Partida Rol por web

Sil Auressë

[14.4] Oscuros presagios

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08/11/2014, 18:55
Director

Arkyn no encontró a Caäniza en la Academia. La joven llevaba días sin ir a clase, ni los compañeros ni los profesores sabían nada de ella. Volvió a buscarla el día siguiente, y finalmente una de las camareras de la aldea le indicó que la había visto pasar a por una barra de pan y que se dirigía hacia el río, donde habían erguido los molinos. Allí la encontró, sentada con los pies en el agua. No le parecía importar la fría agua y el viento otoñal de la mañana.

A su lado, se erguía uno de los molinos de agua que se habían construido por las orillas del río. Fue una inversión clave para el futuro de Sil Auressë. No estaban pensados para el trigo, sino para la lana, que era la base de la economía en las tierras altas de Cardolan. Los molinos de agua, o “batanes”, golpeaban los paños de lana por medio de grandes mazos a fin de enfurtir el tejido. De esta forma, en unos cuatro o cinco días se podía abatanar un paño, lo que permitía su venta en los mercados de Metraith por un precio superior.

A Caäniza se le veía ausente, dándole bocados a una manzana, con la mirada perdida en un punto indefinido río abajo. Arkyn se quedó mirándola en silencio un buen rato, desde la distancia. Entonces giró la cabeza. Estaba claro que había estado llorando. Una leve sonrisa se dibujó en su rostro al ver a Arkyn, seguida de una invitación silenciosa para sentarse junto a ella en el suelo.

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10/11/2014, 01:14
Arkyn

Tras haber buscado por casi toda la aldea, Arkyn finalmente la encontró junto a uno de los molinos. Cuando ella se giró y le hizo señas para acercarse el bardo ya había empezado a moverse hacia allí.Al llegar se dejó caer, sentándose en el suelo a su lado. Dejó el estuche del laúd junto a él y permaneció un rato junto a ella sin pronunciar una sola palabra, como recordando aquellos momentos de silencio que habían compartido durante el viaje.

- No eres fácil de encontrar - comenzó diciendo, mirando aún río abajo, hacia donde había estado mirando la chica momentos antes. - ¿Qué tal te van las cosas aquí? ¿Encontraste lo que buscabas?

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12/11/2014, 14:40
Caäniza

-Es posible, contestó Caäniza mirando pensativa al agua. –No lo sé. Creo que he hallado aquí un lugar para la esperanza. Para segundas oportunidades. Para poder hacer algo que realmente importe, a alguien. Pero… tengo miedo. Como si se tratara de solo un sueño. No quiero que me lo arrebaten. ¿Me entiendes?

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12/11/2014, 16:41
Arkyn

- ¿Quién podría arrebatarte tu sueño, Äni? - preguntó el bardo mirando también el agua. - ¿Hablas de miedo en general o temes algo en concreto?

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18/12/2014, 20:42
Caäniza

-Temo que todo esto, dijo haciendo un leve gesto con la mano para luego usarla para secar las lágrimas, -temo que todo esto sea devorado por la oscuridad. Mi temor nace de una visión… De un presagio oscuro que me ha transmitido una niña inocente. Una niña que ha visto los horrores de este mundo, y aún así juega. Una niña que no tiene familia, y aún así se siente arropada. Una niña que siendo la más frágil de todos, es la que más lejos puede ver. Su don le permite vislumbrar aquello que está oculto. Los días futuros. Y … lo que ha visto me ha ensombrecido el ánimo. El mundo se oscurece.

La mirada de Caäniza se fijó en el bardo, y en esa mirada estaba condensada la eternidad de la juventud, las ansias de superar cualquier obstáculo, de desafiar hasta la propia muerte. Las ganas de vivir. La vitalidad de ella era contagiosa sin duda. Pero a la vez su ilusión era frágil. Cualquier contratiempo... Una helada en primavera o una sequía en verano, y las promesas se frustran.

-Arkyn… Sil Auressë necesita ayuda. Pronto tendremos que hacer frente a un mal que pretende apagar la luz que ha nacido aquí. Nosotros acabamos de llegar. Pero tenemos que tomar una decisión. O partir en busca de otro lugar al que llamar hogar, o quedarnos aquí y ayudar. Quizá morir en el intento. Yo ya he tomado mi decisión. He elegido mi destino, y éste yace aquí. Cada día cuido las plantas a la espera de que el la luz del sol siga haciéndolas crecer el tiempo suficiente para poder curar a los heridos que arrastra la guerra. Y rezo. A veces me puede el desánimo, y entonces acudo aquí.

Caäniza observó a los molineros en la otra orilla. Su mirada era serena, limpia. Eterna. En ella Arkyn vio durante un breve instante a alguien de su pasado.

-No sé si tu sitio está también aquí, Arkyn, dijo ella sacando al bardo de sus desvaríos. - No sé si esta guerra es la tuya. No me corresponde decidirlo, ni pedirte que te quedes. Si lo haces, encontrarás muerte y oscuridad.

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23/12/2014, 15:18
Arkyn

El bardo asintió en silencio, muy a su pesar, conforme la chica iba hablando. Tenía razón. Ambos habían acabado en aquella remota aldea que se alzaba como un oasis en medio del desierto.

En su caso, y debido a la influencia que la cultura élfica había tenido en él, lo achacaba al destino. El destino que había guiado sus pies hasta aquella posada, que había hecho que hablara con el posadero y que había conseguido que acompañara a Caäniza en aquel viaje hacia el sur.

Sabía que estaba allí por alguna razón, poderosa y secreta, y se negaba a pensar que el azar movía sus acciones. Volvió a mirar a la chica. La encontró triste, melancólica. Y asustada. Ya no sólo por sus propias palabras si no que su rostro podía leerse como un libro abierto.

- Sí, las sombras avanzan - dijo mientras sus dedos tamborileaban sobre el estuche del laúd. como solía hacer cuando estaba pensativo, - pero mi sitio está... también aquí.

No era un hombre de pocas palabras precisamente pero no encontró motivos para hablar mucho más. A veces un simple silencio podía decir mucho más que una canción o un discurso.

- Sé lo que encontraré si me quedo - añadió mientras giraba la cabeza para encontrarse con la mirada de ella. Por unos instantes se quedó sin habla, cosa que apenas le había ocurrido nunca, pero se sobrepuso y continuó, - pero hay algo más que muerte y oscuridad aquí. Es lugar es una chispa. La que brota del pedernal por la noche, cuando estás en mitad del campo y hace frío. Puede apagarse o puede prender la yesca y encender un fuego que alumbre y caliente. De nosotros dependerá qué ocurra con esa chispa.

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29/12/2014, 20:02
Director

Caäniza y Arkyn compartieron un largo y sentido silencio. Finalmente, ella se puso en pie. Sonrió como si fuera a decir algo más, y su boca se movió para pronunciar algo, pero las palabras murieron en silencio al llegar a sus labios. Tragó saliva, y se dio media vuelta para regresar a sus quehaceres en lo alto del castillo.

Arkyn tardó un rato más, pero finalmente regresó a la aldea. Su mente estaba en otro sitio, y apenas era consciente de lo que sucedía a su alrededor Quería entrar en la posada para saber si había nuevas, o para verse rodeado de gente, aunque en su interior se sentía extrañamente solo. Pero antes de que pudiera entrar, el artista Adhellin le invitó a su taller.

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29/12/2014, 20:03
[SA-ac] Adhellin

-¿Cómo estás, amigo?, le preguntó Adhellin mientras le llenaba la copa de vino. Estaban sentados casi en el suelo, como aquella noche con Caäniza y Norión. –He visto más guardias de lo habitual, añadió bajando ligeramente la voz. –Y la convocatoria de ayer para el ejército me dice que nos estamos preparando para algo. Y otras cosas que prefiero no comentar. No sé qué está pasando, pero anda con ojo amigo. Anoche partieron Girion y Norión, sin hacer ruido. Y esta mañana me han preguntado por ti. El Senescal Curudae quiere hablar contigo.

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30/12/2014, 23:17
Arkyn

- He visto días mejores, la verdad - murmuró como única respuesta. Cuando escuchó lo del senescal murmuró para sus adentros. ¿Otra vez? ¿Qué ocurrirá? - Está bien - dijo incorporándose, - será mejor que vaya a ver qué quiere ese senescal. Puede ser importante.

De despidió de Adhellin y se fue a buscar a Curudae.

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02/01/2015, 21:35
Curudae

Curudae le recibió en sus aposentos de la Casa del Comercio. En su rostro se podía ver la preocupación y la falta de sueño, pero esbozó una sonrisa aparentemente sincera al ver al bardo. –Ah, Arkyn. ¡Entra! Las fichas se están moviendo, y el tiempo apremia. Toma asiento.

Una vez sentados ambos, el Senescal respiró hondo, y comenzó a hablar. Le habló de la convocatoria para aumentar el ejército, y dijo que había oscuros presagios que les hacían temer por la seguridad de la aldea y de sus gentes. El asalto de los orcos a la granja al sur podría ser el comienzo de una ofensiva a mayor escala. De momento eran meras suposiciones, pero incluso al margen de una posible hueste orca, Sil Auressë había tomado un rumbo harto peligroso en una situación política muy delicada. Varios feudos de Cardolan se preparaban para la guerra, y resultaba cada vez más difícil mantenerse al margen.

-Necesitamos apoyos. Los peligros nos acechan desde distintos frentes. Y nuestra lista de posibles aliados se reduce. Tenemos pendiente un asunto de suma importancia para el futuro de todos: el espía o emisario del príncipe Echorion. Su nombre es Aelloth, y es el hombre que se infiltró en la Fiesta de la Academia y fue descubierto. Sigue en Sil Auressë como prisionero, aunque la intención es que vuelva con Echorion. El joven príncipe cuenta con una hueste poderosa, según me consta. Creo que está preparando su ofensiva hacia el principado de Girithlin en el sur, es decir, contra su tío, el usurpador Aervallon… Pero algo le retiene. Necesita provisiones, una base, líneas de suministros... No estoy seguro. Al mismo tiempo, el feudo de Girithlin está enfrentado con los clanes de Saralainn. Echorion es joven e impetuoso, pero no querrá cargar contra su tío en el sudoeste si en el sudeste tiene a los clanes listos para arrasar. Te necesitamos, Arkyn. Necesitamos a alguien aparentemente neutral para una misión diplomática para acompañar al emisario y para tratar con Echorion. ¿Qué te parece?

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04/01/2015, 14:21
Arkyn

Arkyn entró en la habitación haciendo un leve saludo con la cabeza y permaneciendo de pie frente al senescal. Escuchó las palabras de éste con suma atención y asintió.

- Me encantaría ayudar - contestó el bardo con la prudencia que le caracterizaba. - Pero me gustaría saber qué pretende obtener Sil Auressë de todo esto. ¿Qué asuntos queréis tratar con Echorion?

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05/01/2015, 18:24
Curudae

- Los asuntos a tratar con Echorion son básicamente ver si hay posibilidad de entendimiento. Su reclamo al trono de Girithlin es legítimo, y si nos obligasen a elegir bando en esa contienda, seguramente sería el suyo. Pero hemos querido mantenernos al margen. Hasta ahora. Él nos necesita, y nosotros necesitamos contar con su apoyo en caso de un ataque a Sil Auressë. La cuestión es si estamos dispuestos a forjar una alianza formal, y en qué términos. La inercia de ambos nos lleva a este encuentro de forma inevitable. Además, tenemos una carta que él aún desconoce. 

A pesar del cansancio, el Senescal esbozó una sonrisa. Le gustaba tener siempre un as en la manga.

-Los clanes de Saralainn que tanto teme... Pues resulta que tenemos posibilidad de llegar a un acuerdo con ellos. Podríamos ser una especie de bisagra entre Echorion y los clanes. ¿Qué ganamos? La protección que nos brinda Echorion por un lado, y por el otro la apertura de un camino por las tierras de Saralainn hasta Sudúri para exportar nuestros productos. Es la jugada maestra para Sil Auressë, pero primero hemos de sobrevivir. Necesitamos a Echorion de nuestro lado antes de que sea tarde.

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06/01/2015, 18:29
Arkyn

- Interesante - opinó el bardo, - pero... ¿cómo podemos llegar nosotros a un acuerdo con los clanes? ¿qué tenemos que ellos puedan querer o necesitar?

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11/01/2015, 10:17
Curudae

-No es "qué tenemos", sino "a quién". El mayor tesoro de Sil Auressë son las personas que la forman. No te puedo revelar más, pero cuento con que al regreso de la Dama Ayla, podamos aspirar a lograr ese pacto.

Curudae observó a Arkyn. El bardo parecía dispuesto a intentarlo. Pero precisaba de más información para poder llevar a cabo la tarea.

-En este momento, no podemos revelarle nuestras cartas a Echorion. No todas. Ese pacto con los clanes es tan solo una posibilidad en este momento. Pero si le dejas caer a Echorion que la Dama Ayla se ha reunido con Lanaigh, el rey de los clanes, se lo tomará en serio. Incluso es posible que sus espías ya le han informado de esa reunión, pero no del contenido de la misma. Podemos jugar con su duda, y también con el poder de convicción que le otorgan a la Dama. 

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12/01/2015, 21:18
Arkyn

- Perfecto - respondió con una sonrisa. Se le empezaba a ocurrir una manera de abordar a Echorion. - Desde luego haré todo lo que esté en mi mano. ¿Cuándo debería partir?

Arkyn se interesó también por otros aspectos del viaje, como si tendría que viajar a pie o a caballo. Ir de incógnito o negociar abiertamente así como cualquier otro detalle importante.

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14/01/2015, 22:30
Curudae

-Partirás lo antes posible, el tiempo apremia. Y no partirás solo. Uno de los hombres de confianza de Khôradur, un sargento del ejército, te acompañará a ti y a Aelloth. Conoce el camino al campamento de Echorion y ha tenido contacto con ellos antes.

A continuación, Curudae repasó algunos temas más con Arkyn mientras esperaban reunirse con el otro miembro de la expedición. El Senescal consideraba arriesgado entregar documentos con sello de Sil Auressë, pero al mismo tiempo le gustaría que se tuviera libertad (y autoridad) para llegar a un posible acuerdo.

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16/01/2015, 02:18
Arkyn

El bardo asintió, seguro de que podría cumplir sin problemas aquella misión. Mientras esperaban a su misterioso acompañante se dedicó a atender a las explicaciones de Curudae intentando memorizar los detalles más importantes.

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22/01/2015, 14:10
Director

Agnor se levantó temprano el día siguiente. Tenía casi todo listo para partir con Arkyn y Aelloth, a los que aún no conocía. El Senescal Curudae le había citado en sus aposentos en la Casa del Comercio, abajo en la aldea.

Por el camino se cruzó con algunos sargentos y soldados. Todos estaban concentrados en sus tareas y quehaceres, algo consternados por lo que se había dicho en la reunión, pero a la vez decididos a dar lo mejor de sí.

La Casa del Comercio había sido el único edificio en pie que encontraron Ayla, Curudae y Khôradur cuando fundaron Sil Auressë. Había sido una posada años atrás, pero ahora estaba completamente remodelada. Un guardia le acompañó a Argon hasta la pequeña sala donde trabajaba y prácticamente vivía el Senescal. Diversos pergaminos y hojas llenaban tanto la mesa principal como la auxiliar. El bardo Arkyn ya se encontraba en la habitación. Agnor no había tenido ocasión de hablar con él, aunque le había visto con su laúd alguna noche en la taberna.

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22/01/2015, 14:16
Curudae

-Ah, Agnor, ¡saludos! Entra, entra... instó Curudae y se levantó para cerrar la puerta. -Khôradur no tardará en llegar me imagino, pero así os conocéis. Veamos, Arkyn, confíamos en ti para esta misión de suma importancia. Te acompañará Agnor. Es uno de los sargentos y hombres de confianza de Khôradur, y se ha ofrecido voluntario para esta tarea. Conoce la región, y además ha tenido contacto con algunos hombres de Echorion en el pasado, lo que nos puede dar una gran ventaja. Junto a vosotros, viajará Aelloth, el emisario de Echorion a quien capturamos aquí. Será importante tenerle de nuestra parte, máxime cuando ha sido retenido contra su voluntad más tiempo de lo debido en Sil Auressë.

Notas de juego

Os dejo presentaros y esas cosas mientras llega Khôradur

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22/01/2015, 15:22
Agnor

Agnor asintió y le tendió la mano a Arkyn apretando los labios en un intento de sonrisa. Apenas sabía nada del bardo. Le había oído cantar tres o cuatro veces en la taberna, animando a los hombres con alguna picardía. Recordaba sin embargo que la única vez que le interesó su música fue cuando pudo escucharle, casi espiándole, tañendo el laud y cantando para sí mismo en voz baja en un idioma extraño. La melodía le impactó en el corazón como una flecha certera, a pesar de no entender ni una palabra. Sin duda era una canción terríblemente melancólica y pensó que hablaba de un pasado lejano en un mundo diferente. Fue impactante, dulce y triste a la vez.

Desechó ese recuerdo para volver a la sala. A pesar de la importancia de la misión y de los riesgos que corría Sil Auressë, había dormido a pierna suelta por primera vez en mucho tiempo. Se sentía liberado y por fin con algo de acción, aunque solo fuera para escoltar a un emisario.