Partida Rol por web

Herederos del lobo

6. Defender el Túmulo

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13/05/2012, 19:35
Director

Caminar de lado les resultó tan fácil en el núcleo del Túmulo como caminar hacia delante. Sus cuerpos y sus espíritus se transmitieron a través de la delgada Celosía, aquella barrera que se convertía en ínfima junto al manantial y que permitía a cualquier ser del otro lado mostrar parte de su esencia incluso en el Mundo Físico. En la Umbra, sólo distinguían pálidas sombras, pero al lado de las maravillas que tenían a dos pasos, ¿quién quería preocuparse por ellas?

La Umbra en aquel Túmulo era plácida, tranquila y amable. Se respiraba un ambiente de bondad y calor. Si el manantial curaba las heridas físicas, la Umbra sanaba en parte la tristeza que los afligía, dándoles a todos la fuerza que precisaban para acabar con los conflictos internos.

Los espíritus cercanos, de Curación, Paz y Amor, revolotearon en torno a la manada con curiosidad. Pero no tardaron en marcharse. Sus corazones llenos de rabia y deseos de venganza los repelían. Kate encontró la senda hacia la batalla. Aquí los espíritus se entremezclaban: espíritus animales, hervíboros, huían de la prole del Wyrm. Los espíritus de la guerra y el dolor batallaban contra ellos. Los espíritus guardianes intentaban resistir, pero las Perdiciones eran muy numerosas. Su corrupta influencia hacía que la Umbra sufriera y la Celosía se volviese más gruesa.

Vieron cómo una Perdición enorme y goteante abría sus fauces para devorar a los espíritus guardianes. Cómo los espíritus animales eran destruidos por sus garras, eco de las presas que caerían impotentes al otro lado. Cómo los espíritus más belicosos intentaban resistir mientras el padre Unicornio llegaba para protegerlos a todos.

Dorotea se volvió un Crinos oscuro y saltó sobre la Perdición sin dudar. Era momento de que hicieran lo mismo.

Notas de juego

Este combate es puramente interpretativo. La Perdición y sus minions son duras, pero podéis mantenerlas a raya un rato. Escribid posts en los que se muestre cómo defendéis la posición en lo posible.

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14/05/2012, 15:17
Flecha-de-Plomo

Viviane atravesó la Celosía sin dificultad y, de repente, su corazón sintió algo de paz y tranquilidad. Fue un breve instante solamente, pero bastó para hacerle recobrar el ánimo y la decisión. Ahora era hora de pelear y darlo todo de nuevo por proteger ese lugar, y necesitaba la cabeza despejada para ejercer su papel de guerrera.

Todavía en Hispo, sus ojos se movieron contemplando a los espíritus que huían despavoridos de ellos. Debían de seguir la dirección contraria. En la Teluria sólo habría hecho falta seguir el reguero de cadáveres que dejaban, pero allí era algo más complejo. Avanzó con paso presto, sin dejar atrás a la manada, hasta determinar el objetivo que debían abatir.

Era una perdición enorme que lograb estremecer su corazón. Los espíritus caían a su alrededor sin remedio, y la Ragabash sentía aquella pérdida como un nuevo achaque a su conciencia. La Rabia emergió transformándola en un Crinos negro y blanco que, imitando a Dorotea, se abalanzó sobre la Perdición sin un atisbo de duda. En algún lugar su madre y el resto del Clan hacían lo mismo con otras presas. No podían consentirlo.

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14/05/2012, 21:06
Botón-del-pánico

Donny estaba acostumbrado al rechazo, pero recibirlo de los espíritus era nuevo. Exhortó a Kate para que se diese prisa. Aunque aquel lugar hiciese que su día fuese un poco menos asqueroso necesitaba moverse y aplastar algunos cráneos. Precisamente porque era uno de los pocos lugares con árboles en los que se sentía cómodo sintió sus músculos reavivados por la Rabia.

Cuando llegaron a la batalla se convirtió en un Crinos enorme y de pelaje irregular y acudió en ayuda de los espíritus guerreros. Se abrió paso a zarpazos y mordiscos entre las Perdiciones más pequeñas, reduciendo su número entre rugido y rugido. Confiaba en que la manada y Dorotea pudieran ocuparse de la más gorda mientras él salvaba a la mamá de Bambi de un par de lacayos.

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16/05/2012, 12:04
Kate Rencores-Pasados

Cruzar a a la umbra, en casa y particularmente en aquel lugar fue tan sencillo y reconfortante como siempre. Kate lo había hecho muchas, muchas veces y era aquel recibimiento particularmente caluroso por parte de los espíritus lo que poco a poco había calmado sus mayores miedos y le había permitido empezar a aceptar que aquel lugar tan ajeno y tan propio a la vez también formaba parte de su mundo.

Pero hoy los espíritus, normalmente juguetones hasta el hastío, se alejaron rápidamente con apenas un par de vueltas, nerviosos, molestos. La calma y la paz del lugar no eran la misma y la no tan lejana batalla perturbaba el ambiente. El que ellos estuvieran absolutamente rabiosos era más de lo que aquellos inocentes espíritus podían soportar y Kate los vio alejarse con tristeza.

El ladrido de Donny la devolvió a la realidad y la Theurge se apresuró a orientarse. No le costó encontrar la senda y se encaminó por ella sin vacilar, seguida de cerca del grupo. El desolador campo de batalla apareció pronto ante ellos con todo su horrendo esplendor.

Sin cambiar de hispo, Kate sintió como un aullído profundo y amenazante le venía a la garganta y lo dejó salir para lanzarse a continuación a la batalla junto a Donny, cubriéndole las espaldas mientras ella misma desgarraba a golpe de mandíbula cada enemigo que se le ponía a tiro.

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17/05/2012, 22:27
Ashley Digna-hija-del-Klaive

Era la primera batalla a gran escala en la que Ashley participaba. Había oído de los skalds del Klaive canciones apasionantes sobre los grandes guerreros Fenris, sus espadas plateadas reluciendo al sol antes de hundirse en horrores del Wyrm. El abrazo de la muerte, el Valhala, el servicio a Gaia. Una parte de ella odiaba la idea de morir, pero la sangre que fluía por sus venas, su herencia de la Camada, la impulsaba a ponerse en peligro para demostrar su fuerza. De eso se había tratado siempre. Demostrar que era más fuerte, más lista y más popular que otros. Ser superior a los que la rodeaban. Demostrarse digna. Y lo había hecho, ¿o no?

Las garras de Ashley se clavaban en las Perdiciones y las despedazaban. Sangraba, estaba cansada y llena de ansiedad, pero el placentero conocimiento de que lo que hacía aumentaba su Renombre y la elevaba como guerrera hacía que todo eso diese igual.

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17/05/2012, 22:45
Director

La batalla parecía no llegar a su fin. Cada Perdición muerta, cada espíritu vengado, era otro más acosando su flanco o su espalda. La manda sin nombre, la manada novata, derramaba su sangre en un ejercicio sin sentido y desesperado. El brillo de Helios en lo alto se volvió extraño, como si una niebla lo envolviera. El cansancio agitaba sus músculos y la noche sin dormir pasaba factura. Y las muertes sufridas, y el miedo a ser los siguientes... o los siguientes culpables...

Pero mientras cada uno daba lo mejor de sí mismo, hasta el último esfuerzo, un espíritu se acercó tan majestuoso y poderoso como podía ser. No era el majestuoso Unicornio, no. Era Jabalí.

El enorme Jabalí tenía unos colmillos tan enormes que podía abrir en canal a un hombre sin problema. Era fiero y tenaz y cuando se entraba en su territorio, alejaba a los atacantes entre potentes gruñidos cuando no cargaba contra ellos directamente. La Perdición que amenazaba la Penumbra del Túmulo no pudo hacer nada cuando el gran cerdo se arrojó sobre ella. Tras un breve altercado, el espíritu del Wyrm fue destruido y el Jabalí prevaleció. No era un Espíritu común, sino un Avatar del mismísimo Incarna.

-Habéis luchado bien -dijo entre gruñidos-. No os detengáis. Gaia nunca está a salvo.

Y diciendo esto, el avatar desapareció. Unicornio llegó poco después y barrió las fuerzas del Wyrm con su cuerno perlado, como una lanza de caballería. Pero aquella experiencia no fue tan importante como el encuentro con Jabalí. Aún no habían escogido al Totem de manada, pero los cuatro sintieron un apego más que grande por Jabalí, que había luchado a su lado como uno más.