Partida Rol por web

Viviane cogió los papeles y los guardó debajo de su chaqueta. Faltaban cosas, pero arriesgarse a quedarse allí iba a ser un craso error. Al menos podían salvar la información, y de allí continuarían trabajando algo más en sobre aviso respecto a lo que podían encontrarse.

En el pasillo, la escena era sobrecogedora, sobre todo desde la vista de un humano rodeado de Crinos. Además, no la veían y corría peligro de que la arrollasen tratando de escapar, por lo que esprintó pegándose a la pared y procurando que ninguna garra extraviada acabase en su pecho.

Donny soltó un rugido al sentir las garras del Danzante, y embistió contra la pared para poner un par de fomori entre el tipo y él mientras arrancaba el gran klaive de su envoltura. Ahora era lo bastante fuerte para manejarlo, y más importante, había terminado de cambiar. Tenían que darse el piro, era verdad, aunque significase dejar vivir a Uñas-de-cristal. Pero eran Crinos, grandes. Blancos fáciles. Si se intentaban escabullir ahora los iban a freír a tiros. Trató de ensartar a los fomori más cercanos para dar tiempo a su manada a empezar la retirada. -¡ALMACÉN! -rugió. Si tenían que pelear, en la recepción no iban a caber.

La espada de plata cortó por la mitad a uno de los fomori y ensartó al segundo. La sangre espesa y maloliente se extendió por el suelo y las paredes.

-¿Y ese klaive? -gruñó el Danzante macho quitándose de encima un torso de fomor-. ¡Llama a los refuerzos!

El fomor moribundo del suelo gorgoteó órdenes a través de la radio al equipo delta. El fomor que seguía en pie apuntó a Donny con el rifle de asalto y disparó dos ráfagas cortas. Las balas de plata desgarraron el torso del Ahroun y se alojaron en su interior, quemando como mil infiernos.

En cuanto oyó los disparos y Alecto se giró hacia el sonido y hacia el fomori que quedaba en pie, atacando con un rugido, intentando evitar que volviese a disparar. Miró un momento hacia los Danzantes, deseando lanzarse hacia ellos, pero corrió hacia el almacén con lo que esperaba que fuera una breve mirada amenazante.

Eran superados en número y las órdenes habían sido bien claras, Sueño no esperó ni se entretuvo más y salió corriendo hacia el almacén gracias al hueco que había dejado el Arhoum.

Después de que Donny atacase al fomor que quedaba en pie, el Danzante rugió una risa y le cosió a garrazos. En el pecho, los costados, el cuello y la cara, en todas partes, como cuchillas. Cuando el Ahroun pudo hacerse a un lado, el Danzante tenía trozos de su carne adheridos al pelaje de las patas delanteras.

Donny apenas podía sujetar el klaive con los músculos casi separados del hueso. Empezó a nublársele la vista. Todo dolía tanto que su cuerpo le estaba pidiendo que desconectara.

Paso-seguro dejó escapar un gañido. Rápidamente se interpuso entre el Danzante, Uñas-de-cristal y Donny y volvió a repetirles que se fueran. Apretó el bastón y golpeó el suelo con fuerza. Desde el punto donde se apoyaba en el suelo, una fuerte corriente de aire se extendió en dirección al enemigo. El Danzante soltó un rugido molesto cuando el viento le removió el pelaje y lo empujó contra la pared.

Donny aulló y lloró y se desplomó sobre los cuerpos de los fomori. No tenía muy claro si estaba muerto o si solamente deseaba estarlo. Se arrastró, siguiendo las órdenes de Paso, en la misma dirección que habían seguido sus compañeros de manada, pero sentía que iba dejándose la vida por el camino.

Con un gruñido de frustración, Uñas-de-cristal disparó sus garras hacia Ashley. La Crinos blanca dejó escapar un gemido al tiempo que corría a ayudar a Donny a salir de allí.

-¡Decidle a mi hijo que le estoy esperando! -gritó Uñas-de-cristal a los Garou que se marchaban.

Viviane salió como un suspiro al almacén. Allí pudo accionar el botón de la puerta del garaje para permitirles la salida. No vieron cómo lo hacía, pero sí escucharon su voz diciéndoles que se agacharan y escaparan. Ashley se arrancó las garras goteantes del costado con un grito de dolor mientras cambiaba a Homínido.

-¡Joder, cómo duele esto! A ver, ¡todos a Homínido! No sabemos si van a venir más fomori, así que mucho cuidado. En cuanto lleguemos a alguna zona verde, pasamos a Lupus y nos vamos cagando leches a Naperville. -Apretó los dientes cuando de su herida empezó a fluir una materia negra y verde que olía a cloaca-. ¡Mierda!

Donny no quería cambiar a homínido. Esa forma era más blanda. Iba a dolerle más. Pero sintió que Ashley encogía debajo suyo y la siguió por instinto, gimiendo de dolor. La plata no quemaba en forma homínida, pero un ser humano no podía soportar las balas en el pecho.

Se dejó caer bajo la puerta para arrastrarse por debajo, sin importarle si arrastraba a Ashley. Tenía que arrastrar el gran klaive, ahora expuesto, y a sí mismo, por lo que probablemente la forma de lupus hubiera sido mejor, pero no podía concentrarse en no caerse en pedazos y pensar al mismo tiempo así que simplemente hizo caso a Ashley.

Alecto cambió a homínido, el peso de la guitarra materializándose a su espalda de inmediato mientras se echaba al suelo para pasar por debajo de la puerta, deteniéndose para ayudar a Ashley con Donny. Echó un vistazo rápido a su alrededor para asegurarse de que no había más enemigos cerca.
-Tenemos que encontrar un sitio donde podamos parar un minuto, tenemos que hacer algo con él -dijo intentándo ayudar a Donny a ponerse de pie sin hacerle demasiado daño.

-Tengo los papeles -anunció la Ragabash, desde algún lado.

Entonces, el grupo pudo ver cómo la puerta de la verja se abría para dejarles paso, y la figura de Flecha-de-plomo reaparecía de camino a su moto. Fue entonces cuando paró para revisar el estado de sus compañeros y se dio cuenta de que el Ahroun estaba en las últimas.

-Dios, Donny... Aguanta. -Se acercó a él para ofrecerle apoyo y guiarle-. Ash, me lo llevo directo al Clan. Tened cuidado.

Sueño pasó a homínido con un gruñido entre dientes y atravesó la puerta junto a los demás.

- Ella tiene razón.- Dijo haciendo un gesto con la cabeza hacia Alecto.- Debemos atender sus herdias cuanto antes.

-Si no te pones bien voy a patearte el culo, maldto Urrah -le dijo Ashley a Donny antes de que montase en la moto-. Ten cuidado, Viv. No sabemos lo que puede haber en la carretera.

Ashley lamentaba que el grupo tuviera que disgregarse, pero Donny necesitaba atención inmediata y lo que primaba en ese momento era largarse de allí y huir a un lugar seguro.

-Los demás, como ya he dicho. Vámonos de aquí pitando.

La Philodox echó a correr de camino a las afueras de Bolingbrook en busca de un sitio seguro donde transformarse y volver al Túmulo. Paso-seguro les estaba comprando tiempo, pero no sabía cuánto ni a qué precio. Esperaba que el Caminante estuviera bien, pero lo más probable era que no.

Estaba seriamente cabreado con quien fuese que hubiese tenido la brillante idea de llevarle en moto hasta el clan, pero estaba muy ocupado teniendo agujeros para oponerse, así que se dejó subir a la moto, mandó a tomar por culo a Ashley de manera incoherente, o lo intentó al menos, apretó los dientes y pensó en su madre por primera vez en meses.