Partida Rol por web

Greavous tratando de disimular y aparentar no ser visto pegándose a la rama del árbol pero una vez detectado ya no le serviría aquella artimaña. El profesor Rowle le ordenó que se presentara debidamente y que bajara de allí arriba pero ni caso, por lo que suspiró al ver lo desobediente que era.

- Ni caso... Y eso que intento que se comporte adecuadamente... Solo obedece si hay comida de por medio ¿Sabes lo que le encanta? ¡Las cochinillas y los huevos de hada! Lamentó al comienzo y después sonrió al recordar que se le podía hacer chantaje para que obedeciese. Eso sí, será desobediente y travieso a veces, pero es muy fiel y valiente cuando se le requiere...y un magnífico guardián de su árbol.

- Verás, los bowtruckle también se les conoce como los guardianes de los árboles. Este en concreto es el guardián de un espino negro del que se confeccionan poderosas varitas mágicas de ese material. No todos los árboles son iguales, solo unos pocos en los que ha nacido un bowtruckle y este se convierte en su guardián son aptos. Le comunicó al muchacho tratando de satisfacer su curiosidad. La varita de Altair y la de algunos de tus amigos es del árbol que protege esta noble criatura. ¿Asombroso cierto? Los bowtruckle pueden ser muy agresivos si se ataca a su árbol, nunca se te ocurra hacer tal cosa o te sacaría los ojos. Pero en circunstancias normales, son unos seres maravillosos y que vale la pena tener de tu lado.

Entonces tomó una de las grageas al igual que el chico y se la introdujo en su boca para degustarla.

- ¡Oh, genial! Sabe a pizza de queso, atún y aceitunas negras. ¡No está nada mal! ¿Y la tuya?

Trague saliva al escuchar la frase nunca dañes su árbol o te sacaran los ojos, mire algo preocupado y apenado a mis nudillos, debido a mi ignorancia había golpeado un árbol, a mi parecer no había sido ninguna que tuviera un guardián o ahora algo malo me hubiera pasado, debería ser mas cuidadoso a partir de ahora y solo golpearía las paredes del castillo, así no lastimaría a los árboles.

-Prometo cuidar los árboles, profesor, juro solemnemente nunca volver a golpear un árbol-termine llevándome la mano al pecho.

Después saboree mi gragea al parecer había corrido con suerte sabor a PopCorn algo bastante agradable, así que la disfrute tranquilamente.

-Profesor tengo una duda, usted ha dicho que los bowtruckle cuidan a sus arboles eso ¿quiere decir que el árbol de donde salió mi varita tiene un guardián también? - se me hacía curioso imaginar cómo sería aquel guardián muy similar Greavous o completamente diferente en su actitud.

El profesor sonrió cuando el muchacho prometió no volver a hacerle daño a ningún árbol y asintió. Era posible que el jovencito aún no fuese consciente de que podría en un futuro ser un buen mago si se lo proponía, pero esperaba que hasta entonces, al menos se esforzara por hacer las cosas bien y ser un buen chico.

- Así es, joven Anderson. Solo los árboles que son custodiados por un bowtruckle guardián tienen las características necesarias para confeccionar varitas mágicas a partir de su madera. Si se fabrica una varita con madera de cualquier otro árbol, cuando se le coloque el núcleo se romperá, por muy buena madera que aparente ser a la vista. Eso es un hecho. Como te mencioné, aquí en Hogwarts está el Nogal del que se obtuvo la madera para la varita que posees...y su guardián sigue allí cuidándolo desde siempre...es un Nogal de más de 600 años, uno de los árboles más antiguos de la zona...¿Te gustaría verlo algún día?

Y después de aquello, mencionó algo que le enorgullecía bastante.

- Y no solo la madera es importante,... lograr que la madera y el núcleo, sea del elemento que sea, se sintonicen...eso sí es un arte al alcance de muy pocos. ¿Cuántos maestros artesanos de varitas conoces? Se pueden contar con los dedos de las manos, muchacho... y yo soy uno de ellos... Comentó sacando una de las varitas del estuche que había confeccionado el propio Rowle.

- Esta varita de aquí es de madera de cedro y pelo de cola de Threstal. En cuanto acerqué la madera al núcleo supe que ambas estaban en sintonía y que debían ser parte una de la otra en la misma varita. Son cosas que se aprenden con la experiencia... Y un buen experto artesano llega un momento en que sabe identificar las personalidades de los aprendices que van a tomar una varita por primera vez. ¿No te preguntaste por qué Ollivander te ofreció rápidamente está varita? Seguro que percibió en ti algo merecedor de la varita que tienes...

Las palabras del profesor parecían sorprender al joven pero era el momento de entrar en materia.

- Vi que la esencia te salió mal al haber perdido tu libro de herbología... ¿Te gustaría volver a intentarlo aquí mismo? Tengo los materiales necesarios y si lo haces bien, te daré un frasco con la esencia que obtengas. ¿Quieres intentarlo?

El profesor agradeció que el joven Lestrange se presentase a la clase y tras sentarse con sus compañeros frente a la planta, observó cómo trabajaba en grupo.

- No se preocupe, jovencito. Me alegro que haya llegado... Justo sus compañeros estaban empezando a intentar determinar la planta y recabar información... No tema unirse a ellos y aportar sus apreciaciones...

Podrías ser un poco tímido y rezagarte al aportar información....pero la vista no te engañaba y sabías que esa planta era una mala hierba habitual en el sitio donde vivías. En más de una ocasión te habrías llevado una buena rozadura y sabías que picaban las malditas. En efecto, en cuanto observaste con detenimiento viste los diminutos pelos urticantes y caíste en la cuenta de que planta era, era un tipo de ortiga. Sabías que solo era cuestión de buscar en la sección de "plantas cauterizadoras" y "pelos urticantes",... pero eso vendría después, primero tratarías de averiguar más con el olfato.

Tus apreciaciones fueron muy buenas y te permitieron darte cuenta que el profesor había dejado adrede hojas secas en el fondo de la maceta y la planta tenía hojas verdes y frescas...¿Podrían todas ellas igual? La respuesta fue inmediata en cuanto olíste unas y otras... ¡No! Las hojas verdes tenía un aroma fresco y ligeramente mentolado, en cambio las hojas secas olían verdaderamente mal, un hedor nauseabundo.

La respuestas que encontraste en el libro fueron estas y empezaste a anotar en la libreta todo lo que en aquella sección del libro venía, pero sabías que había más y que tenías los datos incompletos. ¿Intercambiarías información con tus compañeros?

Nombre científico: Urtica dioica [ el término latino "urtica" deriva de la palabra "ob urendo", que significa "quemante" ]

Nombre común: Ortiga (Ortiga mayor y Ortiga verde)

Localización: Esta planta es originaria de Europa y Asia, se encuentra ampliamente distribuida en el resto del mundo.

Descripción: 

La ortiga es una planta arbustiva perenne, dioica, de aspecto tosco y que puede alcanzar hasta 1,5 m de altura.

Es característico de esta planta el poseer unos pelos urticantes que tienen la forma de pequeñísimas ampollas llenas de un líquido irritante que al contacto con la piel producen una lesión y vierten su contenido (ácido fórmico, resina, histamina y una sustancia proteínica desconocida) sobre ella, provocando ronchas, escozor y prurito. Este picor se debe a la acción del ácido fórmico, compuesto del que contiene una gran cantidad. Estos pelos son muy duros y frágiles en la punta, por lo que es suficiente el roce para provocar su rotura.

La raíz... te falta esta info

Posee un tallo rojizo o amarillento, erguido, cuadrangular, ramificado y ahuecado en los entrenudos. Está dotado en todos los nudos de parejas de hojas, y está recubierto de pelos urticantes.

Las hojas son de figura ovalada, rugosas, aserradas, puntiagudas, y de hasta 15 cm. Son color verde oscuro. Se encuentran opuestas y también están provistas, al igual que el tallo, de los pelos que la caracterizan.

Florece del mes de julio en adelante. Las flores son verde amarillentas con estambres amarillos, reunidas en panículas pendulares, asilares y terminales. Normalmente son unisexuales, pequeñas y dispuestas en racimos colgantes de hasta 10 cm; y las femeninas se encuentran en largos amentos colgantes y las masculinas en inflorescencias más cortas.

Sus frutos son... te falta esta info

La ortiga tiene un sabor suave, refrescante con cierto toque mentolado; en general, recuerda mucho a la espinaca. Tirada a gusto

Tiene un olor fresco y suave, pero cuando se seca mal o se deja fermentar los extractos huele mal Tirada a olfato

Usos y propiedades:  
- Hojas, planta fresca: Reconstituyente, remineralizante, diurética (favorece la eliminación de cloruros, ácido úrico y urea), colagoga, hemostática, ligeramente hipotensora e hipoglucemiante. En uso externo es rubefaciente, analgésica, empleándose además, por su poder astringente, en afecciones cutáneas y mucosas. Las hojas frescas en aplicación tópica son altamente rubefacientes.
- Raíces: te falta esta info
- Semillas: Usadas popularmente como galactagogo, astringente y, el aceite, como emoliente.

En cuanto su uso en agricultura, la ortiga es un buen repelente contra insectos y favorece las defensas naturales de las plantas. Además, se utiliza como abono orgánico rico en nitratos, ya que es bioestimulante del suelo y un buen activador del compost.

Suelen ser usadas en la elaboración de pociones: las ortigas frescas se usan en la "Cura para Forúnculos", mientras que las ortigas secas se utilizan en la "Herbicida" y en la preparación de...te falta esta info

Se clasificaría correctamente como planta curativa y cauterizante.

Escuche con toda atención la conversación del profesor sobre las maderas y la fabricación de varitas, algo que realmente era interesante, entre mis expectativas futuras Auror parecía lo que mi madre y mis familiares preferirían, en Norteamérica la familia Graves era respetada por ser de las primeras en tener un Auror, incluso Percival Graves había luchado contra Grindewald en el pasado, por lo que ser un Auror era la meta de todos los magos en la familia, Incluso mamá había sido Auror pero había dejado el trabajo por un problema con un superior algo que nunca quiso contarnos.

Pero ser Artesano de varitas también sonaba increíble, aunque no sabría si tendría el talento, realmente tendría que pensarlo mucho y preguntarle al profesor Rowle si el me enseñaría, pero ahora había la oportunidad de corregir el error de la clase así que no lo pensé.

-Lo intentare de nuevo profesor- dije examinando los diez materiales, teniía que ser capaz de poder hacerlo, me concentre en ello el Romero fue el primero que deseche junto con el pomelo y el ecualipto, el cedro y la canela no me llamaron la atención, estuve tentado a tomar la salvia y el Endrino, pero no me agradaron lo suficiente, el clavo de olor y la guayaba me interesaron, pero la que al final gano mi atención fue la lavanda con su flor.

Abrí el cuaderno que siempre mantengo para tomar anotaciones y recordando que el mejor método era la extracción decidí tomar con cuidado la sustancia que serviría de disolvente, así que con el tiempo fui midiendo y colocándola hasta extraer el aceite esencial de la flor, pude ver maravillado como este se iba concentrando en el frasco.

-Creo que lo logre- dije satisfecho con mi trabajo.

[Lunes por la mañana]

- Hola profesor. ¿Quería verme?

Aquella mañana del lunes el profesor Rowle estaba trabajando tranquilamente en el despacho confeccionando varitas cuando Thad se presentó. El día anterior le había propuesto que fuese a verle y al parecer el muchacho había decidido acudir. Harold intuía que esas dos semanas que llevaba en el colegio estaban siendo duras para el joven aprendiz de Slytherin y pretendía hablar con él para saber qué le preocupaba y tratar de ayudarle. 

- ¡Oh, adelante jovencito! - exclamó el hombre al ver al muchacho cruzar el umbral y lo invitó a sentarse en uno de los cómodos sillones. Si, tenía ganas de que pudiésemos hablar tranquilamente y saber que tal te sientes como nuevo alumno en Hogwarts. ¿Te va todo bien? Mis clases las llevas al día y eso me gusta... y le sonrió mientras sacaba galletas, grageas Bertie Bott y un pack de las ranas de chocolate. Anda, coge lo que te apetezca, a tu gusto. ¿También coleccionas los cromos que vienen en las cajitas de las ranas de chocolate?

- Nunca he comido nada de esto profesor, gracias, probaré para ver a que saben, a algunos compañeros se las he visto comer pero no las comparten, bueno, al menos no con alguien como yo. No sabía que había cromos en las ranas, ¿Para que sirven? La verdad es que la depresión que parecía poseer a Thad estos días había desaparecido por unos segundos, pero pronto volvió, el chico se relajó lo que tardó en comer aquella rana de chocolate. El silencio de después duró unos segundos que el profesor Rowle apenas percibió pero que a Thad le bastaron para traerle los recuerdos de Artemis en el suelo ahogándose y kayla en el suelo lastimada; a Wynnona, la única amiga que había hecho en el colegio desde su llegada, pidiéndole que se apartara y que no la abrazara; los niños felices por la llegada de las cartas de sus padres; Kayla recibiendo aquella lechuza con una rosa.

- Profesor, ¿Usted cree que debería estar aquí? Me refiero, en Hogwarts. ¿Cree que sirvo para ser mago? 

Domingo por la tarde

Hoy Kayla había tenido un día tranquilo. Por la mañana se despertó temprano, como todos los días. Era una muchacha particularmente activa, así que madrugar podía decirse que era una de sus cualidades. Posteriormente fue al Gran Comedor donde degustó unas tortitas dulces con jarabe de Arce, un desayuno calórico que no siempre se permitía, ya que según su madre, el azúcar provocaba déficit de atención, y ella normalmente deseaba estar muy atenta a sus clases.

El domingo resultó ser uno de los mejores días de la semana, paseo por los jardines, por el lago y finalmente charla con su amigo Artemis, con el cual estaba pensando en provocar una buena en Hogwarts, gastar una broma de dimensiones épicas que impidiera el acceso a las clases de Astronomía, su asignatura más odiada. Si les pillaban en el proceso tendrían problemas, lo sabía, pero peor era invertir su tiempo en aquella asignatura donde lo único que hacían era escribir y escribir pergaminos..., un desastre en toda regla.

La pelirroja tras haber almorzado junto a sus compañeras de casa y hablar de los últimos cotilleos expuestos en la revista "corazón de bruja", decidió volver a la zona de los jardines y pensó en el hada del rosal, aquella magnífica criatura que, tan solo unos días antes, le había enseñado el profesor Rowle. La muchacha se sentía inquieta... ¿y si le pedía al profesor colaborar con él para aumentar sus conocimientos de herbología?.... No era una mala idea aprender a mirar las plantas con más detenimiento, y quizás así, comprendiendo esos vitales ingredientes, pudiera elaborar mejores pociones.... Si es que en el mundo del conocimiento y de la magia todo se relacionaba en un sentido único, tan solo había que comenzar por algún lado a interesarse por el aprendizaje....

- Buenas tardes, profesor Rowle... - dijo con su voz modosita al llamar a la puerta de su despacho, justo después de haber cruzado el invernadero -...¿puedo pasar?.... - ya estaba dentro, así que echarle un poco de cara a su profesor favorito tampoco debiera importarle mucho -.... he estado pensando que me gusta mucho su asignatura..., y quizás si usted quisiera..., pues pudiera permitirme ayudarle.... en mi tiempo libre por supuesto..., ya sabe para aprender más...., aunque no quisiera ser un estorbo.... - a la pequeña le faltaba pestañear, solía ser encantadora por norma general, aunque cuando se enfadaba era realmente tozuda y orgullosa, una suerte que aún nadie le había hecho estallar el genio.

- Excelente extracción de la esencia, joven Anderson. Felicitó el profesor al muchacho viendo su magnífico desempeño. Ya sabía yo que cuando te lo propones puedes trabajar perfectamente y lograr cualquier cosa...

Entonces repartió la esencia de lavanda que había elaborado el joven y logró que quedasen dos frascos uniformes, los cuales levantó con sus dedos y los acercó a la luz, comprobó la coloración, densidad y olor que emitían.

- Es una de las mejores que he visto durante la clase, enhorabuena. Tal y como prometí, aquí tienes jovencito... Comentó con una sonrisa mientras depositaba uno de los frascos en su mano y guardaba el otro para si. Es posible que te interese saber cuándo poder usar esta esencia que acabas de elaborar. Bien, escucha con atención,... Comenzó a explicarle viendo que prestaba atención. La esencia de lavanda es de las pocas que no es necesario diluir para usarlas, aunque no conviene abusar, dado que con unas pocas gotas es más que suficiente. Es un potenciador de algunos ungüentos y soluciones líquidas. ¿Recuerdas que os enseñé a elaborar un ungüento con hojas de menta, tomillo, légamo y agua de manantial? Pues con unas gotas de esencia de lavanda lograrías un efecto antiséptico más potente y ayudaría a mejorar la cicatrizacion de heridas leves...

- También puede potenciar el efecto de algunas pociones sedantes como "el filtro de la paz" y el efecto de otras esencias, de preferencia de plantas medicinales. Y con aquello dió por finalizada la lección, sabiendo que el joven había aprendido a realizar correctamente las esencias.

- Pues eso es todo, gracias por haber venido. Recuerda que tengo depositadas muchas esperanzas en tí y se que no me defraudarás... Eres un chico muy noble  en tus actos, y si superas tus miedos, lograrás ser un gran mago, no lo dudes...Finalizó y acabó por sonreír.. ¿Hay algo más que quieras comentarme, jovencito?

Un alago eso era genial me sentía increíble, en especial porque lo había logrado – muchas gracias profesor-. Me rostro rebozaba de alegría ante las palabras, mamá siempre me había dicho que era un desastre en las pociones, aunque papá decía que mi madre era igual de joven, aun así me sentí por las nubes.

La pregunta siguiente me causo algo de revuelo, había mas que contar, quizás y mucho, tan solo había pasado una semana en el colegio y muchas cosas me parecían nuevas interesantes, en especial el arte de elaborar una varita.

-Profesor, ¿es difícil crear una varita?- lo mire con ojos curiosos y llenos de ilusión – mi familia siempre me ha dicho que debo ser un Auror por ser descendiente de Gondulphus Graves y Percival Graves, ambos fueron grandes aurores, pero yo no se si debo seguir esos mismos pasos, el profesor Melker dijo que los Aurores muchas veces deben saber pelear contra los magos oscuros, pero no simplemente podemos ser todos amigos – dije con mi típico idealismo, mamá había sido una Auror incluso cuando llegamos a Londres consiguió trabajo en el ministerio Ingles, sin embargo había tenido una riña con su superior y la habían despojado del cargo, pero aun ella insistía que el mejor lugar para un Graves era trabajar como Auror.

Papá por otro lado decía que debía buscar mi camino – Mi madre siempre ha deseado que sea un Auror, pero papá me ha dicho que no importa lo que yo sea siempre y cuando lo elija correctamente, por eso no se si es posible ser un Auror que haga varitas, ayude a cuidar animales y haga feliz a la gente es algo posible- termine de expresarle al docente esperando tener una guía para mi futuro.

Después de revisar todo lo que pude la planta y los libros creo que finalmente poseía la información que necesitaba para completar todas nuestras dudas acerca de la planta.

Cita:

Levante mi mano para que el profesor pudiera ver la información que había logrado recolectar.

El profesor Rowle se alegró de que el muchacho se abriese y expresara lo que sentía. Entendía que era comprensible las dudas que le surgían proveniendo de un orfanato donde la calidez, el amor y la sana amistad estaban lejos de lo esperado. No obstante, Harold sabía que el muchacho se convertiría en un gran mago y que el ingreso en Hogwarts estaba fuera de toda duda.

- ¡Oh! ¿de veras no has probado estas golosinas? Preguntó con una sincera sonrisa. No te preocupes, hoy es tu día de probarlas... Lo que sujetas entre tus dedos es una cajita que lleva en su interior una ranita de chocolate que salta alaser abierta y un cromo de un mago o bruja que haya sido famoso. Explicó divertido mientras con un gesto de su mano abría un cajón y sacaba un álbum prácticamente completo. Este es mi álbum, y llevo coleccionando cromos prácticamente desde que fui un pequeño alumno como tú. ¿Pero sabes qué? ¡No hay forma de lograr mi cromo preferido de toda la colección y que además es el primero... ¡Merlín! Juro que daría 50 puntos parapsu casa a aquel que me lo consiguiera, jaja. ¿Cuál te ha tocado a ti? ¿Podría ser este mi día de suerte?

Después acercó el paquete de grageas Bertie Bott y sacó una que empezó a degustar...

- Mmmm... Sabe a langosta... No es un mal sabor, jeje. ¿Te gustaría arriesgarte? Te advierto que puedo tocarte de todo... Dumbledore afirma que le tocó cerumen de oreja y se que hay de comida de perro y... ¡hasta de vómito! Exclamó con cara de asco y terminó por reír.

Entonces se hizo un extraño silencio y entendió que el pequeño se sentía desubicado, algo confundido...y decidió brindarle apoyo.

- Jovencito, llevo siendo profesor muchísimo tiempo y he visto pasar infinidad de alumnos por estas paredes. Puedo asegurar sin ningún tipo de dudas que serás un gran mago y que este es el mejor lugar al que podrías pertenecer. Comprendo tus miedos y se que no debe ser fácil para ti haber llegado aquí, que puede que te sientas desubicado y que dudes de si podrás establecer amistades... Pero mi consejo es que no te preocupes innecesariamente... Los buenos amigos llegarán si siempre les brindas apoyo, con el tiempo aprenderás a usar hechizos que puedan resultar de utilidad y algún día, considerarán este castillo como si fuese tu casa. Las palabras del profesor Rowle eran sinceras. Él tampoco había tenido una infancia fácil también sintió lo mismo que el pequeño...pero al final, Hogwarts era algo que merecía la pena. La magia era pura y libre, algo que solo unos pocos magos y brujas poseían de forma innata y que Thad también había recibido como un regalo. Y en Hogwarts aprendería a usarla de forma eficiente.

- Solo te diré que no tengas prisa y trates de dar más pasos de los que puedes dar... que disfrutes día a día y si aprendes algo nuevo, habrá merecido la pena. ¿A que ya sabes más cosas que hace tan sólo un par de semanas? Estoy seguro que sí, y tú también lo sabes...

Fue entonces cuando un inesperado visitante hizo acto de presencia, y pese a ser muy difícil de ver, el pequeño Thad lo llevó a percibir entre las ramas.

- ¿Has llegado a ver a "Greavous"? ¿Sabrías decirme lo que es? No sé si habrás hojeado el libro de criaturas mágicas...

- Hola profesor, ¿Jonstein? ¿Lo he pronunciado correctamente?

Miro de nuevo al profesor cuando me dice que está acostumbrado al error de pronunciación de su apellido, - Ok,  jejeje, venía a la recuperación de las clases que me he perdido, no obstante, puedo venir en otro momento si quiere, le veo bastante ocupado.

- No profesor, nunca había visto algo así, parece peligroso, pero deduzco que no lo es si está aquí libre. Me encantan las criaturas mágicas, digo mientras cojo una gragea Bertie Bott y me la meto en la boca, de algo hay que morir, mejor esto que hacerlo de una caída de escoba...

- Pues lo que ves en esta rama del árbol es un... Trató de empezar a explicarle a Thad cuando alguien hizo resonar la puerta con el picaporte un par de veces. Con un movimiento de su varita el profesor hizo que se abriera, permitiendo así la entrada al joven Van Houten. 

- ¡Oh! Si es el joven Van Houten el que acaba de llegar. Se alegró al verle entrar y le indicó con la mano que podía sentarse en el otro sofá en el que estaba sentado el joven Castle. No sé si os conocíais ya de antes, pero este es Thad Castle, uno de los alumnos de Slytherin que también empezaron este año. El apellido lo has pronunciado bastante bien, estoy acostumbrado a que lo pronuncien mal, no te preocupes.

La mesita frente a los cómodos sofás estaba repleta de cajitas de las ranas de chocolate, una caja de grageas Bertie Bott y algunas galletas. También había una tetera con una infusión de hierbas medicinales que con solo el aroma sabíais que era realmente saludable y revigorizante.

- No seas tímido y coge lo que quieras... Le indicó a Ruben y después sonrió al ver la cara de que puso Thad al probar la gragea. ¿Te ha tocado un mal sabor? Es lo que tienen....nunca sabes que te puede tocar... 

El joven Thad volvió a buscar con los ojos la criatura en las ramas del árbol pero ya no estaba en el mismo sitio. Se había desplazado cuando charlaban y la habían perdido de vista.

- ¿Buscas a "Greavous", Thad? Creo que ya lo he detectado... ¿Lo veis vosotros? Sonrió divertido el profesor Rowle, sabía lo que iba a ocurrir a continuación... Siempre está haciendo travesuras, es incorregible... Comentó con un suspiro de resignación.