Partida Rol por web

Rodeando todo el terreno de Midnight Rose, se encuentra este denso y antiguo bosque. Lleno de árboles robustos y maleza crecida, es menos visitado por los alumnos a la hora de dar un paseo.

La zona que los alumnos tienen habilitada está más despejada que el resto del bosque. Hay algún que otro camino y diversas señales que ayudan a que los estudiantes no se pierdan mientras caminan. También hay pequeños letreros cerca de diversas especies de árboles o arbustos cuyas hojas, ramas, raíces o frutos pueden emplearse para elaborar diversas pociones o encantamientos.

El límite para los alumnos está bien marcado por una enorme e impenetrable valla de adamantina reforzada con conjuros para que resista el paso del tiempo y las inclemencias climatológicas.

Robert decide buscar algún lugar mínimamente cómodo para continuar con si lectura.

El bosque está tranquilo y las copas de los árboles protegen del aún fuerte sol de final de verano. Sopla una brisa tranquila, fresca pero no demasiado fría. En general, el ambiente de la tarde es más que agradable.

Sin embargo la tranquilidad no duró demasiado. El viento, agradable y silencioso, empezó a llegar cargado de lo que parecían susurros. Eran voces extrañas, parecían femeninas pero con un toque en la voz que sonaba a corteza de árbol siendo raspada. Si ponías atención, podías discernir que las voces provenían de la parte del bosque prohibida a los alumnos, la sección tras la valla de protección.

Rodeando todo el terreno de Midnight Rose, se encuentra este denso y antiguo bosque. Lleno de árboles robustos y maleza crecida, es menos visitado por los alumnos a la hora de dar un paseo.

La zona que los alumnos tienen habilitada está más despejada que el resto del bosque. Hay algún que otro camino y diversas señales que ayudan a que los estudiantes no se pierdan mientras caminan. También hay pequeños letreros cerca de diversas especies de árboles o arbustos cuyas hojas, ramas, raíces o frutos pueden emplearse para elaborar diversas pociones o encantamientos.

El límite para los alumnos está bien marcado por una enorme y aparentemente impenetrable valla de adamantina reforzada con conjuros para que resista el paso del tiempo y las inclemencias climatológicas.

Etna caminaba tranquilamente por el bosque observándolo todo, no era tan interesante como esperaba, mientras camina comenta para si misma:

Que aburrido, los bosques mortales son muy aburridos, en el infierno son mas distraido… que sitio mas aburrido.

Caminaba paseando por el bosque metiéndose por algunos caminos para ver si encontraba algo interesante aunque sin muchas esperanzas por ello.

Como si el hado del destino hubiera escuchado las quejas de Etna, la muchachad emonio no tuvo demasiado tiempo para aburrirse en el bosque antes de escuchar voces provenientes de la zona no apta para alumnos.

Eran susurros llevados por el viento, voces vagamente femeninas que conversaban entre sí, que reían, que habían mencionado tu nombre. Al principio te lo había parecido, pero tras escucharlo un par de veces más, se te quitaron las dudas. Había algo en el bosque. Y te estaba llamando.

Etna seguía caminando, aquel bosque era aburrido y demasiado seguro para ella, ya estaba pensando a donde ir cuando escucho unas voces, con cierta curiosidad se acerca ya que notaba como decían su nombre. La demonio llega hasta una valla en donde esta segura que están diciendo su nombre:

Espera… ¿no estarán hablando mal de mi no? No… seguro que lo que están haciendo es hablar de lo gran demonio que soy… bueno, tengo que ir a ver que están diciendo

Mira la valla y empieza a alzar el vuelo. Al atravesarla comenta:

Menuda tontería poner una valla, como si no pudiese pasarse fácilmente

En el momento en que atravesaste la valla, las voces se empezaron a reir al unísono. Ahora podías oírlas con más claridad. Fuera lo que fuese que hablaba, estaba a tu alrededor, moviéndose entre los árboles.

 -Etna...

 -Princesa del fuego...

 -Demonio en llamas...

 -Ven con nosotras...

 -Nuestra reina te necesita...

 -Ven, Etna...

No podías distinguir qué tipo de criaturas eran las que hablaban, pero sabías que estaban rodeándote. Eso sí, procuraban mantener las distancias, aunque no sabías si era por miedo hacia tu persona o para permanecer en el anonimato.

Etna escuchaba a aquella voces mientras miraba a su alrededor, notaba que estaba rodeada, sin embargo, mantenian la distancia, algo prudente o al menos eso era lo que ella pensaba:

¿Y que es lo que quiere vuestra reina? Porquue como es normal veo que me conoce

Dice con cierto orgullo y confianza en si misma, sin embargo, no era tonta y de hecho es un demonio por lo que sabe que no puede firarse de nadie, por ello permanecia con las alas preparadas para alzar el vuelo y preparada para incendiar todo lo que tenia a su alrededor si fuera necesario.

 -Ella quiere reinar...

Las voces empezaron a acercarse a ti. Aún mantenían cierta distancia, no querían ni asustarte ni enfadarte. Pero estaba claro que no querían que te escaparas ahora que estabas mostrando interés.

 -Quiere ser la única reina.

 -Ella necesita el fuego.

 -Y sintió tu fuego.

 -Necesita tu ayuda.

 -Para ser reina única.

Etna escuchaba esas voces, realmente que alguien quisiera ser la reina del mundo mortal le daba un poco igual, ya que a ella no le importaba demasiado, sin embargo, ella tenia que sacar algo a cambio:

Bueno… y si decido ayudarle, ¿que saco yo a cambio de eso?

Las voces se callaron durante unos momentos, como si meditaran la respuesta que te iban a dar.

 -La reina del bosque es poderosa.

 -Puede concederte lo que desees.

 -¿Qué deseas, princesa de las llamas?

 -¿Qué quieres para alimentar tu fuego?

Etna se queda unos momentos pensando, ¿que era lo que quería? Realmente tenia casi todo lo que quería, ella era un demonio perteneciente a una de las mas importantes casas y era poderosa, lo sabia, aunque también era consciente que en su casa no era precisamente considerada la mas poderosa, pero no lo iba a admitir. Etna abre los brazos y dice:

¿Yo? Solo tengo un objetivo que es convertirme en el ama del infierno, la gobernante del infierno, el reino mortal y los demás reinos me dan igual

Otro silencio por parte de aquellas voces misteriosas. No habías pedido una nadería, no señora.

 -La reina no puede darte la corona que pides.

 -Pero puede darte poder.

 -Este bosque está lleno de almas.

 -Son tuyas para alimentarte.

 -Tuyas para fortalecerte.

 -Pero sólo si ayudas a nuestra reina.

Una pequeña pausa de nuevo, antes de que todas las voces al unísono preguntaran:

 -¿Aceptas el trato?

Etna escucha lo que le ofrecen, sabia que no era poco lo que pedía y que no se lo iba a poder dar, pero que le ofrezcan muchas almas eso era algo que como demonio no podía rechazar, con una leve sonrisa dice:

Vale acepto ayudar a cambio de almas… pero no acepto condicionalmente cualquier tipo de ayuda, no pienso ser su esclava ni nada por el estilo, así que, ¿en que estaba pensando?

 -No, esclava jamás.

 -Aliada es lo que quiere.

 -Porque va a ir a la guerra.

 -Contra la vieja reina.

 -La reina de las dríadas.

 -Quiere que la quemes.

 -Que la abrases.

 -Que sólo queden cenizas...

Y con aquellas palabras finalmente supiste la raza de tus interlocutoras. Dríadas. Espíritus del bosque, criaturas vegetales duras y longevas como los mismos árboles a los que defendían. Y una de ellas, la actual aspirante al trono del bosque, te estaba pidiendo ayuda para acabar con su rival de manera rápida. A cambio te darían almas. Parecía un buen cambio, siempre que no quemaras demasiado bosque.

Etna sonríe tras aquello, era un buen trato, solo tendría que quemar a una Dirade para poder tener esas almas y las almas le suponían mas poder, una maliciosa sonrisa podía verse en su rostro, la sonrisa dejaba ver sus colmillos y añade:

Muy bien, sera entretenido ver como sale ardiendo. Entonces, ¿donde esta?

Las voces se rieron entre ellas.

 -Ven.

 -Síguenos.

 -Está en lo profundo del bosque.

 -Rodeada de su séquito.

 -Destrúyelas, princesa.

 -Pero no condenes al bosque.

Tras decir aquello, las ramas se apartaron para permitirte el paso con comodidad.

Etna sonríe levemente y comienza a volar a través de las ramas:

Sera divertido… a ver que es lo que hacemos… parece que va a ser todo este sitio mas divertido de lo que pensaba

Realmente estaba ansiosa por demostrar que era mejor de lo que sus padres pensaban y por supuesto hacerse mas y mas poderosa.