Partida Rol por web

Sil Auressë

[17.2.3] El Hogar de Gwaith-i-Mírdain

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06/10/2017, 22:32
Ayla

Ayla observaba la escena que se abría ante ella. Notó la tensión de Morannar como si fuera suya también. No conocía mucho a ese Ringlin, pero sí percibía que no despertaba simpatía en sus maestros. 

Las miradas que se cruzaron con el emisario de Ceber Fanuin poseían tal fuerza, que si Ayla hubiera alzado la mano, podría haber tocado la energía que conectaba tales miradas...

Pero justo en ese momento, escuchó las palabras de Sulkano, "ya vienen". Ayla se giró, y entonces lo vió. Su hermano que tanto tiempo llevaba sin ver, el hermano que dejó en Rivendel hace tantos años, y que ahora no sabe si él reconocería en ella a la Ayla que siempre fue. Mucho tiempo había pasado, y mucho ella había cambiado.

Pero sin darse cuenta, la sangre humana que aún corría por sus venas, la pasión de los hombres se apoderó de ella y cuando quiso volvió a ser consciente de su cuerpo, estaba corriendo hacia su hermano como hace tantos años cada vez que él volvía al Bosque de un largo viaje.

Una lágrima de alegría se abría camino por la mejilla de la Guardiana de la Luz, y como cuando era niña se lanzo con fuerza contra su pecho para que la abrazara. No fue consciente de la fuerza que había desarrollado, ya que ya no era una niña y ambos estuvieron a punto de caer.

Entonces lo miró a los ojos, buscando el refugio que siempre habían sido para ella.

Hermano, deseaba tanto verte...

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09/10/2017, 10:47
[OI] Kaldor

Los brazos de Kaldor rodearon el delgado cuerpo de su hermana. Unos brazos delicados pero firmes, y tensos por la emoción. Cerró los ojos y dejó salir las lágrimas de emoción, mientras le susurraba al oído: -Ayla, lo has logrado. Has ganado... tu libertad.

El abrazo parecía extenderse hasta la eternidad, aunque realmente fueron unos pocos minutos. Unos instantes que cerraron heridas. No pudieron deshacer el pasado ni responder a las preguntas que aguardaban en sus almas, pues el tiempo era como un río cuyas aguas fluían incesantes. Aún así, se dejaron llevar por las emociones y por la alegría del reencuentro, y por unos breves instantes volvieron atrás en el tiempo, a su juventud, al Bosque Verde el Grande.

-Siempre he confiado en ti. Incluso antes de que lo hicieras tú, dijo Kaldor y le acarició la mejilla y sonrió. Para él seguía siendo su hermana pequeña, aunque era evidente que había crecido, que las cosas que le habían pasado le habían transformado en una persona diferente. Una vida de elecciones, y con una carga que no era la suya.

-Yo también anhelaba que llegara este momento. Y a la vez lo temía más que a cualquier cosa en Arda, dijo y tomó las manos de Ayla entre las suyas, y las manos entrelazadas formaban un círculo cerrado y completo. Ninguno de los quiso volver a separar lo que por fin se había unido de nuevo.

Entonces Kaldor se fijó en el anillo. Hilde Sikelion. Lo reconoció, y separó sus manos de las de ella. Vio la luz tenue pero fuerte, frágil y delicada... Como la Llama Imperecedera de la vida, el fuego que ardía en el mundo, y que había sido amenazada en el día del Eclipse. Para él, aquel anillo contenía la esencia de Zelene, y por lo tanto la mitad de su alma.

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09/10/2017, 11:00
[AL] Feamirë

A pocos pasos, Feamirë observaba el reencuentro de los hermanos. Había hecho un largo viaje primero a Imladris para encontrarse con Kaldor, y luego de regreso para estar aquí en este momento. Fue precisamente Feamirë quien le había abierto las puertas de Amon Lind a Ayla, y él había convencido a los otros maestros de que era posible arreglar aquello que en el pasado no se había hecho bien. Una injusticia que las almas de dos personas gritaron con tanta fuerza que el Universo les escuchó. Pues para algunos el tiempo no era un río cuyo caudal era irreversible. Era más un ciclo de vida y de vivencias, de recuerdos y de comprensión, de formar parte de un todo que se completaba una y otra vez en cada giro eterno de la rueda.

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20/10/2017, 22:13
Ayla

Cuando se separaron ambos hermanos, Ayla dirigió una fugaz mirada de agradecimiento a Feämire por haber hecho posible que estuviera junto a su hermano del que había estado separada tanto tiempo.

Acto seguido volvió a mirar a su hermano, y vio que miraba fijamente a Hilde Sikelion.

- El anillo me encontró, ella me encontró hermano. He conocido parte de ti y de ella a través de este anillo. He visto parte de su vida y en ocasiones, la he llegado a confundir como mía. Pero entonces, ellos abrieron mis ojos y entendí que yo soy Ayla.

De pronto las palabras de Huinen el Vidente se agolparon en su mente, como un torrente fuera de control brotaron de la garganta de Ayla “El lugar donde te esperará el Cazador Oscuro es en las ruinas de Ost-in-Edhil, en Eregion. No debes decírselo a nadie, y debes viajar sola. Allí se encadenó el alma de Zelene en el anillo que llevas, y allí derramó las lágrimas la Dama de la Luz”  

Ayla aún no se había recuperado del enfrentamiento contra Khatog, y dicho recuerdo fue como un golpe contra su pecho dejándola sin aliento…

Entonces entendió que muchas cosas tenían que pasar hoy aquí. Zelene podría volver. Con gesto lento de las manos, deslizó el anillo de su dedo y lo puso en la mano de su hermano. Tú forjaste este anillo, y las amargas lágrimas de puro amor de Zelene lo bañaron. Parte de su fëa está en él.

Ayla cerró las manos de su hermano entre las suyas envolviendo el anillo.

Ahora solo tú puedes llamarla…

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22/10/2017, 00:51
[OI] Kaldor

Parte de su fëa está en él.

Kaldor asintió emocionado y cerró su mano alrededor del anillo. Recuerdos de cómo las lágrimas de Zelene se habían quedado atrapados en el momento de su creación le habían acompañado toda la vida. Recuerdos de otra persona, de un tal Landor. Pero desde su nacimiento, Kaldor había sido destinado a retomar la vida de aquel elfo. Un destino que ahora estaba a punto de culminarse.

-Durante el viaje desde Imladris, y mucho antes, había pensado en las palabras adecuadas. En cómo explicarte … todo. Pero veo que ya has visto y sentido la verdad. Pues de eso trata, de la verdad.

Tragó saliva, y miró al resto de los presentes.

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22/10/2017, 00:52
[AL] Feamirë

-Es la hora, dijo Feämire en quenya. Unas palabras repetidas una y otra vez, y que habían acompañado a las profecías. –El anillo regresará al lugar donde fue forjado, añadió e hizo un gesto hacia el edificio al final del puente.

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22/10/2017, 00:53
Director

El puente terminaba en un recinto marcado por tres edificios triangulares. Cada uno medía unos veinte metros de alto, eran la base del complejo pero había mucho más. Balcones y terrazas, la mayoría destrozadas, fuentes y patios interiores. Y un campanario de treinta metros de altura. Los muros estaban hechos de una roca parecida al mármol con vetas rosas y rojas, que había resistido sorprendentemente bien el paso de los años. Era una estructura realmente asombrosa, pero las auténticas maravillas se encontraban en los salones subterráneos donde estaban las forjas de los Gwaith-i-Mirdain, a las que se accedía a través del Portal de la Forja, para siempre sellada después de las Guerras de Eregion. Un portal que se iba a abrir una última vez…

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22/10/2017, 00:53
[AL] Sulkano

-Aquí comenzaron a crearse los destinos que concluyen hoy. Aquí  en las forjas de Gwaith-i-Mirdain fue donde forjaron Hilde Sikelion que selló el destino de la Guardiana. Ahora, en este lugar, muchos serán los Círculos que se cierran. El de Zelene, el del hermano de Ayla, el del anillo que porta, el mío y varios más.

Las palabras de Súlkano eran solemnes, no en vano era poderoso entre los poderosos, y había vivivo en las Tierras Imperecederas. Pero no era el único de los Primeros Nacidos de gran poder que había acudido.

-Ayla, debes tomar la Esfera Oscura. Será tu carga para este último tramo, pero será por poco tiempo.

Súlkano esperó que Ayla tomara en sus manos la esfera que había usado Khathog, el Cazador Oscura. Al rato, siguió hablando. Sus palabras eran solemnes y formales, pero no pudo evitar dirigirlas sobre todo a Ayla, invocando algunas de las cosas que habían dicho en privado poco antes de la llegada del resto.

-Nada queda de nuestra grandeza de antaño. Ni volverá a haber nada parecido. De todo lo que se perdió aquí en Ost-in-Edhil, los que fundamos Amon Lind rescatamos tan solo el recuerdo. Un reflejo que más pronto que tarde desaparecerá para siempre. El tiempo de los noldor se acaba. Nuestros días se van…

-En los años venideros, recuerda lo que fuimos. Recuerda lo que hiciste por nosotros. Recuerda lo que hizo Zelene por todos. Recuérdanos. Recuérdame. Porque yo llevaré el recuerdo de este día conmigo hacia las Tierras Imperecederas, donde nunca morirá.

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22/10/2017, 00:55
Ringlin

–Dejamos atrás un mundo en ruinas, devorado por el fuego del tiempo en el que ardemos todos. No diré más, porque este día os pertenece. Pertenece a Ayla. Hizo lo que ninguno de nosotros pudo en su día, y derrotó a Goth Kuldokar enfrentándose al Cazador. El largo viaje de Zelene también concluye por fin en este día, y se reencontrará con su amado.

El sol brillaba en la tarde, y alrededor de la esfera oscura sujetada por Ayla, varios señores elfos se habían reunido para lo que era sin duda un cónclave solemne.

-Soy Ringlin, y me ha sido conferida la autoridad de Huinen el Vidente en este tema. Él responderá por lo que está por suceder, y ninguna responsabilidad asumirá por aquello que ya ha sucedido, repitió el místico noldo.

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22/10/2017, 00:55
[AL] Feamirë

-Ayla acudió a Amon Lind para aprender los secretos que usaba Zelene para así poder vencer a nuestro enemigo que había regresado. Nos dio la oportunidad de evitar la guerra antes de que ésta empezara, si lograba arreglar aquello que antaño salió mal.

La mirada de Feamirë era cariñosa cuando observaba a Ayla, aunque midió con cuidado sus palabras. Su voz temblaba ligeramente, pues estaban a punto de hacer algo impensable. Reabrir las forjas de Gwaith-i-Mirdain una última vez. Sacó una llave y la mostró a los presentes. -Me la dieron en Imladris, confirmó.

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22/10/2017, 00:58
[AL] Morannar

-Yúlallo Nárë nauve coivana, cálë Lúmillon tuiuva1, Fuego y Luz, Cenizas y Sombras.

Moranar parecía estar hablando sola. No dejaba de mirar al edificio donde había vivido en los tiempos de apogeo de Ost-in-Edhil.

-No hay victoria sin sacrificio. Ni superación sin sufrimiento. Ni habrá esperanza del mañana sin el recuerdo del ayer.  Me presento ante las puertas del hogar de Gwaith-i-Mírdain como la última Guardiana de Fuego.

Notas de juego

1 De las cenizas subirá un Fuego, y una Luz asomará en las sombras.

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22/10/2017, 01:00
[OI] Kaldor

Uich gwennen na 'wanath ah na dhín.
An uich gwennen na ringyrn ambar hen.1

-El destino de un grupo de personas fue sellado hace miles de años, y estamos condenados a permanecer en los círculos del mundo hasta que cumplamos nuestro cometido. Y mi destino está inevitablemente unido al de Zelene. Pero ella nunca nació, y apareció Ayla. Mi hermana. Tan diferente, tan llena de vida, de amor… Y el círculo se quedó sin cerrar, la obra sin terminar. Yo, Kaldor, nací para conocer a Zelene en esta vida, para reencontrarme con ella en el día de su reencarnación.Y ese día ha llegado. Aquí, en el puente de Ost-in-Edhil, se han reunido los poderes que van a conceder la apertura del Portal de la Forja, tal y como prometió la Dama de la Luz en el pasado.

Entonces, Kaldor sacó un gran libro de su mochila, y la depositó en el puente de Ost-in-Edhil. Estaba envuelto en una tela de seda.

Durante largos años he recopilado la Profecía en este tomo, dijo quitando con cuidado la tela y mostrando un libro encuadernado. –Será mi legado, ya que no lo voy necesitar en el lugar a dónde iré.

Notas de juego

1No estáis condenados a la pérdida y al silencio,
Pues no estáis atados a los círculos de este mundo.

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03/11/2017, 18:59
Ayla

Ayla sujetó con firmeza el oscuro Orbe que hace un poco de tiempo antes sujetaban las manos del Cazador Oscuro.

Escuchaba las palabras de los grandes elfos, y guardó silencio. Era un momento especial para todos los presentes, y sintió el peso de los años en las palabras que iban diciendo. Ayla se sintió una niña comparada con todos ellos, y por un momento volvió a dudar quién era ¿Qué sería a partir de ahora de la Guardiana que era? Sil Aüresse necesitaba su atención, pero ella sentía que su lugar cada vez se separaba más del destino de los hombres.

Ayla estaba fascinada por los grandes señores elfos, aunque cierta animadversión se le había contagiado de su pequeña familia que eran hacia Ringlin cuando lo escuchaba… Dejó de lado ese sentimiento.

Escuchó a Feamirë, vio como la miraba con actitud paternalista. Agradeció sus palabras con un levísimo gesto.

Morannar se vistió de grandeza cuando se presentó como la última Guardiana del Fuego, y solo pudo sentir admiración.

Las palabras de su hermano llamaron su atención.  Observaba sus facciones, su movimiento, llegó a ver su pulso. Notaba la intensidad de emociones que se agolpaban en su voz cuando pronunciaba el nombre de Zelene. Y entonces vio el libro que su hermano desenvolvía para los presentes.

Este momento era único, de suma importancia para los reinos de los hombres y sólo los presentes serían testigos, y con los presentes lo que pasó aquí se guardaría… O no. Ayla recordó las palabras de Andovon Pathdal en el sitio a Metraith “en los años venideros se recordará a esta espada, pero nadie recordará los hechos de su portador…”

Lo que hoy ha pasado no podía perderse en el tiempo…

La Dama volvió a centrarse en lo que hacía su hermano, y sintió que debía guardar silencio. Ahora era el momento de Morannar, de Sulkano, Feamirë y de Kaldor…

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08/11/2017, 22:39
Director

La ilustre comitiva se detuvo a las puertas del gran edificio de los maestros orfebres de la desaparecida Ost-in-Edhil. Ayla estaba absorta en sus pensamientos, pero muy consciente del peso de la oscura esfera que cargaba. En un momento fugaz, creyó ver algo en el interior, como un reflejo de un brillo lejano. No la maldad insondable del Abismo y de Goth Kuldokar, sino algo distinto. Unos ojos templados y fríos, pero humanos. Los de un hombre acostumbrado a andar entre la vida y la muerte, entra la oscuridad y el Abismo. Los ojos del Custodio. Creyó reconocer la mirada de Norión en aquel brillo, pero lo descartó por imposible. Y continuó caminando, pendiente de cada detalle de aquel momento trascendental.

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08/11/2017, 22:40
[AL] Feamirë

-Ya estamos aquí. Daremos cumplimiento al destino acordado, y al Decreto de Finwe y de Miriel. Tengo en mi poder la llave que abrirá esta puerta. Me fue entregada en Imladris, en presencia de Raistlin y del señor Elrond.

Feamirë miró a Ringlin, quien parecía estar al tanto de los movimientos de otro de los discípulos de Huinen. Antes de servir al Vidente, el mago noldo había vivido aventuras como la que le llevó a liberar a Goth Kuldokar en Carath Amrath. Con Raistlin, Huinen pudo indagar mucho más sobre el origen de las complejas profecías que les habían llevado a este momento definitorio.

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08/11/2017, 22:40
Director

A continuación, Feamirë introdujo la llave para abrir la primera puerta. El complejo de Mirdaithrond, o los Salones de los Orfebres, estaba formado por tres edificios triangulares de casi veinte metros de altura. Las paredes eran de un material parecido al mármol blanco con vetas rosas y rojas. No obstante, aquella era solo la parte visible por encima del suelo. Las forjas se encontraban en el subsuelo.

Caminaron en silencio por las inmensas salas vacías salvo el eco de un pasado congelado en el recuerdo colectivo de los noldor. Por doquier había objetos y restos de actividad, como si hubieran abandonado el lugar a toda prisa.

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08/11/2017, 22:41
Moranar

Moranar apenas pudo contener la emoción. El recuerdo es este lugar, su hogar, no había desaparecido nunca de sus sueños y de sus anhelos. No obstante, ella lo había abandonado antes de la caída de Eregion. Había rechazado ser la siguiente Guardiana de Fuego cuando abandonó Ost-in-Edhil para unirse a los elfos de Amon Lind, aunque en aquel entonces no supo que hubiera sido la última. Y de algún modo, ahora lo era.

-Es por aquí, les dijo a todos y les guió por un corredor hasta la Sala del Consejo. Era un lugar dominado por una mesa triangular de alabastro. Alrededor había sillas de madera, y la luz se filtraba por unas ventanas alargadas. En otros tiempos, tubos de cristal que colgaban del techo habían proyectado una luz azulada.

La mano de Moranar tocó la silla de madera. La suya… Y se quitó el guante que siempre llevaba, dejando al descubierto las marcas y las cicatrices del fuego elemental.

-No pensé en volver a pisar este lugar, pero aquí estamos, dijo y buscó a Sulkano con la mirada.

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08/11/2017, 22:42
[AL] Sulkano

El elfo miró a su amiga, y asintió. En cierto modo, Moranar era la que más había sacrificado al abandonar Ost-in-Edhil. –Tal vez, tu destino era cumplir este cometido. Cuando Sauron mató a todos los de Gwaith-i-Mirdain, cuando Eregión cayó… No contaban con que quedaba alguien con autoridad para abrir las puertas de las Forjas.

Luego miró a Ayla, quien sujetaba la esfera. –En tu visita a Amon Lind, te hablé del Decreto de Finwë y Míriel. Para nosotros, es la ley. Fue dictado por los Valar ante el caso singular del padre de Fëanor, y es la norma. Lo que dice es que el que resucita es la misma persona que la que murió. Ni más ni menos. El propósito de la gracia de renacimiento es enderezar la interrupción innatural de la continuidad de la vida, y ninguno de los Muertos puede renacer a no ser que desee retomar su vida anterior y continuarla. En verdad no pueden escapar de ella, pues los renacidos no tardan en recuperar la memoria de todo su pasado. Es lo que te pasó cuando comenzaste a recordar el pasado… Pero tu situación era distinta. Tú sí pudiste escapar de ese destino, pues naciste con el don del libre albedrío de los humanos.

Sulkano puso las manos sobre la mesa de alabastro, y su mirada recorrió el lugar. –Ayla cumplió su cometido, el cometido de la Guardiana de la Luz. Compartió el camino de Zelene, pero nunca llegó a convertirse en ella. Cumplió con el cometido porque eligió hacerlo. Por lo tanto, el destino de Zelene ya no le ata, y ella no es su reencarnación.

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08/11/2017, 22:43
[AL] Feamirë

-Entonces…¿qué le sucedió a Zelene? La profecía dice claramente que ella regresa, y se reencuentra con Landor. Y creo que es incuestionable que Kaldor es la reencarnación de Landor. Son la misma persona. Si Zelene no se ha reencarnado en Ayla, ¿cómo se encuentran?

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08/11/2017, 22:43
[OI] Kaldor

-En las forjas, sentenció el hermano de Ayla. De repente lo vio con total claridad. –Su fëa está presente en el anillo. He de bajar, y en las forjas de Mirdaithrond, donde fue forjado Hilde Sikelion, la liberaré. Y nuestros espíritus se juntarán. Bajaré solo, y no subiré más.

Era la verdad que siempre había tenido delante. El reencuentro prometido se iba a dar, pero no en este mundo. –Al mismo tiempo, también se fundirá la esfera oscura.