Partida Rol por web

Herederos del lobo

23. Resaca

Cargando editor
09/12/2012, 23:38
Viviane Flecha-de-plomo

-¿Qué? -espetó Viviane, que había permanecido en silencio absoluto hasta entonces. Eso explicaba muchas cosas, más de las que le gustaría-. Joder. Bueno, tengo la moto abajo, pero no podemos ir los tres. Así que tú guías. Y deberíamos avisar a Ashley y a Sueño, al menos para que sepan que tienen que ir buscando recambios.  

Cargando editor
09/12/2012, 23:45
Donny Botón-del-pánico

Donny no tenía ni idea de cómo llegar a Callahan Co. O de cómo avisar al resto de la manada. Se encogió de hombros y empujó la puerta del ascensor para salir.

-Ashley lo sabe. No que ha desaparecido, que estaba ahí.

Cargando editor
10/12/2012, 00:01
Alecto Tres-Acordes

-¿Pero sabe que estás aquí? ¿Lo que vamos a hacer? Porque si no lo sabe, a menos que sepáis cómo contactar con ella deprisa, me parece que se va a quedar sin saberlo... -dijo mientras salían a la calle y se ponía el cuello como mejor podía para esconder las marcas y estar un poco más digna.

Cargando editor
10/12/2012, 00:10
Viviane Flecha-de-plomo

-Yo sí lo sé -dijo al salir del portal. Se paró frente al telefonillo y llamó insistentemente hasta que su padre contestó-. Papá, necesito que le hagas llegar un mensaje al Clan cuanto antes. Vamos a Callahan Co. a buscar a una persona. Gracias y... te quiero.

Se alejó del portal y miró al Ahroun. El mensaje llegaría, en algún momento.

-Vale, ¿y ahora a dónde?

Cargando editor
10/12/2012, 00:14
Donny Botón-del-pánico

-No sabe que ha desaparecido.

Donny no sabía qué hacer. No quería arrastrar a Viviane y a Alecto con él, y aunque probablemente se avecinaran sangre, dolor y garras si insistía en ir a Callahan, no podía tomar la decisión como alfa. Al menos Viviane había solucionado el problema. Pero no se le había escapado (por primera vez en su vida) la manera en que Viviane se despedía de su padre como si no fuera a verle nunca más, y sabía que si eso llegaba a suceder la culpa sería suya.

Miró a ambos lados de la calle y empezó a andar a largas zancadas. Si Viviane y Alecto querían ir en moto le daba igual. Era el Garou más apestoso de todo el Clan; no iban a tener ningún problema para seguir su rastro.

Cargando editor
10/12/2012, 00:23
Alecto Tres-Acordes

Alecto juntó las manos con una palmada y las frotó con aire eficiente:

-¡Bueno, pues vamos allá!

No es que tuviera demasiadas ganas de meterse en tamaño berenjenal cuando la boca todavía le sabía a cerveza de la borrachera, pero alguien tenía que parecer optimista y sabía que ese no era un esfuerzo que pudieran hacer ni al que le había desaparecido la madre ni a la que se acababa de despedir de su padre por el telefonillo del bloque. Pensó en su propia madre, que no había querido despedirse de ella cuando se había marchado del clan, pero apenas fue un segundo.