Partida Rol por web

El frío tocó los corazones de la hueste convocada

junto al bosque de la Piedra en las tierras quebradas

El bosque sentían aunque las nieblas lo velaban;

los fuegos se debilitaron. El miedo atenazó sus almas

mientras esperaban vigilantes en un mundo sombrío,

pues no conocían enemigo, sin pronunciar palabra.

¡Por demasiado tiempo, mi Dama, os ausentáis de vuestra tierra!

Había llegado la hora. Los soldados se reunían, y la milicia había sido convocada. Los aldeanos tomaban las armas y se disponían a hacer frente a la hueste enemiga – a un enemigo que desconocían pero que quería acabar con el sueño y la esperanza que había nacido en este lugar.

Los rostros de todos estaban serios, y se respiraba miedo en el ambiente. Los niños y las mujeres contenían el llanto. No podían evitar recordar los horrores de las epidemias y de las guerras de los últimos años en Cardolan. Por un momento, habían visto un atisbo de un mundo mejor, de una esperanza que ahora se desvanecía de nuevo ante sus ojos. Y esta vez, el enemigo parecía no contentarse con arrasar, robar y violar. La hueste enemiga formada por orcos, mercenarios y huargos venía a destruir todo aquello que habían construido, y lo que era más importante, todo aquello que aún estaba por hacer. El precio a pagar por un sueño era caro en Cardolan, y aún en la posible victoria, sabían que no todos volverían.

Khôradur supervisaba los últimos preparativos en el patio de armas, y contaba las tropas a su disposición. Junto a él estaban algunos de los sargentos, así como el jefe de Guardia Walec. Los milicianos se formaban en grupos de veinte, y pronto partirá el ejército de Sil Auressë en formación de columna hacia el oeste, siguiendo el curso del río. El sargento Gaerel se quedará atrás a preparar las defensas de la aldea y del castillo.

Por otra parte, un grupo reducido de hombres dirigidos por Denelloth tratará de alcanzar el claro del bosque donde se halla el monolito, sin que los orcos los descubran. De momento, el sacerdote Norión y Denelloth estaban junto al edificio de la Academia, esperando la llegada del mediano Otho, del enano Ferrim y los demás miembros de la expedición. Russef estaba cerca, listo para partir.

Un pequeño contingente liderado por Eärnil partirá hacia el Paso de la Loma para reforzar ese punto estratégico.

Los hombres formaban, silenciosos, con bastante orden. A pesar de ello, el montaraz notaba la incertidumbre de aquellos milicianos; y el aire era opresivo, con lejanos nubarrones deshaciéndose rápido por la acción del viento. Sintió un angustioso vacío en el estómago. El miedo. Por todos ellos y por sí mismo. Miró al horizonte, hacia el oeste, respirando hondo.

A cierta distancia estaban Khôradur, Russef y Eärnil. Miró de reojo a su lado, a Norión, el anamarta. Inclinó un poco la cabeza hacia él para susurrarle. Tenían una conversación pendiente.

-Benaldamat es el Guardián. Al principio pensé que era una ensoñación, un ser fantástico, pero ahora entiendo que es un elfo de carne y hueso... Bueno, su.. reflejo en el mundo de los sueños, imagino... Comenzó aclarando a Norión aquella pregunta. -Me encomendó llegar con la piedra de Sir hasta el monolito, y encontrarme con él de nuevo. Prometió ayudarnos en la defensa de Sir y de nuestra causa. Nada dijo de esos rituales que pretendéis hacer, pero puede que todo forme parte de un mismo plan... o puede que no. Mis referencias sobre la Dama Finduilas no son las mejores, pero confío en tí, porque creo que buscas lo mejor para Sil Auressë... y para Ayla.

Encogió y estiró la pierna herida varias veces, arrugando el gesto.*

-El monolito puede resultar peligroso para tí, Norión. Es peligroso que emplees tus capacidades mágicas en las cercanías. Cuéntame con más detalles en qué consiste ese ritual para el que necesitas a un enano, y a un mediano -esbozó media sonrisa. -Debemos partir cuanto antes, pero dijiste que debíamos interrumpir un ritual, ¿entendí bien? ¿No podemos anticiparnos? No me gusta la perspectiva de interrumpir un ritual de ese tipo... Y cuanto más tarde nos vayamos, más probabilidades tendremos de encontrar el camino cerrado.

Denelloth mira sus botas, y añade: -También dijiste... ¿Hay varios monolitos como este? ¿Dónde está Ayla, Norión?

Tenía frente a sí los preparativos para una batalla, otra mas. Menos de un año atrás había estado cerca de una, en Metraith, pero no había querido formar parte de ella, y en su pasado había estado en otra, contra criaturas aún mas horribles, y habían perdido, Tyrn Gorthad había sido arrasada por espectros y su príncipe e incluso su orden, destinados al exilio. Mi orden... pertenecía aún a esos eruditos? Ellos no lo veían como a un hermano, no lo habían perdonado, y él ya no los veía dignos a ellos de llevar la pesada tarea de ser emisario de Namo entre los mortales, ninguno había enfrentado tanta oscuridad como él, ellos habían huido a un lugar mas seguro y abandonado a los pocos dúnedain que quedaban en un reino desmembrado y condenado. La desesperanza lo seguía de cerca, y los hombres que tenía delante intentaban con lo último de sus fuerzas hacerle frente.

Luego el montaraz lo sacó de sus pensamientos, dudas y mas dudas salían de su boca, pero no se sintió atormentado por ello, al contrario, estaba esperando esas palabras desde hacía un buen rato -Se poco de ese guardián, tal vez con el nombre podamos buscar algo entre los tomos de la Academia, aunque no queda tiempo como bien dices. Yo iré a la biblioteca en breve, hay algunas cosas mas que debo saber antes de partir, puede que dé con algo acerca de este elfo. Caminemos un poco, los dos padecemos de nuestra pierna, el dolor y las limitaciones nos son frustrantes al principio, pero la vida esta llena de dolor y limitaciones, estas piernas nos permiten darnos cuenta de esta verdad mientras que muchos aún la ignoran- dijo y avanzó con dificultad hacia la entrada de la Academia.

A medida que avanzaban parecía armarse sobre ellos un halo de silencio, todos estaban ocupados en los preparativos y simplemente los ignoraban, y palabras mas pesadas de pronunciar comenzaron a aparecer -Se sin embargo algo sobre este guerrero, se que es el guardián de Sir y se que porta la piedra y que está ligado a ti. Como antes te había dicho, si la otra mitad de la piedra esta en tu mano y te concentras, meditando en este misterio, puedes alcanzar esa tierra onírica donde se conectan. Se también que las palabras que escuchaste son una oración a Yavanna, yo ignoraba que existía algo así, pero al parecer son devotos de esta Valar, y eso no puede ser mas que una bendición... y también eso hace que yo esté dispuesto a proteger aún mas a esa niña, no se que conexión puede tener ella con la hija de Eru. Toma la piedra contigo, ese es mi consejo, y explora sus misterios, ahora o en el camino, tampoco tu tienes mucho tiempo- se detuvo pensativo - esa piedra es un artefacto poderoso, dista mucho de un simple objeto mágico o bendito, no solo conecta con su contraparte y amplifica el poder del portador, como lo hace con la mente de Sir que de algún modo puede alcanzarte aún inconsciente, sino que además puede lograr que un simple ritual se eleve a lo mas alto, como si decenas de sacerdotes invocaran a la vez. Es peligrosa en manos de ellos, pero esta en nuestra manos, y abre posibilidades que no teníamos. Al parecer no estamos tan solos en esta lucha Denelloth, hay fuerzas que nos sostienen y abren nuestro camino, confiemos en ellas- 

-El ritual que se llevó a cabo en el monolito, el cual tu mismo tocaste y fuiste testigo de su poder... ese es simplemente una invocación a su energía primigenia, como si en el corazón de Arda habitase aún una fuerza del origen mismo de esta creación, antigua y poderosa. Hay varios monolitos, muchos al parecer, pero éste es el mas cercano. No es algo maligno, solo primitivo y relacionado con la naturaleza, pero es poderoso y sagrado, y Gothdust  y los suyos se las ingeniaron para corromperlos y usarlos a su favor. Finduilas descubrió que la disposición de éstos monolitos no es casual, siguen a las estrellas de un modo perfecto, y se alinean con ellas en una noche cada año, creemos que esa noche su potencia es extrema, y es la única oportunidad para romper el ritual que se lleva en tantos lados a la vez, tal vez con anular este monolito frenemos todos, es solo una posibilidad amigo, somos humanos y hasta allí llega nuestro entendimiento, lo demás será voluntad y valor...  por lo visto a ti a a mi no nos falta a ninguno de los dos- miró la pierna del montaraz al pronunciar esas palabras, y bendijo la dicha de llevar la carga de su propia rodilla,  su voluntad se ponía a prueba a cada segundo, y su paciencia crecía de un modo que los llenaba de sabiduría... el enemigo no contaba con esa bendición.

-Por último, el Burzum, como lo llaman esos orcos, es una profecía de oscuridad, y es de mucho tiempo atrás. En ella se detalla la lucha entre la dama blanca y el sacerdote oscuro, en el este. Ayla salió hace un tiempo hacia allí, ni Finduilas ni yo lo supimos hasta que fue tarde, ella quiso ir sola e hizo bien, nosotros hubiesemos sido un estorbo, eso esta mucho mas allá de nuestras fuerzas. Esa lucha, ese ritual, sucederá la noche en que se alinean las estrellas con los monolitos, será un momento definitorio en la historia de Cardolan, y tal vez de toda la Tierra Media. El ritual termina con la invocación de un poderoso demonio, tras el sacrificio de una doncella... Sir- Se detuvo al pronunciar ese nombre, ya estaban llegando a la entrada de la Academia y el rostro de Norión se ensombreció.

- Dime, Denelloth, se pueden vencer las profecías? porque en esta perdemos, lamento admitirlo pero eso es lo que dicen los libros. Podemos cambiar lo que esta escrito? y si es así, como hacerlo? a quien consultar? quien puede ayudarnos a vencer esta horda de muerte y decadencia?- miró al montaraz con los ojos enrojecidos, podía verse impotencia en ellos y mucho dolor - Me interesa tu respuesta amigo, yo encontré la mía...- silencio, un largo silencio hubo mientras sus ojos parecían perderse en los del montaraz- No sabemos, depende de nosotros, esa es mi respuesta. Y por ello es que Finduilas y yo estamos haciendo lo que creemos correcto, sin mas guía que nuestro empeño; por eso Ayla fue a enfrentar a ese sacerdote, a pesar de saber que estaba condenada; por eso Khoradur dirige una defensa imposible, con un ejército de aldeanos; por eso iremos tu y yo a ese monolito y cambiaremos el curso de la historia, o moriremos, o ambas cosas... pero certezas? no tenemos, y gracias a eso es que tenemos una chance de no ser derrotados, porque tal cosa no existe-

El anamarta le aclaraba algunos puntos oscuros sobre la pequeña piedra y el monolito, los monolitos, y el montaraz clavaba en él su mirada de cuando en cuando. Sus pasos irregulares resonaban por la academia, aparentemente vacía. Se pararon un momento, cuando Norión habló de profecías. Denelloth no respondió de inmediato. Miró al infinito, luego levantó la cabeza y cerró los ojos, respirando profundamente, como infinitamente cansado. Contestó a Norión con suavidad:

-Haces preguntas difíciles, erudito. Poco sé de tales filosofías. Un hombre me dijo una vez que, si acaso el destino está escrito, no nos es dado a los hombres conocerlo, ni a los más sabios, salvo por malas artes; y me encomendó que me cuidase de semejantes brujerías, pues no traen sino oscuridad y perdición. El caso es que, si no podemos conocer nuestro destino, de nada sirve elucubrar sobre si se cumplirá, y cómo. Y, si poco importa el camino que sigamos, pues nos lleva a un punto predeterminado, ¿a qué angustiarnos por las decisiones a tomar?

Esbozó una sonrisa sin mucho humor. Luego miró al sabio a los ojos, cambió el gesto, furnció el ceño levemente y añadió:

-La marcha hasta el monolito nos llevará unas 10 o 12 horas. Una larga jornada de marcha. Si todo va bien. Tú decides cuándo nos vamos, si es crees que debemos llegar allí en un momento preciso, pero no es un lugar agradable para pasar unas cuantas horas esperando. Dame más detalles sobre lo que quieres hacerle al monolito. Y cuánto tiempo llevará hacerlo, sobre todo. Luego te dejaré seguir sólo hasta la biblioteca. Mientras, yo pasaré por la sala para ver a Sir. Y después por la cocina; no sé cómo aguantáis de pie tanto tiempo sin comer...

El Maestro de la Academia Cerveth cruzó el patio de armas del castillo acompañado de la maestra Edrec. Curudae les había enviado a ayudar a la Dama Finduilas en la búsqueda de respuestas. Vieron muchos soldados y otras personas preparándose para una partida inminente, y a lo lejos vieron acercarse a otros tres: Girion, Ferrim el enano y el mediano Otho.

Khôradur contemplaba con orgullo a los hombres allí reunidos. Sentía de nuevo la sensación de que el combate se aproximaba, un hormigueo familiar que había sentido en tantas ocasiones en el pasado.

Mientras pasaba delante de sus hombres les iba saludando inclinando la cabeza y fijándose en su rostro

Algunos muestran temor, otro orgullo, otro valentía. En el campo de batalla es dónde se verá si son sentimientos auténticos o un engaño de su corazón.

Buscó a Curudae, pero el senescal no estaba

Estará con el consejo preparando las defensas de la aldea, normal por otra parte

En cuanto acabó su revisión, se puso al frente de todos, carraspeó un poco y alzando la voz les habló

-¡¡¡Hombres de Sil Auressë!!!, ¡¡¡hermanos de lucha y combate!!!. Hoy nos encontramos ante algo que tanto habíamos temido, algo que sabíamos que tarde o temprano llegaría, una amenaza para nuestro sueño. El sueño de Sil Auressë. He de confesaros que no me esperaba tan pronto que alguien se alzase contra nosotros, intentando destruir lo que aquí hemos construido, pero también os digo que no se esperan que estemos tan preparados para detenerles

Se detuvo observando a sus hombres durante un instante

-Pero aquí os digo que si quieren aplastar nuestro sueño ¡¡¡lo pagarán caro!!!. ¡¡¡Puede que nuestros escudos se rompan, que nuestras lanzas se partan, que nuestra valentía se quiebre, pero no antes de que su sangre se derrame ante nuestras puertas!!!. ¡¡¡Nuestra determinación y nuestro coraje son tan altos, que antes de que lleguen les haremos pagar diez veces su maldad y su osadía.!!! ¡¡¡Y eso si antes no los enviamos a las sombras de dónde han salido!!! ¿Y sabéis por qué será así? -se calla y mira a sus hombres- ¿lo sabéis?, porque aquí tenemos nuestros sueños, nuestra vida, nuestros seres queridos, y hay cosas más fuertes que un ejército de criaturas malvadas y aceros de espada, nuestra esperanza y nuestro anhelo para ver esos sueños y a nuestros seres queridos crecer y envecejer, y os puedo assegurar, que contra eso ¡¡¡NO PODRÁN!!!

Saca su cimitarra

-¡¡¡POR SIL AURESSË Y POR NUESTRAS FAMILIAS Y AMIGOS!!! ¡¡¡QUE LA OSCURIDAD SUCUMBA ANTE LA LUZ DE NUESTRO SUEÑO!!!

Vuelve a envainar su cimitarra y va a buscar a Denelloth y Norión

Tras encontrar a Denelloth y a Norión les saluda

-¿Cómo estás amigo mío?, ¿listo para entrar de nuevo en combate? -le pregunta a Denelloth- Norión, ¿cómo estáis?. Bien, sólo un par de instrucciones. Confío en que el ejército mantenga la atención del enemigo, pero es posible que vean venir que se enviará a un grupo al monolito, por lo que debéis ser precavidos, ir con sigilio pero ser rápidos, es posible que lo que decida la victoria sea el éxito de vuestra misión. Si salimos victoriosos y no tenemos noticias vuestras seguiremos hacia el monolito.

-Si no tenéis éxito, partir hacia Sil Auressë de inmediato, ir todo lo rápido que podáis e informar a Gaerel. Denelloth, en tal caso organiza la fuga de la niña, por si nuestro fracaso fuese total y fuese necesario ponerla a salvo de las sombras. Llévate a quien consideres conveniente, aparte de las personas de las que hablamos.

Los mira durante unos segundos y sonríe

-No sé que misión es la más dura, si la vuestra o la mía, pero me gustaría poder acompañaros. Creerme que intentaré retrasar al enemigo todo lo que pueda, mantenerlo ocupado, y si es posible derrotarle. Vosotros centráos en el monolito. Muy posiblemente esté en vuestras manos no sólo nuestro futuro, sino el de todo Eriador.

-He de seguir dando instrucciones, ¡que los Valar os guíen y protejan!

Khôradur buscó a Gaerel y tras encontrarlo se le aproximó y le sonrió

-¡Buenas Gaerel! ¿cómo estás?. Lamento tener que dejarte aquí, tu consejo y experiencia me habrían sido muy útiles pero necesito a alguien como tú al frente de las defensas de Sil Auressë en mi ausencia. Bien, un par de cosas. Ten listo a un mensajero para informarme de si hay contratiempos o sois atacados. Si salimos victoriosos y no tenemos noticias del grupo de Denelloth seguiremos hacia el monolito, pero enviaré mensajeros informando de nuestra victoria, igualmente, si somos derrotados intentaré enviaros un mensajero y nos replegaríamos aquí. Tener listo todo, defensas, atención curativa, provisiones....tenemos que estar listos para lo peor, pero con la esperanza de que sólo llegue lo mejor.

Tras unos segundos en silencio Khôradur prosigue

-Otra cosa....si llegado el caso fracasamos totalmente intenta salvar a todos los que puedas. Habla con Carumirë, el arquitecto, encontró un paso bajo el castillo que estaba habilitando como salida, os permitirá sacar gente de Sil Auressë sin que el enemigo lo descubra, al menos por un tiempo. Hacer pequeños grupos, cada uno con algunos soldados para que los protejan y que huyan hacia donde puedan. Metraith sería un buen lugar. Que de los primeros parta el grupo que ha de llevar a Sir, es la más importante de todos y la que tendría que ponerse a salvo por encima de cualquier otro.

Suspira con resignación

-Confío en nuestra fuerza y determinación para que el peor de los supuestos no llegue nunca a cumplirse, pero la oscuridad es poderosa y no podemos bajar la guardia. Bien Gaerel, informame ¿estado de tropas?, ¿defensas?, ¿hay algo que quieras comentarme o preguntarme?

Norión y Denelloth estaban hablando en voz baja, algo apartados, cuando Khôradur se les acerca. El montaraz recibe el saludo del Lugarteniente con una sonrisa, mirándole a los ojos, y un asentimiento, mirándose la pierna. Vuelve a asentir varias veces cuando da sus instrucciones. Ya había pensado apartarse del contingente principal para pasar desapercibidos, y ser rápidos y sigilosos. Pensó que difícilmente volverían si no tenían éxito, y la amargura se plasmó momentáneamente en su rostro, pero se guardó el sombrío pensamiento. Suspiró cuando el umbareano insistió en la importancia de su misión.

-Así lo haremos, Khôradur. Quieran los Valar que tengamos éxito. Y me encargaré personalmente de proteger a Sir, si se presenta la circunstancia -aseguró.

-Norión y yo hablábamos sobre los detalles -continuó, abarcando al sabio sacerdote con un gesto de la mano y una mirada. -Le preguntaba si debemos realizar esas tallas sobre el monolito en el momento determinado marcado por las estrellas, o si es posible hacerlo cuanto antes. Prefiero sin duda la segunda opción; no sólo porque puede reducir el derramamiento de sangre entre los nuestros, también porque puede que el claro del monolito esté demasiado frecuentado en ese momento tan especial.

Luego volvió a dirigirse al Lugateniente: -¿Quieres que nos ocupemos de exponer la misión a Ferrim y a Otho, o prefieres hacerlo tú?

Norión asintió a las palabras del Lugarteniente y se acercó cuando el montaraz hizo su gesto con la mano. Había algo del plan que no le cerraba, pero no era su lugar dar soluciones tácticas, estuvo a punto de expresarlas cuando el nombre del enano se mencionó y su rostro palideció aún mas, titubeo sin disimulo - Khoradur, se hará como usted dice, aunque me preocupa el hecho de que tal vez perdamos la vida en el intento de detener el monolito, quiero decir, si fallamos probablemente sea porque hemos muerto porque daremos hasta el último aliento para lograrlo, y si así fuese  nadie regresará y no habrá modo de que salvemos a Sir... además si la batalla no nos es favorable, será mucho mas difícil sacar a Sir de aquí que si lo hacemos antes.... disculpen caballeros, son temas que no domino y no intento poner mas preocupaciones en su mente, solo que creo que debemos estar preparados para lo peor y actuar en consecuencia- le incomodaba hablar de ese modo a esos héroes de guerra, porque así los consideraba, pero se sentía obligado a advertirles de su sospecha

- Khoradur, respecto del enano y el mediano, creo que sería mas apropiado que quien esta al mando les informe, estoy seguro que lo tomarán diferente- por supuesto que lo tomarán diferente, pensó. - Es buen momento para contestar las dudas que me planteo, Denelloth, tal vez le sirvan a ambos. Con Cerveth averiguaremos la fecha exacta de la batalla de Ayla con el sacerdote oscuro y hablaré con Finduilas en breve para asegurarnos de que sea posible detener el ritual antes en lugar de esperar a ese día, aunque lo dudo. Por otro lado, el monolito tiene tal poder que no hay objeto forjado por hombres que pueda siquiera hacerle mella, pero no ocurre lo mismo con los forjados por elfos y enanos, si estos son lo suficientemente poderosos. Me consta que Ferrim dispone de un cincel apropiado, y eso puede ser de utilidad para grabar ciertas runas sagradas sobre su superficie para que contengan su poder, de lo contrario, lo mas probable es que necesitemos del arma de un elfo para destruirlo - miró al montaraz en silencio, prefería evitar la segunda opción.

Khôradur escuchó con atención a Norión y a Denelloth, asintiendo ante sus palabras

-Les hablaré yo, pero venir conmigo, eso reforzará mis palabras y podréis completarlas en caso de que me deje algo, ya que mucho hay ahora en mi cabeza que me impide centrarme en según que cosas

Les miró fijamente

-Doy por sentado que si fracasáis es posible que no volvamos a vernos, pero confío que, incluso si la misión falla, podáis salir de allí para avisarnos y cumplir el resto de tareas, pero confío en que tengáis éxito, que todos tengamos éxito. Muchas vidas dependen de nosotros en este momento tan aciago. Busquemos a Ferrim y a Otho

Khôradur se acercó al grupo de Otho, Ferrim y Girion. Detrás del lugarteniente umbareano se encontraban Norion y Denelloth...

Me preparo cuidadosamente para el encargo, mande llamar a un par de arqueros, un cazador y un lancero. Me hice con varias tinajas de aceite y las cargue en mi caballo, cuerdas, antorchas y municion. Iba a haber una Buena fiesta,pense con malevolencia, y seguro que yo iba a estar invitado.
Fui a reunirme con Russef para comentarle mis ideas para esa celebracion.

Khôradur se aproximó al grupo y les saludó

-¡Saludos amigos míos!. ¿Estáis preparados para entrar en acción? -El tono del lugarteniente era amable, casi eufórico, pero en su mirada se podía ver la preocupación que inundaba su mente - Otho, Ferrim, me alegra veros, porque precisamente os estaba buscando para proponeros algo. -Se detuvo unos segundos- No es sencillo ni agradable lo que os voy a proponer, y tal vez requiera de un gran sacrificio, pero en esta hora tan sombría necesitamos de toda la ayuda posible. Si os negáis lo comprenderé, y más teniendo en cuenta que no nos debéis nada, todo lo contrario.

Se detuvo de nuevo observándolos fijamente

-Os resumo la situación y vosotros decidiréis. Vamos a enviar a un grupo pequeño a una zona alejada de aquí, allí se encuentra un monolito, un monolito que albergar un poder ancestral y el cual está siendo usado con malas artes. Todo lo que está pasando está relacionado con ese monolito y creemos que si conseguimos librarle del mal que lo está usando, o en el peor de los casos, destruirlo, el mal que nos rodea, si no es destruido al menos quedará debilitado. Para ello habrá que tallar posiblemente unas runas, por eso hemos pensado en vos, Ferrim, hijo de Ferric, ya vuestro pueblo es diestro y rápido en la talla de la piedra. También me han pedido que les acompañéis Otho.

Se vuelve a quedar en silencio

-Pero no os engañaré, es una misión muy peligrosa, habrá que soltear al ejército oscuro que intenta destruir a Sil Auressë y aún obteniendo éxito en vuestra empresa y eliminando el peligro del monolito, nada os dice que consigáis volver. Norión y Denelloth irán en este misión, así como unos pocos más. Necesitamos de vuestra ayuda, tal vez gracias a vosotros, de una manera que aún no somos capaces de ver, obtendremos la victoria.