Partida Rol por web

Alecto sonrió de lado al pasar a su forma humana. Hacía mucho tiempo que no entrenaba como lo había hecho y había sido casi terapéutico, aunque le dolían músculos que se le habían olvidado que tenía. Por primera vez el desenfreno de la rabia y la lucha no le había recordado a su antigua manada; había sido parte total y completa de su nueva manada.

Cuando Viviane le pidió un aullido la complació de buena gana. La habría complacido de muchas otras formas, con los músculos aún calientes de la batalla y la euforia en la sangre, pero eso tendría que esperar. A ser posible no mucho.

-Un paso más cerca de dejar atrás a los recaderos para siempre -dijo con una sonrisa. Tenía la cara empapada de sangre y no toda era suya, lo cual siempre era buena señal-. Cuando volvamos, que sea con tótem y nombre.

Y si apruebo el examen, quizás con algo más.

Sueño estaba agotado y más que jadear parecía estar luchando por respirar. Se apoyaba sobre sus rodillas intentando recobrar el aliento. Había estado al borde de la muerte y tuvo que necesitar de toda su destreza y aplomo para continuar en la batalla. Pero ahí estaba, vivo y de una pieza después de todo. 

Se sentía realmente orgulloso de lo que había logrado, aunque no podía expresarlo debido a su estado. Había sentido como el poder de Jabalí le rodeaba e imbuía de rabia el corazón para derramar la sangre de sus enemigos. Había sentido su frenesí sangriento y se zambulló en él.

-He... he bailado... con Jabalí... - Intentaba decir entre jadeos.

Se incorporó para tomar una buena bocanada de aire, cuando vio que Viviane se acercaba a él. Interpuso la garra para indicarle que le dejara recuperar el aliento, pero ella se la chocó por alguna razón que el Theurge no comprendía. Su mirada pasó de su mano a Viviane y de ésta a su mano con gesto confuso, bastante extrañado.

Ashley, en forma lupina, se unió al aullido de Alecto y juntó las fuerzas que le quedaban para arrimarse a sus compañeros y darles un lametón de la victoria a cada uno. De vuelta a Homínido, improvisó un baile que parecía una rutina de animadora.

-¡Genial! ¡Ya somos los Colmillos de Jabalí! -Había estado pensando en el nombre durante varios días y le parecía un buen momento para presentarlo.