Partida Rol por web

Sil Auressë

[18.3.4] En las Quebradas

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11/03/2018, 13:30
[OI] Profecía

Tras la división de Arnor y el reparto de sus tierras entre los hijos del rey Eärendur, las Quebradas de los Túmulos pasaron a formar parte del nuevo reino de Cardolan. ​ En el año 1409 de la Tercera Edad del Sol, durante la guerra entre Angmar y los reinos que formaban el antiguo Arnor, Cardolan fue asolado y algunos de los dúnedain que allí vivían resistieron al enemigo en las Quebradas de los Túmulos o se refugiaron en los bosques que se extendían por detrás. ​Años después, la Gran Peste provocó la muerte de muchos habitantes de Cardolan y las tumbas de Tyrn Gorthad fueron ocupadas por espíritus malignos enviados por el Rey Brujo desde Angmar y Rhudaur, que luego serían conocidos como los tumularios. ​

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11/03/2018, 13:32
Director

Anael y Ragi depositaron con cuidado la camilla de Sir en el suelo. Ya era de noche, y Aeldric estaba recogiendo algo de madera para hacer una pequeña hoguera. Por el camino habían visto una posada a distancia, y Ragi se había acercado a comprar algo más de provisiones.

Les esperaba una travesía larga hacia un destino incierto, y no sabían cuánto tiempo iban a estar cerca de las Quebradas de los Túmulos. Un lugar tenebroso que con tan solo oírlo provocaba escalofríos entre los habitantes de Cardolan, pues terribles espectros habían invadido las tumbas de los antepasados de los dúnedain.

Sir se sentó en la camilla, apoyándose en las manos. No hablaba mucho, pero se le veía más fuerte y decidida. También era necesario cambiarle los vendajes para las heridas de su costado.

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11/03/2018, 18:26
Anael

De la escena previa

Anael miró a Aeldric cuando éste le pidio que le contara por qué estaba ahí con ellos llevando a Sir hacia el norte. El rostro marmoreo del hombre ni se inmuto. Escrutó al elfo de hito en hito para ver su reacción. Y justo cuando Aeldric iba a darse por vencido y dejar que el silencio fuera la respuesta de éste, Anael respondió.

-El que esté aquí y siga con vosotros debe ser suficiente para que confiéis en mí -dijo secamente.

Luego pensó un segundo en estas palabras y aceptó que si a él se las decían no sería suficiente como para que las creyera. Así apretando los dientes y mientras exhalaba el aire decidió contar un poco más.

-Mi vida solo la conocen dos personas, que son a las que se la debo. Una es Gildûr, gran mecenas de Sil Auressë y uno de los comerciantes más poderosos de Tharbad. Él me sacó de la calle y me cuidó. Todo lo que él me pida lo haré...como me pidió que protegiera a esta niña.

El hombre miró a sus compañeros de viaje y negó con la cabeza, como autoimponíendose el silencio.

-De momento esto es todo lo que necesitáis saber de mí. Continuemos el viaje.

De esta escena

Ya se vislumbraban cercanas los montes que guardaban las quebradas de los túmulos. Si las historias que contaba la gente eran ciertas, allí anidaban espíritus y almas en pena, haciendo de aquel lugar un sitio maligno que era mejor evitar.

Anael miró aquel lugar impasible, como era su naturaleza. Pero en su interior algo se movía, alertando de que ciertamente un mal anidaba allí. Pero si algo tenía de bueno, es que nadie les buscaría en aquel lugar, porque habría que ser muy temerario para querer atravesarlo.

Al ver que Sir se incorporaba le preguntó.

-¿Qué es lo que notas o sientes, niña? -dijo mirando a la nilña y después levantando la vista hacia el paraje.

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12/03/2018, 09:57
Aeldric

De la escena previa

El elfo miró al hombre escaso de palabras y asintió. -Es suficiente para mí, gracias por tu esfuerzo-. Sin mediar más palabras, siguió caminando.

De esta escena

Aeldric se acomodó alrededor de la hoguera con sus compañeros y escuchó la conversación que se iba a iniciar entre Sir y Anael mientras practicaba flechería, necesitarían munición y recursos para afrontar lo que les esperase en su destino.

Notas de juego

Lo dicho, Aeldric practica flechería, a ver si es capaz de hacer alguna flechilla eficaz (aunque sea un poco) contra espíritus. Y si no la consigue hacer (por falta de materiales) al menos que aprenda a hacerla.

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13/03/2018, 17:30
Ragi

El joven explorador permaneció en todo momento junto a su protegida y la ayudó con los vendajes de sus heridas. Parecía que cada vez iba recobrando más las fuerzas y pronto, seguramente, podría caminar por ella misma y acelerarían el paso hacia donde quiera que fueran.

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19/03/2018, 12:12
Director

La noche era más oscura de lo normal alrededor de la pequeña hoguera, y las sombras se alargaban y bailaban a su alrededor. De vez en cuando, un ruido lejano les hizo callar de repente. Pero no parecía haber ningún peligro inminente, tan solo la incertidumbre del lugar hacia el cual se dirigían. Los malvados espectros que habían invadido las sagradas tumbas eran un enemigo diferente a los orcos y a los lobos. 

Mientras compartían algunas cosas de su pasado y cenaron las provisiones, Aeldric trató de preparar flechas. Conocía algo de la naturaleza espíritus en general, y difícilmente le iban a aterrorizar como solían hacer con los Segundos Nacidos. No obstante, las armas mundanas tenían más difícil herirlos en caso de combate, y carecía de los materiales y de la habilidad para preparar flechas específicas. Iba a tener que confiar en su espada encantada en caso de enfrentamiento. 

En cuanto a Sir, su tesón y su determinación no correspondían a su edad y a su frágil estado de salud. Al mismo tiempo, estaba absorta y a menudo se quedaba mirando un punto fijo en la lejanía durante largo tiempo. Pero cuando Anael le habló, se giró hacia él y sonrió. Por un breve instante, volvió a ser una niña. 

- Tiradas (1)
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19/03/2018, 12:37
[SA-ac] Sir

-No sé explicarlo del todo, le contestó con sinceridad. Veía cosas y sentía cosas. Todo fluía en su mente, y las imágenes se mezclaban con el dolor de las heridas de su cuerpo, y con la angustia por lo que había sucedido, por lo que estaba sucediendo, en Sil Auressë. 

-Cuando cierro los ojos.. Es como estar bajo el agua a gran profundidad. Todo está distorsionado y oscuro e intento aguantar la respiración. Es agobiante, y puedo sentir la presión en mi cuerpo. Y a lo lejos, en un punto, veo una mancha de luz. Es allí donde debo ir. Sé que allí encontraré la Piedra, y entonces sabré qué debemos hacer.

Miró de nuevo en dirección a las Quebradas. -Ese camino nos lleva a un lugar corrompido por la maldad. Pero es donde debo ir. Por mucho que miro en otras direcciones, solo me ahogaría si tomo otro rumbo. 

Volvió a tumbarse sobre la camilla, y respiró hondo. Cerró los ojos. El esfuerzo de moverse y de hablar había hecho mella en su cuerpo, y necesitaba descansar. 

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19/03/2018, 13:41
Aeldric

El elfo escuchó en silencio las palabras de la niña, y viéndola irse a descansar se dirigió a sus compañeros. -Debemos imitar a Sir y descansar, duro es lo que nos queda por delante. ¿Voluntarios para hacer la primera guardia? O sino la hago yo y vosotros descansáis.

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19/03/2018, 18:57
Anael

Anael escuchó a la pequeña y luego miró a las quebradas. No le gustaba la idea de ir en aquella dirección, pero no discutiría la decisión tomada por ella, incluso la poderosa dama Finduilas había escuchado a la pequeña y le había dejado hacer su voluntad.

-Yo haré la primera guardia -contestó Anael a Aeldric. Y sacando de sus bártulos una pequeña piedra y un trapo, se dispuso a afilar sus armas para que estuvieran en un estado optimo.

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21/03/2018, 11:49
Ragi

Ragi permaneció con su protegida todo el tiempo hasta que se durmió y en ese momento, siguiendo lo que sus compañeros decian se acostó a descansar hasta que le despertaran para su turno.

- Despiertame para la segunda-dijo el joven mientras se tumbaba-. Será mejor tener cuidado.

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25/03/2018, 11:42
Director

Anael hizo el primer turno de guardia, luego Ragi y finalmente Aeldric fue quien recibió un nuevo día. La noche había pasado sin incidencias, y levantaron el campamento para seguir el camino hacia las Quebradas.

A medida que el día amenacía y ellos subían alguna de las colinas del trayecto se podía ver en la distancia las Quebradas de los Túmulos con más detalle. Eran de forma redondeada, y muchas coronadas de monolitos de cierto tamaño formando círculos que les daban un aspecto de una cabeza coronada. Por las noches, una densa niebla se formaba alrededor de los túmulos. Era tan densa que incluso de día permanecía en los recovecos de aquel extraño lugar.

Aún quedaba un trayecto largo por terreno escarpado e irregular. Apenas pisaban sendas, y el avance se hacía lento. Eso no parecía preocuparle a Sir.

- Tiradas (1)
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25/03/2018, 12:57
[SA-ac] Sir

-No corráis, les instó nuevamente la niña al encontrarse un punto difícil en el camino. Ella se dejaba guiar por su intuición en las encrucijadas del camino que solamente ella era capaz de ver. -No tenemos prisa. Nuestro destino nos espera.

Miró a los tres que le acompañaban, y sintió cariño y aprecio por todos ellos. Y pena, pues ella veía más allá del presente, y en su corazón temía por lo que les podía pasar. La carga que le correspondía a ella la estaba ahora compartiendo con personas dispuestas a ayudar, pero que no entendían aquello que se escondía más allá del velo de este mundo.

-Nos queda al menos un día antes de llegar a las Quebradas, estimó la niña sentada en la camilla. -Podemos buscar un sitio para descansar la noche. Ya hemos avanzado bastante por hoy. Y en los próximos días algunos pueden avanzar más para ver si hay un lugar seguro y protegido donde pasar más tiempo, cerca de los túmulos pero sin entrar en aquella zona.

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25/03/2018, 13:07
Director

Golpes de cincel sobre la piedra…

Cuando Ferrim terminó uno más de los círculos del intrínseco diseño, sintió como otros círculos se cerraban a la vez. El de los Enach que habían compartido sus secretos siglos atrás con los enanos. El de Finduilas quien desde su oscuridad había confeccionado aquel símbolo que ahora era parte inseparable de la Piedra. El de Benaldamat que había acudido a la llamada. El de Denelloth desde que visitó por primera vez el claro en solitario. El del anamarta Norion que había culminado un trayecto personal que había cambiado el porvenir de la profecía. El de Eben y Russef, el de Otho, el de Girion… Todos habían cumplido su parte de aquello, aunque no lograban comprenderlo del todo.

No iba a ser fácil asimilar la inmensidad de lo sucedido en aquel día. De algún modo, les había cambiado a todos. Cada uno había salido de su ser anterior y juntos habían emprendido una tarea. Y en el trayecto, habían dejado atrás parte de sí mismo.

Benaldamat escuchaba el eco lejano de los golpes, más allá del espacio y de tiempo. Su alma se había dividido en dos, o más. No lo recordaba. No podía ver, solo sentir. Y sintió … frío.

El tacto del hielo y de la nieve contra su cuerpo desnudo tumbado en el gélido suelo. Era lo que le despertó. Aún así, tardó una eternidad en abrir los ojos. Estaba demasiado débil, y no escuchaba la llamada de Irmo ni de Yavanna. Solo el frío y la soledad.

Los golpes lejanos cesaron por fin, y todo se quedó en silencio. Un escalofrío recorría el cuerpo de Benaldamat cada cierto tiempo, pero era cada vez más débil. La vida se escapaba de él, pero al mismo tiempo se sentía dichoso, pues había cumplido con su deber.

Finalmente entreabrió un poco los ojos. Sus pestañas estaban congeladas y llenas de escarcha. Su piel estaba pegada al hielo de la superficie de lo que parecía un lago congelado, y la nieve que caía lentamente le quemaba al entrar en contacto con la espalda. Su cuerpo estaba afligido más allá de la comprensión humana, pero su espíritu estaba sereno.

Como si fuera un cristal que todo lo deformaba, miró a través del hielo. Era traslúcido, pero la capa era gruesa. Debajo, más que ver pudo intuir la presencia de agua líquida. Oscura y densa. Como la muerte. Y más allá, hacia el fondo de la fría tumba, un pequeño destello de luz tenue y débil. Aquello captó su atención, y aún temblando por el frío, trató de limpiar la superficie para poder verlo. No era posible, pero Irmo no olvidaba a sus hijos, y le envió una imagen mental. O tal vez fuera fruto de la hipotermia y del agotamiento.

Respiró el gélido aire del Norte al ver fugazmente la imagen de una niña congelada en las profundidades…

Notas de juego

no marques a los demás como destinatarios

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26/03/2018, 09:50
Aeldric

Aeldric asintió ante los planes de Sir. -Busquemos un lugar en el que descansar. Una vez estemos asentados, me adelantaré e investigaré el terreno que tenemos por delante y los alrededores. Si nadie tiene objeción, claro.- El guerrero elfo estaba inseguro del entorno que los rodeaba a medida que se acercaban más a los túmulos y quería asegurarse de que su inseguridad era producto de su imaginación y no de la realidad.

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26/03/2018, 14:48
Anael

Anael asintió. No le gustaba la idea de que Aeldric fuera solo a buscar un lugar dónde resguardarse antes de entrar en las quebradas de los túmulos, pero le gustaba menos dejara a Sir solo con Ragi, y no es porque no fuera capaz de defendería, si no porque era a quién Anael debía defender. Era su misión y la llevaría a cabo costara lo que le costara.

-Yo haré la primera guardia de nuevo y esperaré a tu regreso -dijo escuetamente el de Tharband

Notas de juego

El gentilicio de Tharband = tharbandí??

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26/03/2018, 15:28
Ragi

Ragi asintió al elfo y se colocó, de nuevo, con su protegida. El joven era un buen explorador pero no quería alejarse de ella de nuevo. Tenía una misión importante y la cumpliría.

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31/03/2018, 21:14
Director

Prepararon un campamento cuando aún quedaban algunas horas de luz, y pasaron una nueva noche en relativa tranquilidad. Los turnos de guardia se habían convertido en una rutina, así como preparar la hoguera y los lugares de descanso. Cada día que pasaba les hacía pensar sobre el destino de Sil Auressë. Pero aceptaron, aunque tal vez no comprendían, que su lugar era con Sir, y que el destino de la niña le llevaba hacia las Quebradas de los Túmulos.

Antes del alba, Aeldric partió en solitario a explorar el terreno que les quedaba por delante. En el cielo, bajo la luz de las estrellas, vieron algunas aves cruzar las Quebradas de Oeste a Este.

- Tiradas (2)
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31/03/2018, 21:46
[SA-ac] Sir

-Suerte Aeldric, le dijo la niña. -Recuerda mirar también al cielo, añadió y miró a los otros dos también. -Hay que estar atentos a las señales desde arriba.

Estaba pensativa, o trataba de penetrar con su mente una especie de barrera que le impedía ver con claridad aquello que era invisible para todos.

Notas de juego

Aeldric: partes solo, no marques al resto en el post. Haz una tirada de Observación y describe cómo avanzas, si en dirección a las tumbas, con las armas sacadas, escondiéndote, etc.

Ragi&Anael: entiendo que uno se queda siempre con Sir. No estaría de más buscar algo de comida o al menos agua por los alrededores (aún no estáis en la zona "comprometida" de las Quebradas).

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01/04/2018, 12:11
Aeldric

Aeldric marchó dirección a las tumbas de las quebradas a paso ligero, procurando de no pasar por alto nada ni de ser percibido por nada indeseable. El elfo se alejaba del grupo con la intención de volver con noticias malas o buenas, pero debía volver. Haría caso a la niña y no pasaría por alto el cielo. Oídos atentos a cualquier ruido, vista agudizada para que nada fuera desapercibido.

No obstante el elfo no avanzaría confiado, no desenfundó su arma con la intención de avanzar cómodamente y más rápido...pero no dudaría en desenvainar a Anar Ilfirin con la menor señal de amenaza que percibiera.

- Tiradas (1)
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02/04/2018, 14:12
Ragi

-Voy a reconocer el ambiente y buscar algo para comer-dijo Ragi recogiendo su arco-. Estaré cerca y si me necesitáis vendré lo más rápido posible.

No quería dejar a su protegida sola pero necesitaban algo para llenar el estomago y si seguían avanzando hacia las quebradas sería más difícil conseguir algo que les pudiera saciar. En cualquier caso no se alejaría demasiado del campamento, quería tenerlo a la vista en todo momento para actuar rápidamente en caso de ser necesario.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tiro observación y cazar por si es necesario.