Partida Rol por web

Sil Auressë

Los tapices de Vairë

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29/12/2018, 01:21
Benaldamat
Sólo para el director

Benaldamat se encontraba en la puerta de la forja de los enanos junto a Enila. Los enanos le habían permitido utilizar su forja, pero antes les tuvo que contar su historia. No toda, sino toda aquella que había sucedido con Angerkurth como compañero, porque Nurg ya les había informado del camino que habían seguido juntos. Y así fue como con frente a un barril de cerveza Benaldamat les contó cómo conoció a Angerkurth, como combatió y como cayó en combate. Los enanos estiraban de sus barbas y maldecían cuando les relato cómo murió su amigo. Y después de aquella historia, accedieron a dejarle la forja. Enila estaba presente junto a Benaldamat, y no se separaban desde que llegaron a Sil Auressë.
Y juntos esperaban a la hora perfecta.
Ambos miraban la Luna, y Benaldamat comenzó a hablar.
- Sabes Enila, cuando estuvimos separados conocí a un hechicero de tierras lejanas. Su nombre era Dashiz. Y adoraba a la Luna como su Diosa. Lapnoca era el nombre de esa Diosa y Batra que era su enemigo, el Sol, la quería devorar. Y cada día combatían decantándose la batalla a favor de uno u otro, y dependiendo de quien fuera venciendo se veía en el cielo. Era un hombre curioso, y venía de una cultura lejana. Él también me acompañó en una buena parte de mi camino, hasta que se tuvo que marchar. No fueron pocos los que, con su esfuerzo, de un modo u otro, permitieron que hoy estemos aquí juntos, y poco a poco te hablaré de todos ellos.
Ambos estaban sentados en dos taburetes, y Benaldamat agarraba la mano de Enila, como si al soltarla se fuera a desvanecer. Aún no había asumido que estaban juntos y sin amenaza momentánea.
La luna resplandecía y las estrellas refulgían con un brillo especial. Ciertamente que esa noche era mágica, y en Sil Auressë esa noche habría una energía excepcional ocasionada por la tensión liberada de todas las personas que esa noche celebrarían la victoria de Sil Auressë.
Las risas y los cánticos ya empezaban a escucharse por las calles de la aldea. Y de pronto, una estrella empezó a brillar con más fuerza que las demás. Benaldamat estaba nervioso por la emoción. Esta era la runa más importante de su espada, era el fin de un camino y el comienzo de otro.
Enila y Benaldamat miraban al firmamento, y entonces escuchó a Enila: I Lume Itulie.
Era cierto, el momento había llegado.
Y ambos se adentraron en la forja. Benaldamat había dispuesto velas a ambos lados del pasillo por el que avanzaban. El olor de la cera derretida llenaba el ambiente dándole calidez. Cada paso que daban juntos los conducía a un final y a un principio. Enila apretó la mano de Benaldamat, buscando calmarlo. Y así llegaron a la sala de la forja. Ferrim los esperaba allí pacientemente.
Sobre una mesa se hallaban todas las herramientas de Benaldamat que necesitaría para poder realizar el trabajo, y al lado de las suyas se encontraban las de Ferrim.
Benaldamat encendió la pipa, comenzó a aspirar y a expulsar el humo que manaba de las hierbas que le ayudaban a concentrarse hasta que la forja se llenó de un olor dulzón a las hierbas de la pipa de Benaldamat. Entonces comenzaron a escucharse gritos en la lejanía, una batalla, ecos del pasado, o tal vez estaba volviendo a suceder. Alrededor de ellos, se podía ver a los Guardianes de Enila adentrándose en el círculo del Monolito, cómo se iniciaba la batalla, como un búho se adentraba en el círculo permitiendo a Benaldamat que se hiciera presente entre los Guardianes de Enila para asistirles en la hora más oscura. La batalla sucedía a su alrededor, y ellos podían verla como meros espectadores. No paraban de escucharse gritos de “Por Enilaaa” y los mandobles endían oscuridad para dar una nueva oportunidad a la esperanza, una nueva oportunidad a la Luz. De pronto una tremenda luz se hizo presente en la claro, y Yavanna la Reina se hizo presente para asistir a su hijo en la contienda. Y en ese momento Benaldamat comenzó a inscribir la runa en su Klavir, ante la atenta mirada de Enila y Ferrim, y los ecos de la batalla que decidiría el destino de todos.
Benaldamat cincelaba su Klavir, al mismo ritmo que el destino había cincelado su alma. Los trazos comenzaban a distinguirse en su klavir, la energía imbuía la noble arma, el arma del Guardián. Pero era la primera runa que forjaba junto a Enila. Cuando estaba a finalizando la batalla del monolito estaba terminando, y Ferrim comenzaba a grabar el monolito concienzudamente. El momento había llegado.
Las runas del Klavir de Benaldamat se iluminaron de golpe, mostrando la vida del Guardián a aquellos que supieran leerlas. Entonces Benaldamat se apartó, y lo que nunca hizo un Guardián lo hizo Benaldamat. Invitando a Ferrim a que terminara los últimos trazos. Así un Naugrim sería quien escribiera en su alma, tal y como los Naugrim lo habían acompañado en su camino y lo habían forjado durante el mismo. Y así la amistad de Benaldamat con los Naugrim quedaría escrita klavir, en su misma esencia. Los hijos de Aule, marido de Kementari, de su reina,  de su madre, cerrarían el camino del Guardian…
 

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30/12/2018, 11:39
Director

Me gusta el texto. Voy a comentarte algunos retoques. Primero, Nurg nunca coincidió con Ferrim en SA. Ferrim llegó después de la marcha de Nurg, y Nurg no ha regresado (de Fornost se fue a Rhudaur). Cuando Nurg partió de SA con Ben y el resto, era la primera vez que se vieron (o tal vez de pasada en Azan cuando el entierro de Angekurth). Por lo tanto Nurg no les ha podido contar nada de Benaldamat porque no ha estado. Eso es importante porque en la misión del Monolito, Ferrim no tenía ni idea de quién podía ser Benaldamat. Por lo tanto he cambiado la frase un poco:

Los enanos le habían permitido utilizar su forja, pero antes les tuvo que contar su historia. Toda aquella que había sucedido con Angerkurth como compañero. Y así fue (...)

Luego un detalle de Enila:

Enila estaba presente junto a Benaldamat, y apenas se separaban desde que llegaron a Sil Auressë.

Creo que va a haber algún epílogo donde se sale Enila desde lejos sin Ben. Tampoco es que vaya a estar 100% del tiempo con ella, necesita su intimidad la pobre ;)

Por lo demás está guay, sería entonces que Ben entra primero y habla con los enanos. Y luego van llegando el resto, tal vez entren a mitad de tu visión y cuando te das cuenta ya están allí en carne y hueso los Guardianes de Enila. Pero eso no tienes que escribirlo, es la parte que les toca a ellos.

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31/12/2018, 00:17
Norión
Sólo para el director

Máster, la llegada de Norión ata los cabos sueltos, así todos estamos en el castillo. Pensé cuando lo leí en postear algo, sobre el discípulo o sobre Sir, pero ya hice su post final, prefiero dedicarle unos segundos a Theon y tratar eso en el epilogo.

En cuanto a eso, voy a tener que poner a escribir !! (desde el 20 que no posteo en umbría casi, pero después de las fiestas voy a retomar, así que al 6 llego con los 2 epílogos). 

Además de lo ya hablado sobre norión (la copia del libro para Ayla, la búsqueda de Sir, la conversación con Denelloth, la entrega del libro a Ferrim en la Forja donde está el resto de los guardianes de Enila), creo que hay 3 cosas dando vuelta:

  • Finduilas: quedamos en no tratarlo, ya se profundizo mucho en ello, tal vez solo escriba algún renglón mientras separa las copias (después de todo, quedan 2 copias mas, una para ella y una para él)
  • Discípulos: también quedamos en profundizarlo después, tanto el que se recupera como el que lo espera en un par de semanas en el vado de sarn. Pero seguramente escribiré algún renglón reflexivo sobre ello. Pensaba pedirle a Otto que siga ayudando al anamarta, tal vez vivamos todos con Adhellin, puede que la frase los incluya.
  • Heridos: la casa de curación está atendida por caaniza e Ionell (si mal no recuerdo), pero el anamarta se va a dar una vuelta por ahí, tanto para encargarse de los difuntos, como para atender a los casos terminales y ver de que lado se quedan. La intercesión ante Namo puede ser definitoria en muchos casos. Esto no requeriría mención en el epílogo, tal vez deslizarlo cuando vaya en busca de Sir.... pero.... está el tema de Khoradur. No quiero metarolear, así que no me cuentes muchos, pero creo que Norión es el único que puede torcer el destino del lugarteniente (mientras el espíritu no se haya ido definitivamente lo puede traer con el nivel que tiene... para life giving hace falta unos cuantos niveles mas, o algún scroll, pero hasta eso podría verse). Sobre esto no se bien que hacer, pero creo que es algo que tendría que agregar al epílogo. (no sanarlo ahí, pero si orar a namo junto a él o lo que tenga sentido).

Que te parece? 

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31/12/2018, 09:04
Director

Estoy de acuerdo con que Norion no haga más posts en la escena de juego. Y con las reflexiones del epílogo también. Si puedes enviarme textos antes del día 6 te lo agradezco, aunque sea por partes. Para que me dé tiempo encajar todas las piezas. Sobre Khoradur, he pensado lo siguiente: en la escena de juego en en post del narrador pongo que Norion visita a los heridos etc. Y reza por Khoradur y le hace algun hechizo tipo life-keeping. El tema es que el alma no parta (no lo ha hecho), y así darle tiempo al cuerpo a que pueda albergarla nuevamente. La hierba le dio un día o dos, luego Ionell etc. Ahora con Norion allí realmente puede hacerle el hechizo todos los días para darle tiempo al cuerpo que se sane.

 

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31/12/2018, 16:18
Theon
Sólo para el director

Ok lo de Norión, cuando elegí esa lista me pareció importante y antagónica con Nigromancia, pero no pensé que serviría para cambiar el destino del Lugarteniente! (puede empezar a entrenar a su discípulo nigromante con Khoradur XD)

En cuanto a Theon, la secuencia en la taberna esta mas o menos clara, va a estar hablando con Arthondir, luego se acerca Aaren y se unen los seis en una mesa grande. Allí surgirá lo del emblema de Garan Gwalorn.

La mayoría de los temas adicionales están planteados: Melechtor y el Garan Gwalorn, Caldrim y los jinetes de acero, Aelloth y Lord Echorion, Gaerel y el Othrind, Faelimir y Earnil como sargentos cercanos, Barendil y Parthil como líderes de confianza, Dos colmillos y acero rojo como lobos, Curudae y los temas políticos de Sil Auressë, y las cartas a Minastir, Echorión y Olawen (ligada a Barahir).

Me surgieron algunos que tal vez valga la pena profundizar:

  • Girion: En su momento, al igual que con Arthondir, los nobles hablaron de continuar conversando en Sil Auresse. El hijo de Gildur está ligado a la política, aunque es más joven e inexperto, muestra un futuro prometedor y ha demostrado su coraje y valía. Tal vez valga la pena un cruce de palabras en torno a Gildur-Barahir o en torno a la educación (la academia de Sil Auressë vs. la escuela militar de Fornost).
  • Denelloth: es uno de los líderes del Othrind y han compartido una batalla, no sin expersar sus diferencias y a la vez su respeto mutuo. Es trascendente su relación pero no veo que valga la pena profundizarla en el epílogo, pero como hablará con Girion y Arthondir, creo que valdría la pena cruzar unas palabra con Denelloht respecto a si logró su cometido de salvar a la niña (no sabe que es sir, cree que es la hija de algún gobernante importante, y eso ha despertado su inquietud, más ahora que está explorando la política).  (NOTA: el post de Gaerel del 22/12 en el que lo acepta en el Othrind, no incluyó a Denelloth, sino a Aaren... para él la exposición de Theon quedó sin respuesta, tal vez valga la pena aclararle al personaje-jugador ese detalle).  
  • Lord Barahir: he tratado en el último post reflejar cercanía a este personaje. Me sorprendió que llegara a Sil Auressë XD. Es que para Theon, él es tan importante como Lord Echorion. Me parece que valdría la pena un pequeño diálogo con él, para ponerlo al tanto de su accionar y lo que le ha prometido a Minastir, Melechtor y Gaerel que son sus superiores hasta ahora (pero esto muy por arriba, que explicarlo en detalle puede llevar varios párrafos XD) y por sobre todo expresarle su lealtad hacia él (para reflejar que Theon esta dispuesto a colaborar con su tío de modo cercano) para cerrar con algún comentario sobre Olawen.

Theon es un personaje que se ha ido ganando su lugar, y está pasando del campo de batalla al campo político (su otro perfil). En el primero, no tenía experiencia y ha ido creciendo en ese terreno hasta coordinar la entrada al castillo y creció mucho en ese aspecto (primer personaje "casi guerrero" que llevo en Umbría y que me gusta, después del bárbaro Turak que duró poquito, jeje). De algún modo, la etapa siguiente es en el campo político, y al igual que en la batalla, arranca con una buena base (en lugar de una formación militar, tiene unas cuantas relaciones influyentes) pero nada de experiencia, y tendrá que hacerse su camino. Eso es lo que trato de reflejar desde la entrada al castillo, y un poco pensaba plasmarlo en el diálogo con Barahir en el epílogo (de nuevo, no quiero que sea largo, sólo sembrar las semillas).

Notas de juego

Voy a tener trabajo con esta partida! XD... pero lo vale :)

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31/12/2018, 17:28
Director

Jeje, aquí estoy dándole forma a los últimos posts de la escena... A ver te comento por encima:

Norion: todo claro pues, he incluido una mención a Otho, algo corto.

En cuanto a Theon, la secuencia en la taberna esta mas o menos clara, va a estar hablando con Arthondir, luego se acerca Aaren y se unen los seis en una mesa grande. Allí surgirá lo del emblema de Garan Gwalorn.

Sí, estamos de acuerdo.

Una cosa: en el último post de Theon has puesto:

Saludó también a Dos Colmillos - Es un placer, mi nombre es Theon. Junto a Aaren partimos de Arthedain acompañados por algunos lobos, el más veterano se llamaba Abel. Y sobre el final de la batalla, tuve el placer de combatir junto a Acero Rojo. Quiero agradecerle todo el apoyo que nos han dado todos ustedes- dijo a quien parecía ser uno de los líderes de esa extraña hermandad. 

En realidad Abel (de que voy a hablar en mis últimos posts, no me he olvidado de él) forma parte de una unidad de "lobos" por obra de Theon (y tal vez un poco por Minastir). No tiene nada que ver con Dos Colmillos y sus Lobos, al menos no directamente. Es un sobrenombre que se le puso a las tropas o unidades clandestinas que se infiltraron en Cardolan. De todos modos, se puede desarrollar porque hay un pequeño vínculo que aún desconoce Theon.

Girion: En su momento, al igual que con Arthondir, los nobles hablaron de continuar conversando en Sil Auresse. El hijo de Gildur está ligado a la política, aunque es más joven e inexperto, muestra un futuro prometedor y ha demostrado su coraje y valía. Tal vez valga la pena un cruce de palabras en torno a Gildur-Barahir o en torno a la educación (la academia de Sil Auressë vs. la escuela militar de Fornost).

Creo que Girion tiene bastante en su plato (y Theon/Norion también) :) De momento he estado hablando con Girion sobre ideas de epílogo y yo descartaría un encuentro Theon-Girion en este momento. Digamos que la parte política de Girion se va a desarrollar en SA-II. En su caso, está claro el antes y después entre las dos partidas, es al terminar esta aventura cuando empieza a ocupar ese terreno que por otra parte le corresponde por influencia familiar.

Denelloth: es uno de los líderes del Othrind y han compartido una batalla, no sin expersar sus diferencias y a la vez su respeto mutuo. Es trascendente su relación pero no veo que valga la pena profundizarla en el epílogo, pero como hablará con Girion y Arthondir, creo que valdría la pena cruzar unas palabra con Denelloht respecto a si logró su cometido de salvar a la niña (no sabe que es sir, cree que es la hija de algún gobernante importante, y eso ha despertado su inquietud, más ahora que está explorando la política).  

Hmm, Denelloth en un principio no va a estar en la taberna. Girion puede que sí. Si quieres mencionarlos me parece bien, puede ser una reflexión o un comentario para dejar constancia. De nuevo, no profundizaría mucho. Denelloth ha completado el 95% de sus epílogos (muy aplicado jejeje), y lo que hay es largo como para meter más encuentros allí. Recuerda que muchos de estos temas se pueden desarrollar en SA-II, que de hecho es mi idea que todo lo que vaya a tener continuidad allí vamos a retomarlo al inicio de la partida.

(NOTA: el post de Gaerel del 22/12 en el que lo acepta en el Othrind, no incluyó a Denelloth, sino a Aaren... para él la exposición de Theon quedó sin respuesta, tal vez valga la pena aclararle al personaje-jugador ese detalle). 

Ups, tienes razón. Ya está arreglado y le he puesto un post en el Off.

Lord Barahir: he tratado en el último post reflejar cercanía a este personaje. Me sorprendió que llegara a Sil Auressë XD. Es que para Theon, él es tan importante como Lord Echorion. Me parece que valdría la pena un pequeño diálogo con él, para ponerlo al tanto de su accionar y lo que le ha prometido a Minastir, Melechtor y Gaerel que son sus superiores hasta ahora (pero esto muy por arriba, que explicarlo en detalle puede llevar varios párrafos XD) y por sobre todo expresarle su lealtad hacia él (para reflejar que Theon esta dispuesto a colaborar con su tío de modo cercano) para cerrar con algún comentario sobre Olawen.

Lord Barahir... No le gusta llamar mucho la atención, y prácticamente ha renunciado cualquier pretensión al trono de Dol Tinarë, entre otras cosas porque el principado ya no existe como entidad política. Además siguen vivos otros que van delante de él en la línea sucesoria. Pero es un hábil político y ha apostado fuerte por Echorion. Todo esto entra de lleno en la trama de SA-II. Mi idea no es tener una relación muy íntima o cercana entre los dos, al menos no en público. Pero habrá una charla larga cuando Barahir lo considere para hacerle a Theon partícipe de su visión, de lo que quiere conseguir con Echorion para Cardolan. Por lo tanto puedes poner algo de que tenéis una charla pendiente, o una reflexión acerca de qué planes puede tener para aparecer en este momento por Sil Auressë acompañando a la Dama Ayla. Ojo, que Barahir estas cosas las juega muy bien, y no es casualidad esa entrada. Theon lo comprende seguramente. No es lo mismo que Echorion o sus tropas entren sin más (ya se vio en Othrind cierta tensión previa por ese tema), que alguien de la familia soberana del principado donde se encuentra Sil Auressë entre acompañando a Ayla que casi sin darse cuenta les da el beneplácito a las tropas de Echorion de estar por allí (aunque luego para no causar problemas no entren en masa). Echorion es mucho más impetuoso y seguramente su entrada habría sido con cien jinetes en un desfile triunfal para luego sentarse en un trono en la sala de Othrind (estoy exagerando un poco).

De algún modo, la etapa siguiente es en el campo político, y al igual que en la batalla, arranca con una buena base (en lugar de una formación militar, tiene unas cuantas relaciones influyentes) pero nada de experiencia, y tendrá que hacerse su camino. Eso es lo que trato de reflejar desde la entrada al castillo, y un poco pensaba plasmarlo en el diálogo con Barahir en el epílogo (de nuevo, no quiero que sea largo, sólo sembrar las semillas).

Estoy de acuerdo, pero puede ser una reflexión de Theon recordando lo que había hablado con Barahir en una conversación no jugada, plantando semillas. O puedes ponerle lo que has dicho pero dejar en el aire lo que él te contestó. Lo que me preocupa en este tipo de entornos es mantener a distancia a los poderosos. Echorion lo es, Barahir lo es e incluso Ayla a su modo. Si todos los personajes tienen acceso a ellos todo el tiempo, los mandos intermedios pierden toda su fuerza. La relación entre Barahir y Theon es obviamente especial y viene de trasfondo, pero cada vez más Theon empieza a comprender que es un hombre que tiene mil hilos moviéndose en todo momento, y que es extremademente precavido a la hora de confiar su amistad.

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01/01/2019, 23:58
Director

La idea de ir a la cabaña me gusta, puedes incluir a Acero Rojo en el epilogo y que te acompañe y contarle cosas. Y si quieres pedirle si puedes ir con ella a ver/ingresar en los Lobos. Se postea en esta escena y luego copio el texto. Además en su trasfondo Eben tenía lo de que sabía todo acerca de los lobos. En cierto modo, parece que su destino podría estar relacionado con ese animal o el grupo de Lobos. Al menos para ir a pasar un tiempo con ellos. Creo que podría ser un buen epílogo para él.

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02/01/2019, 07:57
Eben

Tras regresar a Sil Auressë con Norion y sus dos compañeros heridos, Eben permaneció un par de días más en el castillo. La alegría inicial por la victoria dio paso, poco a poco, a la normalidad. Los soldados empezaban a relajarse en las guardias a la vez que los niños volvían a recorrer la plaza del pueblo. Quedaba mucho por reconstruir, pero la vida nuevamente se abría paso a través de la devastación.

El ambiente del castillo era cada vez más acogedor, pero Eben se sentía incómodo. Su necesidad de aire fresco le hacía subir a menudo a lo alto de las almenas desde las cuales podía observar a lo lejos su amado bosque. Más de una vez coincidía ahí con Acero Rojo, quizás lo más próximo a un alma gemela que el cazador podía encontrar en todo el castillo.

El montaraz era muy tímido con las mujeres, de hecho prácticamente no se había relacionado con ninguna. Su carácter solitario y el tiempo que pasaba aislado en los bosques no habían desarrollado en él las habilidades sociales necesarias. Pero con Acero Rojo la cosa era distinta, podía pasar horas hablando con ella de los bosques, de la naturaleza o simplemente dejándose llevar por la fresca brisa de la mañana. Eben admiraba el espíritu luchador de la muchacha a la vez que la respetaba como guardiana de los bosques y la consideraba al menos su igual en la lucha, posiblemente muy superior.

El explorador conocía desde hacía tiempo el trabajo que hacían los Lobos, pero no se sentía lo suficientemente bueno como para unirse a su causa. Fue la propia Acero Rojo la que le propuso unirse al grupo. Por supuesto necesitaría la aprobación de Dos Colmillos, pero confiaba poder ganarse al líder de la manada.

La decisión estaba tomada. Eben no seguiría más en el castillo. Habló con su maestro Denelloth y le comunicó sus intenciones. Se dirigiría a la cabaña y montaría allí un puesto de guardia permanente y un centro para la recuperación del bosque, al menos hasta que Dos Colmillos aceptara su ingreso en los Lobos. Acero Rojo se ofreció a acompañarle.


El trabajo de recuperar los bosques no era menor que el que se hacía en la ciudad. Eben y Acero Rojo trabajaban muy duro protegiendo los escasos animales que habían sobrevivido de la caza furtiva, a la vez que tenían que ayudar a proveer de caza a los habitantes del pueblo. Era un equilibrio delicado que les consumía gran parte del tiempo, pero que llevaban con agrado como solo dos almas de la naturaleza podían desear.

El peligro ya había pasado y el bosque cicatrizaba sus heridas rápidamente. Desde su ingreso en los Lobos, Eben y Acero Rojo prácticamente no habían tenido que hacer ninguna incursión, disfrutando de un largo periodo de paz. No sabían qué les podía deparar el futuro, pero mientras disfrutaban de estar juntos luchando por lo que creían.

La cabaña del bosque, poco a poco, se iba convirtiendo en su hogar.

Notas de juego

No se si Acero Rojo tiene relación con alguien, posiblemente con Dos Colmillos o si tienes pensado en "liarla" con otro. Me he tomado la libertad leyendo que Dos Colmillos la notaba cambiada.

Tampoco he querido seguir más lejos... si ves que no es posible un relación entre los dos, cambiamos el epílogo y simplemente Eben entra en los Lobos, a fin de cuentas esto solo lo hemos leído los dos.

Ya me cuentas si te vale, lo amplío o modificas lo que quieras... obviamente :-) siéntete libre de poner la historia como te guste.

Y muchas gracias por todo. Gran partida.

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02/01/2019, 15:18
Director

Me gusta como cierre de Eben. La Cabaña es un elemento interesante, e importante para tu personaje. Y Acero Rojo encaja bien allí, aunque el tema sentimental puede que no surja. O sí. No es que tenga nada pensado de antemano para ella, pero me ha gustado el personaje y seguramente tendrá continuidad.

He hecho unos retoques mínimos en el texto, más que nada referencias temporales (no conocías desde hace tiempo lo de los Lobos, y no hay un "largo período de paz"). Pero por lo demás me parece perfecto.

Gracias por el feedback, y me alegro de que te haya gustado la partida.

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02/01/2019, 15:21
Director

Quedaba pendiente el epílogo de Bergil narrando el despertar de Khoradur. Sobre eso, Norion me ha comentado un detalle que se me había pasado por alto. Resulta que nuestro querido anamarta tiene hechizos de Retener Alma, y por lo tanto desde su regreso a Sil Auressë puede hacer un hechizo al día para que el cuerpo se vaya recuperando. Desde el punto de vista de la mecánica está bien, pero de todos modos ya había comentado que Khoradur se despertará y para la continuación comentamos un poco las secuelas que pueda tener si procede.
 

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02/01/2019, 15:24
Director

Además del epílogo de Girion, también puedes hacer uno corto para Anael si quieres. ¡Se te acumula la faena!

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02/01/2019, 15:18
Ragi
Sólo para el director

Epílogo

Ragi, de la mano de Sir, entró en Sil Auressë aún temeroso de lo que podía encontrar. Tenía muchos amigos en la ciudad cuando la había abandonado para proteger a la niña y, por desgracia, no sabía hasta donde había llegado la guerra. A pesar de que la gente se acercaba a felicitarle por haber llegado hasta allí recordaba a los caídos con pena.

El ataque de los murciélagos en el torreón aún le daba pesadillas y temía que el recuerdo de Milriel, la guerrera que le había enseñado a montar a caballo, se esfumara de aquellos a los que había salvado dando su vida para protegerle mientras encendía el foco.

Sabía que después de todo aquello quedaría mucho por hacer. Inconsciente del resultado de la guerra, entendía que debían reparar todo aquello que hubiesen destrozado los orcos en su ataque. La oscuridad sería una herida que debía sanarse poco a poco, pero nunca deberían olvidarla. Fuera cual fuera el resultado, si habían perdido deberían preparar una nueva defensa y, al contrario, si habían ganado deberían sanar las heridas y prepararse para evitar nuevos ataques.

No sabía cuanto tiempo tendrían antes de un nuevo ataque, pero se enfocaría en aprender a defender a la muchacha de la mejor manera posible.

-Estamos de vuelta-le dijo a su protegida con una sonrisa-. Al fin en casa.

Notas de juego

Una versión definitiva. No he añadido mucho ni realizado muchos cambios, pero he añadido alguna referencia teniendo en cuenta los últimos mensajes.

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02/01/2019, 15:46
Director

OK perfecto, sustituyo el texto por éste.

 

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02/01/2019, 15:46
Director

En este escena es donde se prepara el epílogo. Tienes hasta el viernes, cualquier duda avísame.

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02/01/2019, 23:58
Khôradur
Sólo para el director

Ok, yo aún tengo que redactar de nuevo el principio del epílogo de Khôradur como comentamos, haciendo un resumen de su viaje hacia Mandos y conectarlo con que subí por aquí. Espero tenerlo listo entre mañana y el viernes como muy tarde. El de Bergil no lo había pensado y mira que lo hablamos, pero miraré de tenerlo también listo. No quiero que se retrase el cierre.

Respecto a Norion, lo dejo en tus manos que eres el jefe :-D

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03/01/2019, 14:41
Theon

Hola Arthondir, disculpa la demora en la respuesta

Hola, tenemos pendiente una conversación para el epílogo y esta escena para desarrollarla, así que te propongo que usemos las "NOTAS" para hablar como jugador y la parte superior o de post "normal" para hablar On-rol al respecto, no sé exactamente cómo llevar esto a cabo así que si tienes alguna idea por mí genial, también podemos hablar un poco "abiertamente" como jugadores y luego plasmarlo en una conversación roleada, pero esta opción no me gusta tanto, pierde un poco de magia en mi opinión, así que propongo que pactemos en que lugar nos encontramos, si es casualidad o quedamos previamente para hablar y quien inicia la conversación.

Entiendo que es más atractivo el desarrollo que propones, pero (en gran medida por mi demora) el tiempo se nos escapa. Yo arranco recién hoy con el epílogo y tenemos que terminarlo antes del 6/1. No se si tu lo has terminado o no. 

Con Denelloth (tendré otro diálogo con él con mi alter ego), quedamos en que cada uno decía unas frases no muy largas, con algún comentario o reflexión, sin un intercambio. A los dos nos pareció bien, sólo delineamos un poco la temática. Esa es la opción que comentas que menos te gusta... lo que propones es mejor, sólo que creo que no haremos a tiempo.

Un buen gancho que se me ocurre ahora es que como solemos vernos en el Othrind uno le proponga al otro quedar en la taberna o similar. 

Por si puedo aportar algo, la idea es que los jinetes han quedado en la taberna "La Casa Común" en la aldea de Sil Auressë en la noche del epílogo. Podéis hacer referencia a eso en el texto, o simplemente os encontráis allí.

Creo que tendríamos que arrancar en la taberna, parece un lugar común y el encuentro podría surgir de un modo "casual", considerando que ambos tienen su conversación pendiente.

Ya me dirás que te parece, ¡saludos!

Bueno, nuevamente me disculpo por la demora, me siento como en un reloj de arena que está por terminar de vaciarse. La idea del diálogo me gusta, pero creo que no llegamos.

Que motiva a Theon a la charla: 

  • Agradecer a Arthondir por la ayuda brindada en la aldea y en la entrada del castillo
  • Mostrar el papel con el bosquejo de Arthondir (Theon no lo entendió XD), hacerle saber su "decepción" ante su decisión de abandonarlo (sólo eso, porque Theon vio morir un jinete que lo acompañaba a raiz del repentino cambio de planes de Arthondir y Denelloth (de repente estábamos en inferioridad de número) y apenas pudieron salvarle la vida a otro que se desangraba, el costo fue muy alto y podría haber sido pero si no fuese porque los que quedaron se jugaron la vida en el combate en constante inferioridad de condiciones... pero también sabe que en la batalla surgen imprevistos, por tanto no está enfadado, sólo decepcionado porque confiaba en Arthondir). (con Denelloth ya aclararon el asunto durante la batalla). 
  • Escuchar lo que Arthondir trataba de hacer al ir hacia la forja
  • Intercambiar alguna idea sobre Lord Echorion, Arthondir se muestra fiel pero independiente, Theon es amigo del Príncipe pero no le debe lealtad. Puede que surja un intercambio de ideas más relajados (el resto o bien es fanático de Echorion, o bien prefiere tenerlo lejos)
  • Hablar del hermano de Arthondir (si mal no recuerdo no fueron solo pensamientos tuyos, algún comentario hiciste). En su momento comentaste que tenía mucho en común con Theon, puede que de pie a algo mas.
  • Intercambiar experiencias de Arthedain, Theon  se crió en Fornost y hasta hace unas semanas, estaba al servicio del Príncipe Minastir, seguramente puede surgir un tema al respecto.

Podemos tocar alguno de estos temas, o más de uno (no creo que podamos ver todos). Lo que me interesaría es abordar el distanciamiento y retomar el vínculo para poder profundizarlo en la próxima partida. 

Que ideas tienes tu? Puedo escribir lo que resta del epílogo y espero tus comentarios acerca de esto.

Saludos!

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03/01/2019, 16:22
Norión
Sólo para el director

Master, una duda. Estoy arrancando con Norión así doy tiempo a Arthondir.

Consulta:

-Norion llega (o sale de su despacho) con varios tomos encuadernados bajo el brazo y se dirige hacia la Academia (en el castillo)
-Ve a Denelloth pensativo y tienen una charla sobre Sir etc.
-Norion continúa su ruta para entregar los libros. Denelloth sale del castillo y camina hacia la aldea.
-Norion termina de repartir los libros en el castillo, y queda el último que es para la forja de los enanos.
-Denelloth y Norion vuelven a encontrarse en la forja (pero allí ya no hay interacción)

Tengo una duda conceptual. Dónde mora Norión? Él estaría con Otho y el discípulo, estarían todos en lo de Adhellin? En una nueva casa? Estarían en la academia dentro del castillo? Y lo más importante, es sensato asumir que el despacho de Norión está en la academia? Pregunto porque esta imagen me parece más de la academia:

De ser así, entonces los planos y los libros los tendría en la academia (su despacho) y desde allí bajaría pasando por la biblioteca (Cerveth-Ayla) y luego a la salida del edificio vería a Denelloth dentro del castillo. Sino avísame.

Editado I:

Otra pregunta... ahora Sir estará con Ben... ambos estarían de fondo para la conversación con Denelloth?

Otra más... Denelloth ya terminó su parte ? o te parece bien que lo ponga en copia en la parte en que estamos juntos para poder intercambiar alguna idea?

Editado II:

Norión le entrega el libro a Ayla (en su epílogo figura algo). La casa de Ayla está dentro de los muros del castillo, pero no en la academia, verdad? estaría en otro edificio, no?

Otro tema, recién releo lo de las ceremonias y lo de embalsamar. Yo pensaba dejar los 2 embalsamados para el mausoleo (sólo planos) dentro del castillo y hacer su responso en un oficio (no dentro del epílogo), esto es a Wallec y a... (incognito). Pero los cuerpos no irían a parar al cementerio cercano a la aldea, sino que se guardarían dentro del castillo hasta la construcción del mausoleo. Estoy pensando bien? (no es que vaya a dar detalles de eso, sólo me estoy armando la idea en la cabeza así la narración queda coherente).

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03/01/2019, 16:45
Director

Norion duerme y trabaja en la Academia ahora. En teoría la aldea aun no es segura y ademas aquí tiene lo que necesita. La imagen puede ser de un despacho de la Academia. Para dormir las literas de los alumnos en el edificio adjunto.

Benaldamat: pues yo me da igual, tiene casi más sentido que no estuviera con Sir. Está bastante débil y au cuerpo necesita reposo. Además ya ha terminado su epílogo.

Denelloth: escribió su encuentro con Norion, pero sin diálogo más descriptivo para dejarte a ti el protagonismo de la charla. Concretamente puso:

Cita:

Casi no habló más, y escuchaba a Norión, cuyas palabras, llenas de sabiduría, se abrían fácilmente camino hacia su corazón.

Ayla: sus aposentos están en la segunda planta de la torre de homenaje del castillo. Igual que los de Khoradur. Es casi lo único que hay terminado más allá de la primera planta del castillo.

Lo de embalsamar es para preservar los cuerpos a la espera de la ceremonia del funeral. Ya sea mausoleo, cueva o tierra, el entierro se hará entonces. La identidad del otro fallecido de importancia la verás en el epílogo.

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03/01/2019, 16:53
Director

El regreso de Sir requiere un ligero retoque de tu fragmento del epílogo con Norion. Ella estará presente de fondo, sola (sin Benaldamat). Yo creo que se puede usar casi todo lo que has escrito cambiando ligeramente la frase. Como para decir que igual fue la decisión acertada aunque no te lo pareció en su momento. ¿Qué te parece?

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03/01/2019, 22:17
Norión
Sólo para el director

Epílogo Norión

Parte I: Los trazos del Custodio: Despacho en uno de los pisos de la academia. Planos, libros, reflexiones, búho, 

Parte II: Las puertas de Mandos: Casa de Curación en la base de la academia. Khoradur, Ben y el discípulo

Parte III: La flor de la vida: Encuentro con Denelloth frente a Sir

Parte IV: Los elegidos de los Enach: entrega del libro a Ayla y a Ferrim 

 

Parte I: Los trazos del Custodio

Norión está sentado frente a un escritorio, al lado de una ventana, en el cual hay libros y papeles que ha escrito. El despacho está en lo alto de la academia, en una habitación que el director le cedió para que continúe con sus escritos

La mesa de madera estaba cubierta por papeles y libros, iluminados por el reflejo del sol que entraba por la ventana. En el centro había un libro de profecías, Tulintë I Quettar, con antiguas visiones sobre la eterna lucha entre la luz y la sombra, a la izquierda un libro en Quenya que relataba lo que los Noldor habían hallado en las profundidades del abismo y otro libro que detallaba los lugares de enterramiento de los dúnedain que por siglos habían custodiado los anamarta, sobre ellos había enrollados unos pergaminos en lengua negra. A la derecha un libro de su puño y letra contaba la historia de Metraith, y otro aún en blanco tenía escrito sólo su título, Sikil Kaluva Tielyanna, y en él se plasmaría la historia de una pequeña aldea de Cardolan. Junto a ellos había dos copias y el original de un libro centenario, escrito por la casa de los Enach, que guardaba secretos de la antigua Númenor. Tomó el original entre sus manos, la calidad de sus hojas le habían permitido durar por siglos, pero para el anamarta significaba mucho mas, era el obsequio que una mujer como nunca había existido le había hecho. Abrazó entre sus brazos el tomo, como si al hacerlo pudiese estar junto a ella por última vez, pero así como Finduilas no estaba a su lado, tampoco lo estaría ese tomo. Le había jurado a un Naugrim entregarle ese conocimiento, para que sean ellos los que custodiasen su sabiduría durante los siglos por venir, y Ferrim se había ganado con creces ese derecho, por su fidelidad, por su valentía y por haberlo perdonado. 

La sombra de un búho a través de la ventana lo distrajo y separó el libro junto a una copia. Su mirada recorrió entonces los bocetos que estaba realizando para Carumirë, uno sobre la aldea y otro sobre el castillo. El primero tenía marcado un altar a Yavanna en el centro de la plaza y una región amplia a unos cientos de metros del lugar que haría las veces de cementerio, con una pequeña capilla en honor a los Valar, esos lugares aún por construir serían las estaciones para la ceremonia de conmemoración por los caídos que oficiaría en breve. El segundo marcaba un pequeño templo a un lado de la Academia frente a los jardines, debajo del cual había detalles sobre un Mausoleo. Norión tenía pensado ubicar allí los dos cuerpos que había embalsamado, el de Walec y el del otro que le habían solicitado1, para ambos tenía previsto realizar un responso especial dentro del Castillo en los próximos días. La carga del guardián de los muertos era pesada, y en esos tiempos difíciles tendría mucho trabajo por hacer, los caídos debían descansar, sus familias necesitaban ser consoladas, sus historias tenían que ser escritas, esa era la tarea de todo anamarta y en eso él no se distinguía de ningún otro. Pero para Norión la muerte no era más que un paso a otra existencia a través de un umbral que él mismo había cruzado, y al otro lado Namo guiaba la fëa de los mortales hacia su destino en su infinita sabiduría. Su pensamiento se perdió en las visiones del más allá, un día dejaré mi hröa e iré a tu encuentro, Maestro, pero no será hasta terminar lo que me has encomendado.

 

Parte II: Las puertas de Mandos

Norión desciende por las escaleras con su cayado y dos libros en la mano, y llega a la base de la academia que funciona como casa de curación. Allí hace un pequeño recorrido para ver el estado de los heridos, deteniéndose en algunos.

Las escaleras de la Academia en ocasiones resultaban eternas para el anamarta, su rodilla era un estigma que lo acompañaba desde que era niño, el precio de seguir entre los vivos, y en cada escalón le recordaba su propia debilidad. Apoyado en su cayado en una mano y sosteniendo dos libros con la otra, pudo descender hasta la base de la Academia. Ese edificio se había convertido en su hogar, Norión estaba agradecido a Cerveth por haberlo invitado a formar parte de aquél proyecto que contrastaba con la decadencia que asolaba Cardolan. Atrás habían quedado los oscuros momentos que había vivido durante la gran plaga, incluso después de los combates contra Gothdust y su horda, nada había sido tan aterrador como aquellos momentos. Recorrió a paso lento la sala que se había dispuesto como casa de curación, la visitaba a diario para ver el estado de los enfermos más graves e interceder ante Namo por ellos. Caäniza e Ionell hacían un gran trabajo, aún así no podían con todo, algunos aldeanos se ofrecían a colaborar, incluso el mediano Otho se había sumado. Jóvenes, ancianos y niños, mujeres y hombres, la muerte había golpeado la puerta de todos ellos, algunos habían oído su voz y los habían dejado ya, mientras otros se aferraban a la vida. Namo, dales más tiempo, que sus corazones anhelan vivir.

Un joven de vestiduras negras estaba en una esquina, inconsciente y separado del resto. Otho cuidaba de él con diligencia, el anamarta cruzó miradas con el mediano y tras un gesto de aprobación, prosiguió su paso, aún no es el momento, se dijo. Un elfo de cabellos plateados descansaba en otro extremo, lo había conocido en visiones y en una forma etérea, y ahora estaba frente a él - Hermano, descansa, pronto volveré a visitarte - le susurró a Benaldamat, haciendo referencia a un lugar onírico que ambos compartían, en el borde entre los dominios de Irmo y de su hermano Namo. Prosiguió su recorrida hasta llegar al de un hombre de gran estatura y porte señorial, un umbariano tan temido en el mar como en la tierra, uno que había confiado en él y había puesto en sus manos la misión más difícil. Lo miró en silencio, ambos habían cargado a su modo con el peso del destino de esa aldea y de toda la tierra a su alrededor. Puso su mano en la frente del Lugarteniente - Namo, bendice a este gran hombre que camina con un pie en tu reino y otro en el nuestro, enséñale lo que tiene que aprender de su pasado y lo que tiene aún por delante, y permite que regrese para cumplir su propósito - oró en voz baja. El cuerpo de Khoradur había sido derrotado, pero su fëa aún prestaba batalla y Norión la tomaba de la mano, para guiar su camino de regreso.

 

Parte III: La flor de la vida

Norión sale de la academia y ve a lo lejos a Sir jugando en los jardines, apoyado contra uno de los muros ve a Denelloth y se acerca a él

Los jardines del castillo no eran demasiado grandes pero representaban un himno a la vida, así como la academia era un faro de luz en medio de la ignorancia. Norión quería alzar en medio de ellos un templo, como los que en la antigüedad se construían, para que los Valar guiasen a los hombres desde ese diminuto lugar. Mucho han hecho por nosotros en este tiempo, es lo menos que podemos hacer, pensó para sus adentros. Yavanna, Aulë, Varda, Vairë, Irmo y Namo habían estado presentes de un modo u otro cuando el cielo se oscureció, incluso Oromë y Tulkas hicieron lo propio muy lejos de allí, y sin ellos la noche se hubiese perpetuado, el Fha Burzum hubiese reinado en una nueva era. El recuerdo de la profunda oscuridad volvió a su mente por un instante, el vacío que todo lo devora aún seguía existiendo, en algún lugar. Pero la llama volvería a surgir una y otra vez, alumbrando el camino, así sería mientras quedase un Custodio con vida. La voz de una niña lo hizo volver en sí, al voltearse la vio jugando entre los arbustos, alegre, vital, sonriente. Y el anamarta sonrió desde el fondo de su ser, su inmutable rostro cedió ante la felicidad de ver jugar a Sir. Esa joven alumna estaba llamada a ser su maestra, tal vez la mas grande que jamas hubiese tenido.

Cerca de ellos un hombre encapuchado estaba apoyado contra el muro, pensativo. El sacerdote lo reconoció y se acercó a él - Da gusto verla así, tan llena de vida - le dijo a Denelloth - Hemos hecho un buen trabajo, amigo mío, contra todo pronóstico esa luz habita entre nosotros - sintió que su garganta se cerraba, mucho habían tenido que pasar, y ambos llevaban el yugo del sufrimiento a sus espaldas, y sin embargo lo habían logrado, la emoción invadió fugazmente al anamarta. Eran dos hombres muy diferentes marcados a fuego por la oscuridad, dos guardianes tenaces que lo habían dado todo, ambos llevaban una herida en sus rodillas y en su propio corazón, y sin duda alguna habían librado una gran batalla, pocos eran los testigos pero muchos los que se habían beneficiado sin siquiera saberlo, en ese tiempo y en los que estaban por venir. Ese era el camino de los guardianes de Enila, una entrega fiel, plena y silenciosa. - Mucho nos queda aún por delante, y hasta que ella haya cumplido lo que vino a hacer, estaré a tu lado protegiéndola - dejó su cayado en el muro y puso su mano en el hombro del cazador. Asintió en silencio a su amigo, no había mucho más que decir, contemplar a la niña decía más que mil palabras.  

Instantes después retomó su camino, con los dos pesados libros que llevaba en uno de sus brazos, y antes de marcharse se volteó - Mi discípulo pronto estará listo para que hables con él, de seguro encontrarás esa conversación... interesante. Sólo recuerda que El que ahora es, no es el que era- luego se adentró en el castillo.

 

Parte IV: Los elegidos de los Enach

Norión se dirige a la torre de homenaje para entregar el libro a Ayla y luego desciende hasta la forja de Ferrim

Alcanzar la segunda planta de la torre le tomó un largo tiempo, pero no podía delegar esa tarea en nadie. Le había prometido a la Noldor que haría una copia del libro de los Encah para ella, las páginas encerraban los misterios arcanos mejor guardados por los hombres, cuando aún eran hermanos de los elfos y sus gestas hicieron historia muchos siglos atrás. Norión llegó hasta la habitación de la fundadora de Sil Aressë, y tratando de no interrumpirla dijo en voz baja - Ayla, he aquí lo que os pertenece. Tú mejor que nadie le darás un buen uso a este conocimiento - Tras ello dejó la copia del tomo sobre una mesa en la gran habitación. Resultaba interesante que esas páginas hubiesen sido escritas por la mano del Custodio, el hombre que había conocido el abismo, y que fuese él quien le dejase el legado de Númenor a una elfa, la Guardiana de la luz. - Êl eria e môr, sikil kaluva tielyanna - le susurró en su propia lengua, asintiendo con su rostro encapuchado. Mucho habían hablado ya y mucho aún tenían por delante, cada uno de ellos había clavado su hoja en el pecho de los líderes de la oscuridad cumpliendo sus propósito, pero ninguno de los dos había acabado su tarea todavía.

Norión dejó rápido la habitación de Ayla, a sabiendas que ella estaría sumamente ocupada. En sus manos llevaba otro libro, el original, el antiguo, el más sagrado. Y su destinatario no era otro que Ferrim. Recordó su primer encuentro, por ese entonces eran rivales y por poco no estuvieron de acabar con sus vidas mutuamente. Pero Namo y Aulë tenían otro plan para ellos. Había sido ese libro el que realmente los había acercado, y ante él Norión había hecho un juramento que estaba dispuesto a cumplir. Bajó con lentitud por el camino que llevaba del castillo a la forja de los enanos, aún había vestigios del combate que había tenido lugar en los alrededores del vado, los ecos de los gritos de batalla parecían escucharse todavía. También los ecos del combate en el que había participado acudían a su mente, en él no fueron las armas enemigas sino las flechas de sus compañeros las que lo dañaron, en su brazo y en su corazón, el precio que pagó para poder cumplir lo que le había sido encomendado. Pero esa muerte le había permitido renacer en quien era ahora, y les estaba agradecido por lo sucedido. Enila los había unido de un modo que no podía separarse, y el anamarta se dio cuenta que sentía por todos ellos algo nuevo.

La puerta de la forja estaba frente a él, entreabierta. Escuchó al otro lado voces conocidas, la de Ferrim y la de los otros guardianes de Enila que estaban dentro de la forja, y al reconocerlas sonrió. Al final del camino encuentro un nuevo comienzo... pero esta vez no lo recorreré solo. 

Notas de juego

Podría reemplazarse esto por el nombre del segundo cuerpo en la versión definitiva.