Partida Rol por web

Bueno master tengo 100 galeones:

galeon--------------------sickles

-la varita:7--------------frascos:15
-todos los libros:36------comida:20
-tinta:6------------------caramelo de la verdad:10
-pluma:5
-túnica normal:10
-botas:3
-capa de invierno:3
-guantes de cuero:5
-kit de ingredientes:2
-caldero de cobre:7
-gato:8
-album de cromos:8

costaría:
-93 galeones(96 si la otra capa y el sombrero son obligatorios.
-45 sickles
-4 knut (del album)

sobrando:
-4.3427112 galeon
-73.82609 sickles
-1698 knut

sobrando:(con la capa y el sombrero):
-3.2608696 galeon
-55.434783 sickles
-1275 knut

Solo necesitas una capa de invierno y el sombrero es obligatorio. Las túnicas son 3, pero si compras una no pasa nada, lo malo es que se rompa y te quedes sin nada

Apuntatelo todo en la pestaña equipo

Ninguna molestia, para lo que necesites.

Te ha sobrado 69 galeones, 14 sickles, 19 knut, quieres comprar algo más?

Te sobra 59 galeones, 16 sickles, 19 knut, quieres comprar algo más?

Esto Master ¿cual es mi varita??.

En la guia del estudiante despistado lo tienes. De todas formas es:

1 galeón= 17 sickles

1 sickles= 23 knut

Espino y pluma de Pavo real, 9.5 pulgadas

En habilidades, en otros, ponte +1 lanzar hechizos (defensa contra las artes oscuras) y primeros auxilios

Te sobra  2 galeones, 5 sickles y 15 knut

Por si no te has dado cuenta, no has comprado ningún pergamino

Ah, perdón, no lo había visto ^^

Palisandro y pelo de veela, 12.5 pociones

En las habilidades, en otros, +1 a herbologia

En hacer pociones, en especialidad pociones de amor

Si quieres sí. Con eso la ficha está acabada

Aquí estaba al fin había llegado al callejón Diagon acompañado de mi supuesto tío .

100 Galeones serán más que suficiente para comprar lo necesario.

Solo me dedique a asentir discutir o agradecer no importaba solo tenía que obedecer después de andar entre la multitud llegamos a lo mas importante segun mi tio La Tienda de varitas de Ollivander,al entrar un hombre canoso estaba ahí organizando y desorganizando pero parecía que el sabía lo que hacía hasta que se fijó en nosotros -oh,sea bienvenido señor Lucius Malfoy una varita de Olmo y Nervio de Corazón de Dragón que puedo hacer por usted- el se fijo en mi y supo bien a lo que veníamos,empezó a excavar entre cajas y la estantería buscando -No,no,no esta no es,esta quizás,no tampoco es...perfecto esta es,Espino y pluma de Pavo real, 9.5 pulgadas esta es- tome la varita y la agite senti una sensacion de tranquilidad.

ya con la varita podíamos ir por las demás cosas en Flourish y Blotts compramos libros,pergaminos,pluma y tinta en Tienda de Calderos de Potage un gran caldero de cobre aunque no pesaba tanto y unos frascos y un kit después en la tienda de ropa Madame Malkin -Debes ir bien vestido y mantenerte siempre pulcro elige lo que desees pero que no manche el nombre de la familia- mi tio como siempre hablando solo del nombre de la familia,tome ropa normal unos guantes de cuero,unas botas y una túnica normal ni la mas barata ni la más cara así no podría criticarme y asi podria comprar algo que si quería realmente.

Llegamos a la Tienda de animales mágicos -No entiendo esa necesidad tuya por un animal pero no pienso aguantar tus quejidos el resto del camino entra te esperaré aquí afuera e intenta por lo menos que el animal sea de clase- No tarde mucho salí con la comida y en brazos traía un gato y salí junto a una gran sonrisa -gracias- dije bastante feliz -bien debemos continuar con nuestro camino-.

El profesor Harold Jonstein no era una persona que le gustase mostrarse en público y cuando por necesidad realizaba salidas fuera del castillo de Hogwarts, el cuál se había convertido en su residencia habitual, solía ir a sitios muy concretos tratando de pasar desapercibido. Uno de aquellos sitios era la tienda de varitas mágicas de Ollivander, uno de sus dos mentores y con el que tenía una relación francamente excelente. Por muchos era sabido que el señor Ollivander era un magnífico artesano de varitas mágicas, probablemente el mejor del mundo, y tras haber sido largos años su aprendiz, el profesor Rowle había adquirido gran parte de su talento en la confección de estas obras de arte. Siempre que tenía oportunidad, no dudaba en llevarle múltiples maderas seleccionadas de su excedente para que el viejo Ollivander no tuviese que desplazarse tanto, dada su lonjeva edad, y a cambio mantenían fluídas conversaciones en las cuales el profesor Rowle iba adquiriendo más y más conocimiento. Era una relación sinérgica en la que ambos artesanos salían favorecidos.

- Ya sé que insiste en que me haga cargo de su sucursal en Hogsmade, señor Ollivander. Pero adoro ser profesor en Hogwarts y tener tiempo para ir de aquí para allá en busca de los mejores materiales para la confección de varitas. Me apasiona tanto como a usted esta disciplina y nunca podría agradecerle lo mucho que me ha ayudado como mentor. Respondió con sinceridad el profesor, esbozando una sincera sonrisa ante las palabras del viejo Ollivander. De veras agradezco su ofrecimiento y realmente valoraré la posibilidad en un futuro no muy lejano.

Entonces, Harold sacó las últimas obras que terminaba de hacer, unas varitas de madera de Nogal, Serbal y Olmo que acababa de confeccionar y tras dárselas al señor Ollivander para que observará sus progresos, empezó a recordar el día en que recibió su primera varita mágica. Ya hacía más de cincuenta años de aquello pero continuaba siendo uno de los mejores recuerdos de su vida...como si hubiese acaecido recientemente.

Mi primera varita la recibí en esta misma tienda de este mismo señor... Por aquel entonces el señor Ollivander era un joven innovador, talentoso y lleno de ideas brillantes...y yo un niño pequeño. Recuerdo que nada más entrar en la tienda, la varita que el señor Ollivander sostenía en las manos reaccionó en sus manos, estaba recién  acabada de confeccionar, su mejor obra hasta ese momento, una varita de madera de roble inglés con núcleo de fibra de dragón colacuerno húngaro, de 35,5 centímetros y moderadamente flexible. Me llamó para que me acercara y la depositó en mis manos...el brillo que emitió nada más la sostuve confirmó que era la indicada. La varita siempre elige al mago, me respondió Ollivander con una sonrisa.

El profesor Rowle salió de su ensimismamiento cuando el anciano le habló, tras valorar las varitas y darle la enhorabuena por el buen trabajo que había detrás de aquellas obras. 

- Gracias, señor Ollivander. Seguiré visitándoles periódicamente para seguir aprendiendo. Fue un placer verle.

Tras aquello visitó la tienda de Madame Malkin y realizó varias compras, entre ellas renovar su túnica vieja por una nueva de alta manufactura, se lo merecía. También compró un par libros para tener repuestos si algún alumno olvidaba el suyo o para casos de extrema necesidad en que no pudiesen costeárselos. Unos guantes de piel de dragón que le encandilaron y por supuesto, golosinas y artículos varios de broma. Siempre fue fan de la hermosa colección de cromos de grandes magos y brujas de todos los tiempos, y esperaba que pronto su cromo fuese incluído. Hasta entonces, seguiría recopilando los pocos que le faltaban por adquirir,motor lo que se despidió comprando un par de cajas de ganas de chocolate y un pack de grageas Beetle Bott.

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Perdón, me quedé sin conexión y solo pude hacer esa tirada, y ya ni puedo editarla, bueno, voy a seguir. Hago mi siguiente tirada de varita, 1d10. Pues 1 y 10 en las tiradas de varita.