Partida Rol por web

El joven explorador permaneció vigilante. Dudaba entre sacar el arco y disparar para tratar de alejar a la manada o mantener su posición la espada y la antorcha en las manos. No quería arriesgar su posición protegiendo a la niña más de lo posible.

Aeldric se mantenía firme, con el escudo por delante. Esperad un poco más, si no se van disparad sin descanso, hay que aprovechar la "pared" de llamas para producir la mayor cantidad de bajas posibles. Aeldric conforme terminó de hablar miró de reojo a Anael. Anael, ¿tienes arco?

Antes que Aeldric pregutnara por el arco, el hombre ya había guardado las espadas y buscaba su arco y una flecha. El muro de fuego creado imaginariamente había trastocado los preparativos de Anael, pero no le incomodaba, todo lo contrario, este les daba un tiempo valioso para atacar desde la distancia a los lobos.

-Aja -contestó escuetamente a Aeldric.

Aeldric asintió al ver lo preparados que estaban sus compañeros. Son buenos compañeros de armas. Más seguro y confiado el elfo optó por dejar los disparos de proyectiles a sus compañeros mientras que él se interpondría entre el lobo que se atreviese a acercar al grupo.

El joven explorador afirmó ante la petición del elfo. Envaino su arma y dejó la antorcha para sacar el arco. No tenía mala puntería aunque la noche podría dificultar los disparos.

Ragi sacó su arco, y cargó una flecha, igual que Anael. Dos arqueros contra cuatro lobos que se acercaban lenta pero inexorablemente. Había uno ligeramente más adelantado, con la cabeza agachada y feroz mirada. Se encontraba a unos cuarenta pasos, y solo un poco más lejos había otro. Más corpulento, y con una herida en el costado. Los restantes dos estaban a cinco metros  a ambos lados de la pareja central.

Aeldric se preparó en el centro, listo para cruzar su propia ilusión en caso de necesidad. Finduilas y Tarosh aguardaban junto a Enila, confiando en que los tres hombres armados iban a poder repeler el ataque.

El joven explorador observó a los lobos tratando de descubrir cual era el líder de la manada y así poder herirlo y hacer que huyera evitando así el ataque. Respiró suavemente y eligiendo a uno de los lobos soltó la flecha.

Esperaba evitar el combate con las bestias.

Aeldric permaneció firme en su posición. No parecía dispuesto a lanzarse hacia los lobos puesto que eso significaría abandonar la formación y dejar vulnerables a sus compañeros. El elfo no apartó la mirada del lobo que tenía la delantera. Por naturaleza en una manada de lobos el alfa siempre va en cabeza al iniciar un ataque.

Aeldric desvió un segundo la mirada al gran lobo. Aunque puede que estos lobos sean diferentes, tocados por las tinieblas y con un comportamiento antinatural para su especie. Aeldric volvió a clavar la mirada en el lobo que encabezaba la formación y esperó a que este u otro lobo cargase.

Con el arco cargado, Anael buscó al líder de la manada, como suponía que había hecho Ragi, quien también portaba el arco. Si daban y acababan con el líder de la manada era posible que los demá hulleran temerosos de que también pudieran acabar con ellos. 

Tras una brave observación, el humano no dudo y disparó la flecha al lobo más corpulento pero herido en uno de sus costados.

-Si no fuera el líder lo habrían dejado abandonado, además el líder suele ser siempre el más corpulento -pensó Anael para autoconvencerse de que aquel lobo era el líder.

Turno 1 - Resolución

Tanto Ragi como Anael tomaron la decisión de disparar al lobo más corpulento, aunque iba más atrasado. La flecha de Ragi le rozó y le hizo agacharse un poco más, y entonces la flecha del arco largo de Anael le dio en la cabeza. El daño no era muy grave por desgracia, pero comenzó a sangrar y le hizo detenerse.

El lobo que iba en primera posición llegó hasta la barrera, y los otros dos continuaban acercándose.

Turno 2

El joven explorador trató de volver a impactar al mismo lobo pero los nervios parecían jugarle una mala pasada y los lobos se acercaban cada vez más.

No le gustaba la idea de entrar en cuerpo a cuerpo pero si pasaban la barrera ilusoria tendría que enfrentarse a ellos y sacar su arma.

Turno 2

Aeldric cargó contra el primer lobo que se atrevió a cruzar la barrera. -¡No dejéis de disparar! ¡Debilitarlos hasta que lleguen a mí! ¡Recordad que si el alfa muere todos mueren!- Gritó el elfo a su grupo para que no decayera la moral y siguiera la lluvia de proyectiles sobre la manada de lobos.

Turno 2

Rápidamente Anael sacó una nueva flecha, la acopló al arco y la disparó contra el lobo herido qu acababa de disparar. Pese a que su flecha había sido certera, aquel grandioso animal mostraba su dureza. Anael aspiró y aguantó la respiración un segundo para que su disparo fuese más certero.

Cuando tuvo claro su blanco soltó la flecha hacia su enemigo, al jefe de la manada.

Resolución turno 2

Anael y Ragi dispararon rápidamente sus arcos contra el mismo objetivo. La flecha de Ragi falló su blanco, pero Anael le dio en el hocico y la flecha se quedó clavada. El animal comenzó a sangrar profusamente, y gemía de dolor mientras se revolvía. Los dos lobos más atrasados cesaron en su avance, y uno parecía pensar en huir mientras el otro se acercó cuidadosamente al lobo herido.

Aeldric de su parte atacó con su espada al lobo que se había acercado más, y aunque no descuidó su defensa en ningún momento, logró dar un buen golpe en el costado del animal que le rompió varias costillas y le dejó a merced de un nuevo ataque del guerrero elfo.

Turno 3

El joven explorador siguió disparando al mismo lobo. Quizá si lo conseguían abatir podrían parar el ataque sin más sangre.

Turno 3

Aeldric contempló la escena y asintió para sus adentros. Esto será rápido. Entonces Aeldric se dispuso a ejecutar al lobo que se atrevió a acercarse. A aquel lobo le costaría la vida semejante insensatez y el elfo se iba a encargar de que el lobo diese su último aliento.

Turno 3

Anael siguió con lo suyo, que no era otra cosa que intentar acabar con el lobo al que había ya disparado dos flechas y aun seguía vivo. Realmente era una prueba de lo poderoso que era aquel animal.

Turno 3 - Resolución

El lobo más corpulento estaba herido de gravedad. Ragi le volvió a disparar, pero aunque el disparo salió con mejor puntería que el anterior, no logró hacerle más daño al animal. No obstante, la flecha de Anael sí impactó de nuevo, esta vez en el costado del animal que siguió aturdido y desorientado, además de estar sangrando. No obstante, eran criaturas resistentes y capaces de aguantar numerosas heridas.

Aeldric cargó con toda su fuerza y atacó al lobo más adelantado. Su espada se le rajó por el estómago y el elfo siguió el movimiento para sacar el filo y preparar un nuevo golpe al animal que se había doblado por el dolor.

Uno de los lobos^L4 optó por huir en dirección contraria al grupo, pero el otro se separó del lobo herido y comenzó a avanzar hacia el elfo y los arqueros con intención de lanzarse al ataque.

Turno 4

Aeldric vio las intenciones del lobo que se acercaba a él. Ignoró al lobo herido a sus pies.

Este no me dará problemas, y seguramente mis compañeros le den el golpe de gracia. Ahora toca encargarse del que se atreve a acercarse.

El elfo levantó el escudo para recibir al nuevo lobo y dejó al lobo al que no llegó a rematar con el fin de que lo ejecutara uno de sus compañeros.