Partida Rol por web

Sueño-de-Arenas-Rojas rondaba por el bosque. Llevaba poco tiempo en el Túmulo, pero ya reconocía sus recovecos y sus olores. Sabía dónde abundaban las presas y cómo se distribuía el territorio. Qué árboles rascar y dónde beber. Su libertad le permitía moverse sin problema por el boun y distraerse en su soledad. La manada aún no le había aceptado formalmente, pero aunque así hubiese sido, los de su tribu valoraban las reflexiones con uno mismo y el tiempo de tranquilidad.

En medio de una de estas meditaciones, Sueño olió a Donny en los alrededores. Su olor era inconfundible. Hedía a ciudad. Siguiendo el rastro, llegó a un claro. A un lado vio un manantial de plata del que fluía una gran cantidad de Gnosis. A otro, una mujer desnuda y herida. Entre ellos, un monstruo retorcido y purulento con las garras manchadas de sangre. Al mirar a su espalda, Sueño vio a Donny. Su ropa estaba hecha jirones y sangraba de numerosos cortes. En su forma de Homínido poco podía hacer.

Sueño comenzaba a sentirse como pez en el agua por aquél lugar, aunque le estaba costando acostumbrarse al frío de la zona. Llevaba toda la mañana paseando por el Túmulo a través de la Umbra, buscando hacer algún amigo espíritu que pululara por allí.

Estaba siguiendo el rastro de algún pequeño roedor cuando le llegó el inconfundible olor de Donny. Sabía que no le gustaba mucho el bosque y no había oído ningún aullido que anunciara su llegada así que se acercó a recibirlo.

En cuanto vio la escena, Sueño se agachó todo lo que pudo esperando no haber sido descubierto por aquel monstruo. Si había conseguido derribar a Donny, con o sin Klaive, poco podría hacer el Theurge contra aquella criatura, pero ¿qué podía hacer? Tenía que pedir ayuda, pero un aullido delataría su posición al instante. Se concentró y rogó ayuda a los espíritus del silencio.

Al observar mejor la escena y buscar un lugar donde esconderse, Sueño vio que tanto Viviane como Alecto habían sido capturadas por lianas negras, o quizá fuesen tentáculos. Como moscas atrapadas en una telaraña, eran incapaces de moverse. Donny jadeaba con dificultad. La sangre le corría por la espalda y las piernas.