Partida Rol por web

Sil Auressë

[18.4.1] Los Guardianes de Enila

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08/11/2017, 18:03
Norión

- Ya esta entre los nuestros, Namo ha respondido. Con los vendajes y vuestro cuidado no tardará en recuperarse. Los veré en el tiempo acordado- dijo al anciano, con un leve gesto en la cabeza a modo de saludo. Luego escuchó con atención las palabras de los demás, hasta que Denelloth le pidió ayuda para escribir el mensaje hacia Sil Auresse. Norión se tomó el atrevimiento de agregar una línea después de la firma del Maestro de Cazadores. La letra era minúscula y el mensaje apenas comprensible, pero iba dirigido a una persona que sabría interpretarlo y actuar en consecuencia, alguien del consejo que los había ayudado a la distancia.

El huargo de las sombras ha caído, sus hijos ya no tienen guía, a mano del elfo de la Logia. El pilar late nuevamente, sin mancha, a mano de los naugrim. El cazador oscuro a caído en el este, a manos de la dama. El custodio ha prevalecido frente al abismo. El camino de la elegida está despejado. Huinen es testigo del nuevo destino. Norión.

Una vez que el ave levanto vuelo escuchó como el enano proponía cortarle la cabeza de Gothdust. Un escalofrío recorrió su cuerpo, ese hombre era culpable de las peores atrocidades, pero tenía sus motivos, era un hombre fiel a sus creencias y no había podido librarse de los brazos del abismo. Cerró sus ojos, su espíritu ahora estaba con Namo, sus restos profanados no tardarían a volver a ser parte de la tierra que le dio vida. Se acercó entonces a Russef, el mas herido del grupo y puso su mano sobre la frente - Ven muchacho, recibe la bendición de los Valar. No es tiempo para que Namo te abrace, pero Yavanna restaurará lo que has sacrificado por ella - dijo, y de su mano salió una suave brisa que recorrió todo el cuerpo del guerrero.

Por último el anamarta se dirigió hacia el discípulo moribundo, era consciente que no lo habían rematado por respeto al él, de lo contrario el acero del montaraz hubiese intervenido. Sin embargo él no podía mover el cuerpo por si solo, y pidió ayuda Russef y a Otho para terminar de vendarlo. Pronto habría que subirlo al lomo de Viento, si no trataba sus heridas podían agravarse durante el viaje.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Russef: debieran curarse 13 PV por magia (master, consideré iguales consideraciones que P1 a fines de bonos)

Norión: 32/35 PP

Vendaje: Primeros auxilios 104 + bonos a criterio del master (anatomia, hierbas, ayuda de los que quieran ayudar).

Editado: pensé que Ferrim le había cortado la cabeza... la nota de Girión me hizo ver que no, así que solo modifico eso.

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08/11/2017, 21:51
Russef Wrings

Todos hablaban de como actuar y cual eran las prioridades en aquel momento oportuno. Me limité a escuchar y acatar lo que la mayoría decidiera, no estaba en condiciones de pensar y las multiples heridas que marcó la contienda en mi cuerpo solo hacían desvanecer mi espíritu. En tales condiciones, sería más un estorbo que otra cosa; si en breve surgían nuevos peligros, no resistiría más de un par de asaltos.

Enfrascado en la inutilidad de en un futuro cercano dentro del grupo, Norion pareció leerme la mente y con su mano sobre mi cabeza hizo en unos segundos que parte de mi cansancio se aliviara. No estaba recuperado al cien por cien, ni mucho menos, pero ese halo mistico que recorrió mi cuerpo, me recompuso como un viento fresco en un día aciago y caluroso.

Recompuesto de mis pensamientos anteriores y sin mediar palabra, agradecí al anamarta con una mirada y obedeciendo su peticion de ayuda al discípulo.

Hecho esto, recogí mis pertrechos y busqué entre los cadáveres apilados por si algo útil se pudiera aprovechar*.

Vayamos en busca de lo que los dioses nos tengan preparados de nuevo!! grité con fuerzas renovadas.
 

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Busco armas, útiles o cualquier cosa entre los cadaveres y toda la zona del claro del monolito

 

PD: Chiste malo (no me lo puedo callar xD):

- Mamá, mamá; en la escuela me llaman "piedra grande que da información"

- ¡¡Anda ya!! No les hagas caso, Monolito!

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08/11/2017, 23:03
Director

Denelloth le susurró las instrucciones al búho que ya respondía al nombre de Hugaew. El ave no cargaba ya con el peso de lo invisible, pues el vínculo con el mundo de Irmo se había roto. No obstante,  el vínculo con Denelloth seguía más fuerte que nunca, y el animal se acercó rápidamente sin miedo al escuchar la llamada, y se dejó acariciar por el montaraz. Parecía comprender la importancia de la tarea, y Denelloth ató los pequeños papeles en su pata.

PARA LOS OJOS DEL CONSEJO DE SIL AURESSË: Durante el Oscurecimiento, y sin poder terminar su dañado ritual, el Gothdust ha caído. Fue por la mano de Norión. Con él lo hicieron sus acólitos y toda su escolta. Fue por la mano de los Guardianes de Enila. Los prisioneros liberados han dado cuenta en Iach Sarn. Denelloth.

El huargo de las sombras ha caído, sus hijos ya no tienen guía, a mano del elfo de la Logia. El pilar late nuevamente, sin mancha, a mano de los naugrim. El cazador oscuro a caído en el este, a manos de la dama. El custodio ha prevalecido frente al abismo. El camino de la elegida está despejado. Huinen es testigo del nuevo destino. Norión.

Hugaew recordaba el "gran nido de piedra en la colina" donde se habían encontrado por primera vez, y hacia allí se dirigía a toda velocidad.

Girion se acercó al cadáver de Gothdush espada en mano, y Russef regisdró los cuerpos. Los hombres de Iach Sarn se habían llevado las pertenencias de valor de los suyos y todas las armas que pudieron encontrar, pero en los cadáveres de los orcos pudo encontrar alguna moneda suelta.

El discípulo de Gothdush se incorporó después de recibir los cuidados y pudieron abandonar el claro. También lo hicieron los prisioneros liberados, pero ellos por el camino ceremonial del noroeste, mientras los Guardianes de Enila lo hicieron por el camino que llevaba al sureste. El camino que había utilizado Norion para llegar hasta el claro.

Eben tomó la delantera, y avanzó de explorador para asegurar el camino. No encontró ningún peligro, y el grupo avanzó a buen ritmo. Fue precisamente Eben el primero en ver a Viento, el caballo de Girion. Apareció de entre los árboles, donde se había ocultado. Estaba ansioso por partir y visiblemente contento de reencontrarse con todos.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Russef: 11 monedas de plata (en monedas de menos valor), nada más destacable. +13 PV
Viento: tirada abierta, 170... así que sigue por allí :)
Girion: confrma/narra en el post lo de la cabeza de Gothdush porfa

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09/11/2017, 18:54
Girion

Girion asintió a la orden de Denelloth de ser quien llevara la noticia a Khoradur de la que había pasado en el monolito. El joven sabía que era una misión arriesgada y que en el fragor de la batalla el hecho de llegar de improviso hacía que ambos bandos se sintieran amenazados por el recién llegado. Aun así también sabía que él era quien mejor manejaba a Viento y que su ligereza le daba un plus. Además era muy cono cido en Sil Auressë y había estado en varias de las reuniones en las que había coincidido con Khoradur, por lo que seguramente repararían en él y lo verían como un aliado.

Pero aun así había una cosa que le daría una confianza con los aliados definitiva...y una repulsa y miedo (así lo esperaba) con los enemigos: la cabeza de Gothdust.

El era el líder de las fuerzas oscuras, quien llevaría a cabo el ritual que les diera la victoria. Si veían que él había caído, sus enemigos comprenderían que la cosa pintaba mal y el desconcierto y el ánimo caerían sobre las filas enemigas como si fuera una tremenda losa.

Antes se giró levemetne para hablar a sus compañeros pero sin llegar a mirarlos.

-Por favor, buscad una lanza larga y un cuerno. Hagamos que sea una entrada triunfal, digna de este momento.

Tras esto, el joven miró al sacerdote oscuro y se acercó a él cuchillo en mano. Se detuvo a escasos centimetros escrutando su figura sin emición alguna en su rostro. Tras varios segundos en los que solo miró el cuerpo sin vida de aquel ser, el joven miró al cielo y lanzo una plegaria.

-Oh Elbereth, sé la luz que ilumine mi camino, dame la fuerza que abra las filas del enemigo oscuro y la templanza y serenidad en este momento.

Luego se agacho y agarró el pelo de Gothdust y tiró con fuerza de él hacia atrás estirando el cuello. Su daga actuó de inmediato, lacerando la piel, los tendones y demás fibras del cuello. La sangre comenzó a correr por el suelo lentamente, pues el rigor mortis hacía mella en el cuerpo del sacerdote con rapiidez. Luego apoyó el pie en el pecho, cerca del tajo que acababa de hacer y tiró violentamente de la cabeza, moviéndola de un lado a otro para que la columna se quebrara. Un sonido seco, como de una rama seca al quebrarse, resonó en el claro. La cabeza se había separado del cuerpo. Girion la sujetaba fuertemente por los pelos. Un ligero jadeo y una cara amarga denotaban que no había sido una tarea sencilla ni agradable.

El joven se levantó y alzó la vista. Su frío y serio sembrante cambió de repente tornándose alegre y risueño. Dejando la cabeza caer al suelo, el joven corrió hacia una linde del claro. En ese momento apareció Viento, un impoennte caballo negro de gran alzada y gran porte.

Girion se abrazó a su amigo y éste le envolvió con su cuello como si también él le estuviera abrazando. Luego le acarició y le dio varias palamdas complices.

-Ya estamos juntos nuevemente, amigo mío. Creía que nunca más nos volveríamos a ver, pero los Dioses así lo han querido.

Tras uno segundos juntos, el joven cogió las riendas del caballo y tiró de él para acercarlo a donde estaban sus compañeros. De camino pasó donde había dejado la cabeza y la volvió a aferrar por el pelo.

-Bien, ahora sí que estamos todos -Dijo en tono alegre el joven acariciando el cuello de su corcel-. Es hora de que partamos.

-Norion, vuelve a montar en Viento. Te conoce y no pondrá pegas a que lo montes. Así podrás seguir nuestro ritmo -ofreció el joven-. Además, pondremos al sacerdote herido en la parte de atrás para que no nos cueste llevarlo. Pero le ataremos las manos a la espalda. Sé que no tiene mucho sentido, pues está muy malherido, pero no quiero que en un momento de valentía...o necedad, el acólito le de por tirarte de la grupo y hacerse con el control de Viento...que tampoco creo que se deje...pero no quiero que pueda pasar.

Notas de juego

Ale, ya tenemos cabeza de Gothdust...y a Viento!! ;)

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09/11/2017, 21:28
Denelloth

Sólo quedaba una cosa por hacer antes de partir: llevar adelante la siniestra idea de Ferrim, algo que Girion acometió con un denuedo que a Denelloth le puso los pelos de punta. Le ofreció la lanza que pedía, serio. Estaba claro que el joven había crecido, por dentro y por fuera; pero al reencontrarse con su caballo volvió a él la alegría juvenil que lo caracterizaba. Y no era para menos, era un animal realmente magnífico.

Siguieron sin sobresaltos, con Eben como ojeador, el camino que atravesaba el bosquecillo hasta la linde exterior. Lo hicieron casi con calma, rodeados de silencio, alejándose aliviados de la escena de muerte que habían protagonizado en el claro. Llegando al límite de la vegetación, el montaraz recobró la tensión que le daba la responsabilidad. Reunidos con Eben, Denelloth recomendó prudencia.

-No sabemos lo que habrá ahí fuera, así que los ojos abiertos, las cabezas gachas y los pies ligeros. Lo último que encontramos fueron patrullas orcas, y seguro que los murciélagos rondan los cielos -dijo, echando una ojeada hacia arriba con aire preocupado. -Eben abrirá la marcha unos cien pasos por delante (Otho, puedes acompañarle si quieres), y Russef marchará en medio del grupo, junto a Norión. Los demás, en los flancos y la retaguardia. Marcharemos juntos y cerca. Como siempre, lo mejor será que nadie descubra nuestro paso, pero la prioridad es llegar a la cabaña, donde podremos defendrnos mejor. ¿Alguna duda? Si no la hay, adelante, la noche no tardará en caer.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Dire, dejo hechas un par de tiradas por si te hicieran falta: rastrear (por ver algún rastro significativo de movimiento en su dirección, cruzado, grande, pequeño, de bestias o tropas...), esconderse (pasar deapercibidos más bien) y observación (pues eso, por si alguien anda por ahí; o sería alerta, más bien? Nunca lo sé)... Si no sirven, se ignoren.

Si localizara una amenaza o fueran descubiertos, lanzaría un hechizo de niebla u oscuridad para intentar difuminar al grupo.

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10/11/2017, 19:48
Eben

Eben, silencioso como acostumbraba, se adelantó a sus compañeros preparando el camino.

- Tiradas (2)
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15/11/2017, 15:33
Ferrim, hijo de Ferric

Había llegado el momento de partir. Ferrim estaba preparado. Había recogido todo su material y lo cargaba a la espalda, mientras seguía confiando en su martillo para lo que viniera en el camino. Sin duda, ese era el martillo más versátil, uno que servía para forjar maravillas, sanar viejas raíces de roca manchadas por la oscuridad o castigar a los enemigos. Fuera para la función que fuera, Ferrim confiaba en Hakk.

Echó una mirada atrás antes de partir. Ahí estaba el monolito, quedo y solemne, como ajeno a todo. Algo que el enano sabía que no era cierto. El monolito observaba, a su manera.

Ferrim no sabía si volvería a verlo, pero estaba seguro de que había conseguido formar parte de su historia. Quizá, pasados unos siglos, el monolito le contara a alguien cómo un enano de las Colinas de Hierro le había marcado las runas que ahora brillaban en su superficie, y le enseñara el motivo y las consecuencias. Ferrim estaba satisfecho. Pasara lo que pasara, su firma ya estaba trazada y, mucho tiempo después de que sus huesos se convirtieran en polvo, el legado de su clan permanecería en aquel bosque de Cardolan.

Su paso por la Tierra Media ya tenía sentido y efecto.

Se despidió y caminó con paso firme donde el humano Denelloth le había señalado. No era un guerrero ni un gran explorador, pero era la roca que no cede.

—Adelante.

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15/11/2017, 19:32
Norión

El búho se alejaba con rapidez, el fiel animal volvía a portar la esperanza, horas atrás trajo consigo al Guerrero Onírico y las fuerzas de la Logia del Despertar, y ahora llevaba un trozo de papel que encerraba una esperanza, pocas líneas bastaban para dar a conocer al castillo la buena nueva, la dama y los guardianes habían vencido, pero a que costo, pensó el anamarta.

Norión nuevamente estaba a lomos de Viento, el caballo había soportado su peso en varias ocasiones, varias semanas atrás había salvado su vida huyendo justo a tiempo de los huargos que atacaron al primer grupo de exploración, y apenas unas horas atrás habían entrado juntos en medio del campamento enemigo. La nobleza del animal era incuestionable, así como la gentileza de Girion al permitirle montar sobre él. Ahora avanzaban con destino a la cabaña, pero había alguien más montado, un hombre moribundo, con vendajes improvisados para evitar que terminase de desangrarse por la profunda herida en su abdomen, un hombre condenado, un asesino, un enemigo. Norión lo protegía como si de su propio hermano se tratase, algo que los demás no podían ver con buenos ojos, pero para el anamarta representaba un llamado, una vocación. 

Norión no era el mismo, ni lo sería jamás, lo que había presenciado lo había marcado profundamente, y esa huella no podia borrarse ni olvidarse. Lo que había visto solo era opacado por lo que había hecho, sus pecados y sus aciertos, su valor y su mezquindad, la traición y la entrega de la vida por los otros, el día y el eclipse, la noche y Eärendil, la vida y la muerte, el abismo y la llama. Dualidades de la existencia que habían quedado frente a él, al anamarta y al hijo de las sombras, como había quedado frente a Ayla y a Finduilas en su momento. El dolor y la satisfacción perduraban en su rostro, pero había algo más, un destello sabio en su mirada, algo nuevo había nacido mas allá de los opuestos, un fuego abrazador en su pecho había trascendido toda polaridad, todo juicio, toda atadura. Ése era el día en que el Custodio había nacido, habia en Arda un nuevo sendero que solo unos pocos podían transitar.

Mientras avanzaba con su caballo volteo la cabeza, la imagen del monolito tallado en medio del claro se imponía a lo lejos. La piedra había quedado grabada por siempre gracias a la mano de Ferrim, y sobre ella quedaron dos símbolos arcanos entrelazados, los que provenían de Finduilas y los que provenían de Norión. Una alianza impensada que ahora protegía el santuario de Yavanna y ponía un freno a la oscuridad, una unión que iba mas allá de la piedra y del tiempo, mas allá del cuerpo y del espíritu. Detrás estaba el claro con los orcos que habían caído desparramados, estaba el cuerpo decapitado de Gothdust, un hombre de fe que había elegido un camino equivocado, el chamán le había cedido su lugar al anamarta para liderar el ritual, sin comprender que Norión pensaba ir mas allá y enfrentar al abismo que esperaba al otro lado. Detrás de los arbustos yacían los prisioneros decapitados y mas allá estarían caminando los que quedaron con vida, rumbo a su hogar.

Todo eso había pasado, ahora los guardianes de Enila marchaban unidos, la victoria que habían logrado había sellado el destino de los hombres, la vida se había impuesto sobre las sombras en un combate del cual fueron parte, sin embargo la batalla por Sil Auresse seguía peleándose, y eso mantenía al grupo unido, con la convicción de continuar arriesgando sus vidas si era necesario, para salvar la semilla de esperanza que esa pequeña aldea representaba para las ruinas de Cardolan.

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19/11/2017, 09:48
Director

La comitiva salió del bosque y tomó rumbo hacia la cabaña de los montaraces. A lo lejos, en el cielo, pudieron ver bandadas de murciélagos alejándose, tal vez persiguiendo a un noble e inteligente búho de las quebradas. Los Guardianes de Enila tenían fe en que el ave se iba a escapar de sus perseguidores y cumplir su cometido una vez más.

Eben caminaba a unos cincuenta pasos por delante para explorar el terreno. Aunque ya lo conocían, no estaba de más por si había patrullas de orcos u otros peligros acechando. De hecho fue Eben quien avistó a una pequeña manada de huargos que se alejaban hasta perderse de vista tras una colina en el este. El avance de los huargos era en línea recta, hacia un punto concreto.

Continuaron el avance sin más sobresaltos y en silencio, pero con los ánimos renovados. Aún quedaban unas horas de luz de un día que pudo haber sido el fin, y eso hizo que sintieran el caluroso abrazo del sol como una bendición de los valar. Norion iba montado en Viento con el herido, y Girion sujetaba las riendas mientras caminaba a un lado, y Otho al otro. Denellogh lideraba el grupo principal, sin perder de vista a Eben que iba más adelantado. Y Russef y Ferrm iban detrás del caballo.

Tras unas horas de viaje, vieron la colina arbolada que escondía la pequeña cabaña. Su destino, o más bien una parada en el camino hacia su destino.

- Tiradas (2)
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19/11/2017, 18:46
Denelloth

Advertido por Eben de la dirección seguida por los huargos, Denelloth tomó buena nota de la misma, pues bien podía indicar el lugar donde se estaría desarrollando la batalla que decidiría el destino de Sil Auressë. El montaraz asintió satisfecho a su joven discípulo. Por lo demás el camino transcurrió en una soledad reconfortante, que invitaba a cada uno a perderse en sus pensamientos, quizás rememorando los detalles de la intensa jonrada, quizás recordando hechos pasado o, quién sabe, especulndo acerca de lo que estaba por venir.

Al acercarse a la colina comenzó a menudear la vgetación un poco más alta y densa, lo que agradecían, pues aunque todos esperaban que el solitario refugio lo siguiera siendo, no era posible saberlo sin comprobarlo; pero para ello habría que tomar algunas precauciones. Denelloth recomendó silencio e indicó a Norión y Russef que esperaran a cubierto, al pie de la colina, mientras Eben, Girion, Ferrim, Otho y él mismo subían desperdigados para echar un vistazo. Cargó su ballesta y comenzaron a avanzar con Eben algo adelantado y los demás separados como las plumas de un abanico: el mediano y el enano en el centro y los dúnedain por los flancos.

Notas de juego

Se entiende el acceso, no?

Vaya mapa guapo, no dire? De dónde lo has sacado?

No sé si habría que tirar Acechar y Percepción, se sobreentiende, personalmente lo dejo en tu mano dire.

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19/11/2017, 23:31
Ferrim, hijo de Ferric

Pasaron las horas en el camino, escurriéndose entre roquedos, matorrales y arboledas. Afortunadamente, los ojos de los murciélagos miraban en otra dirección, como así hacía el olfato de los huargos. Un verdadero alivio, pues Ferrim dudaba que el grupo pudiera enfrentarse a una manada de lobos gigantes asesinos. No era el tipo de partida de guerra preparada para ello. Demasiada suerte habían tenido en el claro del monolito, donde la inteligencia y la estrategia habían sido tan importantes como el acero.

Ferrim agradeció la cercanía de la cabaña de los montaraces. Muy pronto podrían encender el fuego. No es que estuviera cansado, pero sí necesitaba sentir que las etapas se iban cubriendo. Si llegaban a la cabaña, habrían ganado una realmente importante.

Esperando que faltara poco, Ferrim se limitó a caminar siguiendo las instrucciones de Denelloth.

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20/11/2017, 06:51
Eben

Eben continuaba a la vanguardia del grupo moviéndose sigilosamente entre las sombras. La luz del sol era a la vez una bendición y una maldición ya que les exponía a ser observados desde mayor distancia. El montaraz procuraba mantener al grupo al amparo del bosque.

Poco a poco se iban aproximando a la caseta del bosque en la que Eben había pasado tanto tiempo. Era agradable regresar no ya por los recuerdos sino por el descanso que prometía. Aún así, el explorador contenía sus ganas por llegar, avanzando a un ritmo más lento que el que su corazón deseaba, pero intentando mantener la seguridad y el ocultamiento a cada paso que daba.

Por fin vio la cabaña. Haciendo una seña al grupo indicó que se acercaría solo para comprobar que no había enemigos cerca.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me aproximo con cuidado a la cabaña. Solo si no hay peligro hago una seña a mis compañeros. Si hay algo sospechoso, doy media vuelta e informo.

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20/11/2017, 21:26
Denelloth

Iniciado el ascenso, Eben indicó desde su posición adelantada que se acercaría sólo; Denelloth asintió, e indicó al grupo seguir subiendo y luego, mediante señas, detenerse a una distancia prudencial, más o menos a mitad de camino. No dejaría completamente solo al joven montaraz, tanto por su seguridad como por la del resto de la compañía.

Notas de juego

No sé la escala, he puesto medio camino por decir algo... Se pueden quedar más o menos a distancia de tiro de ballesta de Eben.

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21/11/2017, 13:22
Norión

La cabaña podía divisarse a lo lejos, Norión quería llegar allí cuanto antes, el breve viaje no había sido cómodo, detrás de él estaba el discípulo moribundo y todo el trayecto estuvo tan pendiente de que no muriese desangrado como de no ser atacados por algún grupo orcos o seres aún mas peligrosos. Pero su anhelo de entrar a la casa para descansar debía esperar. El grupo que lo acompañaba se movió con precaución, y bajo la experimentada guía del montaraz comenzaron a explorar la zona mientras Russef y él esperaban mas atrás. Namo, despeja nuestros caminos oraba en silencio, encomendando a los Valar el destino del grupo.

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26/11/2017, 10:37
Director

Eben subió la suave cuesta con cuidado, y a unos treinta pasos detrás del montaraz iban Denelloth , Girion, Ferrim y Otho en formación abierta. Todo estaba en silencio, y cada paso, cada rama que se partía al pisar, se escuchaba con fuerza.

Denelloth tenía la ballesta preparada, Ferrim su fiel martillo y Girion sus dos armas. El mediano iba desarmado, pero atento a todo. Los silencios no siempre presagiaban algo bueno, y Otho hubiera preferido haber escuchado ruidos normales de la Naturaleza. Tantas cosas extrañas habían pasado en aquel día, y su corazón anhelaba la tranquilidad del hogar.

Eben llegó hasta arriba, e hizo una seña con la mano para que el resto aguardasen un instante mientras aseguraba el lugar.

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26/11/2017, 10:38
Director

El montaraz no vio enemigos. Todo era aparentemente tranquilo alrededor de la cabaña. No obstante, algo le inquietaba. Era difícil describir la sensación, pero algo había sucedido en el lugar desde que partieron. Las lamas de las ventas seguían cerradas, pero entonces Eben se fijó en la puerta de la cabaña. Estaba entreabierta, y Eben estaba casi seguro que la habían cerrado antes.

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26/11/2017, 14:38
Eben

En silencio Eben retrocedió hasta alcanzar a sus compañeros.

- El refugio parece tranquilo, pero la puerta está entreabierta: alguien lo ha visitado desde que nos fuimos. No he podido ver el interior, pero está todo silencioso.

- Las ventanas están cerradas. Voy a aproximarme a la puerta, creo que lo mejor es que me cubráis.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Eben va a aproximarse a la puerta en sigilo salvo que otro personaje se ofrezca. Más que nada porque mi sigilo no es nada del otro mundo, pero mi tiro con arco es bastante bueno. Eben no es cobarde y si nadie le para continuará hasta la puerta.

Por si nadie me para tiro sigilo.

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26/11/2017, 21:45
Denelloth

La información de Eben no pareció alterar a Denelloth, y si lo hizo, no se hizo notorio para el resto; no era la primera vez que un animal entraba y revolcaba el interior, y nadie prepararía una emboscada haciendo notoria su presencia. No obstante, debían estar alerta.

Se limitó a asentir con la cabeza, a indicarle que echase un vistazo a la tumba de Wulfgar y no dejase de subir al parapeto de vigía que estaba en la parte alta de la pequeña estructura. Eben se había ofrecido a explorar la cabaña solo, y aquello implicaba algunos riesgos que ahora debía asumir. Por supuesto, avanzó tras él, a prudencial distancia, con la ballesta en ristre. En cuanto entrase a la casa, se aproximaría rápido para darle su apoyo.

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26/11/2017, 21:54
Eben

Notas de juego

Hago lo que dice Denelloth, primero miro la tumba de Wulfgar antes de acercarme a la puerta.

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28/11/2017, 21:57
Ferrim, hijo de Ferric

La cabaña estaba abierta y, quizá, ocupada. Ferrim se detuvo, ocultándose como podía y esperando las noticias de Eben. ¿Habría intrusos en el interior? ¿Enemigos? Todo era posible. Ferrim aguardó a que llegara alguna noticia.