Partida Rol por web

Sil Auressë

[15.4.6] El Búho de las Quebradas

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17/09/2016, 19:25
Director

Con la llegada de una nueva noche apareció de nuevo la niebla. Era su segunda noche en el Viejo Camino Verde, no muy lejos de las Quebradas de los Túmulos. Benaldamat viajaba con Rashat como único compañero desde que se despidió de Alerian en Bree.

El asesino nunca había sido muy hablador, pero a Benaldamat no le molestaba. En sus largos viajes, había aprendido a confiar en su habilidad y su pericia. Después de cenar, cuando Rashat se quedó despierto para hacer la guardia, Benaldamat podía descansar y meditar tranquilo.

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17/09/2016, 19:26
Director

Desde el encuentro en la visión con Denelloth, el guerrero onírico estaba cada vez más preocupado y pensativo. Había tantas cosas que no comprendía, y estaba claro que algo extraño estaba sucediendo, y que de alguna forma Enila estaba en peligro.

El montaraz seguramente ya llevaba la otra mitad de la piedra lunar, y estaba de camino al monolito con un grupo de personas. Pero había demasiadas preguntas sin respuestas.

Benaldamat respiró hondo, tratando de entrar en trance. Fuera, en la noche de las Quebradas de Tyrn Gorthad, se escuchaba el sonido de un búho solitario.

Benaldamat abrió los ojos, y se encontraba de nuevo en la gélida llanura de su Yána, seguía escuchando al búho. Formaba parte de su visión…

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25/09/2016, 21:36
Benaldamat

El Guerrero Onírico se esforzaba en luchar contra la ansiedad que le ocasionaba el saber que Enila podría estar en peligro. Pero debía concentrarse, debía saber qué estaba pasando. El Guardián realiza un hechizo Olfain, y comienza con su ritual de espada, entrenando en su Yàna para liberar tensión, despejar su mente y poder concentrarse mejor. Benaldamat está satisfecho con su entrenamiento. Tiene el pelo pegado a la frente por el sudor, está relajado. Las runas de su Klavir, comienzan a emitir un tenue brillo que lentamente va incrementando en intensidad, reflejo del esfuerzo y la concentración. De pronto todo el frío desaparece, todos los elementos que le rodean están borrosos. El Guardián ya solo puede distinguir formas, y claros colores que comienzan a oscurecerse, todo da vueltas, es grande el esfuerzo de Benaldamat. Su cuerpo se agita violentamente, pero nadie puede despertarlo. En esa agitación se oye un grito… ¡¡¡¡NAAAARRRRRSSSSSSSUUUUUUUUUUUULLLLLLLLLLL!!!! De pronto Benaldamat vuelve a estar en las ruinas de la biblioteca de Annuminas, separándose de Nimdraug y de su tío. Su última lucha juntos, o tal vez no… Ve los rostros agotados de los amigos mirándole para que los guíe en la búsqueda de la salida, pero Benaldamat ya sabe el final de aquel día.

La cabeza del Guardián da vueltas de nuevo, y de pronto todo se congela. Sus amigos, el grito de Nimdraug, su propia respiración… Ahora ya sabe lo que tiene que hacer. Desde este momento, Benaldamat intenta llevar la visión a  Sil Aüresse. El día del eclipse tal vez sea la clave…

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06/10/2016, 14:20
Director

¡¡¡¡NAAAARRRRRSSSSSSSUUUUUUUUUUUULLLLLLLLLLL!!!!

El grito desconsolador del pasado se mezcó con las emociones del presente en la mente del Guardián. Aquí en el Reino de Irmo el tiempo se convertía en uno, en eterno. Era el Señor de las Esperanzas. No existía ni pasado ni futuro, tan solo realidades infinitas que convergían de alguna forma distorsionada en la mente del guerrero.

Recordó el día del Eclipse. Tantas realidades se cruzaron entonces. Unos futuros se convirtieron en hechos. Otros desaparecieron para siempre. Con el paso inexorable de ltiempo, incluso el recuerdo de lo que pudo haber sido desvanecería. No obstante, en el Reino de Irmo seguiría estando y existiendo, ya que no había ni principio ni fin aquí.

El pensamiento de Benaldamat viajaba hacia Sil Auressë cruzando con velocidad el camino que aún le queda en el mundo físico. Pudo distinguir el paisaje desde las alturas, y entonces se dio cuenta. Sus ojos eran los de un búho, que batía sus alas volando hacia algún lugar. Cruzaba mesetas y ríos, sobrevolaba granjas y caminos. Y entonces llegó hasta un montículo donde se hallaba una solitaria cabaña.

Tras dar una vuelta alrededor, aterrizó en lo alto de lo que parecía una plataforma en el tejado. Y desde allí, observó.

- Tiradas (2)

Notas de juego

tirada de controlar visión con descripción en el siguiente post por favor

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12/10/2016, 21:33
Benaldamat

El Guardián, mira a su alrededor sin entender dónde está. Pero entiende que si Irmo lo ha enviado a este lugar, debe ser importante. Benaldamat se concentra intentando sentir todo lo que le rodea, agudiza sus sentidos para no perder detalle, esforzándose por mantener la visión por encontrar la clave de lo que le pasa a Enila. El pensar en Enila, da fuerzas al Guardián el cual se pone a observar desde el punto privilegiado de la altura lo que pasa alrededor. Pero tal vez la clave no esté fuera sino dentro de la cabaña… La tensión se dispara, debe decidir dónde ubicarse. Da un último vistazo a su alrededor buscando algo, dispuesto a bajar después a una ventana que le permita ver qué pasa dentro de la cabaña…

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mira que antes de tirar pensaba, se me va a ir a tomar por culo al visión... Me cago en el programa, ¿es que no me ha dado ya suficientes pifias?

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12/10/2016, 22:04
Director

La visión se perdía por momentos, y Benaldamat se notaba agotado y exhausto. No podía controlar al animal, y estaba convencido de que perdería el vínculo. No obstante, sucedió algo extraño. El búho se quedó quieto como una estatua, y de alguna forma permitió al espíritu de Benaldamat seguir presente, apoyando la canalización. Había otro vínculo ya formado en el animal, y ese vínculo comunicaba con la piedra de Enila.

El ave se encontraba en un pico de la plataforma elevada de la cabaña. Era como una atalaya para ver los alrededores. La imagen era algo nublada, pero Benadamat vio a un joven dúnadan al que no conocía. No se acercaba al búho, pero tampoco le extrañaba su presencia. El joven se asomó para ver mejor la parte de abajo, y a continuación bajó de prisa por las escaleras.

El búho giró su cabeza, y Benaldamat pudo ver a varias personas acercándose a la cabaña. Los veía desde arriba, y la visión se emborronaba. Reconoció al montaraz Denelloth, y a su lado había otro hombre vestido con una túnica oscura que andaba con dificultad. Y otros que no lograba distinguir.

En la cabaña se habían reunido unas seis personas.

- Tiradas (3)
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25/10/2016, 20:42
Benaldamat

Enila... piensa el Guardian.

Con un esfuerzo tremendo, intenta que la criatura remonte el vuelo para posarse en el suelo justo delante de Denelloth. Lo mira por unos instantes directamente a los ojos, fijamente, y remonta el vuelo nuevamente. En su lugar en el suelo, hay una pequeña piedra...

Una vez hayan entrado todos en la cabaña, el Guardián dirige a la criatura a una rama cerca de alguna ventana desde la que poder ver y oir que pasa dentro...

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27/10/2016, 09:22
Director

El búho abrió sus alas y comenzó a volar. No se alejó demasiado de la cabaña, y pronto buscó un lugar donde aterrizar. Era como si entendiera los deseos de Benaldamat, aunque el Guerrero Onírico no podía controlar sus movimientos ni los detalles de la visión que se volvía borrosa por momentos, y parecía dar saltos extraños…

De repente el búho estaba en el suelo. Benaldamat vio la cabaña y algunas personas pero eran siluetas borrosas que se movían de forma errática. No podía oír lo que decían, solamente escuchaba el gélido viento de las tierras nevadas del norte. Pero pudo distinguir al hombre cojo encapuchado. Estaba agachado junto a otro que se hallaba sentado con la espalda apoyada en la cabaña, con graves heridas. El color carmesí de la sangre era brillante en medio de la visión distorsionada y borrosa. Era como si la vida le abandonara lentamente ante la atenta mirada y cuidados del otro señor. Entonces Benaldamat vio corrientes azules de magia saliendo de las manos del encapuchado, y cómo esta energía se adentraba en el herido. No lograría sanarlo, pero sí le calmaba su dolor.

Esas corrientes de brillo azulado hicieron que se percatara de que el búho se encontraba en medio de lo que parecía un círculo dibujado en el suelo del que también emanaba una energía azul. Desde dentro del círculo, Benaldamat era capaz de ver cosas invisibles para la mayoría. Pudo ver la magia, y algo más. Formas espectrales que no pertenecían al mundo de los vivos. Un umbral se abría delante del herido, y pronto su alma cruzaría más allá de los Círculos del Mundo.

Junto a ese umbral, vio fugazmente al Lobo Blanco. Como si hubiera venido a escoltar al muerto hacia el mundo desconocido que le esperaba. Entonces el búho giraba la cabeza con movimientos rápidos y bruscos, y Benaldamat perdió su orientación y le costó recuperar la visión.

Finalmente logró centrar la vista del búho en la ventana de la cabaña. Allí vio la figura de Denelloth. El montaraz estaba observando desde la ventana, y pronunció algunas palabras dirigidas a otra persona dentro de la cabaña. Todos estaban dentro, excepto el herido y el hombre que le atendía. El búho aún seguía dentro del círculo, y el animal dio unos pasos hacia delante en el suelo y se acercó a una piedra. Denelloth le observaba…

- Tiradas (2)
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27/10/2016, 21:45
Benaldamat

En el momento que mira a Denelloth a los ojos, el Guardián se da cuenta de que éstas no es una visión corriente. Lo que está pasando está ocurriendo en este momento y esta vez es Enila la que ha traído a Benaldamat… El corazón le late con fuerza porque Enila está viva, y lo ha traído aquí porque aquí es donde puede ayudarla. Los pensamientos se suceden con rapidez en la mente del Guardián. Las personas que ve son la última defensa de Enila, son quienes tienen que ir al monolito a destruir la oscuridad que acecha a Enila. Son su esperanza…

En ese momento una voz resuena en la mente del Guardián “Su poder es tal, que puede restañar todas las heridas de un cuerpo mientras le quede un álito de vida…” Las imágenes de Üinen convocando a la Logia, Mi Señor Nestador curando a Thelran se suceden en la mente del Guardián. Al hombre herido se le acaba el tiempo, y eso reduce las posibilidades de Enila.

Benaldamat mantiene al animal dentro del círculo mágico, y con la mirada en Denelloth y la piedra cogida en la pata la aprieta y agacha levemente la cabeza, como si fuera un saludo, esperando que Denelloth lo entienda y apriete la suya. Benaldamat necesitará toda la fuerza posible para lo que tiene que hacer…

Enila es la guía de Benaldamat, es su compañera de viaje, es su alma gemela y no puede perderla.

Benaldamat se concentra mientras observa al hombre gravemente herido mientras las palabras comienzan a salir de su boca:

- Oh! hermanos, en la hora oscura necesito de vuestro auxilio, porque sin vosotros soy débil y es en esta hora cuando mi camino se decide. Somos uno en nuestra sagrada misión, y mi guía está en peligro. Como uno os pido ayuda, porque ayuda podéis dar. Iluminadme con vuestra luz, y prestadme la fuerza que necesito para ayudar a esta alma, protectora de mi esperanza…
- Oh! hermanos, Benaldamat os llama, el último de los elegidos de entre el pueblo de los Lossoth, el último de los hombres mortales de nuestra logia. Apiadaos de mí en este momento de necesidad y darme la luz que necesito para poder dar el siguiente paso en mi camino.

Notas de juego

Benaldamat lanza una combinación de los hechizos Olfain, Olos I, Makwet y el hechizo Nyarnuru, para convocar a los grandes sanadores de la logia e intentar salvar la vida del hombre herido para aumentar las posibilidades de Enila...

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30/10/2016, 10:13
Director

Benaldamat se concentró en todo lo aprendido durante su Sendero. Al invocar el poder de Olfain, notó en seguida que el círculo aumentaba el alcance de sus hechizos. Fue capaz de crear su visión blanca dentro del mismo círculo, y tomar cierto control de la visión allí. Pero fuera, las personas y los hechos se sucedían sin que pudiera guiarlos. Entonces comprendió sin lugar a duda. Lo que estaba viendo era el mundo físico, y efectivamente estaba todo ocurriendo en ese momento.

Mientras seguía concentrado, vio al hombre encapuchado levantarse del suelo, y con gesto solemne descubrir su rostro. Un rostro pálido e incluso aterrador para muchos, pero en ese momento era el representante de un poder divino. Benaldamat comprendió que el herido acababa de fallecer, y que el hombre encapuchado debía ser un sacerdote al servicio del vala Námo, al que también se llama Mandos.

Desde su posición, el Guerrero Onírico invocó a las fuerzas de su Logia. Necesitaba contactar con ellos. Necesitaba pedirles ayuda. Su gozo fue enorme cuando obtuvo respuesta en seguida. Detrás del búho, en el centro del círculo, se formó una visión de la Sede de la Logia. Pudo ver fugazmente a Arandir, que había sido casi un padre para él en sus primeros años. Le vio emocionado al recibir esa visión de Benaldamat. Pero no fue Arandir quien respondió a su llamada…

Lentamente, en el mismo claro, un torbellino azul comenzó a formarse. La visión de la Logia desapareció, y en su lugar Benaldamat pudo ver los últimos instantes de la vida del guerrero herido. A través de sus ojos, la visión consistía en una banda de orcos apuntándole con los arcos, y disparando flechas. También se mofaban de él, pero en las voces de los orcos había miedo. Un chamán primitivo con un tambor se asustó al notar el poder de este círculo y también el poder del Lobo Blanco. Porque el lobo custodiaba este lugar, y su fuerza era grande ante los desafíos del Mundo de las Sombras.

- Tiradas (4)
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30/10/2016, 10:54
Director

La visión Nyarnuru continuó, y el guerrero ya se hallaba tumbado. Vio a varios jóvenes cuidando de él. Jóvenes cuyos rostros no conocía, pero que ahora ya podía ponerles cara a las siluetas de las personas que habían entrado en la cabaña. El guerrero había luchado solo, y había ahuyentado a los orcos. Ningún orco se había atrevido a entrar en la Cabaña. Había luchado solo, pero no moría solo, sino rodeado de amigos y compañeros.

Benaldamat, a través de los ojos del muerto, vio al sacerdote de antes. Vio el instante de hace unos pocos minutos, y pudo escuchar sus palabras.

Hijo de Tulkas, los Valar te han bendecido, acompáñanos a la difícil tarea que tenemos por delante, recibe la fuerza que viene de lo alto y toma la decisión...

Y pudo ver con los ojos del guerrero cómo se abría el umbral de la muerte, y pudo sentir el misterio que todos los humanos tarde o temprano reciben. El alma del guerrero se mantuvo suspendida en ese umbral, y Benaldamat comprendió que aquel hombre había sido capaz de ver lo invisible antes de cruzar. Había visto al Lobo Blanco custodiando su partida de este mundo. Había visto al Búho de las Quebradas transportando el alma del Guardián Benaldamat. Había sentido el poder de la piedra que transportaba Denelloth. Y había notado la fuerza del Círculo que protegía este lugar ahora sagrado por la voluntad de los Valar. Irmo, Namo, Tulkas y Yavanna se habían hecho presente. Y  gracias al poder de Olortië, Benaldamat lo había podido vivir y sentir.

Emocionado, el guerrero onírico se centraba nuevamente en la visión. En su corazón, un pequeño atisbo del infinito misterio del Don de Ilúvatar se abría para él. La muerte era parte esencial de Olortië. El Camino de las Visiones.

El guerrero moribundo había escuchado alguna conversación del interior de la cabaña. Por fin, Benaldamat pudo escuchar al grupo.

La voz era la de uno de los jóvenes. Pero las palabras eran profundas y por fin se abrió un manto oscuro que le permitió a Benaldamat ver parte de la luz…

- ...habrá que buscar el lugar donde pertenece la niña... en el Mar Circundante, más allá de Forochel, donde ningún hombre habita.

- Como ves, y cito a la princesa Finduilas, "hay una luz tenue más allá de la oscuridad que se avecina. Una esperanza para ella más allá de la muerte. De repente, algo del futuro nos vuelve a pertenecer".

- Si Gothdush centra su atención en Sil Auressë por un par de días, favorecerá nuestra cuasa, permitiéndonos derribar el monolito o por lo menos desactivarlo. Pero si embiste con toda su fuerza y derrota a Khoradur, no nos quedará otra ocpión que llevarnos a la niña…de ahí que venga yo en esta misión y que lleve conmigo a mi fiel compañero Viento. Es más importante de lo que pensamos, es el seguro de vida de Sir en caso de que fracasemos. Y si yo no puedo ir por...por cualquier causa, tú Denelloth ocuparás mi puesto y salvarás a Sir.

- Tenemos sin embargo un aliado mas, el Guardián de la Piedra, el elfo que protege a Sir desde el mundo de los sueños... Benaldamat. Tú, Denelloth, puedes contactar con él. Si fuese necesario, prometió manifestarse y destruir el monolito... ésta sí que es nuestra última esperanza...pero por lo menos es una esperanza

Benaldamat se emocionó al comprender que ellos también estaban tratando de salvar a Enila, a la que llamaban Sir.

Entonces, a través de la visión Nyarnuru y del guerrero herido, recibió las últimas palabras que escuchó en este mundo. Las pronunció el sacerdote en un susurro:

Has optado por cruzar el umbral, no te culpo, a mi mismo me hubiese gustado acompañarte 

La visión desapareció, pero aquel torbellino que se había originado siguió, y de allí surgió la figura de uno de los maestros de la Logia.

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30/10/2016, 10:55
Director

El Maestro de Armas, el hermano que había luchado junto a Malaakh en la Tierra Negra. Helqualië fue el elegido para entrar en la visión de Benaldamat a través del hechizo Makwet. Había compartido también la visión de la muerte, la Nyarnuru, y comprendía a grandes rasgos la situación. Aunque era posible, como bien sabía Benaldamat, que la información de Helqualië fuera la que ya conocía la mente de Benaldamat. Así eran los designios de Irmo, el Señor de las Esperanzas.

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30/10/2016, 10:56
[FW] Helqualië

-Tu Sendero te ha llevado a un lugar inesperado, hermano Benaldamat, le dijo el maestro y su mirada recorrió la Cabaña. La fuerza de su Olortië era grande, y él vio a Benaldamat como el Guerrero Onírico que era. Por lo tanto, del búho emergió la figura de Benaldamat y pudieron hablar ataviados con esa fána.

Entonces el Lobo Blanco se acercó al Círculo, y se sentó a observar a los dos seres luminosos que debatían en el interior. Además, el Búho seguía presente, a los pies de Benaldamat. También era, por lo tanto, una criatura conectada al Mundo de Irmo. Aunque a diferencia de los otros, el búho sí tenía forma física.

-El final de este camino, como el de tantos otros, se nos esconde. Pero es el camino que tu corazón de pide que sigas, ¿no es así?

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04/11/2016, 22:05
Benaldamat

Benaldamat muestra un gran respeto ante la respuesta del Maestro Helqualië. En la anterior gran decisión de Benaldamat, fue él quien acudió a su llamada, quien se mostró como un hermano, como un amigo... El Guerrero Onírico está abrumado. Enila, la muerte de uno de sus defensores, Yavanna, Irmo, Mandos y Tulkas que se habían hecho presentes, el lobo blaco que se le había aparecido cuando compartía su camino con Nimdraug, Arandir, y ahora Helqualië. Sus últimas palabras resuenan en la mente del Guardián "de todas las personas, de todos los hermanos, si tuviera que volver a entrar en la Tierra Negra, sin dudarlo sería contigo..."

- Maestro Helqualië (pese a la conversación que mantuvieron hace un tiempo, pese a la cercanía que muestra el Maestro, el respeto inculcado a Benaldamat le impide dirigirse al Maestro de otro modo) me honra que nuevamente acudáis a mi llamada en este momento de necesidad. Habéis podido ver a través de mis ojos lo que ha pasado. En nuestro anterior "encuentro" debía tomar una gran decisión, y solo con su apoyo logré adoptarla. En ese momento sellé un nuevo camino desconocido para todos, pero siento que está ligado a ella... Mi alma, mi mente, mi corazón se sienten conectados con ella y ella compartirá mi camino. Pero sin Enila, ante mi se abre un abismo. Ahora me necesita, y debo ayudarla. No tengo tiempo de llegar a ella físicamente, pero sé que hay otros caminos. Vi con mis ojos como el Maestro Nestador era convocado por Huinen y curaba graves heridas de mi amigo Nimdraug. Se hizo presente en aquel momento, pese a que no llegó a abandonar la Logia.

Hay más del camino, más del sendero, más del Olörtie que debo aprender, y no puedo hacerlo solo. El tiempo apremia, y se me escapa de las manos como el agua que se intenta atrapar, y con cada gota que se escabulle ella está más lejos de mi. Ayúdame Maestro Helqualië.

Benaldamat agacha la cabeza en señal de respeto y sumisión, esperando sus palabras.

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06/11/2016, 19:53
[FW] Helqualië

Helqualië observó a Benaldamat, y meditó las palabras del Guerrero. -El Olortië está lleno de dudas y preguntas, y las respuestas las tenemos en nuestro corazón. Por la gracia de Irmo y de Yavanna, se nos permite un manejo de un poder muy grande. Pero no debemos olvidar que el poder no proviene de nosotros. Somos meros instrumentos de la voluntad de los valar a los que servimos. Al mismo tiempo, el poder de Olortië no está limitado por nuestros conocimientos. Como instrumentos, podemos canalizar un poder superior si así lo desean nuestros Señores.

Miró alrededor, y entonces vio al búho junto a la piedra, cerca de Benaldamat. Estaba tocando una piedra, tal y como había pedido Benaldamat. Ahora, ante la ausencia del espíritu del Guerrero Onírico, se encontraba algo confuso. Más lejos, tres hombres cargaron con el cuerpo sin vida del hombre que había fallecido. Le iban a dar sepultura. Y entonces salió el montaraz...

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06/11/2016, 20:03
Director

Denelloth se acercó al búho, y se puso de cuclillas con cierta dificultad. Su cuerpo había sufrido heridas muy graves hace tiempo, y otras eran más recientes. En el mundo de Irmo, Benaldamat pudo sentir la fuerza vital de cada uno y la energía de su fana o cuerpo.

El rostro del montaraz estaba serio y pensativo. Trataba de entender algo que se escapaba de su comprensión. Tocó la piedra con la mano, y respiró hondo y lento. Como si estuviera meditando. Entonces Benaldamat notó cómo el dúnadan comenzó a canalizar el poder de la Naturaleza. Con cierta maestría manejaba esas corrientas mágicas, que además se acentuaban dentro del Círculo donde se encontraban. La piedra se iluminó con una luz azulada visible solamente en el mundo de Irmo.

Estaba intentando averiguar algo más de la piedra que estaba tocando el ave.

Mientras tanto, Benaldamat se hallaba al lado pero al mismo tiempo inalcanzable. Estaba en otro plano, y su forma no era más que una proyección invisible para Denelloth. Pudo ver un tenue brillo cálido desde un punto del montaraz, y comprendió que debía ser la piedra de Enila que guardaba el montaraz en su bolsillo.

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06/11/2016, 20:10
[FW] Helqualië

-Está intentando conectar con este mundo a través de la piedra. Pero ésa es una piedra normal y corriente, comentó Helqualië. -Necesitas tener un foco, una conexión.

Luego miró al búho. -Puedes intentarlo con esa piedra, pero duda que sea capaz de canalizar suficiente poder como para establecer una comunicación. No obstante, el búho ya tiene una conexión con él. Están vinculados de algún modo.

Benaldamat se sentía capaz de retomar el cuerpo del ave, y usarlo para comunicarse en el mundo físico. Pero estaría limitado por la propia forma física del animal. No obstante, tal vez el montaraz pudiera entenderlo. Parecía tener una afinidad especial con el búho en el mundo físico. 

-En este plano, nuestra reserva de poder se multiplica. Somos parte de esta energía, somos parte del tejido de esta realidad. Para proyectar ese poder al mundo físico, se necesita un foco. De momento, tu única conexión con el mundo pasa por ese búho y esa piedra lunar, dijo refiriéndose a la piedra que portaba el montaraz, que era la otra mitad de la piedra que tenía Benaldamat. -Ahora mismo te encuentras en un lugar sagrado, y dentro de un círculo mágico. Es un bueno momento para crear una conexión. Más tarde, en vuestro destino, tendrás que volver a hacerlo. Porque el final de este camino que has emprendido te llevará a otro círculo de poder, a un monolito ancestral en un claro.

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08/11/2016, 19:08
Benaldamat

El Guardián comprende la lección del Maestro, y se da cuenta de que en este momento puede intentar entender lo que debe hacer en el momento clave, cuando los defensores de Enila se encuentren ante el monolito... Mira a los ojos al Maestro Helqualië, escuchándolo con atención para a continuación observar a la criatura y al montaraz. Es el momento.

El Guerrero Onírico hace acopio de toda la fuerza posible para volver a coordinar sus movimientos con la criatura.

Nuevamente Benaldamat volvía a ver a través de los ojos del búho lo que ahora estaba ocurriendo. Ve como Denelloth está agachado junto a él, tocando la piedra, concentrándose en la piedra. Entonces el Guardián intenta que el búho agarre con su pata un dedo de la mano mutilada de Denelloth, y cuando vuelva a tener su atención, trata de situar a la rapáz al lado del bolsillo donde Denelloth guarda la piedra lunar y comienza a tocar con su cabeza y/o con su pico el bolsillo en el que tiene la piedra lunar, buscando la piedra lunar...

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08/11/2016, 19:40
Director

Benaldamat volvió a unir su fëa con el cuerpo del búho. El proceso era complejo y le desorientaba bastante tanto a él como al animal. Por momentos, perdió la noción del tiempo. Cuando logró concentrarse de nuevo, el campo de visión se había reducido ya que ahora contemplaba las cosas a ras de suelo. Pero seguía viendo las cosas tanto del Mundo de Irmo como del mundo físico. Pudo ver a lo lejos al Lobo Blanco, pero el maestro Helqualië había desaparecido.

No sabía el tiempo que había pasado. Tal vez unos minutos, tal vez más. Ahora Denelloth se hallaba a unos pasos, en la parte central del círculo mágico, y ¡había sacado de su bolsillo la piedra de Enila!

La estaba palpando, y miraba fijamente al búho. Muy despacio, colocó la piedra en el centro del círculo. Estaba en calma y Benaldamat pudo sentir cómo su fëa trataba de comunicarse con la realidad del Mundo de Irmo. Estaba canalizando las energías de la Naturaleza hacia la piedra dentro del círculo de poder. Era el momento de establecer el vínculo entre los dos, pero ninguno lo había hecho antes.

Denelloth miraba expectante en busca de una señal, de algo... Y el búho comprendió por fin lo que Benaldamat le había pedido y dio pasos hacia el dúnadan.

- Tiradas (2)
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10/11/2016, 22:17
Benaldamat

Benaldamat, busca sentir la conexión entre el animal y Denelloth. Benaldamat al ver la piedra lunar intenta que la criatura se acerque a la misma, buscando fundir ambas energía para intentar comunicarse con el montaraz. Se concentra en la criatura, en la piedra, en el círculo sagrado y en Denelloth.

Su mirada se cruza de pronto con el lobo blanco, y en su mente se dibuja un recuerdo de la visión en la que unas líneas rojas que se formaron en la nieve fueron guiando al Guardián hasta encontrar al lobo blanco... De pronto lo ve claro, siente la conexión que los une a todos, como si fuera una fina cuerda que tiene que seguir con cuidado para que no se rompa, un cuerdecilla de energía que le señala el camino que tiene que seguir. 

El Guradián intenta guiar a la criatura para que coja con una pata la piedra y se acerca a Denelloth hasta tocarlo, buscando una conexión física y mística que le ayude a manifestarse, a ser visible para el montaraz, tal y como el Señor Nestador lo hiciera hace un tiempo.

Entonces canaliza su energía poco a poco a través de esa "cuerda" de energía que los une a todos hasta llegar al montaraz...