Partida Rol por web

Sil Auressë

[18.3.3] El camino de los errantes

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23/10/2017, 08:29
Ragi

El joven Ragi se movió con agilidad al lado de la niña, protegiéndola. Vestido con su cota de cuero sabía que no podría vencer a un enemigo a cuerpo a cuerpo, con su espada corta, de una forma sencilla pero contaba con su arco para ello.

No habló. Prefería que fuera Findulias o alguno de sus otros compañeros los que llevarán la diplomacia. Haber vivido en las calles no le había ayudado a ser un gran orador aunque, por fortuna, su tiempo en la academia le había enseñado a disolverse con soltura en otras situaciones.

- Tiradas (1)
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23/10/2017, 17:43
Anael

Anael trataba de buscar el caminio al que se refería la nila cuando una voz les asalto de improviso. Todos los sentidos del hombre se pusieron en marcha buscando al recien llegado por si fuese enemigo. Dejó la camilla en el suelo por si necesitaba usar sus armas y tras esto se llevó las manos a las empuñaduras de sus armas.

Anael no habló, solo escrutró al elfo que acaba de aparecer. Al ser un miembro de una raza de un pueblo libre su preocupación menguó, pero al recordar a quién portaban en la camilla y la importancia que ésta tenía, su nivel de inseguridad volvió a incrementarse, manteniendo en todo momento el estado de alerta. No era la primera vez que un elfo se pasaba al lado de señor oscuro, así que no podía confiar en él.

Por fin se decidió a intervenir.

- Nuestros motivos son solo nuestos. Y quienes somos no creo que te incumba -dijo sin ninguna expresión en su habla que denotara su estado de ánimo.

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23/10/2017, 20:51
Aeldric

Aeldric no bajaba la guardia a pesar de ver que el grupo transportaba a lo que parecía ser un herido, sin duda eran guerreros y no debía subestimarlos, no obstante no le parecían esbirros del señor oscuro. El tiempo apremiaba y Aeldric sabía que la situación era crítica.

Respeto vuestros asuntos pues. No obstante os aconsejo que andéis con cautela por este terreno, es peligroso y más si transportáis a un herido. Ahora mismo el señor oscuro está invadiendo estas tierras y en cualquier momento sus bestias pueden saltar al ataque...

Aeldric observó al herido.

Tengo conocimientos en primeros auxilios, si me permitís puedo echar un vistazo a vuestro compañero a ver si puedo echaros una mano, además también puedo guiaros por estas tierras, por senderos más seguros. Si no queréis fiaros de mí en absoluto, dejádmelo claro de inmediato...Tengo unas bestias que cazar y no me van a esperar.

- Tiradas (1)
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24/10/2017, 16:36
Anael

Anael siguió con la vista fija en el recién llegado. Si bien no tenía muchos argumentos para no querer su ayuda, no podía confiar en él por que sí.

Con una fugaz mirada el hombre posó sus ojos en la dama Finduilas. Era ella la que comandaba aquella comitiva y si ella daba el beneplácito Anael aceptaría.

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25/10/2017, 14:29
[DC] Finduilas

Finduilas miraba con cierta curiosidad al guerrero elfo. Finalmente habló, su voz pausada y carente de la emoción de otras veces. -La oscuridad estña invadiendo estas tierras, pero no son solo bestias y orcos los que le acompañan. Con la oscuridad llega algo mucho peor, que amenaza con arrasar con todo como ya sucedió en el pasado. Contra ese Mal no sirve tu espada.

Ante la oferta de ayuda de curación, se limitó a decir: -Las heridas de la niña van más allá de los conocimientos que puedas tener. Pero se está curando.
 

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25/10/2017, 14:32
Director

Fue entonces cuando Aeldric se percató de que en la camilla transportaban a una niña de unos siete u ocho años, frágil y pálida. Tenía los ojos cerrados en este momento, pero no parecía estar dormida. Llevaba vendajes en el costado y en otras partes, y estaba bien sujeta en la camilla que al parecer se había preparado expresamente para transportarla a pesar de las heridas que acarreaba de antes.

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25/10/2017, 14:34
[SA-ac] Tarosh

-Me suena tu rostro, comentó el joven encapuchado que acompañaba a Finduilas. -Tú has estado en Sil Auressë, con la Dama de la Luz. ¿No es así?, le preguntó al elfo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ragi: a ti también te resulta algo familiar este elfo, no son muy habituales en estas tierras pero te suena haberle visto antes de pasada

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25/10/2017, 14:36
Director

Notas de juego

"La Dama de la Luz" => se refiere a Ayla, la fundadora de Sil Auressë. También la conocen como la Dama Aylarien

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25/10/2017, 21:50
Aeldric

Aeldric respondió a la pregunta del muchacho.

- Así es. Mi nombre es Aeldric, protector del camino de los errantes e hijo de Beldar Kininward. Conozco a la Dama de la Luz, hemos compartido aventuras juntos y compartimos el deber de guardar y proteger Sil Auressë. En especial yo, es lo menos que puedo hacer por ella.

Aeldric se giró hacia la mujer cubierta.

- Me alegro de que la niña se esté recuperando de sus heridas, pero tengo prisa. He de volver a Sil Auressë con presteza. Decidme, ¿qué es lo que trae la oscuridad mucho peor que una manada de huargos y un ejército de orcos? Necesito que me lo digáis, si afirmais que mi espada no sirve de nada debo conocer a mi enemigo para hallar otra forma de aniquilarlo. A no ser que vos sepáis cómo.

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25/10/2017, 22:01
Aeldric
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada por aquí para ver si soy capaz de ver mejor a la niña a ver si la reconozco o me suena de algo.

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27/10/2017, 14:36
Director

Aeldric se quedó mirando a la niña. Pálida, frágil... Pero a la vez fuerte. Estaba claro que era importante en todo lo que estaba sucediendo. ¡Y la reconoció!

De pasada, pero la había visto en Sil Auressë. Había dos alumnos de la Academia que recibían clases privadas de Ayla, una era ésta niña y el otro era el joven que le había hablado antes. Tarosh se llamaba. El nombre de la niña no lo recordaba.

Pero había más...

-Vosotros sois Sil Auressë. Habéis venido aquí voluntariamente, porque queríais creer, porque tenéis esperanza, y aquí se nos ha dado a todos una nueva de oportunidad de cambiar un mundo que lucha por sobrevivir. He intentado poner todos los medios a disposición de una causa, de una forma de ser. Y ahora os necesito a vosotros. Necesito que luchéis por todo esto, necesito que creáis en todo esto, necesito que la luz sea mas fuerte que nunca en vuestros corazones, sólo así podréis ayudarme. He de partir lo antes posible...

Eran las palabras de Ayla en su despedida de Sil Auressë. En la sala de la asamblea habló primero a todos, y luego se había dirigido uno a uno a todos los presentes. Había hablado con la Dama Finduilas, con el Lugarteniente Khôradur, con el Senescal Curudae. Con los que iban a gestionar el feudo en su ausencia, pues Ayla se dirigía a un enfrentamiento contra un señor oscuro en el este.

La niña había sido protagonista de una reunión secreta unas noches antes de aquella asamblea. La llegada de un grupo de aventuraros1 marcó el inicio del adiós de Ayla. El grupo acompañado del enano Nurg se dirigían al norte, y Ayla tomó la decisión de ir al este. Y la niña era importante en todo aquello. Especialmente el elfo albino llamado Benaldamat estaba muy pendiente de ella en todo momento.

Después de la asamblea, Aeldric le había acompañado a Ayla un tramo de aquel viaje, pero después sus caminos se habían separado cuando Aeldric había asumido el cometido de Andovon Pathdal de proteger los senderos ocultos de los elfos. Antes de despedirse, en las tierras altas de Cardolan, Ayla y Aeldric se habían encontrado con un grupo de elfos que estaban esperando a Aeldric. Uno de los elfos se llamaba Ringlin. Aquel místico elfo había dicho palabras que sonaban a profecía. Y esa profecía se había cumplido.

Sé que pronto el cielo se oscurecerá, y que él cree que ese instante marcará un punto de inflexión. Habrá ganadores y perdedores. Supervivientes y muertos. Pero los distintos futuros están abiertos, están allí delante de nosotros, casi al alcance de la mano. Y en este instante todos los futuros son reales. Sólo uno prevalecerá finalmente.

Aeldric le había dicho a Ayla:

-Nunca podré pagar la deuda que tengo contigo, Ayla. Pero aunque me ausentaré, esa deuda me acompañará. Y siempre que me sea posible pagaré una parte a ti o a Sil Auressë. Me ausentaré, pero no por mucho tiempo. Ni me iré muy lejos. Me espera Andovon Pathdal. Su tarea está llegando al final, y me ha escogido como uno de los que asumirán su carga. Harán falta más manos y espadas para suplir la ausencia de alguien tan grande como él, pero estoy preparado. Mi espada Anar Ilfirin lo está. Por mis venas corre la sangre de mi padre. Un gran guerrero y guardián. Me desvié demasiado del camino en algunos momentos, pero ahora noto en mí la fuerza de todos los que antes portaron esta espada. El entrenamiento será duro. Y la tarea de proteger los caminos secretos de los Primeros Nacidos en esta zona para que puedan llegar a los Puertos lo será más. Pero siempre tendré en mente Sil Auressë, y no andaré muy lejos si alguna vez necesitáis de mi ayuda.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cuando en una tirada sacas más de 96, es "tirada abierta". Se vuelve a tirar y se suma. He tidado por ti, en total has sacado 175, así que te acuerdas de muchas cosas.

1El grupo era el de Benaldamat, Thelran, Alerian, Rashat, Anatir y Durandar :)
 

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27/10/2017, 18:01
Aeldric

Aeldric estaba de repente como ausente, sumergido en sus pensamientos mientras miraba a la niña. Entonces, como si algo hubiese cruzado por su mente no esperó a que Finduilas respondiese a su pregunta.

- Te recuerdo Tarosh.

Y Aeldric, encolerizándose cada vez más con cada palabra que pronunciaba, se dirigió al grupo entero.

- ¿¡Qué le ha pasado!? Exijo saber qué es lo que le ha sucedido para estar en ese estado. Finduilas, deberías saber que esta niña es muy importante para Ayla y que no debería pasarle nada. ¡Decidme de inmediato la razón por la que la estáis transportando en una camilla y no anda por sí sola!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mientras Aeldric espera respuesta, me gustaría que prestase atención a su entorno con su oído, por si oye algún ruido cercano extraño o por si consigue oír algo de lo que podría estar pasando en Sil Auressë. Tiro dado.

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30/10/2017, 08:48
Ragi

- Fue mi culpa, debería haber estado para defenderla. La atacaron y se lastimó-dijo Ragi avergonzado-. Ayla me había encomendado su protección y la dejé de lado para unirme a una partida de exploración.

El joven explorador recordaba con dolor el día que había quedado, junto a sus compañeros, atrapado y alejado de la misión que le habían encomendado. Pensando que la niña estaría segura en el castillo había marchado, confiado, a realizar una búsqueda en el terreno.

Notas de juego

Ragi sabía, en su interior, que no era del todo cierto. La misión había sido una orden así que, en cualquier caso, no podría desobedecerla y, supuestamente, quedaba a buen recaudo dentro del castillo. A pesar de todo se siente culpable por no haber estado allí.

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30/10/2017, 09:15
Aeldric

Aeldric miró con rabia al guerrero de cota de cuero. Miró en dirección a Sil Auressë y se fue relajando.

No soy quien para juzgar vuestras responsabilidades para con la Dama de la Luz. Yo mismo me marché de Sil Auressë cuando no debía. Y aquí estoy, corriendo hacia el pueblo de mi gran amiga... El pueblo que juré proteger y que ahora está bajo ataque. 

Aeldric volvió a mirar a la niña.

Si aseguráis que la niña está recuperándose entonces debéis partir de inmediato lejos de estas tierras. Yo seguiré mi camino a Sil Auressë... Si no puedo detener el ataque al menos debo salvar todas las vidas que pueda. Protegedla, no os despeguéis de ella.

Aeldric dio un paso hacia la niña.

Dejadme mirarla de cerca, por favor. Dejadme ver si puedo ayudar en su recuperación.

 

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30/10/2017, 19:10
Anael

Anael se relajó cuando vio que conocía a la dama Finduilas y conocía Sil Auressë y la dama Ayla, con lo que dejó de apoyar sus manos de sus espadas y las colocó al lado de las mismas por si tenía que hacer uso de ellas.

Recordadndo lo que les había dicho la niña el hombre pidió ayuda al elfo pues si éste conocía esos caminos de los que hablaba Sir, su huida sería mucho más rápida y fácil.

-Antes de marcharte, si note importa, nos ha comentado la niña que hay acaminos ocultos que los conocían los elfos ¿nos podrías decir cómo encontrarlos? -pidió Anael.

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30/10/2017, 19:58
[SA-ac] Sir

-El enemigo me busca a mí, dijo de repente la niña. Abrió los ojos, y miraba ahora fijamente a Aeldric quien se había acercado a inspeccionar sus heridas. –Dos señores oscuros, enemigos de Aya y de todos, uno en el oeste y otro en el este. Ellos han convocado a las criaturas del Mal para llevar a cabo un ritual que desataría un terror de edades pasadas. Esta guerra se gana o se pierde en otros lugares muy distintos, no en Sil Auressë.

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30/10/2017, 20:00
[DC] Finduilas

-Soy consciente de la importancia de esta niña. Nadie conoce más sobre ese tema que yo, y al mismo tiempo mucho de su destino me es velado aún, dijo Finduilas. -La defensa de Sil Auressë está en buenas manos. El Lugarteniente Khôradur está al mando y ha dirigido el ejército para hacer frente a las huestes oscuras y para ganar tiempo para las auténticas batallas decisivas. Una es la supervivencia de esta niña, y fue una petición expresa de él sacarla de allí, bajo mi custodia. Nos dirigimos hacia el norte, y un guía sería de gran ayuda.

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30/10/2017, 22:33
Aeldric

Aeldric miró a la niña con atención. Sabía que aquella niña era importante para Ayla... Tal vez Sil Auressë estuviese a salvo, y tal vez protegerla no fuese el único favor que pudiese hacerle a su amiga. Aeldric tomó una decisión en sus pensamientos y se dirigió al grupo.

Os dirigís al norte, decís. Es cierto que conozco los caminos ocultos de estas tierras... Os guiaré y posteriormente os acompañaré hasta vuestro destino. Os aseguro que no seré una carga, sino un apoyo más.

 

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04/11/2017, 19:54
Director

Un encuentro fortuito, o tal vez el destino, había unido al grupo que transportaba a la niña Sir con el elfo Aeldric, protector de los senderos ocultos de los Primeros Nacidos. Finalmente se ofreció como guía, y juntos tomaron rumbo hacia el norte para alejarse de Sil Auressë y salvaguardar así la vida de la pequeña.
 

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04/11/2017, 19:57
[SA-ac] Sir

-¿D..Dónde está mi p-piedra?, preguntó de repente Sir. Su mano buscaba el objeto que solía guardar cerca de su corazón. -La piedra que me regaló Benaldamat... ¡No la encuentro!