Partida Rol por web

Le respondí con una sonrisa a Sam, y miré a mis dos nuevos amigos.

-No hace falta, seguro que no tardo nada-dicho esto me dirigí a la sala de la directora.

Todo aquello era enorme y precioso, sobretodo comparado con la casa en la que me había criado, que era mas funcional y pequeña, ademas de un aspecto mas tosco. Sin duda me encantaba mi casa, pero estaba bien ver lugares con una ornamentación tan trabajada. Daba ideas para empuñaduras de espadas. Cuando llegué a la puerta la golpee con fuerza y esperé respuesta.

Al llamar a la puerta del despacho de la Directora Morgana, una voz salió del interior del despacho.

 -Adelante.

Al escuchar aquello, abriste la puerta para entrar quedando automáticamente impactada por lo grande e increíblemente lujoso que era ese despacho. Estanterías llenas de libros, una gran mesa con una cómoda silla especialmente fabricada teniendo en cuenta el pequeño tamaño de la directora, ficheros de metal bruñido, seguramente llenos con miles de nombres de alumnos pasados, presentes y futuros, y un gran cuadro al óleo que tenía por título “Divinidad de la Magia”, en el que se veía representada una figura angelical, de piel morada y varias alas, flotando en el espacio.

La directora estaba levitando cerca de una de las estanterías, cogiendo un libro, cuando entraste en el despacho. En cuanto te vio te hizo un gesto para que te sentaras en una de las sillas que había delante de su mesa.

 -Pasa chiquilla, pasa. ¿En qué te puedo ayudar? ¿Has venido a por la llave de la forja?

Entre como si fuera una campesina recien llegada a la ciudad, mirandolo todo y con la boca abierta. Aquello era mas lujoso de lo que jamas hubiera imaginado. Todo correctamente colocado, libros por doquier y un mobiliario perfectamente cuidado y trabajado. Aunque aquel cuadro del ser de 4 alas me resultaba de lo mas perturvador. Era un lugar increible. Finalmente, la voz de la directora me saco de mi ensoñación, haciendome girar hacia ella y dedicandole una sonrisa.

-Si, directora. Me gustaría ir luego, antes de cenar, para ver el estado de la forja. Estoy segura de que la han cuidado bien, pero me gusta ver con que herramientas trabajo-le dije con tono alegre y vivaracho.

 -Bien, bien, cuanto antes la conozcas, antes podrás empezar a trabajar en ese caldero.

La directora fue a su escritorio y abrió un cajón, sacando un gran manojo de llaves del interior. Buscó hasta encontrar un par de llaves concretas y las duplicó con un pase de la mano. Entregó las copias a Gaea mientras decía.

 -Aquí tienes, estas son para ti. Guárdalas bien, si las pierdes, la siguiente copia se te cobrará. ¿Quieres ir a echar un vistazo ahora o hay algo que necesites antes de ponerte a examinar la forja?

Cogí las llaves con sumo cuidado y las guardé en mi bolsa de herramientas en uno de los bolsillos pequeños del cual saque algunos moldes y los metí en otro bolsillo. No quería tener que pagar para volver a tener las llaves o tener que dejar de ir a la forja. 

-Ahora mismo no, iré algo antes de cenar. Por ahora estoy explorando el colegio junto a Sam e Ismael, pero después veré como es la forja. Por cierto, ¿el equipo de proteccion que me dijo que me daría lo tiene usted aquí o esta en la forja ya? Mas que nada para tener tranquilo al vicedirector.

 -¿El qué? ¡Ah, eso! Tiene que haber algo en los armarios que hay en la forja. Si no encuentras nada o está estropeado, ve a ver al vicedirector, que él se encargará de todo. Pero de todas maneras debería haber mandiles y guantes encantados por allí de sobra.

Con el rabillo del ojo pudiste ver a un chico vestido de masajista que asomaba del interior de lo que parecía un armario, pero que no salió del todo ya que la directora le hizo gestos de que no saliera.

 -Y ahora, si no tienes más preguntas, tengo asuntillos que atender ahora mismo. Buenas tardes.

Me pareció extraño que la señora directora delegase aquellas cosas para 

-Si señora, disfrute de su masaje-dije mientras salía dirección a donde estaban Samuel y Sam-. Siento haberos hecho esperar. ¿Vamos a hacer el tour por la escuela? Antes de cenar me gustaría ir a ver la herrería, esta al lado de la sala de alquimia por lo que me han dicho.

Ismael negó con la cabeza cuando volviste con ellos.

 -Tranquila, si has tardado poco.

A tu sugerencia de explorar la academia, empezando por la forja, el demonio pareció animarse bastante.

 -Claro, me encantaría visitar la forja. Además, así hacemos tiempo hasta que empiece la fiesta de bienvenida. Os recuerdo que habrá cena especial. Ojalá haya canapés de escolopendra. Están deliciosos. Saben como las gambas, pero mejor.

Los despachos de los amados y nunca bien ponderados profesores de la academia. Los alumnos acuden aquí buscando consejo o para resolver dudas sobre las asignaturas.

Entre los nombres que pueden leerse en las placas se encuentran primero los profesores, luego el vicedirector Witchward y, por último, el lujoso despacho de Morgana la Grande.

La única excepción es la primera puerta de todas, que tiene el nombre del orientador escolar de la academia, el señor James Skullroy.

Cuando llegáis a la zona de los despachos de los profesores, encontráis a Gaea Blacksmith, Sam Brunh y a un chico pelirrojo de piel violeta, con cuernos y tres ojos. Parecen estar saliendo de allí hacia otra zona.

Nada más reunirte con Sam e Ismael, veis llegar a un grupo de cuatro alumnos, un chico, dos chicas y una especie de conejo.
 

La pequeña, por instinto, abrió su bolso para sacar galletas y dárselas al trío que salía, el cual era bastante variopinto, pero luego se percató y recordó que ya no tenía más. Renata infla sus mofletes y luego deja escapar un sonoro suspiro.

-No se cómo acercarme a ellos...

Se lamentó, pero sabía que debían ir con el Subdirector para hablar de los familiares, un tema que le interesaba bastante y que debía ser rápido por el evento de la noche. Podría hablar con ellos en la cena, llevándoles algo que ofreciera la Academia: algún pastelillo o bebida. No lo habría preparado ella misma, pero le había funcionado llevar comida y de ahí cazar pokemons  hacer amigos.

-Ho..hola-susurró nada más para saludarlos y luego se adelantó al grupo para tocar la puerta donde yacía la placa del profesor Witchward-. ¿Profesor? ¿Tiene tiempo?

Al acercarnos al despacho de los profesores pudimos ver como varios alumnos más se encontraban en el lugar. Mi primera idea, otra vez, fue la de que me alejase de ellos por ser humanos, aunque recordé que tenía que intentar darles una oportunidad. Con los que me había encontrado no habían hecho ningún tipo de mal a la naturaleza.

Así que decidí ser un poco más amable y saludar con la pata mientras esperaba detrás de Renata. No tenía ni idea de porque nos habíamos parado delante de la puerta, los humanos tenían costumbres que seguía sin entender. ¿No sería mejor entrar y ver si estaba dentro?

Por otro lado mis ganas de saber más sobre el tema de los familiares iba aumentando, y aunque no tenía intención de hacer ningún contrato no podía evitar sentirme atraído por la idea de  conocer algo más sobre el uso de la mágia.

Sayaka camina junto con los demás hacia el despacho del director, por el camino se encuentran a algunas personas más, su primera intención fue la de alejarse de allí, pero viendo como Hachi también hacia esfuerzos por ser más cortes ella hace lo mismo y se mantiene allí, se inclina levemente en señal de saludo. Cuando llegan a la puerta deja que Renata hable expectante por ver que les tiene que decir el profesor. Mientras tanto Kitsu seguía en su cabeza entre las orejas de Sayaka como si estuviera observándolo todo con gran curiosidad, el pequeño zorro blanco de ojos rojos lo miraba todo con gran interés

Justo cuando estabamos saliendo entraron al pasillo 4 alumnos mas. Les dediqué una amplia sonrisa a los 4. Parecian buena gente a primera vista, ademas que iban con una cosa que parecía un peluchito.

-Bueeeeeeeeeenas tardes, mi nombre es Gaea, espero vernos pronto y conocernos-dije mientras seguía mi camino hacia los pasillos-. Oye Ismael, ¿esta muy lejos la forja? Este lugar me parece enorme y estoy segura que si no fuera con alguien me perdería durante dias.

Ismael miró a los recién llegados y les saludó.

 -Hola. Si venís a hablar con la directora, está ocupada ahora mismo.

Luego se marchó junto a Gaea para decirle:

 -No está lejos, sólo hay que bajar al sótano y luego ir por uno de los pasillos hasta encontrar la puerta. En menos de diez minutos nos plantamos allí.

 -Hola, encantada de conoceros, me llamo Sam...

La muchacha al ver que sus compañeros se marchaban, salió detrás de ellos.

 -¡Nos vemos por ahí! ¡Hasta luego!

Al escuchar la llamada de Renata, una voz salió del interior del despacho.

 -Adelante.

Acto seguido la puerta del despacho se abrió sola, mostrando un elegante despacho de aspecto anticuado e impecable. Estanterías que llegaban hasta el techo llenas de libros, un enorme escritorio de madera noble con material de escritorio dorado y plateado, una gran moqueta de color verde musgo cubriendo el suelo... Justo el tipo de despacho que asociarías a un profesor.

 -Pase, jovencita, pase.- el profesor hizo un gesto y una cómoda butaca apareció ante su escritorio. -Siéntese y dígame en qué puedo ayudarla.

Aki saludó a los desconocidos, pero se mantuvo un poco al margen. Se limitó a decir su nombre.

Por fin, aunque con ‘jovencita’ el profesor no debería referirse a él, entró también en el despacho y también se permitió ser le primero en formular una pregunta: “Profesor Witchward, gracias por dejarnos entrar. Tenemos preguntas acerca de los familiares. Yo, en particular, tengo una. Creo que Ofelia es una vieja amiga de usted. Ahora… es mi familiar. Y trato de aprender que es la mejor dieta para ella, y, en general, como puedo hacerla la vida más amena.”

Cuando el profesor abrió la puerta e invitó a Renata a entrar la seguí, entrando justo después del humano que tenía la araña de familiar.

No tenía ninguna pregunta para el profesor, bueno, quizá era todo lo contrario y tenía tantas preguntas que sería mejor escuchar cuales tenían los demás y así yo poder hacer alguna concreta.

El profesor me sonaba de algo, creo que era uno de los que había estado en el acto de apertura. Como era natural en el bosque, saludé con respeto a aquellos que eran mayores que yo y esperé de pie, con ganas de escuchar cuales serían las explicaciones del profesor experto en familiares.

Sayaka escuchaba las palabras del profesor y se queda unos momentos escuchando lo que decía y pensando, rápidamente Aki hace varias preguntas, una vez termina su pregunta se inclina en señal de saludo y dice:

Disculpe señor profesor… yo querría saber si Kitsu es un familiar… no sé, él siempre está conmigo, aunque no se le pueda ver… pero no hemos firmado un contrato ni nada así y eso es lo que deben hacer los familiares ¿no?

Dice con una gran cara de duda en su rostro