Partida Rol por web

-Ah, por fin Adhellin ha terminado un mapa bastante detallado de los alrededores... Será sin duda de gran ayuda para lo que nos espera.

Sobre el Consejo Militar, o Consejo de Guerra, lo que tengo en mente son dos cosas. Primero, lo que quiero hacer es abrir una escena para poner toda la información referente al ejército y para poder consultar y comentar allí sin que ralentice las escenas en juego. Algo parecido a esta Casa del Comercio, pero en lo referente a lo militar. Y que principalmente sería para Khôradur, aunque nada impida que algunas partes sean consultadas también por otros como Ayla, Denelloth, etc.

También se pueden hacer en esa escena las reuniones semanales con los sargentos y en general consultas de ese tipo. 

En segundo lugar, se va constituir ese Consejo Militar, que sería como un grupo de consejeros para debatir asuntos de seguridad. Además de Khôradur y Denelloth, formaría parte Walec (me imagino) y quizá un sargento de forma permanente (Gaerel o el que quieras), pero no todos. Luego se podría convocar a los necesarios.

Al ser un grupo de consejeros, nada te impide incluir personas ajenas al ejército como consejeros o asesores, por su experiencia o por sus conocimientos. Un ejemplo concreto de este tipo de apoyo: en el ejército de Arthedain, el Príncipe es el Señor Comandante del ejército real, y tiene un grupo de caballeros ancianos y genearles como consejeros. Se le conoce como "Othrind" (s. Círculo de Guerra), y propone políticas y estrategias militares.

No sé si quieres darle un toque más umbariano, pero si no, pues "Othrind" podría ser un buen nombre para este Consejo.

Acabo de ver este post, madre mía.

Lo que tengo en mente es una cosa así. Como miembros fijos a Denelloth, Walec y a dos sargentos, a aquellos que precisamente pensaba ascender en breve (Gaerel es uno de los que tengo mente). Si más adelante vuelvo a ascender a algún sargento lo incluiría dentro del consejo, así como a algún otro miembro fijo u ocasional según transcurra el tiempo o las circunstancias. Por lo demás, todo lo que comentas me parece bien.

Una cosa, la reunión que quiero mantener con los sargentos, Denelloth y Walec sobre los sucesos que rodean al cofre de Dagorhir, no tendría que ver con el Consejo Militar, aunque toque algunos aspectos del mismo. Aprovecharé para que me informen sobre el reclutamiento y organizar un poco las fuerzas de cara a lo que nos pueda venir encima. No les informaré sobre que voy a ascender a dos de ellos para evitar una competencia entre ellos que ahora mismo no nos vendría bien, así que lo haré en el más estricto secreto hasta llegado el momento, así como su obligación de presentarse en el Consejo Militar.

Ya que estamos aprovecho para hacerte una pregunta (por eso he entrado y he visto tu último mensaje), ¿alguno de los sargentos están bajo el mando de Walec en la guardia o todos están bajo mi mando en el ejército?, si es así ¿Walec tiene algún sargento bajo su mando?

Te contesto breve (móvil). Walec no tiene sargentos, son todos del ejercito. El cuerpo de guardias es reducido, empezaron con 10 efectivos. De hecho, Walec hasta hace poco cobraba como un guardia mas. Es de confianza de Curudae y en Tharbad trabajo de guardia y luego guardaespaldas del senescal.

Othrind será :-D

Entonces tal vez sea conveniente buscar a algunos reclutas que puedan servir en la guardia. Ya se hablará en el Othrind.

¡Saludos Curudae!,

¿Qué puedes decirme de la familia de Girion?, ¿he tenido algún tipo de contacto con ellos?

-Girion y su familia..., comenzó Curudae y se levantó de la silla con la copa en la mano. Khôradur había acudido a la Casa del Comercio ya tarde, confiando en que hallaría al Senescal en su despacho. Y así había sido. No obstante, la respuesta a la pregunta no era tan sencilla. Curudae miraba por la ventana, de espaldas al umbareano. Buscaba un punto en el horizonte, en el este. -Tharbad, la Reina del Norte. No hay otro lugar igual en la Tierra Media. El bullicio, las intrigas, la vitalidad, la decadencia... Una ciudad que se reinventa a sí misma constantemente. Para entender del todo a la familia de Girion, hay que sentir el pulso de Tharbad... La ciudad más importante del Norte. Mi ciudad...

El Senescal se dio la vuelta, y volvió a llenar su copa, y le sirvió otro a su amigo. -Girion es hijo de Gildûr. Un poderoso comerciante que reside en Tharbad. La familia viene de Gondor, pero durante la Lucha Entre Parientes se establecieron cerca de la guarnición gondoriana de Tharbad. Fueron tiempos convulsos, y en Tharbad tampoco somos muy dados a indagar en el pasado si hay oro de por el medio. Pero estaba claro que la familia tenía relaciones de comercio con Umbar. Algo completamente lógico por otra parte, y Tharbad siempre ha procurado mantener abierta esa vía marítima hasta Umbar. Dicen las leyendas que el abuelo de Gildûr era un Corsario. No lo sé. De cualquier modo, mantuvieron contactos importantes en el Sur y fletaron barcos hasta amasar una fortuna importante a la vez que efímera. Nunca entraron en las guerras de los Gremios.

Curudae observó su copa en silencio. -La situación de Tharbad ha cambiado. La llegada de un nuevo poder en forma de la familia Aludor de Minas Ithil ha roto el equilibrio. Es un asunto mucho más complejo, pero basta decir que a Gildûr le motivan dos cosas en la vida: sus rutas comerciales sin depender de los Gremios y su hijo. Ayla le dio una respuesta a ambas, y quizá algo más.

-Recuerda que Ayla usó su propia fortuna para poner en marcha todo esto, dijo haciendo un gesto con la mano que abarcaba la aldea y el castillo. -Es obra nuestra, no de los benefactores Palomirë y Gildûr. Pero cuando decidimos aventurarnos en terreno vedado y desafiar a los Gremios de Tharbad, fabricar armas, elaborar tela, buscar otra ruta alternativa por Súduri... En ese momento necesitamos esos apoyos, y Ayla los consiguió. Sin el dinero de los dos benefactores, no podríamos aumentar el ejército, ni construir los edificios nuevos para tratar la tela, ni pagar a los enanos por su trabajo. 

Khôradur se quedó pensando en Gildûr, el padre de Girion. Un hombre joven, viudo y en buena forma física. Las mujeres se rendían fácilmente a sus encantos, y es cierto que pasó tiempo con Ayla en sus escasas visitas. Escasas hasta ahora. No obstante, apenas recuerda haberle visto con su hijo Girion. En la Fiesta de la Academia mantuvieron las distancias a pesar de llevar meses sin haberse visto. El joven Girion parece reunir las principales cualidades que se busca en un dúnadan, incluso el orgullo que puede ser el origen del distanciamiento entre padre e hijo.

-Si Gildûr es de origen corsario, seguro que me llevaré bien con él-sonrío antes de tomar un trago de vino

Batalla de Metraith

Los últimos años de Cardolan fueron aciagos para todos. Pero en medio de la desesperación, hubo personas que se alzaron en busca de la gloria de tiempos pasados. Hallas de Dol Tinare se gastó toda la fortuna de su Casa para contratar mercenarios y para convencer a los demás feudos que había que acabar con el Señor de la Guerra Dagorhir. Ganaron, pero Hallas murió y se disolvió la unión de los Señores Aliados.

Luego feudos como Dol Caladir donde gobernaba la princesa Finduilas y Girithlin (gobernado por el tío de Echorion) causaron cierta inestabilidad. Entonces Pelendur, Hir Tyrn Gorthad, ante la amenaza de una nueva fuerza oscura liderada por Hazvadôk, volvió a reunir a los señores de Cardolan bajo un mismo estandarte (literalmente, se rescató un estandarte real de Cardolan de las Quebradas de los Túmulos). Y Echorion acudió a esa convocatoria pero no como vasallo sino para liderar Cardolan reunido (su ambición es grande). Los bandos eran: restos de Dol Tinare, Cantones de Feotar (tropas comandadas por Bemakinda), Pelendur, Echorion y pequeños contingentes de otros sitios contra la hueste del comandante Hazvadôk (formada principalmente por tropas supervivientes del Señor de la Guerra), Dol Caladir y una unidad de corsarios de élite de Umbar. La Batalla de Metraith fue decisiva en la victoria, y se restableció la paz. Pero Pelendur optó por abandonar Cardolan para no dar pie a nuevas guerras mezquinas. Echorion quiso seguir la guerra contra Dol Caladir, pero la princesa Finduilas quien había pactado con Hazvadôk abdicó y huyó, así que finalmente Echorion aceptó mantener la paz en la zona de Metraith y alrededores a la espera de comenzar su reconquista de Girithlin en el sur.

Pelendur y su hermana viajaron a Fornost con toda la clase alta superviviente de Tyrn Gorthad. Después de la muerte de Hallas de Dol Tinare, sus herederos viajaron a Gondor y se limitan a cobrar los impuestos por los territorios. Finduilas de Dol Caladir abandonó sus tierras que ahora son regentadas por su chambelán. Los Cantones de Faerdor hace ya varias generaciones que tienen un soberano dúnadan. En el sur, los clanes de Saralainn se han apoderado de grandes partes de Minhiriath. Y Girithlin está siendo gobernado por un usurpador, el tío de Echorion.

Por lo que veo Carumirë es uno de los arquitectos, ¿que conozco de él?

ARQUITECTOS

-El sueño de Ayla era este lugar, este refugio. Este nuevo amanecer para la gente. Creo que primero pensó en una mansión, con una pequeña Academia. Pero entre los dos, alzamos nuestras miras y objetivos. Yo le ayudé a buscar a los mejores arquitectos disponibles, y negociar el precio. El acuerdo con los arquitectos era la primera piedra para convertir el sueño en una realidad…

Los tres arquitectos fueron contratados para 18 meses. Ceirin era moreno y de ojos oscuros. Domar de constitución fuerte, más veterano y antiguo militar. Y luego estaba Carumirë. Su porte era el de una persona que conocía su importancia. Aparentaba joven, pero sus rasgos dúnadan eran muy marcados, casi élficos. Su mirada era directa, y sus ojos claros y penetrantes se fijaban a menudo en un punto en el horizonte del futuro.

-No olvidaré el día que Carumirë se presentó ante Ayla, y ella compartió su visión con él, siguió recordando Curudae. -Ante nuestros ojos, pudimos ver cómo la idea cobraba vida en los papeles. Pero antes, Carumirë pronunció unas palabras…

“En los tiempos turbulentos de un reino dúnadan condenado, he aquí, ante mis ojos, el proyecto que puede ser mi legado. Otros buscan toda una vida una obra para dejar su huella, y puede que tu visión sea mi oportunidad, un nuevo horizonte por descubrir”

 “Habláis de respeto, de honor, de nobles ideales… Y también de seguridad, de magnificencia, de inspirar el arte y la creación. Términos poco habituales que suenan como música a mis oídos. Veo un castillo de muros resplandecientes, una estructura vertical alzándose hacia el cielo, rodeado de torres redondas. Habláis de belleza sobrecogedora y armonía con su entorno, un castillo para hacer justicia a su propietaria. Todo esto es posible, pero no será fácil.”

Carumirë rara vez había tratado con otro que no fuera Ayla. Otros llevaban el tema económico, y Domar la gestión de la fuerza de trabajo. Ceirin era un buen arquitecto, capaz de llevar a cabo las obras más variadas. Pero no era el visionario y artista. No era el arquitecto cuyo nombre estaba destinado a perdurar en el tiempo.

Senescal ¿solo hay humanos en Sil Auressë?

-Sil Auressë fue fundada por una elfa, contestó Curudae sonriendo. -Me imagino que no te refieres a la Dama de la Luz. Durante un tiempo, había otro de los Primeros Nacidos. Un gran guerrero de nombre Aeldric. Y están nuestros amigos herreros enanos de las Colinas del Hierro que se han establecido aquí, cerca del río. Pero no tenemos a otros residentes permanentes de otras razas, que yo recuerde. En ocasiones, recibimos alguna visita de los medianos de Siragalë. Y de otros enanos. En cuanto a elfos, pues digamos que se mantienen al margen de lo que está sucediendo en Cardolan. Sus senderos atraviesan estas tierras, pero pasan desapercibidos si así lo desean.

-Dama Aylarien, entonces ¿qué es la magia?

La hechicera se quedó pensativa, nunca le habían formulado esa pregunta y era difícil encontrar una respuesta sencilla.

  -La magia – Hilde Sikelion crepita por unos segundos sintiendo la pregunta – es Caos, es la fuerza que en manos equivocadas puede desatar horrores, detrás de la que aguardan fuerzas enemigas, destructivas, el poder del puro Mal, que puede destruir no solo a quien la intenta manipular sino a todo el mundo.

-Y como no son pocos los que la manejan sin ser conscientes de las fuerzas que manipulan, pueden atraer la atención de fuerzas oscuras y la perdición… Por eso hay quien considera la magia como algo destructivo, algo caótico, y en cierto modo tienen razón pues, ¿no han sido los mayores males de los hombres grandes hechiceros? Y son a la vez grandes hechiceros los que han tenido que intervenir para equilibrar las fuerzas. Pero la magia no es algo malo, en nuestra Academia se estudian varias artes, y la magia si hay adeptos pacientes yo puedo instruirlos como un arte más. La magia es algo que puede dar sensaciones indescriptibles, poder superar los límites mundanos siempre con respeto de las energías que se manipulan, con sutileza.

- La magia puede crear las cosas más bellas, y de hecho casi siempre está detrás de ellas, no obstante no hay que olvidar que también es indudablemente necesaria la habilidad de la mano del artesano para poder crear una gran obra.

-Hay quien de hecho piensa que si desapareciera la magia del mundo, éste sería más pobre, y créedme si os digo que se está agotando. Los elfos lentamente dejan esta Tierra, y con ellos se va parte de la magia que hay aquí.