Partida Rol por web

Sil Auressë

[16.5.4] El Reino Perdido

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17/01/2017, 20:40
[SA] Gildûr

-Eso parece, respondió Gildûr a la pregunta de Berephar sobre su nieta. Estaba con los ojos cerrados, y respiraba con dificultad tumbado en el carromato. Pero era fuerte. Abrió los ojos, y miró a su pariente y amigo. –Nuestro tiempo… es éste, amigo. No podemos cambiar el mundo, pero sí intentar enmendar lo que tenemos a mano. Y es lo que realmente importa.

Hizo un gesto con la cabeza hacia Eren que buscaba ahora hierbas por los alrededores, portando la espada que le había dejado su abuelo. –La juventud no carga con nuestras cadenas, pero un día, sin aviso, notarán de repente que llevan las suyas propias. Entonces, ellos serán mayores. Nosotros ya no estaremos para verlo, pero me imagino que viviremos en su recuerdo.

Tragó saliva, y se le notaba emocionado por las palabras de Berephar. –Puede que sea el último viaje para mí también, Berephar. Puede que  un día, no muy lejano, ya no esté. Y tú entonces debes seguir sin mí. Y Eren. Y Girion… Recordar a su hijo le entristeció aún más.

-La distancia que hay entre Girion y yo… No es sólo la tierra y el mar que nos separan, dijo con voz abatida. –D-después de la muerte de su madre… No, no es eso. Ella no tiene la culpa. Yo fallé como padre, y nos distanciamos. Girion siempre ha sido más noble que yo. En él veo una grandeza que él aún no ha sentido, pero está allí. Su potencial. Nunca se lo dije. Pero lo veo, porque soy capaz de reconocer la grandeza de un dúnadan a pesar de no haber sido así. Él puede llegar a ser el orgullo de nuestra Casa, de nuestro pueblo. El legado… Lo que dejamos atrás. Pero necesita un guía, necesita una luz que le lleve al puerto en medio de la noche de este reino perdido. Hallé ese faro en Sil Auressë, y por eso él está allí. Y por eso he arriesgado mi fortuna, y mi vida, para ayudarles en esta empresa. Por él, por Eren… También por Milzarâk y otros como él. Porque aún hay nobleza, aún hay fuerza en nuestra sangre. Los dúnedain siempre hemos alzado la vista por encima de las penurias del presente. ¡Volvamos a hacerlo!

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17/01/2017, 20:43
Director

La atención del corsario estaba centrada en dirigir su montura en la oscuridad por el camino desconocido, y no distinguía bien el campamento. Vio algunas formas, un par de grandes hogueras encendidas, pero nada más. Aligeró la marcha, y notaba como el camino descendía y perdió de vista el campamento un buen rato. Al girar de nuevo para subir, ya lo vio mucho más cerca. Y entonces escuchó un: -¡ALTO! ¿Quién anda allí?

En la oscuridad no pudo ver a su interlocutor, pero parecía un guardia.

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18/01/2017, 08:15
Milzarâk

Milzarâk estaba acostumbrado a la vida en el barco donde las otras naves se avistaban con horas de antelación y estar en tierra firme hacía que bajase la guardia. Eso o que cada poco tiempo venia a su mente el rostro de Eren. El haber sido sorprendido de esa manera ya no tenía solución. Así que decidió seguir la historia que había inventado Berephar.

- Buenas noches. Vamos de camino a ver a unos familiares y al ver vuestros fuegos decidí adelantarme al resto para ver si podíamos pasar la noche en vuestro campamento. os aseguro que no portamos malas intenciones - mientras hablaba intentaba discernir entre la oscuridad donde se encontraba su interlocutor y a la vez mantener una postura lo menos amenazante posible.

 

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18/01/2017, 22:10
Director

-Mala noche habéis elegido para viajar, dijo la voz en la oscuridad. -Corréis peligro, hay huargos en las proximidades. Nos hemos unido varios grupos en el campamento de Belegund de Metraith, quien está al mando. ¡No os quedéis solos allí fuera!

El hombre les dio la bienvenida, y alzó una linterna y quitó la tapa. La luz iluminaba a Milzarâk, pero no vio nadie más. Su vestimente recordaba a los guardias que habían visto en las proximidades de Metraith.

- Tiradas (1)
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23/01/2017, 08:36
Milzarâk

Al oir la palabra huargos un escalofrio le recorrio la espalda. Acostumbrado al mar no había llega a encontrarse con ninguno, pero había oido hablar de su ferocidad y maldad.

- Entonces debo partir rápidamente a por mis compañeros para decirles que apresuren el paso - contesto Milzarâk con voz preocupada - Gracias por el aviso. Si hay algún curandero en vuestro campamento, decidle por favor que tenemos a una persona enferma y si podía echarle un vistazo cuando lleguemos. 

Diciendo esto Milzarâk giró su montura y partió al galope sin poder apartar de su mente la imagen de Eren y los otros asediados por una manada de esas bestias. En cuanto se encontrase a una distancia desde la que Eren pudiera verlo encendería las dos antorchas para indicarles que avanzasen y proseguiría a su encuentro.

 

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28/01/2017, 15:53
Director

Si hay algún curandero en vuestro campamento, decidle por favor que tenemos a una persona enferma

-No será el único enfermo o herido del campamento, pareció decir la voz en la oscuridad mientras Milzarâk se dio media vuelta para regresar sobre sus pasos para avisar a sus compañeros. Encendió las dos antorchas y las movió en la oscuridad.

Al rato, vio encenderse una en el lugar del campamento. Sin duda era Eren, y la luz ya comenzó a moverse hacia el encuentro.

Notas de juego

Tirada de Observación con el siguiente post.

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28/01/2017, 15:56
Eren

La conversación entre Gildûr y Berephar fue interrumpida por Eren. -¡Dos antorchas! Es la señal de Milzarâk, vamos, hemos de partir ya hacia el campamento.

Sin esperar respuesta, comenzó a preparar la inmediata partida al encuentro del corsario. Había algo en la noche que le inquietaba a Eren, y quería llegar al campamento lo antes posible.

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06/02/2017, 10:04
Milzarâk

Le tranquilizó ver iluminarse la antorcha de Eren, pero no podía quedarse a esperarlos. Espoleando su montura se lanzó al galope por el camino por el que debería venir el carromato. La luz de la luna apenas iluminaba pero eso no le importaba y cada vez cabalgaba mas y más deprisa, esperando llegar a donde estaba sus compañeros lo antes posible.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bueno, esta tirada tiene un pase.

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09/02/2017, 22:15
Director

Cuando Milzarâk se encontró con Berephar, Eren y Gildûr, ellos ya habían recogido y avanzaban con el carromato. Ya todos juntos, siguieron hacia el campamento. Se trataba, al parecer, de un campamento improvisado formado por varios grupos diferentes que se habían unido ante una amenaza común: grandes manadas de huargos acechaban en la zona.

En la noche, creyeron escuchar aullidos en la lejanía. Pero no vieron enemigos, y llegaron a su destino ya avanzada la madrugada.Se trataba de una serie de tiendas y algunas estructuras defensivas, y podían ver a unas quince o veinte personas, y bastantes caballos. Había tres hogueras. Una grande en el centro, y dos más pequeñas a una distancia parecida de la hoguera central a ambos lados. La distribución del campamento denotaba organización, aunque le daba la sensación de que se trataba de dos grupos diferentes unidos por necesidad o circunstancias. Los caballos y las tiendas estaban distanciadas, y apenas había movimiento junto a la hoguera principal. Lo que sí había eran varios hombres haciendo guardia junto al perímetro en ambas partes del campamento. Les dejaron pasar, y rápidamente, llevaron a Gildûr a una tienda de mayor tamaño que hacía las veces de una enfermería.

Mientras Berephar y Eren ayudaron a Gildûr a tumbarse en camilla, un hombre de aspectino de hombre bruno se acercó al grupo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

El jugador de Berephar está algo convaleciente, puedes intervenir cuando quieras pero te dejo atendiendo a Gildûr y sigo con Milzarâk pero sin dejar de marcarte.
 

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09/02/2017, 22:32
[SA-ej] Pinto

-Saludos, soy Pinto, uno de los sargentos de Sil Auressë, dijo el dunlendino y ofreció su mano. -¿Se encuentra bien?, preguntó mirando a Gildûr, con gesto de saber de quién se trataba. A continuación, contó alguna cosa de la situación. -Estamos en el campamento de Belegund, un líder mercenario de Metraith. Mi grupo explorador fue atacado por los huargos, y nos refugiamos en unas cuevas cercanas. Algunos de mi grupo están gravemente heridos. Nos acaban de rescatar los hombres de Belegund acompañados también de otros que están al servicio de Lord Echorion.

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13/02/2017, 10:22
Milzarâk

- Saludos, muchas gracias por vuestra ayuda. Se enfrenta a grandes riesgos debido a su tarea, esta vez me temo lo peor - dijo mirando también a Gildûr y sacudiendo la cabeza - Si necesitáis ayuda puedo colaborar ayudando con las guardias de esta noche. Mañana me gustaría partir de nuevo hacia Sil Auressë,¿ nos acompañaréis de vuelta o tenéis otros planes?

Había disfrutado del viaje hasta ahora con su pequeño grupo, pero si había huargos en los alrededores cuantos más fuesen mejor.

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13/02/2017, 22:19
[SA-ej] Pinto

Pinto miraba al corsario y suspiró. -Mi deseo es regresar a Sil Auressë, y mi deber. Pero la situación es más grave de lo que os podéis imaginar. Sil Auressë sufre un ataque combinado a gran escala. Los huargos han cerrado el cerco, pero una gran hueste se preparar también en el oeste.

Meneó la cabeza. -Yo también acabo de llegar, pero he hablado con Belegund. Me ha dado alguna información nueva. Ayer envió a tres hombres como mensajeros. Si han logrado dar con el comandante Khôradur, tal vez podamos coordinar un ataque. Mientras tanto, estamos reuniendo a todos los hombres capaces de empuñar un arma aquí en el campamento. ¿Contamos con tu cimitarra? Descansa lo que puedas, porque el momento será pronto, y el tiempo apremia.

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15/02/2017, 10:54
Milzarâk

Llevaba todo el viaje mirando sobre su hombro y resulta que los mayores problemas los tenía delante. La misión parecía complicarse por momentos y ya no estaba seguro de poder asegurar la protección de Eren y su abuelo.

- Contad con mi cimitarra. Os haré caso e intentaré descansar. Ahora debo ir a comentarle las noticias a mis compañeros - se despidió de Pinto y se dirigió hacia donde estaban sus amigos para comentarles la malas noticias.

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18/02/2017, 13:47
Director

El viaje desde Tharbad había sido agotador, y los tres se acostaron cansados .Lo que restaba la noche esperaban poder dormir en la tienda que hacía las veces de enfermería. Pero una preocupación crecía en sus corazones, y resultó difícil que el cuerpo descansara sabiendo que manadas de huargos se hallaban entre Sil Auressë y ellos. Y además, estos huargos formaban parte de una ofensiva a gran escala. La situación de Gildûr tampoco era buena, y necesitaban llegar a la aldea lo antes posible. Pero Sil Auressë se hallaba ahora en peligro grave.

Por fin el sueño les venció y se quedaron dormidos…

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18/02/2017, 13:47
[SA-ej] Pinto

Un leve toque en el hombro despertó a Milzarak. Era Pinto, y se le veía nervioso o agitado. Eben y Berephor también se despertaron al rato al escuchar ruidos y conversaciones a su alrededor.

-Belegund ha convocado a todos los voluntarios, dijo y sin decir más, el sargento se fue a buscar a algunos de los soldados de Sil Auressë que le habían acompañado.

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18/02/2017, 13:47
Director

El Sol estaba ya bastante alto en el cielo cuando los tres salieron de la tienda. Se encontraron con un grupo variopinta de más de una docena de hombres, y algunos más estaban por llegar. Todos ellos se habían apresurado a ponerse las armaduras, y se habían formado pequeños grupillos que se lanzaban entre ellos de reojo miradas desconfiadas.

La amenaza de los huargos había reunido en un mismo lugar a mercenarios de Metraith, a milicianos de distintos feudos desaparecidos en busca de un futuro mejor, a soldados del ejército de Sil Auressë y finalmente a un pequeño contingente de hombres que portaban el brazalete rojo de Lord Echorion. No mostraban otro estandarte ni escudo, pero ese sencillo ribete rojo era un símbolo conocido en las tierras de Metraith, y no tardaron algunos en contarles a los recién llegados de quiénes se trataba, y sobre todo, a quién servían.

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18/02/2017, 13:48
Director

Lord Echorion. El Príncipe Exiliado del poderoso feudo de Girithlin en el sur de Cardolan. La historia narraba cómo hace casi una década su propio tío había usurpado el poder, y cómo había tratado de asesinarlo antes de que Echorion pudiera cumplir la mayoría de edad. Echorion huyó a Arthedain, donde se ocultó durante largos años. En secreto, forjó alianzas con algunos nobles de Cardolan, que se estaba descomponiendo después de las guerras y de las epidemias. Porque Echorion nunca había cesado de soñar con regresar y reclamar lo que era suyo por derecho. Y así cabalgó con su séquito de fieles desde el Norte, y llegó a Metraith el año pasado. Fue nombrado Protector de las tierras de Metraith y alrededores, pero a nadie se le escapaba que el auténtico propósito de Echorion no era otro que encontrar apoyos y aliados para conquistar el trono de Girithlin. Para eso, había estado reuniendo tropas de distintos feudos que se identificaban con ese ribete rojo en el antebrazo o en las lanzas. Era el símbolo de los Rojos Fuegos de la Venganza, que estaba por llegar a un reino agotado por las interminables guerras.

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18/02/2017, 13:49
Director

Los cinco hombres de Echorion que ahora se encontraban en el campamento se dirigían originalmente al oeste, hacia el Vado de Sarn. Pero los huargos les habían sorprendido, ya hora habían unido fuerzas con el resto. Su líder, Barendir, uno de los hombres de confianza de Lord Echorion, era uno de los que había partido hacia Sil Auressë con la esperanza de coordinar un ataque combinado. Llevaban palomas mensajeras, y los seguidores de Echorion acatarían la orden de ataque. Esta lucha también era la suya ahora.

El sargento Pinto de Sil Auressë contaba con cuatro hombres listos para actuar. El resto se encontraban en la enfermería del campamento después de los ataques sufridos.

Los restantes guerreros venían de distintos lugares, algunos desde muy lejos. Cardolan había sido tradicionalmente una tierra propicia para mercenarios extranjeros, ya que las guerras entre principados eran habituales. En los últimos tiempos, habían caído varios de esos principados, y otros estaban heridos de muerte. El Reino Perdido ahora albergaba muchas espadas libres.

Sil Auressë había hecho una convocatoria para ampliar su ejército, y varios de los presentes se dirigían precisamente allí por ese motivo. Al parecer, la aldea había visto indicios de que algún peligro se cernía sobre ellos. Pero no tuvieron tiempo de reaccionar y reunir más efectivos. Y ahora algunos de los que querían acudir a la convocatoria iban a tener que luchar para ayudar a salvar Sil Auressë incluso antes de llegar allí.

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18/02/2017, 13:49
[Mt] Belegund

Belegund caminaba hasta ponerse delante de todos ellos. Gozaba del respeto de la gran mayoría de los aspirantes a mercenario que desde las guerras de los Señores Aliados habían elegido Metraith como el lugar idóneo para ofrecer sus servicios al mejor postor. También era respetado por otras facciones de Cardolan. Resultaba curioso que precisamente la ciudad del antiguo Palacio Real de Thalion se había convertido en el mejor recordatorio e que Cardolan era un reino perdido, y al mismo tiempo un lugar que ofercía grandes oportunidades a los valientes, a los incautos o a los hombres sin escrúpulos capaces de empuñar una espada.

En medio de esa vorágine decadente, Sil Auressë representaba la débil esperanza de algo mejor. A pesar de las intrigas y de los conflictos internos, ante las huestes de la oscuridad, los hombres de Cardolan se habían mostrado unidos en tiempos lejanos y también más recientemente.

-¡Hombres de Cardolan! ¡Hombres libres!, comenzó Belegund. –Hace un año luché en la Batalla de Metraith contra una hueste enemiga formada por restos de los ejércitos del Señor de la Guerra. A mi lado estaba la Dama Ayla de Sil Auressë, y algunos de los aquí presentes también, así como Lord Echorion y sus caballeros.

Hizo un gesto hacia los hombres que portaban el ribete rojo. Prefirió obviar el dato de que Khôradur, el comandante de Sil Auressë, había estado en el bando contrario en aquella contienda. No dudaba de su lealtad ahora, y no era el momento de reabrir viejas heridas.

-Os habéis presentado voluntarios para cargar contra los huargos que se interponen entre nosotros y la aldea y el castillo de Sil Auressë. Estoy a la espera de un mensaje de ellos para dar la orden de ataque, pero partiremos de inmediato para avanzar terreno y estar listos y en posición llegado el momento.

Miró uno a uno a los presentes.

-Partiremos todos los hombres capaces de luchar que se hayan ofrecido, y el resto nos seguirá para entrar en el castillo en cuanto hayamos abierto el camino. Trasladarán también a los heridos. No podemos defender este campamento si la hueste oscura en el oeste arrasa con Sil Auressë a su paso. ¡Hemos de llegar al castillo!

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21/02/2017, 08:30
Milzarâk

Mientras oía el discurso de Belegund su mano paseaba nerviosa sobre la empuñadura de su espada. Había dejado su casco con sus otras cosas en el carro. Los corsarios no eran del todo bien vistos por estas tierra pues se solía asociar todo lo del sur con las fuerzas oscuras. Por lo que no quería que sus compañeros de batalla dudaran de él.

Cuando Belegund terminó su discurso, desenvainó la espada y alzandola por encima de su cabeza grito - ¡por Sil Auressë!

Notas de juego

Para la batalla llevo todo el equipo menos el casco. Aunque si puedo intento agenciarme uno prestado por el campamento.