Partida Rol por web

Kate enarcó una ceja mientras Viviane agitaba el palo frente a sus narices y siguió su trayectoria cuando lo lanzó. Después volvió a mirar a su compañera, sin moverse del sitio, sin cambiar un ápice su postura, dejando que se marchara sin decir nada.

"Los más fuertes" - Pensó para sí. - "Claro. Y para ser los más fuertes tenéis que comportaros como dos zorras que se creen mejor que los demás y pisotear a quién sea, aunque esta pueda ser precisamente lo que nos falta, por supuesto."

Lo del Equipo de Animadoras del Túmulo lo había dicho en serio, consciente de que no les iba a gustar a ninguna de las dos. La reacción de Viviane le había sorprendido, por que ella también había sido despreciada y relegada por Ash en el pasado. Pero ahora la consideraba su Alfa, aún cuando a duras penas eran una manada, y parecía dispuesta a estar de acuerdo con ella en todas las situaciones. O quizá es que, en realidad, las dos no eran tan distintas, aunque en el pasado cada una encabezara su propia "organización".

Buscó la mirada de Ashley, esperando también su reacción, pensando que si aquella iba a ser la tónica de mando, si realmente pretendían que ella también formara parte de un Equipo de Animadoras, quizá se había equivocado de manada. Y quizá debería hacer lo que Viviane había sugerido y volver a acercarse a Hécate. Ella, por lo menos, no tendría ese tipo de prejuicios y entendería que si la chica nueva podía ser de ayuda a la manada, bienvenida era.... ¿no?

Flecha-de-plomo puso rumbo hacia el lugar donde tenía aparcada la moto. ¿En qué estaba pensando Rencores-pasados? ¿Es que no se daba cuenta de que con esa actitud sólo les ponía en ridículo? Suficiente tenía con soportar las presiones de los de mayor Rango para demostrar lo brava guerrera que era como para aguantar las memeces de Kate. ¿Por qué estaba en una tribu luchadora si ni siquiera iba a enfrentar su pasado? Las Furias Negras eran valientes y audaces, no lloricas. Vivir llena de rencor y odio sólo la convertía en una presa fácil para las burlas, y peor, para el Wyrm. Igual que Hécate.

Viviane sacudió la cabeza y resopló conteniendo su enfado. La actitud de Ashley era comprensible, y por mucho que se jactase de su tribu en el fondo sabía que era una fachada. Lo había pasado mal, no tanto como Kate, pero cada cual sobrellevaba sus problemas como podía. En el fondo sabía que Digna-hija-del-Klaive haría lo imposible por conseguir lo mejor para su manada, y eso era lo que Flecha-de-plomo también quería, demostrar que merecían ser lo que eran. Y si hacía falta, pisar cabezas. Si Kate no estaba de acuerdo, no encajaba con ellos. O endurecía su carácter o… se quedaría en el camino, igual que los débiles. A veces había que hacer sacrificios.

Tenía que hablar con ella para hacerla entrar en razón. Pero no hoy, ya tenía bastante.

-Puede que nuestra manada sea una puta mierda como dices -admitió Ashley con una sonrisa dura-. Tienes razón. No tenemos ni nombre ni objetivo y los Ancianos nos consideran poco más que cachorros. ¿Y sabes por qué? Porque no confiais en mí. Tampoco confiais en la manada. Cada una estáis haciendo lo que os da la gana, y eso no nos lleva a ninguna parte. ¿Quieres Gloria? ¿Quieres Honor? ¿Quieres aumentar tu Rango? Yo sí. Es lo que más deseo. Para eso tengo que ocuparme de que tengáis los dientes y las garras afiladas y os olvidéis de abrazar árboles y cantar a la luz de la luna como hermanos. ¡Este es el mundo real! Si el instituto me enseñó algo fue que para avanzar en la posición social hay que marcar la diferencia. Nosotras o los que están por debajo.

Ashley levanto una mano crispada.

-Si pretenden que se una a nosotras, que lo haga con sangre, sudor y lágrimas, como hicimos nosotras. No como le gustaría a su mamá. Nada de enchufes y porquerías de esas. Con dolor y con esfuerzo.

-Lo imagino. Pero los Ancianos de Iverness creyeron que sería mejor que pasaras un tiempo aquí -dijo Mary-. Tienes que aceptar el presente. Este no es mal lugar. Naperville es un buen lugar para vivir y algo que proteger. Y sobre tu manada, tus amigos... Aún puedes hacer otros. Piensa que si vuelves a Escocia seguirán allí, pero que siempre es bueno hacer lazos.

Leigh asintió ante las palabras de Mary.

- Lo sé... y supongo que cuando me sienta más comoda aquí se me hará menos díficil. Pero la manera de comportarse de la gente es... totalmente distinta. Por comentarios como el de antes,- dijo refiriendose a las palabras de Ashley y de Viviane.- Allí nos hubiesen hecho, como mínimo, encargarnos de la limpieza de letrinas o algo igualmente desagradable.- Negó lentamente.- Los estadounidenses son... extraños.

Kate escuchó a Ashley sin interrumpirla, meditando lo que su alfa decía con calma. En muchas cosas no le faltaba razón, al menos desde su punto de vista. Era cierto que no eran nadie en el clan, apenas la última hornada de chachorros. Era cierto que cada uno de ellos iba a su rollo, haciendo lo que mejor le parecía en cada momento a menos que hubiera una misión en ciernes, y siempre, sin excepción, era un pedido de alguna otra manada. No en vano, y cada vez menos a sus espaldas, los llamaban "los recaderos".

Sólo muy en el fondo aquel nombre "molestaba" a Kate, y lo hacía más por el tono de burla que por otra cosa. A fin de cuentas, a ella ya le parecía bien ser una recadera, ella no acababa de tener aquella ambición por ir más allá, pese a que Ismene hacía todo lo posible por inculcárselo. Pero entendía que tanto Ash como Viviane (la una, ambiciosa como ella sola, la otra, hija de la jefa del clan) se sintieran mortificadas con aquel apelativo y con la posición en la que eso las ponía. ¿Pero realmente era necesario despreciar a los que estaban peor que una para crecer? Podía entenderlas, sí. Pero no podía compartir su forma de ver la vida, ni siquiera la garou.

"Quizá paso demasiado tiempo con los Hijos de Gaia". - Se dijo para sí, reprimiendo una sonrisa. ¿Pero que culpa tenía ella si le repugnaba aquel comportamiento clasista, si no podía soportar la idea de ver sufrir a los demás?

- Dudo mucho que la vida para Leigh fuera un camino de rosas. Me apostaría el rabo que ha sufrido tanto o más que nosotras. - Comentó, con tranquilidad. Levantó una mano, evitando que Ash le respondiera. - No vamos a poneos de acuerdo sobre ella, Ash, ya lo sé. Soy perfectamente consciente de que no veo la vida cómo vosotras. Pero no quiero ni voy a discutir contigo. No me pidas que le haga el vacío a alguien, por que no lo haré. Pero no interferiré en tu juicio ni en tu modo para llevarlo a cabo tampoco, y que sea lo que Gaia quiera. ¿Te parece eso bien?

Kate sabía que no tenía otra alternativa. No podía fozar ni a su alfa ni a los demás a aceptar a Leigh, aunque la Theurge creyera que podía ser un buen fichaje, especialmente en una manada tan desastrosa como la de ellos. Intentarlo sólo la llevaría a desafiar abiertamente a Ash... ¿y ser ella la Alfa? No, de ningún modo, ese papel no era para ella, y lo sabía.

"Como de costumbre, no hay más camino que el canto de la moneda..." - Pensó. No era el más fácil. Tampoco era el más cómodo. Simplemente, era el que era.

-Son más irreverentes, es verdad. La mezcla de sangres y de Tribus provoca eso. Y la influencia de los Hijos de Gaia hace que todos seamos menos proclives a reaccionar abruptamente. Si te comportas mejor que ellas te ganarás el favor de los Ancianos -contestó Mary.

Leigh rió suavemente.

- Si lo hago no será para ganarme el favor de nadie, madre... si no porque es como me han educado y como estoy acostumbrada a actuar. Hacer lo contrario sería... ¿mentirnos a todos, no? Además... siempre hay maneras educadas y respetuosas de decirle a alguien que no te interesa lo que tiene que decirte.

-Bien -dijo Ashley finalmente. Tenía que admitir que lo que decía Kate era cierto. Nadie veía la vida como ella. Pero se había tomado su papel de líder con mucha seriedad y no iba a permitir que nadie destruyera sus ambiciones para la manada. Como ya había advertido, si Leigh se probaba digna, podría ser una más. Si no...

La Fenrir puso su mano en el hombro de Kate. Quizá con una recompensa en afecto fuese más fácil ganarse su lealtad.

-Voy a pensar en lo que me has dicho. Un Philodox debe escuchar a todos los demás Auspicios, y los Theurge son buenos consejeros.

-La honestidad es necesaria en la sociedad Garou. Debemos poder confiar los unos en los otros. Pero con tus buenas maneras y tu educación europea conquistarás más y mejor -dijo Mary-. Por eso digo que estás predispuesta a gustar. Me gustaría ver que te desenvuelves bien aquí y que nadie tiene ninguna pega por haberte acogido. Sé que no habrá problema por tu parte, hija.

Leigh mantuvo una sonrisa tímida ante las palabras de Mary. Aunque seguía estando nerviosa en su presencia, no podía evitar sentirse aliviada de, al menos, tener a alguien de su familia allí. Aunque hasta hacía unas pocas semanas fuese una desconocida...

- Sólo espero encajar bien en la manada que me corresponda, madre. Al fin y al cabo, da igual ser aceptado en el clan si tu manada no te aguanta, ¿no?- el acento escoces se hizo más patente en sus últimas palabras, mostrando su inquietud ante esa posibilidad.

Kate asintió, esbozando una sonrisa antes de girarse con intención de volver a la hoguera con sus mayores, aparentemente satisfecha.

Lo cierto, sin embargo, es que estaba ligeramente sorprendida por el no-precisamente-sutil cambio de postura de Ash, que había pasado de un "no la quiero" tajante y sin peros a una postura no sólo más comedida, sino conciliadora incluso. No es que los cambios de humor o de opinión fueran infrecuentes en ella, pues si tuviera que definir a su alfa una de las palabras que emplearía sería "caprichosa", pero siempre que ocurrían la theurge no podía evitar preguntarse si el cambio era sincero o se trataba de alguna de las muchas artimañas sociales que veía todos los días a su alrededor.

Especialmente por que se había tomado la molestia de nombrar, como quién no quería la cosa, sus auspicios y sus funciones. Sí, puede que sólo intentara halagarla y hacerla sentir importante para ella, pero aquel era un detalle que tampoco iba a escaparse de su memoria.

"No importa." - Decidió, mientras se sentaba. - "Lo cierto es que ella es la philodox y yo le he prometido que no voy a interferir, apruebe o no sus métodos. Artimaña o no, acabará haciendo lo que le parezca."

-Ten cuidado con esas chicas -advirtió Mary-. No son malas, pero tampoco son buenas. La madre de Viviane pertenece al consejo de Ancianos y el padre de Ashley es un guerrero muy famoso en la costa oeste. Se les puede subir a la cabeza, ¿entiendes? Kate, en cambio... Ella ha sufrido mucho, pero no la toma con el mundo. Es la Furia Negra más sobresaliente de entre los cachorros. Podrías acercarte a ella, estoy segura de que no tendrá problemas en aceptarte.

Leigh asintió ante las palabras de Mary.

- ¿Eso significa que la mitad de lo que haremos como manada será tratar de sobrevivir a los líos en que nos metan para poder curar sus egos?- dijo con un levísimo tono de humor.- Perdón. Eso ha sido un chiste de mal gusto.- dijo a continuación poniendo una mueca. Pensar, ya no decir, esas cosas de tus compañeros de manada era el tipo de comportamiento que acababa con divisiones en la misma y con heridos, cuando no muertos.

-Significa que van a exigirse más a ellas y al resto porque es lo que el Clan pide -dijo Mary-. Pero dejemos este tema. Ven con las chicas y conmigo. Vamos a contar historias.