Los seis milicianos agarraron con fuerza sus lanzas. Estaban tensos, con miedo a lo que podía esperarles fuera. Pero su Lugarteniente los había llamado, y lo seguirían. Era su momento. También se unieron a toda prisa dos soldados que habían estado de patrulla la noche anterior. Aún cansados, no iban a permitir que su capitán saliera al campo de batalla sin escolta.
Cruzaron el puente de piedra corriendo, y detrás de ellos el gran portón se cerró. Doblaron al este, y vieron con claridad la situación. El grupo formado por Denelloth, Russef y Caäniza a pie y Leaniach a caballo trataba de llegar a la fortaleza. Avanzaban en formación cerrada, tratando de protegerse de los huargos que les perseguían. Caäniza había disparado al murciélago y aunque había errado, la criatura alada ahora volaba más alto que antes por precaución.
Dos soldados a caballo flanqueaban al grupo que avanzaba con lentitud. Denelloth parecía estar gravemente herido, andaba con dificultad arrastrándose, completamente cubierto de sangre y con la espada desenvainada. Russef cargaba con el cuerpo de otro herido, seguramente Sir por el tamaño.
Desde el norte llegaba otra manada de seis huargos para cerrar el paso al grupo. Avanzaba a gran velocidad.
El grupo
Tirada oculta
Motivo: reaccion-milicia
Tirada: 1d100
Resultado: 42
Círculo rojo => grupo Denelloth, Russef, Caäniza, Leaniach
Lila => lobos
Dejo que des las primeras órdenes antes de unir las dos escenas.
Al salir al exterior pudo contemplar mejor la situación, y no era para nada buena, a su juicio se encontraban en desventaja. Desenvaina su cimitarra y se prepara para el combate.
Si al menos tuviese a seis soldados expertos, pero sólo tengo milicianos, que en cualquier momento pueden perder los nervios, y dos soldados cansados pero valerosos. El enemigo además nos supera en fuerza, aunque tal vez no en número. Sil Auressë ha de prepararse por si la sombra también se cierne sobre ellos.
-¡Los del castillo! ¡tocar los cuernos, que Sil Auressë se ponga en alerta!, ¡tocar, tocar, tocar y romperlos son vuestro soplido si es necesario!
Se gira hacia sus hombres
-¡Vamos, hacia nuestros compañeros! Tener a mano las lanzas, es la mejor arma que disponemos ahora contra un huargo, formaremos en cuña para avanzar, vuestras lanzas al frente, preparadas para enfilar en cuanto nos vengan, vosotros dos a los francos, si vienen avisar y colocaros detrás para protegeros, sois los que estáis más expuestos. Si vienen haremos una formación cerrada, será la mejor defensa, y me dejaréis un hueco para que yo me coloque con vosotros. La coordinación será fundamental así como la concentración. Entiendo que este momento tal vez llegue demasiado pronto para vosotros -afirma mirando a los milicianos- pero ahora más que nunca Sil Auressë y vuestros compañeros os necesitan.¡Os habéis entrenado para este momento! ¡Por Sil Auressë!
Khôradur se pone al frente y espera a que sus hombres estén listos
-¡Correr, correr por vuestros compañeros!
Mi idea es dirigirme hacia nuestros compañeros para, al llegar a su altura, servirles de apoyo y escortarles lo más rápido posible hacia el castillo, ahora bien, entiendo que el grupo de huargos posiblemente les cerrará el paso antes o, al vernos, vendrán hacia nosotros, por lo que es posible que cambiemos de trayectoria según lo que hagan para luchar contra ellos, haciendo una formación cerrada, y si es posible todo lo más cerca del castillo para que nuestros arqueros nos cubran.
Los refuerzos liderados por Khôradur adoptaron una formación cerrada al alcanzar al grupo. Los huargos que se acercaban por el norte estaban ya a menos de cien pasos, pero una andanada de flechas desde las murallas les había detenido de momento, y les había causado alguna herida. Los dos jinetes que habían llegado con Leniach comenzaron a dar un rodeo para atraer a algunos depredadores más. Era arriesgado, porque el terreno de la meseta era muy irregular y los lobos parecían manejarse mejor que los caballos.
Aún no habían logrado el objetivo de llegar al castillo, pero al menos plantarían cara al enemigo junto a las tropas Sil Auressë. No había júbilo en Denelloth ni en los demás. El montaraz tenía la mano encima de una fea herida de su pierna que llevaba un aparatoso vendaje, y en su rostro se reflejaba el cansancio y el agotamiento.
-Atended a esa niña, hay que salvarla por todos los medios.
El montaraz miró a Caäniza; estaba seguro de que la joven y voluntariosa curandera se ocuparía de ello personalmente de buena gana si lograban llegar hasta la puerta. Era el propósito que les mantenía en pie -Russef y yo también estamos heridos, dijo aunque era evidente. El de Saralainn tenía en sus brazos a Sir, pero él también estaba malherido, y a punto de desmayarse. Sangraba de varias heridas. El sargento Leaniach se apresuró a coger a la niña, e intercambió una mirada significativa con el Lugarteniente. La niña estaba muy pálida, y en estado de shock extremo.
Motivo: disparos-muralla
Tirada: 10d100
Resultado: 21, 52, 71, 52, 98, 90, 73, 79, 11, 71 (Suma: 618)
Motivo: disparos-muralla-abierta(1)
Tirada: 1d100
Resultado: 88
Motivo: disparos-muralla-criticos(2)
Tirada: 1d100
Resultado: 45
Motivo: disparos-muralla-criticos(2)
Tirada: 1d100
Resultado: 56
Motivo: sangra-herida-Den?
Tirada: 1d100
Dificultad: 100+
Resultado: 90(+39)=129 (Exito)
(han pasado 6 turnos desde donde terminó la escena anterior)
Russef: 2p/as y otra herida 2p/as, -30 y -10, 31 PV (total 36), perderá el conocimiento en breve...
Denelloth: 80 PV perdidos, total 90. Herida podría volver a sangrar, pero de momento no lo ha hecho
Sir: 2p/as, -10. total 69 PV perdidos. Inconsciente y muy grave
-La puedo llevar al castillo, señor, le dijo a Khôradur mientras sujetaba las riendas del único caballo con el que contaban en la formación. -Puede que aún tenga una oportunidad, aunque... le vi en las fauces de una de esas bestias. Lo extraño es que aún respire.
Y no dijo más, tan solo maldecía en su idioma natal al recordar lo que había presenciado.
-¡Corre Leniath, corre!, ¡llévala al castillo y que la atiendan de inmediato!.
Tras dar las oportunas órdenes observó a Denelloth y a Russef, su aspecto no era bueno. Hizo un rápido gesto hacia los dos soldados que le acompañaban
-¡Abandonar la posición y ayudarles!. ¡Todos, hacia el castillo!
Khôradur observaba la escena desde su posición. El castillo sigue estando lejos dadas las circunstancias, posiblemente nos alcanzarán antes de llegar, pero si al menos podemos acercarnos lo suficiente, tendremos una buena cobertura gracias a los arqueros.
-¡Rápido!, ¡un último esfuerzo! ¡Soldados, manteneros firmes! ¡Avanzar!
Mientras continuaban su camino, Khôradur seguía observando la trayectoria de los huargos, preparado para dar instrucciones de cerrar la formación, por si les alcanzaban y tenían que presentar batalla.
La palidez de Sir y su estado en general le hacían temer lo peor, Cerca de los que la llevaban tomo una de sus frías manos y pidió un segundo para apretar un vendaje, dos nudos rápidos para parar el sangrado y que la poca vida que yaciera en el frío cuerpo no se le escapara, y entonces hizo un repaso general al resto de los presentes, en seguida se percato que el siguiente en necesitar ayuda era Russef, dos feas heridas le sangraban y parecía desfallecer por momentos, solo su gran aguante le sostenía en pie.
Acercaros Russef, mostrad esa herida y dejad que intente parar el sangrado.
Motivo: primeros auxilios a Sir
Tirada: 1d100
Resultado: 79(+38)=117
Motivo: primeros auxilios Russef
Tirada: 1d100
Resultado: 25(+38)=63
Motivo: primeros auxilios Russef 2 herida
Tirada: 1d100
Resultado: 88(+38)=126
No se hasta cuando puedo actuar, dejo las tres tiradas en ese orden actuaría, y si fuera necesario. Usaría maestría de la sangre con Sir.
Con la rapidez en que se había desencadenado todo, y la adrenalina propia de la lucha, se me había olvidado por completo la herida que sufrí por ese maldito huargo.
Por fin pudimos contar con la ayuda de los soldados de Sil Auressé. Fue en ese momento cuando sentí el dolor en la pierna, intenso y sangrante que casi hace que me caiga inconsciente.
Escuché las palabras de Caaniza ofreciendo ayuda al ver mi pobre estado, y me deje ayudar sin protesta alguna.
El sol infundía nuevos ánimos a Denelloth, que confirmaba aliviado que su herida no sangraba; mas se sentía débil, y mortalmente cansado. Apenas dirigió unas palabras de agradecimiento a Khôradur:
-¡Gracias al Padre que habéis llegado! No nos quedemos aquí, ¡vienen más!
Intercambió una mirada con Russef que quiso infundirle ánimo y valor. Y, todavía armado, hizo como el Lugarteniente ordenaba, avanzando impetuosamente pero en orden hacia la seguridad de las murallas.
Dire, sabemos cuantos bichos vienen, más o menos? Y la distancia en asaltos hasta las puertas?
-¡Vamos!, ¡un último esfuerzo!, ¡estamos cerca y podemos llegar!. ¡Los arqueros nos darán cobertura en cuanto nos acerquemos lo suficiente!
Khôradur observaba a su alrededor mientras avanzaban, serio, meditando todas las opciones posibles ante esta situación
-Sí mi buen Denelloth, vienen más, y nos están intentando cortar el paso. ¡Por eso avancemos todo lo que podamos hasta el castillo!
El castillo de Sil Auressë se alzaba ante ellos como un espejismo inalcanzable. El sargento Leaniach subió a su caballo y con cuidado le entregaron el cuerpo de Sir. Caäniza se acercó a sujetar la mano de la niña, y el frío tacto de la piel le hizo temer lo peor. Sangraba de un costado, y le aplicó un sencillo vendaje. Pero eran las heridas interiores las que le preocupaban. Las fauces del huargo le habían agarrado con fuerza. Y algo más. Ella parecía estar en paz, en algún lugar lejos de la guerra y de la muerte, sin luchar por regresar, sin querer ver como todo se oscurecía y se moría…
Pero aún había tiempo, aún había esperanza. Ya estaban más cerca del castillo. Tan cerca, pero aún lejos. Desde las almenas, los arqueros habían logrado detener a los huargos que se dirigían a cortarles el paso. Habían herido a dos, y otros titubeaban. Olisqueaban el aire, y aullaban y gruñían. Ya no disimulaban cuál era su presa. Alguna oscura fuerza les empujaba a perseguirla. Pero ahora filas de lanzas y hombres valientes se situaban entre los depredadores y su presa. Entonces vieron salir a caballo al norteño Leaniach con su caballo, y en él iba Sir. Uno de los huargos, solo uno, de gran tamaño y pelaje espeso, comenzó a correr como si fuera el mismísimo Carcharoth.
Su mirada hizo temblar a los milicianos, e ignoró las flechas y todo lo que le rodeaba hasta alcanzar a Leaniach. No obstante, el norteño maniobró con su caballo para evitar el primer envite, protegiendo en todo momento a la niña que portaba.
Mientras tanto, el grupo avanzaba. Denelloth y Russef tenían a su lado a un soldado de Sil Auressë. Caäniza le vendó una de las heridas a Russef, y trató de curar la segunda también. El hombre de Saralainn se debatía entre caer inconsciente o no.
Khôradur ordenó a los milicianos a cerrar la formación al ver acercarse a los huargos… Detrás de los animales, había dos jinetes que ahora veían al Lugarteniente. Esperaban una orden para cargar por la retaguardia.
Motivo: reaccion-HA3-4-5-6
Tirada: 4d100
Resultado: 27, 29, 100, 25 (Suma: 181)
Motivo: carrera-H5
Tirada: 1d100
Resultado: 97
Motivo: carrera-H5
Tirada: 1d100
Resultado: 43
Motivo: carrera-Leaniach
Tirada: 1d100
Resultado: 20
Motivo: ataque-H5
Tirada: 1d100
Resultado: 30
Espero que se entienda el mapa :) Los círculos azules son los dos soldados, los 6 naranjas los milicianos armados con lanza. Rs, Kh, Ca, Dn sóis vosotros. Leaniach va a caballo y le alcanza el superhuargo HA5. Los huargos en lila. La línea gris gorda es el camino (ignorar).
Caäniza: el hechizo no le sirve a Sir, la herida superficial que tiene la has vendado. ¿Lo usas para cerrar la segunda herida de Russef? De lo contrario, Russef cae inconsciente este turno.
Russef: (2p/as, cerrada), y otra herida 2p/as, -30 y -10, 35 PV (total 36), perderá el conocimiento el turno que viene.
Denelloth: 80 PV perdidos, total 90. Herida podría volver a sangrar, pero de momento no lo ha hecho
Sir: (2p/as, cerrada), -10. total 71 PV perdidos. Inconsciente y muy grave
H1 Y H2 => HERIDOS POR ARQUEROS
La situación era angustiosa. Un huargo grande y siniestro se lanzó como un rayo contra Leaniach. Denelloth contuvo el aliento por Sir. Aquella pequeña tenía algo...
Las puertas parecían más lejos que nunca, y los huargos cada vez más cerca. Tras la linea de milicianos, todos apretaban el paso. Russef parecía a punto de desfallecer. El montaraz lo jaleó un poco, vamos Russef, aguanta. Lo arrastraría hasta el castillo si hiciera falta; pero por el momento aprestó un pivote en la ballesta. Si alguno se acercaba demasiado...
Pues eso dire, si alguno se pone a tiro, ballestazo que te crió; pero la prioridad es llegar al castillo, no compis?
-¡Correr, por los Valar, correr! ¡Paso ligero!
La voz de Khôradur era imperiosa, el panorama no era nada alagüeño. Los huargos se acercaban y uno de ellos se dirigía hacia Leaniach
Esa niña ha de ser muy importante para que vayan directamente hacia ella...las piezas del puzzle encajan cada vez más, pero aún faltan muchas más piezas para comprender que es lo que pasa
Los pensamientos de Khôradur se disiparon, ahora era primordial ponerse a salvo. Buscó al segundo jinete y mediante señas le hizo entender que atacase al huargo que estaba persiguiendo a Leaniach. Buscó al otro jinete y le hizo señas de que esperase.
Perderé una baza sorpresa, pero es crucial que la niña se salve
-¡Arqueros, disparar a ese huargo! -grito a los arqueros mientras les señalo al huargo que persigue a Leniach - Soldados ¡mantener la formación!
Khôradur miró hacia sus compañeros. Denelloth no tenía buen aspecto y Russef tenía pinta de desfallecer. El castillo estaba más cerca, pero, a la vez, más lejos.
Como en los viejos tiempos, viejo corsario, cuando las naves de Gondor eran tan osadas como para perseguirnos hasta las mismas bocas de los puestos de Umbar. Simplemente cambiamos unos huargos marinos por unos de tierra. Pronto mi cimitarra cantará de nuevo canciones de guerra y sangre.
-¡AVANZAR!
Actuo para que no defallezca
El soldado alzó su lanza en señal al Lugarteniente, y espoleó a su caballo para abrirse paso hacia el huargo que le había indicado. Tanto él como su montura estaban agotados por las horas de patrulla y sobre todo por carreras con los lobos. De reojo vio cómo uno de los lobos se apresuró a perseguirlo. Tuvo que atravesar la zona de disparo de los arqueros en las murallas, pero confiaba en no ser abatido por una flecha amiga.
Avanzó rápido, y su perseguidor titubeó al alzar la vista y ver a los arqueros de Sil Auressë. Varias flechas le hicieron retroceder de nuevo y unirse al resto de la manada que se agrupaba para cargar contra el flanco de los milicianos.
El soldado tenía el camino despejado hacia el huargo que estaba luchando contra Leaniach, y siguió la carrera, cargando con fuerza.
-¡¡¡¡¡MUERTE!!!!!
Motivo: iniciativa-J1
Tirada: 1d10
Resultado: 9
Motivo: Reaccion-HA4-HA6
Tirada: 2d100
Resultado: 86, 36 (Suma: 122)
Motivo: J1-montar
Tirada: 1d100
Resultado: 91
Motivo: H4-carrera
Tirada: 1d100
Resultado: 8
Motivo: Disparos-muralla-H4
Tirada: 2d100
Resultado: 23, 6 (Suma: 29)
J1 en el mapa
La bestia escuchó el grito del caballero llegando por detrás, pero siguió atacándole al hombre que protegía a su presa. Con un poderoso salto ágil, trató de subir encima del caballo para desequilibrarlo. Las flechas no le detuvieron, pero únicamente logró empujar a la montura hacia el muro, y ponerse entre el puente y el sargento que se aferraba a la niña.
Motivo: reaccion(alto>Leaniach)
Tirada: 1d100
Resultado: 68
Motivo: init-HA5
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Motivo: init-Leaniach
Tirada: 1d10
Resultado: 1
Motivo: ataque-H5
Tirada: 1d100
Resultado: 15
Motivo: disparos-H5
Tirada: 3d100
Resultado: 66, 90, 34 (Suma: 190)
Motivo: disparos-H5-critico(2)
Tirada: 2d100
Resultado: 1, 3 (Suma: 4)
Motivo: Leaniach-controlarAnimal
Tirada: 1d100
Resultado: 40
H5 le alcanzan dos flechas (con tirada de críticos 1 y 3).
Leaniach apenas pudo seguir en el caballo al ver al enorme lobo saltar para subirse encima. No recordaba haber visto en su vida una fiereza semejante en un lobo. En los ojos del enemigo vio la determinación de seguir luchando hasta la muerte por cumplir un cometido. -No son animales. Son alguna clase de monstruo creado para el Mal.
Notó como su fiel caballo chocó contra el muro al retroceder. Tenía a Sir agarrada con la mano izquierda, y la colocó detrás de su espalda como pudo. En la mano derecha llevaba su espada. Estaba en desventaja, pero había ganado tiempo...
Entonces llegó el jinete atacando desde la derecha de Leaniach. Pero su lanza la portaba en la mano diestra, y el ataque cruzado sin poder acercarse al muro y evitando Leaniach era difícil. Pasó de largo maldiciendo la oportunidad fallida, y al llegar al camino giró el caballo para un nuevo intento.
Motivo: combateMontado-J1
Tirada: 1d100
Resultado: 18
Los huargos se agrupaban para cargar contra el grupo. Los milicianos cerraron filas hasta formar dos de tres, con las lanzas listas. Detrás, los dos soldados, Russef, Caäniza, Denelloth y Khôradur ya habían llegado a las proximidades del puente del castillo. Vieron a Leaniach pelear contra el huargo más decidido, y a tres o cuatro que iban a cargar contra los milicianos.
Los milicianos se miraron entre ellos, y luego a los huargos. Se dieron cuenta de que eran la barrera entre estos monstruos y su presa, y que todo dependía de ellos. Pero sentían miedo al ver las garras y las fauces de los enormes animales.
Detrás, Denelloth estaba terminando de cargar su ballesta, ayudado por el soldado que le acompañaba que junto al otro que estaba en la retaguardia esperaban la orden del Lugarteniente para ponerse a los lados de la milicia para cerrar la formación. A la izquierda, el otro jinete esperaba la orden para cargar contra los huargos.
(espero que se entienda la situación, he preferido hacerlo más narrativo que por turnos...)
Denelloth, puedes hacer el disparo con la ballesta al HA5 (me imagino), ya le busco el hueco en la acción trepidante.
El escenario no se presentaba muy favorable, el huargo casi había atrapado a Leniach, y el jinete falló en su ataque. Khôradur dudó en usar al segundo jinete. Estaba alejado, y tal vez no llegaría a tiempo, pero la situación era apremiante.
Esa niña ha de ser muy importante para que le den caza de esta manera
Hizo señas al segundo jinete para que atacase, pero dando un rodeo para que no se interpusiese entre las lanzas y los huargos, usaría esta baza que se estaba reservando para los huargos, pero era más importante que Sir se salvase. Pero temiendo por el jinete, también le indicó que les rodease por detrás.
Tal vez desaproveche al jinete, pero no quiero que sea presa del resto de huargos
De nuevo dio indicaciones a los arqueros
-¡Disparar, disparar a esa bestia!
Y mirando al frente, vio al resto de huargos. Sus hombres, temerosos, aún se mantenían firmes.
-¡Retroceder hacia la puerta, pero manteniendo las picas al frente!, ¡vamos, estamos cerca!. ¡En estos momentos somos el escudo de Sil Auressë para defender a vuestros compañeros y amigos de las fauces de esas bestias!, ¡que sepan como nos las gastamos!, ¡que sepan que aquí no hay sitio para ellas, sólo su muerte y sufrimiento! ¡Confío en vosotros, porque sé que no fallaréis a los vuestros! ¡Por Sil Auressë!
Miró a Denelloth y a Russef, de momento aguantaban, pero estaban débiles
Si hay ocasión los enviaré corriendo hacia la puerta. Espero que los defensores del castillo estén preparados para hacer una salida si es preciso.
De pronto un pensamiento cruzó por la mente de Khôradur, ¡el murciélago!, ¿cómo es posible que haya cometido un error de principiante?. Enfadado consigo mismo buscó con la mirada cualquier rastro de la criatura, temiendo que pudiese atacarles desde el aire.
Motivo: Liderazgo
Tirada: 1d100
Resultado: 94(+74)=168
Motivo: Observación
Tirada: 1d100
Resultado: 16(+36)=52
¿Hago tirada de búsqueda para el murciélago?
Haz una de observación y otra de liderazgo (u oratoria, como prefieras)
EDITADO HE INCLUIDO AQUÍ LAS TIRADAS
Estaban junto al puente, pero aquella obstinada bestia seguía acometiendo a Leaniach, que a duras penas podía atacar o defenderse. Los demás huargos se aproximaban, envalentonados, tal vez guiados por una voluntad superior.
Denelloth buscó un hueco para disparar sobre el gran huargo, pero temía darle a Leaniach o a los otros jinetes (pues ya el segundo se aproximaba). Aguardó al último momento antes de disparar.
Motivo: Ballestazo a H5
Tirada: 1d100
Resultado: 9(+70)=79
Motivo: Crítico a H5, por si acaso
Tirada: 1d100
Resultado: 66
Me puedo quedar en oportunidad, dire? Retrasar voluntariamente la acción de D para que sea la última de la ronda de proyectiles; si disparan los arqueros antes y lo abaten, preferiría poder disparar sobre los otros huargos, o sobre ninguno y meternos en casa de una vez. Pero como no sé si eso está permitido, hago la tirada y que siga la acción trepidante!!!
Joder, vaya tirada... y vaya 66... llevo dos en esta partida... Y siempre en momentos sin importancia, como este...XD
Deberían entrar y alejarse del peligro. El animal con una determinación anormal podía volver a alcanzar la niña. Y de ninguna manera se lo iba a permitir, tras haber perseguido a tres rufianes que la quisieron secuestrar, y haberles vencido. Y habiendo recibido de esas alimañas otros tantos disgustos, no era el momento de dejar que ese maldito bicho lo lograra.
Iros al infierno del mismo que habéis salido.
Motivo: disparo
Tirada: 1d100
Resultado: 42(+19)=61
Motivo: critico
Tirada: 1d100
Resultado: 81
Al que esta cerca de Sir.