aclarar con Curudae cuántas tropas nuevas se van a incorporar. Compañía de arqueros es otra idea, además el coste sería menor en cuanto al equipamiento ya que no llevarían armadura tan cara. Se podría hablar con los armeros, además hay que visitarlos para saber cómo van con el equipamiento que están haciendo y ampliar el pedido para incluir los nuevos efectivos.

El Lugarteniente suspira, y se retira a sus sencillos aposentos. Nunca ha sido un hombre de lujos ni de comodidades. Antes de quedarse dormido, dedica unos segundos para pensar en la Academia. Es el gran sueño de Ayla. Cuando Curudae dijo que la presencia de hijos de nobles era una ventaja defensiva, se refería también a que aquéllos vecinos cuyos hijos o familiares están aquí, no atacarán. Ha sido una forma de lograr apoyos en la zona, ofreciendo algo que les faltaba. Entre los alumnos de la Academia, es difícil que haya personas con experiencia de soldado. Son en general bastante jóvenes. Entonces recuerda que Ayla vio algo en un joven, y pidió al Maestro Cazador que le enseñara a ser un montaraz. De eso hace ya un tiempo, así que podría preguntarle cómo va la instrucción.

Khôradur se queda dormido por fin.

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15/01/2014, 22:54
[SA-aq] Domar

El día siguiente, temprano, el Lugarteniente se encuentra junto al pabellón donde se reúnen los tres arquitectos. Hasta ahora, ha sido principalmente Ayla quien ha tratado con ellos. Son sin duda muy hábiles y en seis meses han hecho unos avances increíbles. Empezaron preparando el mercado y la Casa de Comercio, antes de subir a empezar con el castillo. Entre medias prepararon innovadoras técnicas de construcción y de extracción y transporte de las materias primas (madera, piedra y agua). El Arquitecto Jefe es Carumirë, un dúnadan de facciones casi élficas y porte orgulloso. Un auténtico artista. El Segundo Arquitecto es Ceirin, que se ha quedado a cargo de los edificios adicionales del castillo y lo que es la zona de mercado. Al que está esperando Khôradur es Domar, el Jefe de Obra y tercero de los Arquitectos. Es un dúnadan menor, de constitución fuerte, de mediana edad, y el encargado de las muralles, los exteriores y las defensas, así como de coordinar la fuerza de trabajo. Se dice que tiene una larga experiencia militar, y parece ser el caso.

Domar se queda algo sorprendido al ver al Lugarteniente junto a la puerta del pabellón. Saludos, Lugarteniente Khôradur. ¿Necesita algo de mí?

Cargando editor
16/01/2014, 14:08
Khôradur

-Quería hablar contigo un momento, no te robaré mucho tiempo. -Sin esperar su respuesta me acerco y le cojo de un brazo suavemente llevándolo a un lado -Tengo entendido que tienes experiencia militar,  si es así ¿que tipo de experiencia tienes?

Cargando editor
17/01/2014, 11:48
[SA-aq] Domar

Domar asiente con la cabeza. Sí, he sido un hombre de armas. Durante la mayor parte de mi vida, aunque llevo más de una década fuera de ese mundo. Nací en los Cantones de Faerdor, y fui soldado, y luego oficial. Aprendí el oficio de la construcción, y preparar máquinas de asedio, y estructuras defensivas. A medida que la fuerza de mi brazo menguaba con la edad, cada vez más mis tareas eran de ese tipo. Mi último servicio fue en el Ángulo, durante la anterior invasión del Brazodepiedra antes de la Plaga. Luego he estado trabajando para los Gremios como jefe de obra, hasta que Curudae se puso en contacto con nosotros para este proyecto.

- Tiradas (2)
Cargando editor
17/01/2014, 12:51
Khôradur

-Mmmmmm....muy interesante. Te comento mi buen Domar, necesito hombres expertos en el uso de las armas para entrenar a las fuerzas que estamos reuniendo para la defensa de Sil Auressë, por lo que me vendrías muy bien para ese comentido. Dado que también estás trabajas en la obra del castillo, miraríamos de que pudieses compaginar ambas tareas, y llegado el caso, si te interesa y estamos satisfechos con tu labor, podrías convertirte en oficial de entrenamiento.

Notas de juego

 

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17/01/2014, 17:53
[SA-aq] Domar

Domar se queda pensativo un rato, mirando sus manos ensimismado. - Lo cierto es que no echo en falta el tacto de la espada en mi mano. Aunque lo de instruir a jóvenes podría ayudarme para seguir en forma, se ríe. En este momento somos tres arquitectos, bueno, los dos arquitectos y yo como jefe de obra. Carumirë es un visionario, y Ceirin es también muy hábil. Pero para convertir sus ideas y proyectos en realidad, necesitan mano con los obreros. Me necesitan. Y me necesitarán más en breve.

El jefe de obra levanta la vista para mirarle a los ojos a Khôradur. Domar es un hombre corpulento, pero no llega a 1,80 de altura mientras el umbareano roza los 2,20. - Tengo bajo mi mando a 170 obreros profesionales, y 480 trabajadores que van rotando, es decir, cada dos semanas hay que enseñar a 120 trabajadores nuevos el oficio. Se trabaja de sol a sol, en varias construcciones simultáneas. Y por lo que me dicen, se está pensando en ampliar el proyecto inicial con nuevas obras. Además, cada vez más iremos viendo los elementos defensivos que serán mi responsabilidad.

Menea la cabeza y sonríe. No veo cómo podría instruir a nadie en el tiempo que nos queda aquí. En un principio nos queda un año con el proyecto inicialmente pactado. Lugarteniente, te voy a ser sincero. Ha pasado por mi cabeza la posibilidad de establecerme aquí una vez terminada. Es una idea que seduce. Pero todo depende. Sé que como oficial nunca me pagaban lo que me pagan ahora como jefe de obra. De todos modos, hablar de sueldo no tiene mucho sentido en este momento. Comprendo tus preocupaciones. Y entiendo que necesitas ayuda. Puedo tener un ojo puesto en los trabajadores, en los capataces... Muchos han dado vueltas por distintos lugares, y algunos han sido militares o instructores. Varios reinos dúnadan han sucumbido en poco tiempo, y hay gente capaz si uno sabe buscarlos. No es siempre tarea fácil, ya que no todos hablan abiertamente de su pasado. Uno de los lemas de Sil Auressë es que el pasado no cuenta aquí. Pero puedo buscar a personas para ayudar en la instrucción...

Se queda de nuevo en silencio, y aprieta los dientes con fuerza. A continuación se rasca la barbilla, pensativo. Hmm, hay una posibilidad... Una idea. Si contratamos a un par de capataces o jefes de obra para manejar los distintos grupos de trabajo, yo podría supervisar todo mejor y me podría liberar tiempo a mí para ayudar con la milicia. Eso en caso de que no encontremos a suficientes para instruir. No sé, es sólo una idea...

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18/01/2014, 23:24
Khôradur

-Mmmmm, buena idea Domar, hablaré con Curudae para ver si es posible. Si no pudiésemos contratar a esos capataces, veremos a ver que podemos hacer. Las obras del castillo son prioritarias, al igual que la mejora de las defensas de la aldea, pero de poco servirán si no tenemos hombres instruidos para defender las murallas. Espero que puedas compaginar ambas tareas y haré en lo que esté en mi mano para que así sea. Respecto a tu ofrecimiento, si encuentras a alguien que pueda ayudarnos en la instrucción de los soldados te lo agradeceré mi buen Domar. No te molesto más, gracias por dedicarme tu tiempo.

-Me alejo unos pasos pero me detengo y me doy la vuelta-

-Espero que decidas instalarte en Sil Auressë de forma definitiva Domar, la gente de buen corazón y trabajadora es necesaria si queremos que esto salga adelante.

-Me alejo ensimismado en mis pensamientos.- No he resuelto nada pero hay una ligera posibilidad de que pueda haber conseguido un instructor y de que consiga más en el futuro, espero que podamos disponer fondos para contratar a esos capataces y que Domar me ayude con la instrucción, ¿es posible que haya alguien más que haya servido como soldado y que pueda ayudarme en esta tarea? -me pregunto

- Tiradas (1)

Notas de juego

Haga una tirada por idea, inteligencia o lo que sea que se le tenga que sumar por si fuese necesaria.

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19/01/2014, 13:32
Director

La primera idea que le viene a la cabeza a Khôradur es preguntar a Curudae... El tabernero de Tharbad, aventurero, propietario de una banda de mercenarios, jefe de gremios y otras tantas cosas tiene el extraño don de poder agenciar o conseguir todo tipo de cosas. Poco a poco ha ido ganando la confianza del Lugarteniente. Regordete, amable, sonriente,
optimista, duro negociador, conoce Cardolan y sobre todo conoce a sus gentes. Con el tiempo, uno se acostumbra a pedirle cualquier cosa al Senescal Curudae. Pero no es un hombre de armas.

Tener a Domar buscando entre los cientos de obreros puede aportar cosas muy positivas. Se verá en cuestión de una semana o menos. Al mismo tiempo él puede informar de la situación de las defensas, y concretar los proyectos futuros.

También hay que estar atentos a los nuevos que lleguen de Metraith, por si entre ellos hay gente capaz. Otra persona que podría ayudar a buscar es el Jefe de Guardia Walec. Es joven, pero se toma muy en serio sus responsabilidades, y pocas cosas de las que suceden en Sil Auressë se escapan de su atención.

Personas capaces y hay seguro, y con experiencia seguramente también. Y si no, se pueden conseguir. Hasta ahora el tamaño del ejército y la milicia ha estado limitado sobre todo por el tema económico, que habría que tratarlo con Curudae que estará preparando el informe del final de mes. 

Khôradur se percata entonces de que en dos días es Ioëndë, la fiesta del solsticio de verano. Con la reciente fiesta de la Academia y con el traslado al Castillo, se le había pasado por completo. Sería un buen momento para anunciar la ampliación de la milicia a los lugareños.