Partida Rol por web

Cuando sintió el golpe, Alecto pasó a su forma de Crinos de inmediato, toda espeso pelaje negro, garras y dientes. Una vez Awen se hubo fundido con ella se sintió algo mejor, aunque todavía se encontraba peor que en cualquier otra pelea. Aquel no era su sitio, estaba claro. Era como jugar en el terreno de aquellas criaturas que ya eran bastante horribles sin jugar en casa. Gruño y se lanzó hacia una de las perdiciones con las garras por delante.

El lupus se retorció ante el ataque de la perdición y volvió a descargar su rabia contra ellas, con no mucha habilidad. Nunca se le había dado muy bien el combate cuerpo a cuerpo, pero tenía claro que debía enfrentarse a esas corruptas criaturas y acabar con todo lo que manchara el mundo de los espíritus de una forma u otra.

Donny partió por la mitad la gelatina púrpura que lo atacaba; el espíritu perdió materia y se diluyó en el aire, cayendo en Sopor. Las otras dos Perdiciones reaccionaron fieramente y desataron una furibunda nube de latigazos sobre Alecto y Sueño. Los zarcillos eran como gusanos que saltaban al pelaje de los Crinos y reptaban en ellos, mordiendo y abrasando.

Donny dejó escapar un gruñido satisfecho. Casi no le había dado dentera el sonido de la plata cortando el aire y se había sentido muy bien dejando salir un poco de Rabia. Se volvió hacia la Perdición que estaba atosigando a Sueño, que le parecía más blandito que Alecto, y la ensartó.

Como la otra, la gelatina-espíritu se abrió en dos y su contenido se esparció por el suelo. El charco hediondo se evaporó lentamente.

Alecto vio a las dos perdiciones disolverse al ser atravesadas por la hoja del Gran Klaive mientras seguía enzarzada en la pelea con la única criatura que quedaba. Después de llevarse otro golpe apretó los dientes y volvió a golpear a la criatura.

Alecto arrancó trozos de la Perdición que se retorcieron por el suelo, agónicos.

Sueño agradeció a Donny la rápida ayuda con un leve gruñido y se lanzó a por la perdición que quedaba con Alecto.

La Perdición se descubrió sola y echó a reptar intentando escapar.

Donny dio un saltó detrás de la perdición y la cortó por la mitad con el Gran Klaive. Aquella cosa no iría a ninguna parte. Se volvió hacia sus compañeros, triunfante. -¿Estáis bien?

El theurge cambió a forma de hispo y miró sus heridas. No parecían graves y se estaban regenerando con normalidad pero no quiso lamerlas por no contaminarse con aquella sustancia de la que pudieran estar hechas esas cosas.

- Si, gracias, no es nada grave. Buen manejo del Klaive, por cierto.

Desde luego era una verdadera ventaja que esa manada dispusiera de un arma tan poderosa.

-Muy bien, sobre todo gracias a tí -dijo ella con voz agradecida. Pero no tardó mucho en añadir-. Pero estaría mejor en una alcantarilla. Este sitio no está bien, no deberíamos estar aquí. Podemos pelearnos con todo lo que queráis, yo me apunto, pero aún así... el sitio en sí... no está bien y no deberíamos estar aquí -dijo pasándose una mano por el pelo. Miró alrededor- ¿Qué hacemos ahora? ¿Por dónde?

Contento de haber podido ayudar, Donny cambió a forma Glabro y miró alrededor. A él tampoco le volvía loco la Umbra, pero la verdad es que era la manera más rápida de entrar. Escudriñó el paisaje umbral como si realmente supiese interpretarlo.

-Ni idea. Habrá que entrar al edificio. ¿Sueño?

Sueño echó una mirada de reproche a Alecto, aunque en hispo poco lo iba a notar ella. Debería conocer bien la Umbra, asustarse de esa manera es algo impensable en un Garou. La Umbra debe ser su segunda casa, si no acaso la primera prácticamente.

- Cálmate Danzante, la Umbra no es más peligrosa que esas alcantarillas de las que hablas. Vamos, debemos averiguar el origen de la corrupción de este lugar. - Dijo mientras miraba hacia el edificio.

La puerta, como en el mundo físico, estaba cerrada. No tuvieron problemas en forzarla, y tampoco es que alguien lo fuese a notar. El interior emanaba un aura fría y escalofriante. El hedor a muerte era más denso aquí, tanto que parecía llenarles las gargantas hasta ahogarlos.

Ashley había dicho que cuando entrasen se reunirían. Tenían que volver al mundo físico.

Cuando Viviane se ocupó de las cámaras, Ashley y Paso saltaron la verja y se acercaron a la puerta vigilando en todas direcciones.

-Bien hecho, Viv. Ahora a esperar a que regresen.

Donny buscó un sitio discreto en el que pudieran volver al mundo físico y volvió a su forma homínida. El Gran Klaive se volvió muy pesado en sus manos, y lo guardó mientras se dirigía a los otros dos, medio agachado detrás del mostrador de recepción.

-Vale, formas humanas y nos reunimos con los otros -dijo, inquieto-. Sueño, crúzanos.

Sueño asintió con la cabeza, pasó a forma homínida y se concentró para volver a abrir un portal a la teluria.

Al reunirse en el interior del edificio, fue evidente que al otro lado había habido pelea. El Klaive de Donny estaba manchado de una materia oscura y repugnante que gritaba "entrañas de Perdición". Pero los Ahroun se ocupan de los problemas, de modo que ahora estaban a solas en aquel edificio aparentemente corrupto. Y había que hacer algo al respecto.

Parecía un pequeño bloque de oficinas normal y corriente, con su recepción y sus despachos. No había referencias al Wyrm ni a elementos malignos, pero habría sido extraño encontrarse de buenas a primeras con... ¿qué esperaban exactamente?

-No tendremos mucho tiempo a partir de ahora -dijo el Caminante-. Si las cámaras estaban supervisadas por alguien, enviarán una patrulla para ver lo que ha pasado. Será mejor que nos pongamos a investigar lo antes posible. ¿Podéis percibir el Wyrm claramente?