Partida Rol por web

Sil Auressë

[14.4.7] El Cerco

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20/08/2015, 14:22
Director

Aquella noche, Khôradur soñó con el mar. Las olas, la brisa, el vaiven del barco. Pero no de un incursor de guerra, sino de una simple embarcación de pesca en el que salía a faenar cuando era niño. Como era de una familia con una larga tradición militar, la vida de pescador nunca iba a ser para él. No obstante, le gustaba salir al mar, y observar desde la proa el cardumen con miles de peces moviéndose como si de una sola criatura gigantesca se tratara. A veces estaban formados por jureles y caballas mezclados. Aún siendo especies distintas, la sincronización era perfecta. Armoniosa. Hermosa. Luego desde el barco soltaban una red haciendo un círculo alrededor del cardumen...

El sonido del gong del bronce le despertó. Las primeras luces del alba se filtraban por la ventana a sus aposentos. Gaerel había instalado el disco metálico hace pocos días para avisar desde la torre de entrada de que había alguien en el puente y había que abrir la puerta principal. Hasta hace poco, las puertas habían permanecido abiertas todo el día, pero ahora se estabanextremando precauciones. El gong se escuchaba sobre todo en lo alto en los aposentos de Khôradur, que ya se levantaba a vestirse y a ponerse la armadura, con imágenes de peces aún en su cabeza.

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21/08/2015, 07:54
Khôradur

Sueño plácidamente con Umbar, mi hogar, un hogar al cual tal vez nunca regrese, siendo un niño....a pesar de estar dormido, no puedo evitar sonreír ante este bonito y entrañable recuerdo.

De pronto, en medio del sueño resuena un gong, de nuevo otra vez, y otra, y otra.....lo que hace que me despierte. No estoy en Umbar, estoy en mis aposentos, y una mueca de frustración asoma en mi rostro, hasta que caigo en que se escucha un gong.

El gong, ¡¡¡hay alguien en la puerta!!!, tal vez traigan novedades -pienso mientras me visto rápidamente, aún con el recuerdo de mi infancia en Umbar en mi cabeza.

En cuanto estoy listo, bajo corriendo las escaleras y me dirijo hacia la puerta, estoy ansioso por saber quien es y que nuevas trae.

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28/08/2015, 22:40
Director

Khôradur salió al patio de armas y junto a la puerta se encontró con Parthil, el veterano sargento al mando las reservas y de las reclutas. Estaba hablando con el recién llegado: uno de los hombres que se llevó Pinto para explorar las tierras altas en el norte, donde habían desaparecido dos hombres. Una zona donde otros habían visto multitud de huellas de huargos.

El sargento Ethlor también llegaba de prisa para estar presente, ya que fue precisamente él quién envió a esos cazadores a investigar, sin saber que podrían encontrarse con una manada de huargos.

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28/08/2015, 22:45
[SA-ej] Soldado

-S-señor, le dijo el soldado al Lugarteniente. Se le veía agotado. Había llegado en uno de los caballos, cabalgando casi toda la noche. El animal también estaba nervioso y cansado. -L-le estaba contando a Parthil, al sar-sargento que encontramos a uno de los cazadores...O lo que quedaba de él. Su rostro estaba pálido, y su mirada vacía al recordar lo que había visto. -Lo habían descuartizado, apenas quedaba una mano, una bota con el pie dentro... Apretó el puño con fuerza y apuntaba a un saco que colgaba a un lado del caballo, manchada de sangre.

- Tiradas (1)
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31/08/2015, 07:58
Khôradur

El lugarteniente miró a Parthil y se acercó al soldado, posando su mano sobre su hombro

-Tranquilo soldado

Miró con pesadumbre hacia la bolsa que contenían los restos del pobre desgracia que hasta hace unos días era uno de los hombres de Sil Auressë. La cólera comenzó a crecer en su interior.

-Soldado, informa de tu exploración, quiero saber lo que vistes durante la misma, cómo lo encontraste, dónde y cualquier cosa, por insignificante que pueda ser, que recuerdes. ¡Traer agua!

-Parthil que alguien se haga cargo de sus restos, aunque sea poca cosa lo que quede de él, habrá que enterrarlos como es debido. ¿Se sabe si tenía família?

Notas de juego

 

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01/09/2015, 15:40
[SA-ej] Parthil

Parthil acató la orden y dos guardias se llevaron con sumo cuidado los restos del cazador fallecido. -Tenían familia ambos cazadores desaparecidos, contestó. No quería pensar demasiado en ello, pero tendría que identificar cuál de los dos era el de la bolsa. -Uno tenía mujer y tres hijos, y el otro se había casado recientemente.

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01/09/2015, 15:42
Director

De momento, un fallecido. Con Ayla, Khôradur había hablado de preparar un fondo para el ejército, y que las viudas cobrasen la pensión del soldado fallecido. Tendría que verlo con Curudae.

En cuanto al soldado, les contó que habían seguido las huellas hasta el comienzo de las quebradas en las tierras altas, y allí habían encontrado los restos esparcidos de también huellas que se adentraban en un terreno difícil en las montañas.

Fugazmente, Khôradur tuvo la visión de un cerco que se cerraba para atrapar del cardumen en el agua.

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03/09/2015, 08:06
Khôradur

Khôradur miró con tristeza hacia la bolsa

-Cuando se sepa quien es dímelo, iré en persona a dar la noticia a la familia. Y avisar a Curudae, necesitamos ese fondo para viudas de nuestros hombres antes de lo que pensamos.

-Soldado, ¿tienes alguna información más que puedas darnos?, lo que sea, aunque parezca insignificante

De nuevo le vino a la mente un cerco que se cerraba para atrapar cardumen, lo que en este caso el cardumen era Sil Auressë.

Esto se precipita

Tras escuchar la respuesta del soldado y mandarle a descansar, rápidamente Khôradur se puso en marcha.

-Parthil da aviso que por orden del lugarteniente de Sil Auressë todas las tropas de la ciudad y del castillo se encuentran en alerta. Manda llamar a Gaerel, los sargentos que estén disponibles en la aldea, así como a Walec y a Curudae. Tenemos reunión urgente del Othrind. Se discreto, si preguntan el motivo de la alarma no des muchos detalles, diles que nos han llegado informes de asaltantes. Todo aquel que salga de la aldea, si ha de irse muy lejos ha de informar.

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08/09/2015, 15:06
[SA-ej] Gaerel

Una vez dadas las órdenes pertinentes, el Lugarteniente se dirigía al comedor para un desayuno rápido. Pero fue alcanzado por el sargento Gaerel que salía desde el interior de la torre. -Señor, siento molestaros pero tenemos aquí a uno de los enanos, y solicita audiencia.

Cuando un enano solicita audiencia, mejor no tenerle esperando demasiado, había aprendido Gaerel.

-Soy consciente de que tenemos otros asuntos que tratar, pero insiste en hablar con vos únicamente, señor. Y no es Kranz.

Al sargento le resultaba extraño tratar con otro enano distinto a Kranz, que siempre había ejercido de representante y portavoz de los herreros naugrim.

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09/09/2015, 22:43
Khôradur

Las palabras de Gaerel inquietaron a Khôradur, asintió con la cabeza.

-Debe ser importante, hazlo pasar. Quedarse, al no ser que nuestro invitado solicitarlo contrario.

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10/09/2015, 14:21
Director

Aquella mañana, Ferrim había salido pronto de la forja. Se dirigía al castillo principal para hablar con el Lugarteniente Khôradur, la máxima autoridad de la aldea en la ausencia de la Dama Aylarien a la que aún no conocía. Sí había conocido al Senescal Curudae. Un hombre de negocios. Le había explicado las necesidades de comunicación entre la aldea y el castillo. Y Ferrim había estado trabajando en una solución. Una solución que ahora cargaba en una bonita y decorada caja de madera cuesta arriba por el camino. Sería su carta de presentación a los mandatarios de Sil Auressë. Una ofrenda simbólica para entablar una relación fluida y provechosa.

Ferrim notó que la seguridad se había aumentado considerablmente en los últimos días. Cuando cruzó el puente de piedra y entró por el gran portón de entrada, observó que contaban con mecanismos de cierre muy primitivos.

Una vez dentro, le atendió uno de los sargentos veteranos, Gaerel.

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10/09/2015, 14:25
[SA-ej] Gaerel

-Saludos, maese Ferrim. He informado al Lugarteniente y puede recibiros en la Sala de Othrind, dijo. Ferrim ya le había solicitado la audiencia, y el sargento había salido a buscar al Lugarteniente y había vuelto. Gaerel llevaba un parche en el ojo, pero sus modales le resultaban aceptables a Ferrim. Se nota que había tratado con enanos antes. Entonces Ferrim recordó que Gaerel era el sargento con el que solía tratar Kranz.

-¿Deseáis que os acompañe en la reunión?, preguntó y miró con curiosidad la caja de madera que portaba el enano.

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10/09/2015, 21:13
Ferrim, hijo de Ferric
Sólo para el director

Sin duda Gaerel era un hombre que sabía estar en su sitio. Sin embargo, Ferrim notó la mirada curiosa del tuerto sobre la caja. Era un indiscreción, pero natural. La caja, a pesar de ser simplemente eso, una caja, era hermosa y trabajada.

...quizá piense que contiene un regalo para el lugarteniente, o un tesoro, o ambas cosas...

En cierto modo podía serlo. Ferrim sintió la suave madera bajo sus manos. Dentro, quizá no un tesoro, pero sí una maravilla o lo que él sabía era una maravilla a ojos de los Hombres. Una simple maqueta y unos planos, el tipo de trabajo que para él era pura ingeniería o afición pero que, construida a escala y siendo funcional, asombraba a los toscos humanos. Sintió cierta nostalgia por ello.

Asintió a la pregunta de Gaerel.

-Acompañadme, si no es molestia. No conozco el interior de la plaza.

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17/09/2015, 14:21
Director

El sargento Gaerel acompañó al interior de la torre de homenaje. Los andamios seguían presentes, y aún restaban muchos meses de duro trabajo para terminar la obra. Pero en su interior, en el corazón del futuro castillo, había una sala ya terminada. La Sala de la Asamblea, o también conocida como la Sala de Othrind, o del Consejo de Guerra. Era una sala sin ventanas. Solamente había unas ranuras casi a la altura del techo de dónde entraba algo de luz. En el centro había diez sillas sencillas, tres de las cuáles eran algo diferentes. Los asientos de la Dama Aylarien, el Senescal Curudae y el Lugarteniente Khôradur, quien ahora se encontraba junto a una mesa con planos y dibujos.

El Lugarteniente estaba ya esperando a Ferrim, y cuando el sargento anunció su llegada al umbareano, el hombre de una gran estatura ataviado con una coraza reluciente se giró y le recibió.

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17/09/2015, 14:28
Ferrim, hijo de Ferric

Ferrim entró en la sala. Era la primera vez que la veía, y no pudo evitar fijarse en la calidad de la mampostería. Un clásico trabajo chapucero de los edain, lleno de errores de concepto y dejadez en su ejecución. Sin embargo, desde que llegó al pueblo le llamó la atención que una aldea del tamaño de Sil Auressë se tomara tan en serio la construcción de la fortaleza, cuando tantos sitios parecidos se contentaban a una torre y un cerco. A pesar de las limitaciones del lugar le complacía encontrar a humanos tan diligentes y atareados, y que un sitio como aquel estuviera tan implicado en su propia futura gloria. Si es que alguna vez llegaba.

Observó al lugarteniente Khôradur. Ciertamente un individuo imponente, ataviado para la guerra incluso en ese momento, y tan concentrado en sus papeles. Ferrim dejó en el suelo la ornamentada caja de madera que portaba, avanzó un par de pasos, e hizo una gran reverencia.

-Ferrim, hijo de Ferric, a vuestro servicio.

 

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17/09/2015, 16:48
Khôradur

Al verle entrar me levanto y hago una reverencia.

-Bienvenido Ferrim, hijo de Ferric, soy Khôradur, lugarteniente de Sil Auressë, por favor, sentaros. ¿Deseais tomar alguna cosa? ¿En que puedo serviros?

Antes de esperar la respuesta del enano, cojo dos copas y comienzo a llenarlas.

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18/09/2015, 10:52
Ferrim, hijo de Ferric

Ferrim se acercó al gigante para aceptar la copa de bienvenida.

-Me incorporé hace poco a la comunidad khazad de Sil Auressë. Debe saber que a partir de ahora sustituiré al buen Kranz como representante de los enanos de Sil Auressë. También defiendo los intereses de los khazad de las Colinas de Hierro en esta comarca.

La voz de Ferrim era grave y profunda, pero sin embargo melódica y agradable, llena de matices. Tenía la barba recogida debajo de su cinturón y metió una mano ahí, como si fuera un bolsillo, relajado.

-Estamos entusiasmados con el trabajo que se está haciendo en Sil Auressë y nos complace formar parte de él y hacer negocios con ustedes. Por Kranz he sabido que estaban interesados en algún ingenio de comunicaciones entre la torre y la Casa de Comercio del senescal Curudae. Pues bien, como muestra de buena voluntad y carta de presentación me he permitido diseñarles un mecanismo que, estoy seguro, les será de su agrado. Tengo aquí la muestra, en esa caja -dijo, señalando la caja de madera tallada que había traído consigo.

Sin duda Ferrim parecía un enano poco común, más hablador y abierto que la mayoría de los naugrim.

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21/09/2015, 11:52
Khôradur

Mientras escucho atentamente las palabras de Ferrim le acerco una copa

-También nosotros estamos muy contentos con su presencia. Si no fuese por su conocimiento de la forja del metal las fuerzas que protegen a Sil Auressë no estarían tan bien equipadas como quisiéramos. Estamos seguros que esta colaboración seguirá siendo provechosa en múltiples facetas para ambos pueblos.

Miro con atención la caja que me señala Ferrim mientras tomo un sorbo.

-Es una gran noticia, precisamente ahora nos vendría muy bien este mecanismo, por favor, enseñarmelo.

Si funciona, y seguro que lo hará, tal vez podríamos encargarle más modelos y distribuirlos entre los diferentes puestos de observación. La Sombra se cierne sobre Sil Auressë y necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir, sea en hombres o artefactos.

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22/09/2015, 11:13
Ferrim, hijo de Ferric

Ferrim asintió y volvió a la caja, acercándola a la mesa. La abrió y sacó un rollo de papeles, que desplegó sobre la mesa sujetando las esquinas con unas pequeñas pesas de hierro labrado. Había dibujos a grafito, medidas y números. Los planos del artilugio.

Luego sacó lo que parecía una maqueta. El nivel de detalle era sorprendente. Parecía consistir en un cilindro metálico, intertado en un simulacro de pared tallada en piedra como un verdadero muro en miniatura. Por la parte de afuera, el cilindro parecía un depósito y tenía un par de tubos que lo recorrían a lo largo y se introducían en la pared, atravesándola. Por la parte de adentro los tubos surgían y se convertían en una caja metálica con varias palancas minúsculas. La parte exterior del cilindro tenía como una especie de ventanuco con varias solapas. Cinco, concretamente.

-Espero que este sistema de señales sea de su agrado, he construido este modelo yo mismo. Observe esto -dijo Ferrim. Con unas pinzas sujetó una de las pequeñas palancas y la movió, de modo que una de las solapas del ventanuco se levantó y bajó varias veces. Lo repitió con el resto. Había cinco palancas, una para cada solapa-. Los mecanismos que van de estas palancas hasta las solapas circulan por el interior de los tubos y del mismo cilindro de señales.

Era sorprendente que unas manos bastas y de dedos tan gruesos pudieran construir algo tan delicado. La fama de los juguetes enanos era universal y merecida, pero más allá de la curiosidad, esa habilidad era usada por los naugrim para la construcción de otras maravillas más útiles que pajaritos de metal voladores o arpas que tocan solas. La maqueta de Ferrim era la aplicación práctica de esa habilidad, aunque en realidad no era más que una de tantas tecnologías de señales de los khazad usaban para comunicarse de puesto en puesto en las montañas.

-Activar una u otra solapa les dará a ustedes la capacidad de comunicarse a distancia. Pero observe esto, también les será útil en la oscuridad.

Insertó una especie de minúscula llave de extraño diseño en una ranura en un lateral de la caja de palancas, y sonó un ligero chasquido. Inmediatamente se encendió una luz dentro del cilindro.

-Parece usted un hombre de mar. De los mares del sur. Me consta que alguno de los faros que se han usado allí alguna vez no son muy distintos de esto. El interior del cilindro tiene una lampara de aceite que solo se enciende insertando esta llave. Usted tendrá una para su aparato. El senescal Curudae, otra para el suyo. Nadie más podrá usar los aparatos porque sin llave, esto no se enciende.

Movió las palanquitas con la pinza y la luz salió radiante, codificada según saliera por una u otra solapa.

-La llama multiplica su fuerza por una plancha de metal bruñido como un espejo. Mire aquí -señaló una salida junto al a caja de palancas-. Desde aquí se puede rellenar el depósito de aceite. Todo se maneja desde la habitación, y situado este aparato junto a una ventana u ojo de buey, se pueden comunicar mientras "leen" al otro. Por supuesto, esto se puede instalar en la terraza de una torre o un muro, y manejar con las palancas al aire libre. Las opciones de construcción son diversas según se necesite. Lo que necesito saber es cómo lo desea, porque mire aquí -dijo, señalando al ventanuco de solapas.

-Son cinco solapas, lo que le daría 30 combinaciones posibles. Un alfabeto completo. Me temo que es un exceso. Se puede reducir a cuatro solapas, con 15 combinaciones. O a tres, con 9. Y en cualquier caso, recomiendo añadir esto -sacó de la caja de madera una especie de minúscula vidriera de cristales tintados. Con una herramienta diminuta aflojó unos tornillos que hasta ese momento habían pasado despercibidos a ambos lados del ventanuco, y desenroscó este. Dentro sepodía ver la llamita de aceite y el reflector. Enroscó la vidriera en el hueco y volvió a colocar el ventanuco con sus solapas. Luego movió las palanquitas, y la luz salió de un color o de otro según abriera una solapa u otra.

-Con los colores, de lejos, será más fácil diferenciar qué solapa se está abriendo -se apartó un poco para dejar que Khoradur acercara la cara al ingenio. Se metió la mano debajo de la barba, visiblemente satisfecho-. No sé si a ustedes les será grato, pero le aseguro que no encontrará un artilugio de señales como este entre Khazad-dûm y las Montañas Azules. Si me permite una sugerencia yo me limitaría a tres solapas con vidriera. Suficiente para avisos básicos sin más que atender a los colores, sin lenguaje. Pero si les place, con 9 combinaciones pueden inventar un alfabeto codificado sencillo. El manejo y aprendizaje será prácticamente cuestión de practicar un par de horas.

Notas de juego

 

 

 

 

 

 

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23/09/2015, 08:09
Khôradur

Con suma atención observo el artilugio que Ferrim me muestra y escucho atentamente sus explicaciones. Aunque me muestro sereno, no puedo evitar que mi rostro muestre la satisfacción, e incluso cierta alegría, ante este artilugio.

-¡Magnífico!, ¡es justo lo que necesitábamos!. Con un aparato así podremos comunicarnos de inmediato con la aldea y viceversa.

Tomo un sorbo de vino mientras me agacho para observarlo mejor

-Me gustaría que el senescal también lo viese. ¿Cual es su alcance?

Si alcanza una gran distancia se podría encargar más, si nuestros recursos nos lo permiten, para los puestos de vigilancia.

Vuelvo a tomar otro sorbo de vino

-Tres creo que serán suficientes, así podremos crear un código de señales básico para dar avisos. En situaciones de extremo peligro, enviar un mensaje detallado puede ser incluso contraproducente.