Partida Rol por web

La chica, tras haber dejado a Artemis y a Kayla con sus propios problemas, pasó por el gran Hall y de ahí al comedor en donde la fiesta seguía su curso normal y al entrar, recordó lo que sintió cuando bebió de esa pócima y lo que estuvo apunto de hacer. la chica se encogió de hombros y apoyándose en su báculo, siguió caminando pensando que afortunadamente sólo Cassius vio lo que estuvo apunto de hacer y que de no ser por él, no habría oportunidad para escucharla cantar. 

Nuevamente estaba sola, sólo el día anterior había vuelto de esa semana en que se había ido, y hasta donde se sabía, había enfermado y debió retirarse, pero eso no era verdad, no completamente por lo menos. Ahora que volvía y gracias a la profesora Foxier y al director, debía tener cuidado, controlarse. Cassius tenía razón, todas esas cosas que estaban en su cabeza la habían llevado al punte. La chica avanzó casi con la cabeza gacha, luego del discurso de Dumbledore y que anunciaba el coro, ella debía subir y cantar el solo. Así que ella avanzó entre los invitados hasta el escenario, pero un chico vestido de hombre lobo la detuvo. 

— eh... la verdad es que no sé, creo que no, lo siento — se mordió el labio inferior y puso sus manos delante de él, no lo conocía o reconocía más bien y no era buena relacionándose con gente nueva, menos chicos, temiendo que se encantaran demasiado con ella y se confundieran. Le sonrió apenas, nerviosa y se movió hacia un costado, para poder pasar por el lado del chico y seguir su carrera al escenario.

Una vez arriba, el profesor Flitwick los ubicó a ella y al resto de los integrantes en la tarima, la chica iría al medio, justo debajo de Francis y de Flora, los que estaban uno al lado del otro, Ginevra le sonrió a su amiga que estaba disfrazada de Caperucita Roja, y ella le hizo un gesto para preguntarle lo qué le había pasado, Ginevra respondió con gesticulación que luego hablarían, pero obviamente no lo harían o no todo lo que había pasado. Ginevra se puso sería y comenzó a entonar la canción que habían ensayado...

Seguro había pasado de mí por el disfraz al menos eso pensaba, tome aire y me  acerqué a ella, el profesor parecía indicar los lugares, así que pensé mejor mis palabras - Señorita Carrow, le insisto en bailar conmigo, claro después de que canté como cuando ensayo en el salón de música, estaré escuchando atentamente su solo- muy bien guardado en mi bolsillo se encontraba una pequeña flor blanca, la misma que le había entregado en el patio de la torre de reloj cuando me había pedido que me alejará de ella, esperaba que con esto me reconociera y aceptará al menos una pieza, si hubiera podio ver mis ojos vería que estaba nerviosos y ansioso  por una respuesta.

Tras haber discutido con Artemis, o mejor dicho, no discutido, pues al haberle dejado atrás tampoco le llegó a decir gran cosa, la pelirroja llegó a la fiesta y se situó en un rincón, pensando que sobraba en el lugar.

El director comenzó a dar una charla sobre Halloween y agradeció a la profesora Foxier que hubiera realizado las pociones. Según su punto de vista, podía habérselas ahorrado y haber invertido su tiempo en tomar cervezas de mantequilla.

La noche iba a ser larga, baile, prueba de valor, comida, bebida...., y ella sin ganas de nada en particular. Se sentó en una banqueta mientras observaba la estancia. Por un lado el profesor Westerberg y Foxier bailando...¿quién lo diría?..., ella siempre estaba seria y a él no le vendría mal el amor para no enfadarse tanto, porque con Kayla últimamente se enfadaba mucho, no sin razón, pero la perspectiva de la pequeña era de niña al fin y al cabo.

Por otro lado Daniel estaba al lado de Ginevra y Ruben intentando sacar a bailar a una muchacha. Todos parecían divertirse menos ella. Suspira, a decir verdad las palabras de Gin le sonaban en la cabeza una y otra vez. ¿Artemis buscaba excusas para no estar con ella?... Pues fácil lo tenía...

Algunos de los presentes bailaban, pero parecía que a los de primero no les llamaba mucho la atención o quizá es que les daba vergüenza dada su juventud. A él también le habría dado vergüenza bailar si tuviera once años, y más en su antiguo colegio, dónde bailar era algo que no se solía ver ni en las fiestas . Melker sólo podía pensar en cuanta diferencia habría entre Hogwarts y Durmstrang y en lo feliz que habría sido estudiando en Inglaterra, aunque quizá no sería el Mago en el que se había llegado a convertir.

- Y tú eres mejor en Pociones, así que ganas dos a uno. Dejó fluirse por el movimiento de Cyllene y cada vez fué encontrándose más cómodo y menos patoso. - ¿Hidromiel en tu despacho? Esa si que era una prueba de valor y no lo que Dumbledore podría ofrecerles. -Muy bién, en cuanto acabe la prueba de Dumbledore cataremos ese hidromiel.

Tras ser rescatado de Filch por el profesor Scamander, rápidamente observo al docente con un sincero agradecimiento en mi mirada.

Muchas gracias profesor, le prometo ir a su despacho mañana a primera hora para mi castigo, tiene mi palabra de que le contaré todo con lujo de detalles y verá que yo soy el único culpable de todo este enredo. - le digo al docente mientras espero su anuencia para regresar a la fiesta.

Una vez me reincorporo a la fiesta, lo primero que hago es buscar a Kayla quien estaba sentada en una banca bastante enfurruñada.

Por la mirada que traía mi novia sabía que estaba en un buen lío, iba a tener que dar muchas explicaciones y rogar a Merlín que Kayla me perdonara.

Al llegar hasta dónde estaba ella, la observo y dejo escapar un gran suspiro.

¿Me puedo sentar a tu lado? - pregunto mientras me dispongo a hablar con ella.

Me acerco a Kayla ya que parece preocupada. Había pasado un mes y la había dejado tranquila todo este tiempo, en parte por vergüenza de haber mostrado mis sentimientos pese a conocer los suyos por Artemis. Estaba avergonzado, pero arrepentido quizás no. Kayla está como ausente en un rincón así que me acerco sin que me vea y me pongo cerca de ella sin hablar, espero a que el coro empiece su letanía para hacerlo.

Parece que somos los únicos que no nos lo pasamos bien... Digo tomando un sorbo de la copa de zumo de manzana. Supongo que tengo la culpa de que no estés con Artemis ahora mismo, lo siento Kayla, no por lo que hice, sino por el cuando lo hice, no tuve derecho a hacerlo y menos sabiendo que tu corazón pertenece a Artemis.

Eres la única dentro de mi corazón y espero que algún día me correspondas, mientras tanto no te preocupes, no te molestaré más, de hecho siempre te protegeré y siempre estaré ahí para lo que quieras, si necesitas un hombro sobre el que desahogarte, ayuda con algo, o lo que sea, ahí estaré esperando para ti. 

Al ver que se acerca Artemis me despido de ambos y me voy.

Veo a Artemis acercarse a Kayla, creo que aquí sobro, hago una leve sonrisa, me despido de ambos y me voy.

La bonita mujer, delicada siempre en gestos, observaba a su pareja de baile muy solícita con los comentarios que le emitía, para ella el mundo alrededor siquiera existía. Los alumnos podían batirse en duelo si lo deseaban, porque los ojos verdes de la docente tenían un punto fijo a quien observar y aquella proximidad le ponía en parte nerviosa, algo particular en ella, siempre segura de sí misma.

- Soy mejor en pociones y baile..., vaya tendremos que descubrir otro punto fuerte en ti para hacer empate... No sé..., dime...¿en qué destacas?.... ¿te gustan las criaturas mágicas? ¿disfrutas jugando al Quidditch?..., ya sé que no eres muy propenso al Whisky de fuego en Cabeza de Puerco..., pero sí al hidromiel casero en ambiente distendido.... Ahora..., ¿te fías de mi como para tomar la suficiente bebida?..., quizás pierdas el control.... -su tono de voz y formas eran relajadas, divertidas, basadas en la confianza que entre ambos estaba surgiendo tras tantas veces que habían quedado -... te tomo la palabra después de la prueba de valor iremos a mi despacho, tomaremos ese hidromiel y disfrutaremos del fuego de la chimenea mientras hablamos....

El suave movimiento de la pareja cada vez se acompasaba más, como si solo necesitaran un tiempo para seguirse, intuirse y fundirse en uno solo. Haciendo evidente de que la complicidad entre ambos era muy grande.

- ¿Qué crees que habrá preparado Dumbledore para la ocasión?... Tengo curiosidad para ver las pruebas de valor..., ¿crees que podrás superarme?.... - le pica poniendo un gesto divertido en el rostro. Últimamente se la veía mucho más suave de carácter, dulce incluso con según qué personas

Sé que estás molesta y no te culpo, pero cuando escuché el grito sentí que debía ir a ayudar y no quería que te metieras en más líos.

De verdad creí que Anastasia estaba en peligro y yo..., bueno, me conoces, siempre intento ayudar a quien lo necesita, sí sé que suena tonto de mi parte, pero es la verdad, no podía sólo apartarme y tampoco quería ponerte en peligro a ti.

Por favor perdóname, de haber sabido que no había nadie en peligro, te juro que no hubiera ido, pero ese esqueleto encantado se veía muy real, además Anastasia y Alen fueron prácticamente arrastrados a la oscuridad. - digo un tanto cabizbajo, mientras recuerdo como la noche se tragó a mis compañeros como si no pesaran nada.

Kayla, de verdad lo siento, pero no soportaría que nada malonte pasara, recuerdas la noche de la torre de Astronomía, inventé mil excusas para que creyeran que lo hice yo solo, incluso me hechice a mi mismo con Filipendo y vaya que dolió. Sin embargo, lo volvería hacer sin dudarlo por mantenerte lejos de cualquier lío.

Lo comprendes ¿cierto? Me importas más que cualquier cosa en el mundo. - añado mientras intento tomar las manos de mi novia.

Sí, soy un necio y un imprudente, pero jamás haría algo que te pusiera en peligro directo. Puede que no lo parezca, pero en verdad tuve mido cuando vi a Alen y a Anastasia apresados por el esqueleto y luego los gnomos zombies que aparecieron por todos lados.

Cuando escuché tu voz, me olvidé de todo y le dije a los chicos que regresaran al castillo yo iba a ir a buscarte, luego apareció Filch y ya me había reconocido por mi voz y lo primero que hice fue entregarme para que me ayude a encontrate.

Sé que al final los gnomos no eran zombies, pero cuando nos rodearon y se lanzaron a por nosotros, te juro que no lo sabía. 

Todo lo que te digo es la verdad, no una mera excusa como la que le di a Filch. - sentencio mientras observo a Kayla esperanzado, al tiempo que espero su reacción a mis palabras.

La pelirroja estaba tan preocupada observando a los demás que no se percató de que Thad se había acercado a ella, situándose justo a su lado, y hablándole con el corazón en la mano, se llevó toda la atención de la niña, la cual se giró hacia él y enfrentó sus maravillosos ojos verdes con los del muchacho.

- No tienes la culpa de que no esté con Artemis..., él no sabe lo del beso... - le responde la pelirroja -... todavía...., es algo que debo contarle si no quiero que se enfade, con motivo....

Las siguientes palabras del Slytherin fueron una declaración de amor de Thad en toda regla. La niña se había puesto completamente roja y no pudo decir gran cosa más que tragar saliva y asentir al muchacho cuando le dijo que siempre la defendería y estaría allí para ella. Luego llegó Artemis y Thad se retiraba cuando Kayla acertó a decir algo...

- Para mí, a pesar de todo, sigues siendo mi amigo... - y es que así lo sentía ella.

Melker notaba los ojos verdes de la profesora Foxier muy fijos en él, y eso hizo que se volviera a poner nervioso y tropezara un par de veces . Se sentía un poco estúpido tropenzando así delante de sus alumnos y dando una imagen de torpe que esperaba no la asociaran con su manejo de de la Magia.

- El Quidditch no es lo mío Dijo recordando cómo aprovechaba los partidos en el Colegio para estudiar a solas y practicar hechizos sin que nadie le viera. - Pero las criaturas mágicas si me gustan, aunque no llego al nivel del profesor Scamander. Esperaba no beber mucho después, ya que no le gustaba perder el control por culpa del alcohol y menos delante de ella. Los suecos no es que fueran los mejores bebedores del mundo, en parte por lo caro y difícil que era conseguir el alcohol allí en el norte.

Cuando le preguntó sobre que pruebas podía haber organizado Dumbledore, Melker se encogió de hombros - Ni idea, pero seguro que estará bien. Tenía mucha curiodidad por lo que podía haber preparado - ¿Superarte? No lo sé ¿Quieres competir contra mi? Entonces tendremos que ir en grupos separados.

Kayla estaba despidiéndose de Thad cuando Artemis llega y le pregunta si puede tomar asiento a su lado. Ella asiente, su tez estaba completamente colorada, como si tuviera vergüenza por algo. No mira a los ojos a su novio, sino que la mirada estaba fija en el suelo, como si las losas tuviesen lago interesante que transmitirle.

- Siéntate si quieres...., supongo que ya te habrás cansado de vivir aventuras..., ¿verdad?.... - La pelirroja estaba en parte agobiada porque tenía algo que decirle a su novio, y no sabía siquiera como empezar. Tenía que ver con el hecho de que siempre que Thad estaba cerca se le notaba incómoda, avergonzada incluso y sabía que debía ser sincera de una vez, había alargado demasiado el secreto.

Pero Artemis comienza a hablarle en un tono de voz muy bajo, disculpándose por lo acontecido y cada una de sus frases tenía una contrarrespuesta.

- Sé que te gusta ayudar a la gente, pero a mi no me gusta venir a un baile y que mi pareja salga corriendo para irse con otra persona, con otra chica.... - su rostro estaba serio -... y más si me conoces sabrías que yo iba a ir detrás.... Me he visto como una idiota persiguiéndote, sin llegar a ninguna parte, envuelta en oscuridad mientras habían sonidos raros en la zona, he pasado miedo y todo para que vayas con Anastasia..., y créeme que si en vez de ella, que la conozco y sé como es, llega a ser otra, no vuelves a dirigirme la palabra.....- ¿celosa quizás?....¿insegura?...¿desconfiada?.....

Cuando el muchacho hace referencia a la sala de Astronomía ella se calla, ahí no tenía nada que reprochar. Suspira porque bien era cierto de que el Hufflepuff se esforzó mucho en que ella saliera bien librada de aquello, él le toma las manos, ella no iba a retirárselas.

- Cuando hicimos lo del pantano portátil te esforzaste mucho por mí, no puedo negarlo..., pero si me he molestado hoy contigo es porque me importas. Si no fuera así estaría aquí feliz divirtiéndome con los demás, es como..., como pensar que he perdido parte de la noche sin estar contigo, sin diversión alguna, y me fastidia que sea así... 

Artemis insiste en su sinceridad y buenas intenciones, a lo que ella tiene algo que decir.

- Tú no eres un mentiroso, eso también lo sé...., pero me gustaría que me tuvieras más en cuenta, si para protegerme me dejas atrás, llegará un día en que no quiera seguir tu ritmo... Si eres mi novio se supone que hay momentos en los que deberíamos querer estar juntos, y una fiesta es uno de esos momentos.... Yo..., no suelo agobiarte entre semana ni después de clases, si seguimos así no nos veremos nunca... y esta era una muy buena oportunidad para disfrutar como pareja.... - explica ella suspirando

Cyllene sujetó a Melker el par de veces que parecía que tropezaba, sonriendo a la par ante la pérdida de equilibrio de su compañero de clases y de entenamientos.

- Vaya el hidromiel de Rowle es más potente de lo que esperaba...., tendré que pedirle la receta.... - indica ella aproximándose más al hombre, pensando que así le resultaría más fácil el movimiento entre ambos, sin suponer que quizás estaba tan nervioso como ella misma lo estaba -... a mi el Quidditch me gusta verlo, pero reconozco que no tengo tanta habilidad sobre la escoba como para formar parte de un equipo..., pero no pienses que soy torpe volando, no se me da mal, siempre y cuando sean movimientos bruscos..., mis padres insistían mucho en que una bruja bien educada debía sentarse correcta y elegantemente sobre la escoba, y era una buena chica así que aprendí de forma tradicional... - explica la mujer con la naturalidad de estar explicando a su pareja..., de baile..., parte de cómo era ella misma

El siguiente tema del que trataban era sobre criaturas mágicas, un campo que a ella le encantaba en parte, tal y como le explicaría.

- A mi me fascinan las criaturas mágicas, pero no a nivel práctico... - comenta -... siempre he leído mucho sobre ellas, de lejos me parecen encantadoras y tienen un potencial mágico muy útil para obtener ingredientes..., pero no suelo tratarlas..., es como que cuando están vivas.... -hace un gesto como de escalofrío -... digamos que me dan cierto respeto su trato....

La mujer niega con la cabeza a Melker antes de darle una clara negativa

- Puedo competir contigo yendo en el mismo grupo que tú, no vas a deshacerte de mi tan fácilmente.... - le responde con una preciosa y amplia sonrisa, su gesto más característico cuando estaba con él -... solo que probablemente sea la primera en superar las pruebas antes que tú.... Hagamos algo..., si soy más ágil o te supero en las pruebas aún dentro del mismo grupo, harás algo que yo te pida, me premiarás...., y si por el contrario tú me superas, te deberé algo.... ¿te parece?....

Y es que a cyllene Foxier le agradaba el reto tanto como el juego, y hacerlo con alguien de confianza se le tornaba sumamente excitante.

Lo siento, te prometo que no se va a volver a repetir. A partir de hoy te prometo que no voy a volver a dejarte sola nunca más, aún cuando tenga que saltar a las fauces de un dragón, prometo hacerlo contigo a mi lado. - digo un tanto cabizbajo mientras le tomo la mano a mi novia.

Además, la noche aún está lejos de terminar, aprovechemos el tiempo y bailemos, estaba pensando en que tal vez podríamos ir juntos a la prueba de valor si te apetece, si no sólo nos quedamos aquí y disfrutamos el resto de la noche. - le propongo a Kayla intentando quitarle el hierro al asunto.

Me quedo al lado de la barra en donde hacía un rato las pociones extrañas de la profesora Cyllene habían provocado el caos entre los estudiantes, pero por mucho que lo intente no puedo quitar los ojos de la pelirroja, ahora ya sabe que tiene mi corazón bajo su bota, no era su culpa y era totalmente consciente de ello, ella amaba a otro y nada de lo que hiciese podría cambiar eso pero dolía demasiado como para simplemente pasar del tema y superarlo. Esa era una de las razones por las que no quería andar con amigos y esas cosas, si no hay nadie que te importe tampoco hay nadie que te haga daño.

Al fin y al cabo a la soledad ya la conocía eran viejos conocidos, y si ese era su destino de ahora en adelante, lo asumiría como lo había hecho anteriormente en el "Saint Mary".

Sin embargo, para olvidar a la niña pelirroja necesitaría de algo más que determinación y la única que podía ayudarlo en esa situación se había esfumado de la fiesta con el profesor de defensa contra las artes oscuras.

Trate de no mostrar que me molestaba el trato de Ruben hacía Victoria pero no lo lograba del todo ya que se me escapaba un gesto de desagrado por suerte ninguno de los dos podía haberlo visto, pero luego de eso se desato un problema grave ¿Que le pasaba a esta chica? ¿En serio se iba a enfadar conmigo por ir a ayudar a dos chicas por las que temía que su vida peligrara.

- Venga ya, ella también estaba bajo los efectos de la poción para deprimir de Foxier pero ella no tenía a un tío que va metiendo ficha a todas las chicas sin ningún tipo de vergüenza -evidentemente hablaba de Rubén- No, ella estaba sola caminando hacía fuera evidentemente me voy a preocupar pero el hecho de que sea mi prometida no me importa en absoluto y además ¿en serio hubieras preferido que las ignorara a las dos? ¿Y como te habría quedado si a alguna de ellas le hubiera pasado algo? ¿Eh, has pensado eso siquiera? -resoplé sonoramente, no alzaba la voz pero si llamaba la atención mi tono- Además ni siquiera llegue hasta Ginevra, nada mas salir por la puerta a por Anastasia.

Mire a Ruben con muy mala cara en cuanto se ofreció a un baile y luego volví la mirada a Victoria.

- Si quieres bailar con el adelante hazlo pero recuerda que desde que nos conocimos me he esforzado por agradarte siempre -agache la cabeza y me puse una mano en la cara- Mira... lo siento vale... no quería dejarte aquí deprimida pero Rubén no pilla una indirecta ni aunque se la tiren a la cara y no podía dejar a una chica que normalmente esta triste afectada por una poción para deprimir sola, a saber que podría haber intentado hacer.

Al final si que hable en un tono mas bajo, triste y arrepentido.

El hombre lobo, o El Niño lobo insistía con el baile y mencionó que la había escuchado, la chica volteó su cabeza hacia él, levantando una ceja, ¿acaso era Daniel o un admirador fanático?, iba a responderle algo, pero con el apuro de todos por iniciar la música, la chica sale diciendo que sí y sube a la tarima. 

Ya arriba, el grupo comenzó a cantar...

Double, double, toil and trouble
Fire burn and cauldron bubble
Double, double, toil and trouble
Something wicked this way comes.

Eye of newt and toe of frog,
Wool of bat and tongue of dog,
Adder's fork and blind-worm's sting,
Lizard's leg and howlet's wing.

Double, double, toil and trouble
Fire burn and cauldron bubble
Double, double, toil and trouble
Fire burn and cauldron... bubble

Eye of newt and toe of frog,
Wool of bat and tongue of dog,
Adder's fork and blind-worm's sting,
Lizard's leg and howlet's wing.

Double, double, toil and trouble
Fire burn and cauldron bubble
Double, double, toil and trouble
Fire burn and cauldron... bubble
Something wicked this way comes.

Double, double, trouble, trouble
(Fire burn and cauldron)
Fire burn and cauldron... bubble

Something wicked this way comes.
Something wicked THIS WAY COMES!

La joven, en medio del grupo, entonaba con mayor fuerza los tonos altos, los que interpretaba sola, apoyando luego al resto de sus compañeros, haciendo que su encanto fuese aún más sobresaliente que normalmente, como si con la música y el canto, su naturaleza feérica resaltaba aún más en medio de sus compañeros, lo que atraería sin lugar a dudas a los chicos que estuvieran cerca escuchando. 

- Te tomo la palabra Artemis...., confío en que la cumplas... - le dice dulcemente la muchacha a su novio, dándole un tierno abrazo, y es que no podía evitarlo, aún enfadada le costaba estar seria con él, su trato siempre era muy protector y cariñoso, inevitable no quererle.

Cuando se separa algo más de él sigue la conversación sobre la prueba de valor, algo que a la pelirroja le atrae enormemente, con ganas de divertirse aquella noche como nunca antes lo hubiera hecho.

- Claro que sí, podemos ir juntos a la prueba de valor..., pero..., antes debo contarte una cosa..., que debía haberte contado antes.... - y aquí era cuando podían venir los problemas, pero era de justicia que lo supiera -....solo te pido que no te enfades ni hagas ninguna tontería..., aunque sea por mi... - rostro suplicante -....en...en el club del coleccionista..., estaba cambiando cromos con Dani allí..., y...., y...., Thad... se acercó a mi y me besó.... pero....pero no significó nada..., de verdad...., lo siento..., tenía que habértelo dicho antes pero..., no me veía con valor para hacerlo.... -  si dio el paso era porque su conciencia no le permitía seguir llevando la carga dentro.

Al escuchar la confesión de Kayla sentí como si un volcán explotará en mi interior, la ira, el dolor y la frustración se hicieron presentes.

Mi rostro, hasta ahora un tanto esperanzado se tornó serio, procesar la información me estaba costando bastante y sabía que debía mantener la calma, pues si perdía los estribos todo se iría al diablo.

Yo.... yo te creo. - respondo con la voz cargada de indignación, mis ojos iban de Kayla al idiota de Thad, el muy infeliz había osado besar a mi novia y ella había guardado el secreto.

Sabes algo, lo único que me duele es que no me lo hayas dicho antes, Thad es un verdadero idiota y sí, ya sé que no te gusta que hable así, pero él se lo tiene merecido. - exclamo dejando escapar un gran resoplido.

Por favor, nunca vuelvas a ocultarme nada, en serio Kayla, sin importar lo duras que sean las cosas, prefiero que me las digas de frente, yo te amo princesa y confío plenamente en ti, si tu me dices que no significo significó nada, pues bien, te creo, no te voy a negar que tengo ganas de ir a atizarle, pero me contengo sólo porque tu me lo pides. - añado un poco exaltado.

Prométeme que nunca más vas a ocultarme nada y yo te prometo que olvidaré esto y no le daré a ese patán lo que se merece. - añado con seriedad mientras tiemblo de rabia al tiempo que estrecho mi abrazo sobre mi novia.

Maldito Thad, si no fuera por Kayla, te juro que te haría pedazos y enterraría tus restos en la mitad del bosque prohíbido para ver si al menos así sirves de algo. - pienso mientras fulmino a Castle con la mirada. - Y pensar que estaba por asumir la culpa de lo del jardín yo sólo, pues ahora con gusto tengo un nombre para Filch.

Te amo y por eso nunca viy a dudar de ti, no lo olvides. - añado antes de darle untiern  beso a mi novia en sus labios, dándole a entender que todo estaba bien entre nosotros.