Partida Rol por web

Donny se bebió la mitad de la cerveza al escuchar la palabra "lesbiana", y la otra mitad durante el resto de la confesión de Viviane. Fue, de hecho, bastante impresionante, y lamentó que no hubiera sucedido durante una de las salidas en manada en las que Ashley se jactaba de cómo había aprendido a beber con los Fenris.

-Ya, bueno. -Aplastó la lata de cerveza y la dejó entre sus cosas. Sabía bien lo que quería decir Viviane; Alecto le había puesto una cara parecida justo antes de que asaltara a Viviane en la cabaña-. No os llaman Furias Negras por nada. Mira. Lo que no puede ser es que la tengas rondando cuando te apetece y cuando no, no, coño. Tú aclárate y haz lo que tengas que hacer en cuanto acabemos con esto de los Danzantes. O durante, si puede ser. A Alecto ya la tengo yo entretenida. Pero date un poquito de vida. La calavera es muy pesada.

- Es bueno saberlo, gracias por la información, supongo. Había pensado en enseñarle a Alecto un par de cosas sobre la Umbra por eso de que no parece sentirse muy cómoda cuando se habla de ella. Y, bueno, se supone que debería ser vuestro guía en ese campo aunque todavía tengo mucho que aprender. 

Bostezó perezoso cuando entró Viviane por la puerta.

- Creo que no le vendría mal a la manada unas barras, o  burras, o como las llaméis vosotros. O una cacería cuando las cosas estén más calmadas.

Viviane arrugó el ceño y le miró de reojo.

-No ha sido así -replicó, ofendida. ¿Lo había sido? No había sido como llamar a su puerta cuando le apetecía morrearse. Habían adoptado una calavera y tenían la saga de los Delincuentes Lupinos y Radio Tres-Acordes. No la había tenido rondando, y pensar que sí le hacía sentir un vacío en el estómago. Movió la pierna para darle un toque al Ahroun-. Y no te metas con Murray, hijo de Yorick, ancestro del bárbaro Conan. Arreglaré todo esto. Y hablaré con la Alfa. Pero no hoy. -Se volvió hacia él y le señaló con un dedo-. Y te has quedado sin bocadillos y patatas fritas con ketchup.

-Respeto para la calavera -asintió. No pudo contener un suspiro de alivio al ver que Viviane se levantaba-. Entendido.

Cuando Viviane se volvió y le retiró el pase de comedor de callejón Donny se llevó las manos al pecho como si le hubieran disparado y compuso su mejor rostro de herido de muerte. Que no era muy bueno. Se dejó caer de espaldas y cambió a Lupus de nuevo para rodar y hacerse un rosco otra vez.

Tras una breve charla, Viviane se levantó para acercar las manos al fuego y apurar el café entre bostezos mal disimulados.