Partida Rol por web

Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Alba Iulia: Castillo de Balgrad. - Salón Principal.

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31/05/2012, 08:17
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.
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La joven noble seguía inclinada, a la espera del juramento de su prima. De ninguna manera podía ni debía adelantarse a él. Pero cuando Dubieta juró, el destino de Radovina ya estaba sellado.

No hubieran sido necesarias las palabras explícitas del Duque hacia ella, porque en el momento en que fueron pronunciadas ya estaba Radovina acentuando su inclinación, dispuesta a su vez a atar su existencia y su futuro al incierto presente que el desdeñoso hado había colocado ante ella. Así que, a su vez, ató su propio lazo alrededor de su cuello.

-Os juro mi lealtad, Duque Gyula Kadar, Señor de Transilvania, y que todos los presentes sean testigos de ello.

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31/05/2012, 10:56
Duque Gyula Kadar.
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- "Doncella Radovina, contáis con un poderoso séquito y una fuerte escolta. No habrá sido nada fácil mantenerlo durante estos últimos años.

En realidad, estimada sierva, ha llegado ante nos una queja del Anciano Balesku de Buzau, tramitada a través del Conde de Galati, mi vasallo el Conde Szechenyi.

En esa queja se dice que vuestros hombres tomaban todo cuanto querían en Buzau sin pagar por ello. Se os acusa de bandidaje y la recomendación del Conde de Galati era convertiros en una fuera de la ley y daros caza para haceros pagar por vuestros crímenes.

Chambelán, decreto que los cargos contra la doncella Radovina Szantovich de Bran sean archivados. Tenéis mi indulto personal, Radovina.

Ahora bien, espero que en el futuro el comportamiento de vuestro séquito y de vuestros hombres de armas no sea nada menos que ejemplar." -

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31/05/2012, 11:02
Duque Gyula Kadar.
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- "Dubieta, Radovina. Desde este momento no puedo más que consideraros como hijas mías. Ambas sois huérfanas y vuestra Casa no tiene un liderazgo claro, por lo que yo como vuestro señor feudal debo asumir la patria potestad.

A su debido tiempo concertaré los matrimonios más apropiados para vosotras." - Despide a las nobles con un leve gesto de la mano, indicando que ya pueden alejarse del trono ducal mientras él despacha otros asuntos.

Hace una pausa y busca con la mirada a Flaviu Krevcheski y al Caballero de los Cárpatos.

- "Caballero Iacobus Radoslav de los Cárpatos, Flaviu Krevcheski. Acercáos, por favor." -

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31/05/2012, 12:30
[RIP] Chambelán Lorand Teleki.
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Asiente ante las órdenes del Duque. Una vez acabada la Corte, tendría que ir directamente a sus aposentos para crear la carta de indulto -sellada con el sello real- para dar conformidad a las órdenes del Duque. Tarea sencilla que no necesitaría mucho trabajo por su parte.

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31/05/2012, 12:44
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.
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Así que la espada ha pendido sobre mi cabeza desde el principio... astuta alimaña...

La joven se inclinó de nuevo, tras escuchar su indulto. Y su condición.

-Tenéis mi palabra de honor, Mi Señor Duque. Mis hombres, mis gentes, serán ejemplo de obediencia y bonhomía.

No lo dudaba. La obediencia a quien yo dictaré, la bonhomía que mi propia ética marcará...

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31/05/2012, 13:07
Duque Gyula Kadar.
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El Duque sonríe a Radovina con un gesto que pretende ser amable, pero que por un fugaz instante resulta inhumano. Tal vez por unos colmillos excesivamente afilados, tal vez por su piel blanca como la leche...

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31/05/2012, 14:37
[OUT] Flaviu Krevcheski.
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El movimiento de la corte transcurría con fluidez, pero el silencio y la tensión aumentaban en  ambiente a medida que pasaba el tiempo. Las palabras del duque golpeaban sobre la nobleza transilvana, como un martillo de herrero. Flaviu contemplaba la escena, frio e impasible. Parece una juego, donde el duque hacia pasar a cada una de las casas nobles para dale su regalo, merecido o no, pero con cierta justicia poética, con un lado bueno y malo; y otro más, que le favorecía a él. De esta forma moldeaba el Duque a la nobleza, como un herrero golpeando el metal. El petimetre esperaba paciente mente el turno de la casa Krevcheski.

Primero había despachado a los Basarab, retirándole tierra e hijos, pero dándoles su bendición una maniobra astuta, que favorecía Durius. Luego a la casa Szantovich, cobijado a las dos huérfanas bajo su capa,  a cambio de su lealtad, otra jugada bien planteada.

Pero lo mas interesante era que el  Duque volvía a su tierra para traer a su esposa,  ¿Quién será el guardián de Transilvania durante su ausencia?

Era su turno, Flaviu se adelanto con paso tranquilo y majestuoso. En que puedo servirle con mi humilde persona. Espero pacientemente a que el duque empezara a hablar. 

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31/05/2012, 14:59
Capitán Ferenk Zarak.
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Y ahi esta, que tras presentar los papeles que tenia que llevar...vuelve a ser menos que un mosquito.

Quizas sea lo mejor. Tal como estan transcurriendo los hechos y el humor del Duque. Y el que tenia pensado hablar con el Duque al termino de la reunion...a ver de que humor esta y si se digna a hacerlo.

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31/05/2012, 15:13
[RIP] Mayordomo Valru de Bistritz.
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Tras observar como su señor Durius volvía a su posición inicial, que Valru había guardado fielmente, su atención volvió hacia el Duque... Que estaba ahora con las dos damas.

Y como no, otra actuación en la que empleaba la miel con la diestra y el látigo con la siniestra, para conseguir sus objetivos sin importar a quien se llevaba por delante. 

"Ha sido un bonito modo de esclavizar, bastante vistoso... Pero no deja de ser esclavismo. Mucho me temo que las nobles Szantovich se van a encontrar con una situación nada halagüeña. Pero siempre que sea en beneficio de mi señor..."

 

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31/05/2012, 15:17
[RIP] Caballero Iacobus Radoslav de los Cárpatos.
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Iacobus estaba allí cuando el Duque lo buscó con la mirada. Parecía no estarlo, era cierto, apartado como estaba del centro de toda la atención y los acontecimientos. El caballero giró para encontrar sus ojos, y por ello apreció de modo fugaz el semblante inhumano que había adoptado su gesto. El de Iacobus se mantuvo impasible, quizás apenas llevado por una leve curiosidad. No era la primera vez, ni sería la última. Aún así, poca importancia tenía, salvo para la base de un pensamiento que tiempo atrás se había forjado en su mente antes de ser apartado como innecesario.

Se adelantó, sin parsimonias, sin majestuosidades. Chocaba completamente con el paso del otro llamado, pero su semblante hablaba por él suficientemente bien como para requerir otro tipo de frivolidades. El ruido de la espada sobre el silencio de la sala era suave, clac, clac, clac, aunque los pasos de Iacobus parecían no hacer ningún ruido. El caballero llegó frente al Duque y, en vez de clavar la rodilla como lo había hecho Durius, se limitó a hacer una reverencia, algo en lo cual también contrastaba con Krevcheski, que no había saludado de ninguna manera a Duque. Pero clavar la rodilla significaba reconocerle como señor y a esa tierra, la suya, algo que por su condición de errante no era. Le reconocía, entonces, en la medida que el Duque lo pedía y que era correcto hacerlo.

- Duque - se limitó a decir, levantando la mirada hacia su interlocutor.

Llevó una mano al pomo de su espada, adoptando una posición de escucha y espera. A ver qué tenía para decir ahora.

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31/05/2012, 15:21
Duque Gyula Kadar.
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- "Buen Flaviu, aquí estás.

Los Krevcheski fuisteis una Gran Casa antes de la conquista. Tengo entendido que vuestro padre tuvo seis hermanos y que tenías cinco primos. Uno de ellos desapareció hace mucho, aunque hay rumores que le situaban en esta ciudad. Los otros cuatro desobedecieron al anterior gobernante de Transilvania. Durius les castigó por ello, con la pena máxima, a todos menos a Gorodru, el actual cabeza de la Casa.

Y tú eres su fiel servidor, ¿no es cierto? Has sido entrenado como cortesano, pero puede que haya llegado el momento de plantear una nueva ocupación para ti." -

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31/05/2012, 15:22
Duque Gyula Kadar.
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El Duque sonríe entonces a Iacobus Radoslav con algo parecido al aprecio.

- "¡Ah, mi Caballero de los Cárpatos! Me habéis servido lealmente durante tres años y Durius me asegura que sois un combatiente muy capaz.

Creo que ha llegado el momento de recompensáos.

Reclamáis la consideración de Caballero errante, pero no tenéis nada que lo demuestre. No tenéis un título, por lo que vuestra posición en la nobleza puede ser cuestionada en todo momento.

Quiero que entréis a mi servicio de un modo permanente, mediante un juramento de fidelidad. Recibiréis mi nombramiento como Caballero, el título nobiliario que así lo acredita, con mi sello y rúbrica. Además, recibiréis un caballo de guerra y otro de monta, así como una armadura completa de caballero y el servicio de un escudero.

¿Qué me decís, buen Iacobus?" -

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31/05/2012, 16:58
Capitán Ferenk Zarak.
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Que es lo que acababa de oir. A ese caballero errante por estos pocos años de servicio, se le iba a reconocer en audiencia y dar un titulo, ademas de caballos armaduras y escudero.

Si hubiese tenido una copa en la mano se le habria caido al suelo.

Haciendo el menor ruido posible decide abandonar la estancia en direccion a las cocinas.
Necesita beber algo y no agua precisamente.

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31/05/2012, 18:37
Duque Gyula Kadar.
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Al Duque no le pasa en absoluto desapercibida la intempestiva marcha de su Capitán.

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31/05/2012, 18:38
Guardia Feudal.
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- Los guardias dejan salir del Salón a su Capitán cuando éste se dirige a las puertas del salón y las cruza.

Notas de juego

// El Capitán Zarak sale de escena.

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31/05/2012, 19:30
Durius Tremere de Slobozia.
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Durius tomó los documentos que habrían de acreditar la propiedad de las viejas tierras de los Basarab como suyas, agradeciendo con un gesto al capitán la entrega de los mismos. Sentía la tensión del hombre de armas, la humillación reflejada en su rostro, pero obvió todo comentario. El silencio era la regla que todo cortesano debía aprender en primer lugar, junto con la discreción y la hipocresía.

Con un suave gesto, se los entregó a Valru, a quien miró directamente a los ojos, en un mudo mensaje de camaradería y devolvió su atención al juramento ofrecido por las nobles Szantovich. Cualquier posible reacción de su parte, se cubrió de una invisible capa de oscuridad que, ni siquiera Krevcheski pudo disipar con su disparatado comportamiento ante Gyula. Un pequeño bufón cuyo futuro era determinante perfilar.

Y llegó el momento de Radoslav. El discurso, corto, breve, constituía una verdadera jugada maestra, un movimiento político que pocos llegarían a intuir. Y desde luego no el Capitán Ferenk Zarak, cuya retirada no había escapado a la atención ni del Duque ni del propio Durius, cuyo rostro pareció volverse aún más serio.

-Valru, ve a por él -susurró inaudible para el resto de los presentes, sin girarse siquiera hacia el Mayordomo-. Debes hacer que regrese de inmediato. Dile que yo se lo pido. Alegaremos que había... olvidado un documento entre los que había de entregarme. Pronto.

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31/05/2012, 19:56
[RIP] Mayordomo Valru de Bistritz.
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Valru asintió, parecía que el temperamento del capitán había actuado en contra de los intereses del joven... Y éso era malo. Podía imaginarse el motivo del enfado del hombre, pero aquello no le iba a hacer ningún bien. Con los documentos aún en la mano, y sin mirar a Durius, miró hacia la puerta.

-Ahora mismo.

Y se dirigió decididamente hacia allí.

"Sólo espero que luego podamos volver a entrar..."

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31/05/2012, 20:37
[RIP] Caballero Iacobus Radoslav de los Cárpatos.
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Iacobus devolvió la sonrisa al Duque. O bien una media sonrisa, si es que alguien podía dignarse a sonreír de modo completo frente a tamaño interlocutor. No se le escapaba el ribete que había detrás de ese gesto, y al Duque tampoco había de escapársele el suyo propio. Iacobus no era un político, ni un cortesano, ni un entrenado estratega, y aún así seguramente estaba mucho más cerca de comprender y compartir algunas cosas del Duque que la mayoría, sino todos, los presentes en ese lugar. ¿Era esa circunstancia un honor? Oh, no. Eso quería decir otra cosa.

Luego, escuchó atentamente. Sabía que llegaría ese momento llegaría, y también se imaginaba por qué lo hacía en ese momento. Sabía también, y siempre había sabido, cuál iba a ser su contestación. Llegado un punto de poder, todo hombre se incomoda frente al perro que sabe demasiado poderoso y que no tiene una cadena al cuello. Es el instinto de quien sabe mandar el reconocer cuándo tiene que coartar la libertad de quienes le rodean. Lo hará de decenas de formas, lo cubrirá con cientos de sutilezas o usará una sola palabra en forma de arma, pero lo hará. Y allí estaba él, Iacobus, de pie frente al Duque, sabiendo que éste quería sustraerlo de la seducción de sus nuevas esclavas en la Corte y de sus causas perdidas, sabiendo que también quería usarlo como símbolo de subyugamiento. Porque una traición, siendo errante o siendo suyo, sólo tenía un único destino y una misma forma de ser ejecutada.

Una nueva media sonrisa asomó en los labios del caballero de los Cárpatos. Esto ya había sucedido una vez. Y entonces...

Pero Iacobus, magnánimo o divertido, giró para cederle la palabra a quien el Duque se había dirigido primero. Fue en ese momento cuando los pasos de alguien se escucharon, y de reojo vio cómo el Capitán de la guardia se iba de la sala. Mal asunto para él. Le tocaría un castigo acorde con su imposibilidad de aceptar que la vida era injusta, y que el merecimiento era sólo una palabra con la que los religiosos se llenaban la boca para dominar a las masas. Vio cómo Durius decía algo a su mayordomo, y cómo éste salía a cumplirlo. Entonces, para remediar el silencio de la sala, Iacobus extendió una sonrisa de costado y decidió hablar.

Una recompensa realmente generosa e impensada, Duque, que veo que no sólo a mí ha tomado por sorpresa - se escuchó su voz, como si naturalmente llenase toda la bóveda - Cierto es que no tengo cómo demostrar mi título, y que sólo puedo demostrar mis dichos y altura con mis acciones. Algo que, como vos consideráis, he hecho sin cuestión a vuestro servicio.

Hizo una pausa, como si pensara o si disfrutara de la ausencia. Otro hombre, de ser él, se escandalizaría y lo rechazaría. Pero...

- Así las cosas, no veo cómo podría rechazar vuestra propuesta - añadió - La cual excede, probablemente, el merecimiento por mis esfuerzos, pero no soy quien para cuestionaros - lástima que el Capitán no estaba allí. Suerte que Dubieta estaba allí para ver eso - Hasta hoy tuvistéis mi espada y, ahora, también tenéis mi juramento. Aunque, de mí, más que palabras - como todas las que habían sido allí vertidas - obtendréis acciones. Tal como ha sido hasta ahora, Duque.

Él también le había hecho jurar. Je. Iacobus inclinó la cabeza, en un saludo que esperaba que el Duque se pronunciase sobre qué era lo que quería hacer a continuación, pero de pronto pareció recordar algo.

Ah. Si me permitís, Duque, quisiera poner a vuestra consideración un pequeño detalle - Iacobus esperó un instante a ver si su interlocutor le negara ese momento, y luego continuó - Soy conocido por ser errante y no vestir estandarte alguno, y eso en muchos enfrentamientos significa una ventaja, porque quien me enfrenta duda sobre el origen de mis propósitos. Ha sido muy útil, en el pasado, para vuestra causa. Probablemente, teniendo en cuenta que tenéis otros caballeros reconocidos como vuestros, pueda ser una buena idea que este juramento que os otorgo no se sepa - el caballero de los Cárpatos sonrió - Por supuesto, es sólo una idea pensando en el mayor beneficio.

Ahora sí, hizo una reverencia y esperó a que el Duque dispusiera qué quería que hiciera a continuación. Jurar, largarse, o qué.

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31/05/2012, 22:17
[RIP] Chambelán Lorand Teleki.
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Finalmente el Duque logró su propósito: las dos nobles le juraron fidelidad -¿acaso podían hacer otra cosa?- y a partir de ahora, ambas podían ser una buena baza para los designios de Gyula Kadar. Al fin y al cabo, si se utilizaban correctamente, podía unirse a nobles importantes de otras casas para forjar nuevas alianzas, lo que podría enriquecer aún mas el poder de su señor.Casi le daba lástima la situación en la que se encontraban tanto Dubieta como Radovina, simples títeres que deberían moverse a las cuerdas del titiritero. 

El asunto ya estaba zanjado, por lo que la reunión continuaba. Ahora tocaba el turno de dos asuntos de cierta trascendencia: uno era el referido a Flaviu Krevcheski. Tendrían que darle un nuevo cargo, pero ¿cual sería?.
Sin embargo, era la cuestión del caballero errante, Iacobus Radoslav lo que más interesó al Chambelán, sobretodo por el pequeño revuelo que se había creado con su nombramiento como Caballero, y todo lo que ello implicaba. No sabía si admirar la valentía o la estupidez del capitán por marcharse de ese modo, visto por todos, incluido el Duque -que al parecer no reaccionó de ninguna manera visible ante esa marcha-. Ese tipo de actuación podría ponerle en un gran aprieto, al menos si el Duque así lo consideraba oportuno.
La marcha del capitán no paso desapercibida, como tampoco lo fue la del Mayordomo Valru de Bistritz. ¿Quizás intentaría traerle de vuelta? pudiera ser...

No podía negarlo: la Corte se estaba convirtiendo en algo realmente interesante. 

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31/05/2012, 22:46
Duque Gyula Kadar.
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- "Estimado Iacobus, cuando llegaste a mi Corte portabas en tu poder un escudo con el emblema heráldico de la Tirsa de Covasna. Siempre nos pareció extraño, siendo como sois, o habéis sido hasta ahora, errante.

Ahora tendréis un emblema propio, el escudo de los Cárpatos." - El Duque hace un gesto y un lacayo se adelanta con un escudo de caballero en forma triangular: muestra una montaña en plata sobre fondo negro.

- "No hay ahora mismo, ante esta Corte, necesidad de mayor secreto. Portaréis vuestras propias armas, excepto cuando la situación requiera otra cosa y haya necesidad de discreción. Pero ahondar ahora más en tales oscuros asuntos sería pecar de indiscreción.

Y ahora, Iacobus Radoslav de los Cárpatos, de rodillas." - Dice mientras desenvaina su espada en un fluido movimiento que denota que es un consumado espadachín.