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Sil Auressë

[18.2.2] El ejército de Echorion

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01/01/2018, 15:44
[OI] Profecía

RECLUTAMIENTO DE HOMBRES PARA EL EJÉRCITO DE SIL AURESSË

De forma inmediata se procede al reclutamiento de hombres para el ejército de  Sil Auressë.

Todos aquellos que estén interesados tendrán que ceñirse a las siguientes condiciones y normas:

1. Ser mayor de edad

2. Facilitarán su nombre, edad, profesión actual, y si disponen de formación militar. En tal caso han de indicar a que cuerpo o cuerpos han pertenecido, a que ejército, su experiencia, rango máximo que ostentaron y experiencia en combate. Asimismo también ha de citar cualesquiera otras habilidades que consideren que puedan ser útiles al ejército de Sil Auressë.

3. Se dará prioridad a todos aquellos que dispongan de experiencia militar.

4. Aquellos que no dispongan de experiencia militar pero quieran pertenecer al ejército de Sil Auressë entrarán a formar parte de la milicia, compaginándola con su oficio actual, para que así cojan experiencia y en el futuro tengan opciones de entrar en el ejército de Sil Auressë, para lo cual tendrían prioridad sobre futuros aspirantes.

5. Todos aquellos que quieran entrar a formar parte del ejército de Sil Auressë se tendrán que presentar en el castillo y tendrán dos oportunidades para inscribirse. Mañana, tras la fiesta de Ioendë, o dentro de una semana comenzando a contar a partir de mañana. Pasado este plazo, independientemente de la experiencia que puedan tener, su solicitud será atendida, pero no se tendrá en cuenta hasta que se realice un nuevo procedimiento de reclutamiento.

6. En cuanto se haga una selección, se colgará la lista de admitidos en la plaza de Sil Auressë en el plazo de una semana, a contar tras finalizar la admisión de solicitudes. Los que no sean admitidos podrán incorporarse a la milicia o que su solicitud se considere en una futura ampliación del ejército.

7. Si se descubre que se ha mentido en la solicitud, esta será automáticamente denegada y se tomarán las medidas legales oportunas contra el infractor.

 

Notas de juego

(convocatoria de reclutamiento de hace unas semanas, Ayla encuentra alguna por Metraith. Firmada y sellada por Khôradur)

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01/01/2018, 15:46
Director

Al alba, Ayla se encontró con el capitán Erig y con Aelloth. Montada en Undumë, se posicionó a la cabeza de la columna de tres que se estaba formando. Ver a casi un centenar de jinetes a las primeras luces del día fue algo realmente emocionante. Todos ellos llevaban un brazalete rojo como símbolo de su pertenencia a las tropas de Hir Rochon, el Príncipe Que Cabalga. El Príncipe Exiliado. Echorion.

Los soldados eran muy conscientes de la presencia de la soberana de Sil Auressë, la mujer elfa que había luchado en la Defensa de Metraith, fundada una aldea y quien se había enfrentado a la oscuridad con su magia. La “Dama del Amanecer” la llamaban ahora, pues había regresado después del eclipse y el nombre de Sil Auressë también hacía referencia a la luz del nuevo día, de una nueva esperanza. Un nombre premonitorio sin duda.

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01/01/2018, 15:46
[Gi] Aelloth

-Regresáis a vuestro hogar, Dama Aylarien. Espero que lleguemos a tiempo para salvar aquello que habéis estado construyendo.

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01/01/2018, 16:52
Ayla

Ayla oteaba concentrada el horizonte en dirección a Sil Aüresse. Recordaba el día en el que estando en Tharbad, Curudae emocionado describía las dotes de quién sería el Lugarteniente de Sil Aüresse intentando mantener en secreto el nombre para sorprenderla, pero ante la descripción que daba Ayla supo pronto quien podía ser. Si alguien podía defender Sil Aüresse en este momento, ese era Khoradur.

Después se giró para mirar una vez más con orgullo a los hombres que lucharían por Sil Aüresse. Los soldados podían ver el orgullo que inspiraban en los ojos de la Dama.

Siempre había escuchado que la gente se refería a Sil Aüresse como una aldea, pero hoy quedaba claro que no era solo una aldea, que Sil Aüresse representaba mucho más…

Entonces Ayla escuchó las palabras de Aelloth.

-          Llegaremos Aelloth, llegaremos.

Entonces Ayla miró a Aelloth a los ojos y después al Capitan Erig.

-          Debo pediros un favor Maese Aelloth y Capitán Erig. Aquí tengo el que será el nuevo estandarte de Sil Aüresse, tejido hebra a hebra por grandes Maestros Elfos. Necesito que esté preparado antes de llegar al combate, y que Maese Aelloth sea mi banderizo. Que cuando los hombres de Echorion lleguén aprestados y el enemigo los vea, que vean también ondear el estandarte de Sil Aüresse. Que los corazones del enemigo se llenen de miedo, y el de nuestros hombres y mujeres se llene de valor.

Notas de juego

Nota: Durante la noche de la llegada de Ayla al campamento, antes del amanecer intentó reunir los utensilios necesario para poder ondear el estandarte de Sil Aürese. También intentaría conseguir azucarillos para Undume o alguna manzana, y fue con Undume para cepillarla, y ver que estaba conveniente acomodada.

 

 

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07/01/2018, 16:50
[Gi] Aelloth

El hombre de Echorion recibió el estandarte enrollado con cuidado. Maestros elfos…

-Será un honor ser vuestro abanderado en esta contienda, dijo. Los últimos días y semanas habían sido intensos, y muchas cosas habían cambiado en Aelloth. Y en su forma de ver el mundo. –Hace poco escuché a un hombre hablar de los motivos que nos llevan a empuñar el acero, y cómo una buena causa nos redime y nos permite alzarnos por encima de las cadenas de este mundo. Estos días yo he visto a grandes guerreros convertirse en inmortales en el fragor de la batalla. Por sus hazañas, y sobre todo porque la causa por la que luchaban era una causa noble. De justicia. Cabalgamos a ayudar a Sil  Auressë para defender la luz que queda en Cardolan, igual que muchos lo hacen junto a Lord Echorion. En medio de esta oscuridad y de esta decadencia, una luz tenue brilla con más intensidad.

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07/01/2018, 16:50
[Gi] Erig

El capitán Erig se mantuvo callado, pero asintió a las palabras de Aelloth. Formaba parte del círculo más próximo de Echorion, y conocía las dificultades del día a día Príncipe Desterrado. Era la esperanza para el futuro de Cardolan, pero dormía cada noche en un sitio diferente por temor a los asesinos de su tío. Su causa era legítima, pero le costaba encontrar hombres para su ejército porque cualquier posible recompensa por lealtad hacia su persona pasaba siempre por una victoria en el campo de batalla.

-La justicia pertenece a los vencedores, comentó. –Y nosotros tenemos suficientes jinetes para ganar a las huestes orcas.

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07/01/2018, 16:51
Director

El día volvió a amanecer lluvioso, y el camino ya no era de piedra como el Camino Real. La columna de caballeros era larga, y no podían abrirse más de cinco jinetes de ancho. Con el paso de los caballos por la tierra mojada, ésta pronto se convertía en barro y las últimas filas se encontraban con algunas dificultades para avanzar. No obstante, eran jinetes expertos y el avance era constante.

La jornada de viaje transcurría sin incidentes hasta bien entrada la tarde. Se tomaron algún descanso breve para almorzar mientras los más rezagados llegaban, pero en general se notaba que tenían prisa para llegar al punto de encuentro. Algún explorador les traían nuevas de los pequeños grupos de enemigos que habían abatido las avanzadillas. Pero la batalla definitiva se iba a librar en los alrededores de Sil Auressë.

- Tiradas (3)
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22/01/2018, 21:37
Ayla

Ayla deseaba que la marcha fuera más rápida. Sus hombres y mujeres morían en Sil Aüresse, morían por Sil Aüresse, y su Dama debía acudir presta en su ayuda.

Pero sabía que los hombres que la seguían iban lo más rápido que una columna militar y las inclemencias del tiempo les permitían.

Ayla acariaba a Undume instintivamente. Desde que estaban juntas era como si fuera una con ella. Ambas se entendían y reconfortaban juntas. Sin duda Undume era excepcional, incluso entre los caballos élficos.

Durante la marcha, Ayla buscó a Aelloth. Y cuando se puso a su altura, fue directa y sin rodeos.

-          Aelloth ¿cómo capturasteis el estandarte y el yelmo de Tagli? Ese Yelmo es una reliquia para los enanos. Hasta donde sé Tagli pertenecía a Khazad Dûm. Si ese Yelmo junto con el estandarte volvieran a su Casa, tal vez, quien lo llevara podría  obtener el favor de los enanos. Pero nadie que no sea enano puede acercarse siquiera a las puertas de Khazad Dûm, y a eso tal vez yo tuviera una solución.

Ayla dejó que las palabras llegaran a Aelloth.

-          Fuiste los ojos de tu Señor en mi Casa, y sin que lo supiéramos, una poesía fue el comienzo de una amistad. Ahora Lord Echorion y sus hombres van en auxilio de Sil Aüresse, van en auxilio de mi Casa. Una vez terminada la batalla, dudo que me queden tropas con las que corresponder a vuestro Señor, pero tal vez… A lo largo de los años y mis andanzas, he hecho “amigos” y hay gente que me tiene en estima que podría intentar que ayudaran en su causa. Ya sabéis que el más cercano es el Rey Lanaigh. Ayla bajó la voz hasta que casi fue un susurro. ¿Pudiste entregar el mensaje de Sil Aüresse a tu Señor?

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25/01/2018, 23:44
[Gi] Aelloth

La mirada de Aelloth se perdió en el horizonte al recordar los eventos de la Batalla de la Loma. -El yelmo fue conquistado a sangre y a acero en medio del fuego y de la tormenta, en una victoria lograda con gran dolor, dijo sin mirar a Ayla, pero convencido de la verdad de sus palabras. Una verdad dolorosa, pero al mismo tiempo se sentía enormemente orgulloso de haber formado parte de aquello. -Cuando todo esto acabe, recibirás esa reliquia, y podrá ser devuelto a sus legítimos dueños los enanos. Espero que lo sucedido no caiga en el olvido, pues se merece ser grabado en piedra y cantado en mil canciones.

Siguieron cabalgando uno al lado del otro, en silencio durante un largo rato. Aelloth sonrió al recordar el concurso de poesía y la Fiesta de la Academia. Era algo reciente, pero parecía haber sucedido en otra vida. Mucho había cambiado en poco tiempo.

Al ser preguntado por el mensaje a su señor, asintió con la cabeza, y se acercó un poco más a Ayla para comentarle en privado. -Sí, aunque no en un primer momento. Los orcos habían comenzado el cerco a Sil Auressë, y no pude pasar. Volví a Sil Auressë, y para entonces Khôradur y los demás ya tenían muchos indicios de un gravísimo peligro que les amenazaba a todos. Me enviaron de vuelto a Lord Echorion acompañado de dos emisarios. El sargento Agnor y el bardo Arkyn. Fue una propuesta arriesgada, y con pocas opciones. Pero no pudieron haber elegido a mejores hombres, pues Agnor es un gran guerrero y un hombre de palabra. Hace tiempo el Príncipe Desterrado ya quiso convencerle para que se uniera a nuestras tropas. Y Arkyn es un hábil diplomático. En una reunión con Lord Barahir, donde estuve presente también, se formalizó una alianza, en presencia del mismísimo Lord Echorion. Y en términos creo que bastante favorables para Sil Auressë, y si la aldea sobrevive a todo esto, va a ser gracias a ese acuerdo.

Su mirada recorría las tropas del Príncipe Desterrado, nombrado el Protector de estas tierras en el Consejo de Metraith. Estaba claro que había movilizado a casi todas sus tropas para proteger la región, o tal vez para mover ficha y preparar su asalto hacia el sur. A veces era difícil saber las verdaderas intenciones de los soberanos de Cardolan.

-En esas conversaciones salió el nombre del caudillo Lanaigh, cierto.

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26/01/2018, 21:45
Director

Mientras hablaban, la columna siguió avanzando. Cuando el sol se ocultó en el oeste, los jinetes siguieron a un ritmo menor pero sin detenerse. Se encendieron antorchas en los laterales de la formación, y se enviaron exploradores para reconocer el terreno.
 

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26/01/2018, 23:16
Ayla

Arkyn y Agnor…  Ayla memorizó esos nombres, para más adelante preguntar a Curudae. Ayla escuchaba las palabras de Aelloth y un pequeño nudo se le hizo en la garganta cuando escuchó las palabras sobre la posibilidad de Sil Aürese no sobreviviera a esta contienda.

-          Sil Aüresse superará esto. Sil Aüresse es más que una aldea, es una creencia, un modo de vida, una esperanza por la que de un modo u otro vais a luchar todos vosotros junto a los nobles hombres que defienden la aldea. Todos sois Sil Aüresse, todos la habéis visto, y sin saberlo la habéis acogido en vuestros corazones, y esa es su grandeza. Sil Aüresse es una oportunidad de vivir, y mientras un hombre que haya sido tocado por esta idea, Sil Aüresse vivirá. Tú también eres Sil Aüresse Aelloth, nunca lo olvides.

Ayla guardó unos segundos de silencio mirando hacia las antorchas que se encendían, sentía como la fuerza de sus palabras aún flotaban en el aire pese a que ya no las pronunciaba.

-          Cuando venía de regreso desde mi encuentro con el Cazador Oscuro, cuando crucé Tharbad aquella noche mi alma voló a Sil Aüresse. Estuve allí y pude ver a mi gente herida, sufriendo… Pero también vi fuerza, ganas de luchar, seguían creyendo en un mundo mejor, en un nuevo día, y estaban dispuestos a luchar por ello hasta el final. No luchan por un Señor, o Señora, no luchan por una causa ajena, no luchan en una batalla ajena, luchan para dar una oportunidad a los que vendrán, a sus hijos, a sus mujeres, luchan por una vida mejor, una vida que han conocido y saben que es posible.

Ayla miraba a Aelloth.

-          No vamos a reconstruir Cardolan, aquel reino de los hombres cayó. Lo que estamos construyendo es algo diferente, algo más grande. Una tierra para sus habitantes y no para sus señores. Y ya lo estamos viendo Aelloth, ya lo estamos viviendo.

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31/01/2018, 22:44
[Gi] Aelloth

Aelloth no dijo más, pero mientras cabalgaban su mente repetía las palabras de Ayla. Palabras llenas de convicción y de fe. Recordaba a Agnor, a Khôradur, a Curudae... A todos los que había conocido en Sil Auressë. Personas que habían abrazado el sueño de la mujer elfa. Lo habían hecho suyo, y ahora luchaban por un nuevo día, por mantener viva la esperanza un poco más.

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31/01/2018, 22:46
Director

Cayó la noche, y siguieron avanzando un poco más hasta encontrar un lugar más amplio para acampar y dejar descansar a las monturas. Los hombres estaban agotados por el viaje, pero la vanguardia siguió avanzando, y se enviaron exploradores. Se les veía tensos, pero preparados. Por turnos, buscaron un lugar donde sentarse y descansar un rato antes de seguir el camino.

Ayla se apartó un poco del resto. No tenía sueño, y mientras acariciaba a Undumë contemplaba las pocas estrellas que se iluminaron en el cielo. Entonces escuchó cómo llegaron jinetes desde el norte. Cuatro en concreto, y pronto los vio acercarse hasta ella.

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31/01/2018, 22:49
[Gi] Soldado

-¿Dama Aylarien?, preguntó el jinete y sin esperar confirmación añadió, -os convocan para adelantaros a la unidad, y para acudir a una reunión.

Luego añadió: -Podéis elegir a un acompañante o dos, pero no os demoréis. La noche es corta y el fugaz amanecer necesita de apoyos.

La última frase parecía recitada de memoria.

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06/02/2018, 19:12
Ayla

Con el alto de la columna, Ayla aprovechó para estirar los músculos agarrotados de tanto cabalgar. Cogió a Ündume, y buscó hierba fresca para que pudiera pacer mientras la Dama pensaba, intentaba sentir que estaba pasando en su hogar…

De pronto vio acercarse al soldado que la impeló a una reunión. “La noche es corta y el fugaz amanecer necesita apoyos” Sil Aüresse, la Luz del Amanecer necesitaba de ayuda. Debía acudir presta a esa reunión y pronto pensó en Aelloth.

 Ayla dejó pacer a Ündume mientras fue en búsqueda de Aelloth.

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06/02/2018, 20:19
Director

Ayla encontró a Aelloth junto a su caballo. Estaba agotado, cubierto de polvo de la Batalla de la Loma, y limpiaba su casco de manchas de sangre. Aún así, no dudó en ponerse de pie y acompañar a Ayla. Con cuidado, guardó el estandarte en un lado de su montura, y partieron del campamento.

Siguieron a los cuatro jinetes en la noche sin pronunciar palabra. Tras una media hora, se detuvieron y les indicaron que era necesario salir del camino. Dos de los soldados se quedaron atrás, y los otros dos se bajaron de los caballos y siguieron a pie. Bajaron una cuesta hasta llegar a un pequeño valle recóndito con un par de árboles y arbustos. Allí, en medio de la nada, había una pequeña tienda de campaña de base cuadrada de no más de unos metros. A unos cinco pasos de cada esquina había un soldado con una capa y una lanza mirando cada uno a una dirección diferente. Protegían el lugar de miradas indiscretas y de visitas no deseadas.

Los dos hombres que les habían acompañado se quedaron algo más lejos, y tomaron las riendas de los caballos. Aelloth y Ayla caminaron hasta el lugar de reunión, pero Aelloth ya supuso que no iba a estar invitado. Así que fue Ayla quien entró sola en la tienda...

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06/02/2018, 20:28
Director

Los ojos de Ayla tardaron unos instantes en acostumbrarse a la penumbra de la pequeña tienda. No había sillas, ni cama. Tan solo algunos mapas colgados de las paredes, y un par de cofres. De pie, en el centro, le esperaba un hombre encapuchado. Su ropa era de calidad, sus botas eran negras y limpias y su capa tenía un tono azul. Se había quitado los guantes, y varios anillos resplandecían en la noche.

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06/02/2018, 20:31
[Gi] Barahir

-Elen síla lumenn' omentielvo, Ayla1, dijo en quenya. Era humano, de eso no había duda. No obstante, su acento era suave y armonioso, como si hablara con cierta fluidez la ancestral lengua de los elfos. -Mi gratitud por haber acudido a este encuentro. Soy ... Barahir.

Solo entonces, se quitó la capucha. Y esperó unos instantes, como si la imagen de las facciones de su rostro fuera motivo suficiente como para requerir un tiempo. En cierto modo, así era. Pues Barahir era el nieto del príncipe Hallas, y se decía que su parecido físico con su abuelo fallecido era asombroso.

-Lord Echorion ha respondido a la llamada de Sil Auressë, y la rueda está en marcha. Ya hemos combatido el enemigo en muchos puntos, pero se trataba de pequeñas patrullas. Aún no hemos podido enfrentarnos a las grandes huestas para poder doblegarlas. Quería darte las nuevas antes, pues en juego hay mucho más que la supervivencia de la aldea. Por eso, quiero explicar por qué nuestras tropas no van a ir ahora directos al oeste, y tomarán el rumbo hacia el sur.

Notas de juego

1Una estrella brilla en la hora de nuestro encuentro

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11/02/2018, 23:07
Ayla

Ayla observó con curiosidad a Barahir, mientras éste hablaba. Bien cierto era que se parecía al príncipe Hallas.

Escuchó en silencio las palabras de Barahir. Entendió que el ejército de Lord Echorion no iba a Sil Aüresse, marchaban al Sur. Seguramente a enfrentarse a su tío.

Por un segundo sintió que la abandonaban a su suerte, pero algo le decía que no habían llegado allí para ahora marcharse todos y abandonar Sil Aüresse.

Instintivamente buscó a Hilde Sikelion para sentir su tacto, su luz, pero ya no estaba con ella…

Miró a Barahir a los ojos.

-          No partí a combatir al origen de este mal en el Este, para ahora ver caer a mi gente, y como se destroza mi hogar. Explicarme entonces cuál será vuestro plan.

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14/02/2018, 22:01
[Gi] Barahir

Barahir asintió ante las palabras de Ayla. No pudo evitar sonreir, pues algo en ella le recordaba a otra mujer de carácter fuerte e indomable: la Princesa de Dol Caladir. Además, los rumores apuntaban que Finduilas se escondía en aquella aldea de nueva construcción.

Levantó la mano para tranquilizarla. -Hemos venido para ayudaros a acabar con los orcos. No obstante, esta contienda va más allá de una mera victoria defensiva. No queremos hacer huir a los orcos de vuelta a Minhiriath, donde se esconderían en sus madrigueras. No. Queremos aniquilarlos. Hasta el último de esos viles trasgos.

A continuación comentó por encima el plan. Los defensores de Sil Auressë habían luchado con valentía en varias batallas desde el Oscurecimiento. -Han resistido a las hordas enemigas. Sus hazañas no deben quedarse en el olvido. Ya han recibido algo de ayuda, y pronto todo terminará. Primero derrotaremos a los orcos supervivientes a la Batalla de la Loma aquí, en el sur. Antes de que se unan las dos huestes. Así les cortaremos la vía de escape.

Trataba de tranquilizar a la elfa con su mirada firme y sus palabras sinceras.