Partida Rol por web

3 de noviembre de 2000 - 21:15

Bajo la Media Luna creciente el Clan se reunía en un Consejo formal. La zona de asamblea, un claro donde todos se sentaban en círculo para que cada uno viese las caras de sus compañeros de Clan, era siempre cuidadosamente barrida antes de cada Consejo. Los asientos en los que se sentaban los Garou eran piedras planas, tocones y otros asientos de madera más elaborados. Las manadas ocupaban asientos contiguos, y los Ancianos contaban con los mejores puestos, aunque siempre en línea con el resto de los suyos. Los asientos de los caídos en combate quedaban dolorosamente vacíos, mientras que el que ocupaba Dánae había sido quemado por las Furias en un acto de desprecio hacia la desertora.

Los murmullos y los comentarios en voz baja mientras los hombres lobo se sentaban daban la sensación de calidez y unidad que se presuponía en un Clan. No obstante, ni una voz se alzó cuando Canción elevó el aullido que daba inicio al Consejo.

Cuando murió el aullido de Canción, que fue especialmente emotivo debido a la falta de Convence-a-los-espíritus, la anterior Maestra del Aullido, Danza-a-la-Luna-Creciente empezó a enumerar la Letanía:

-Un Garou no se apareará con otro Garou -dijo la Maestra del Rito con tono sombrío-. Combatirás al Wyrm allá donde more y críe. Respetarás el territorio del prójimo. Aceptarás una rendición honorable. -Sus ojos se paseaban por los presentes aleatoriamente, pero al decir aquella norma, se posaron en Viviane-. Te someterás a los de mayor posición. Dejarás la primera parte de la presa para el de mayor posición. No comerás la carne de los humanos. Respetarás a todos los inferiores, pues todos son de Gaia. No descorrerás el Velo. No permitirás que tu pueblo te atienda en la enfermedad. El líder podrá ser desafiado en tiempos de paz. El líder no será desafiado en tiempos de guerra. No realizarás ninguna acción que provoque la profanación de un túmulo. Éstas son las leyes de los Garou.

Después, Leda, la alfa del Clan, elevó un segundo aullido. A este se unieron todos los Lupus. Era un lamento por el destino de los lobos y la escasez de los mismos año tras año.

Lágrima de Piedra, que había sido honrada con la posición de Invocadora del Kaos en este Consejo, se adelantó.

-Yo soy Lágrima de Piedra -dijo en forma Lupus, de un bonito jaspeado grisáceo-. Como Invocadora del Kaos, doy las gracias a Morro Ensangretado por cuidar del Túmulo. Tus atenciones hacen a los espíritus felices, y las fuerzas de Gaia son poderosas aquí gracias a ello. Doy gracias a los Ancianos por permitirme este honor al menos en este Consejo. Doy gracias a quienes me escuchan por su presencia, y doy gracias a Gaia por darnos sus dones y su amor.

A continuación miró hacia el este y comenzó su particular letanía:

-Nos hemos reunido en este lugar sagrado de Gaia, habiendo llamado a nuestros hermanos y hermanas de Gaia, y ahora llamamos a los hermanos y hermanas de Luna. -Se giró hacia el este-. ¡Viento del Este! ¡Portador del amanecer! ¡Viento del Este! ¡Tú que nos enseñaste el lado del espejo, el otro lado de la Cortina de Terciopelo, ven a nosotros! Te damos las gracias por tu limpio pensamiento y brillante luz. -Se giró hacia el sur-. ¡Viento del Sur! ¡Portador del fuego eterno! ¡Viento del Sur! ¡Tú que nos has dado el fuego de la furia interior, para que podamos vencer a nuestros enemigos, ven a nosotros! Te damos las gracias por tu fiera cólera y por tu protección guardiana. -Se volvió al oeste-. ¡Viento del Oeste! ¡Portador de la lluvia! ¡Viento del Oeste! ¡Tú que nos diste la capacidad de cambiar, ven a nosotros! Te damos las gracias por las muchas formas que has compartido con nosotros. -Se volvió al norte-. ¡Viento del Norte! ¡Portador del frío de la montaña! ¡Tú que nos trajiste los Dones y los Ritos Sagrados, ven a nosotros! Te damos las gracias por tu gran sabiduría y tu gran fuerza. -Lágrima de Piedra bajó la mirada hacia la tierra-. ¡Viento Interno! ¡Portador de las bendicion es de Gaia, dentro de nosotros! Tú que contienes el poder de la madre en nuestro interior, ven a nosotros. Te damos las gracias por tu espíritu y tu paz interior.

La Lupus dejó que los vientos hicieran acto de presencia removiendo los pelajes y las cabelleras de los presentes antes de seguir.

-¡Un Cuerno! ¡Unicornio! Tú que proteges a los débiles y los curas con tu roce, tú que guías a los sabios y escuchas a los confusos, tú que bañas al mundo en una ola de calma: ¡escúchanos! ¡El Clan del Túmulo del Viento Ululante te llama! Nosotros, los Hijos de Gaia, las Furias Negras, los Roehuesos y la Camada de Fenris, imploramos tu presencia. Te damos las gracias por otorgarnos tu poder y alimentar tu manantial. Que los enfermos y los heridos sean atendidos y los débiles tengan abrigo.

Un relincho llenó la noche. Casi se podía notar la presencia de Unicornio al otro lado de la Celosía.

Canción volvió a aullar, cerrando el turno de llamar a los poderes y comenzando el Consejo en sí. Ahora, aquellos que quisieran decir algo podrían tener voz. Empezó Leda -que desempeñaba el papel de Receptora de la Verdad en ausencia de Tommy- a explicar la situación del Clan. Las recientes muertes, el ataque al Túmulo, la deserción de Uñas de Cristal y todo lo que ello conllevaba habían hecho que los Ancianos decidiesen hacer un llamamiento a toda la Nación Garou, abriendo los brazos a cualquier manada que quisiera establecerse en el Clan siempre que se adhiriera a sus tradiciones y respetase a Unicornio.

Pasó hacia su derecha un cetro de madera con glifos tallados en ella. Era el cetro de la palabra, y quien lo tuviera en la mano podía hablar libremente. Quien primero lo ostentó fue Ismene, que expuso unas cuantas quejas acerca de la Manada Urbana. Dijo que obstaculizaban su trabajo como protectora del instituto y de la Parentela, y que Carrito-Infernal había sido "desconsiderada" cuando se le ocurrió pasar cerca de su parque. Leda permitió que Jenny se defendiera de sus acusaciones, y la Ahroun lo hizo de manera bastante agresiva, con lo que la Philodox no le permitió seguir hablando. Propuso a ambas Garou que llevasen a cabo un desafío para solucionar su problema, pero Lengua-Venenosa no quiso seguir adelante con sus quejas, de modo que cerró la boca y se limitó a mirar a Jenny con dureza desde el otro lado del círculo.

Grita-si-estás-muerto se atrevió a insinuar -de manera poco sutil- que Nikos podía estar influenciado por el Wyrm. Aquella suposición provocó que los Hijos de Gaia reaccionasen con ira y que cerrasen filas en torno a su compañero. Nikos expresó estar anonadado y lleno de pena por lo que la Metis se atrevía a decir, y Leda la censuró por haberse atrevido a decir aquello.

Llegaba el turno de elogiar los triunfos de los Garou presentes.

-Botón-del-Pánico, Ahroun Roehuesos. Flecha-de-Plomo, Ragabash Furia Negra. Digna-hija-del-Klaive, Philodox de la Camada. Dad un paso adelante.

Los tres Cliath tuvieron que dar un paso hacia los Ancianos, en pie frente a todo el Clan. El ambiente era cálido, pero noviembre mordía igualmente.

-Los Garou somos criaturas que valoramos el Honor, la Gloria y la Sabiduría. Vosotros tres habéis destacado en el servicio a Gaia. Habéis luchado en pos de este Clan, habéis derrotado criaturas que servían al Wyrm y habéis demostrado vuestra valía como lo demostrasteis en vuestro Rito de Iniciación. Botón-del-Pánico, Digna-hija-del-Klaive: habéis viajado a La Lobera, habéis aprendido una lección y habéis regresado con vida. Sólo los mejores y los más válidos son capaces de ello. Reconozco la Gloria. Flecha-de-plomo: Tus heridas atestiguan tu valor. Sólo quien sufre el peor daño y se levanta es digno de seguir luchando. ¡Yo, Ira-sin-descanso, testifico que habéis hecho más grandes a vuestras Tribus y a vuestro Clan, a toda la Nación Garou!

Normalmente su capacidad para prestar atención en los Consejos oscilaba mucho a lo largo de la velada, pero aquela noche Donny estaba atento a cada palabra. En algún momento tendría que levantarse y hablar sobre su intención de hacerse con el Klaive sin decir ninguna palabrota. O eso pensaba, no tenía muy claro cómo funcionaba aquello. Además no había tenido que levantarse en un Consejo desde el Rito de Iniciación. Estaba más contento sentado y callado.

-Gracias -dijo, bajando la mirada, antes de que Ashley y Viviane pudieran dar agradecimientos más floridos.

Viviane, como otras veces, siguió el consejo con atención, admirando la belleza de los aullidos que se alzaban por encima de la copa de los árboles y deseando escuchar la sabiduría de los demás. Pero esa sensación de inquietud y avidez por que llegase el momento en que invocasen al totem desapareció al recibir la dura mirada de Mary. Le cayó como una losa, oprimiéndole el pecho, y se limitó a bajar la mirada, avergonzada, haciendo caso omiso a la mayor parte de las rencillas.

Cuando los hicieron llamar flotaba sobre sus pensamientos la imborrable sensación de culpa, pero arropada por sus compañeros, el Ahroun y la Philodox, se cuadró frente a su madre dispuesta a recibir la Gloria que tanto esfuerzo le había costado. Concretamente, tres ardientes heridas que casi se la llevan al otro lado. Como decía Ashley, aquello sería pasajero, y sus actos habían sido involuntarios. No restaban validez a lo que había conseguido por sí misma antes.

-Gracias -dijo con solemnidad, acompañando con una leve inclinación de cabeza-. Es un honor luchas por mi manada, mis hermanos, mi clan, y por Gaia.

-Gracias -dijo Ashley a su vez-. Siempre lucho por dar Renombre a mi Tribu, a mi Clan y a mi manada.

Después de aquello, Dorotea Morro-ensangrentado elevó la voz al llegarle el cetro.

-El Gran Klaive de Niebla-de-verano ha quedado sin dueño tras su muerte. Todos honramos al valiente Ahroun que dio su vida por el Túmulo.

Hubo gestos de asentimiento.

-Como modo de seguir honrando al gran fetiche, solicito a los Ancianos que me cedan el Gran Klaive. Creo que soy la Ahroun mejor preparada para poseerlo, al menos por debajo de ti, Lysandra Ira-sin-descanso.

-Te olvidas de mí, Hermana -dijo Lluvia-de-sangre, sentada a su lado. La enorme Ahroun rivalizaba en fuerza con el fallecido y a menudo le retaba a pelear sólo por demostrar que era más fuerte que el hombre más fuerte-. Yo también sé blandir un Klaive y puedo honrarlo.

-Yo también soy una Ahroun -gruñó la Metis, más un grito que un comentario-. ¡Y soy de la Camada de Fenris! Vosotras, las Furias, usáis hachas dobles, ¡no espadas! Tengo más Rango que vosotras y por tanto más derecho.

-Como si una Metis pudiera exigir cosas -dijo Lluvia, cruzándose de brazos.

-Los Metis son igualmente válidos a cualquiera de vosotras -dijo Canción-. Ellos luchan por la Madre igual que nosotros.

-Yo sé que no me lo van a dar, así que para qué pedirlo -escuchó Donny que murmuraba Jenny a su hijo Metis.

El codo de Ashley se clavó en el costado de Donny.

Donny dio un respingo y carraspeó.

-Yo también soy Ahroun, y el pupilo -Donny no conocía esa palabra hasta que la había necesitado para el Consejo- de Tommy. Niebla-de-verano. Ya sé que soy un Cliath, pero Niebla-de-verano me eligió a mí para llevar su Klaive.

La respuesta fue diversa. Las Sirvientes se rieron por lo bajo, y para sorpresa de Donny, los Roehuesos también. Las Ratas sabían que nadie les prestaría atención ni les cedería un Klaive por sus caras bonitas. Los Hijos de Gaia, sin embargo, parecieron interesados en lo que tuviese que decir.

-Vamos -dijo Lluvia-de-sangre-, creo que la Metis tiene más posibilidades que tú de conseguir el Fetiche.

-¿No le habéis oído, chicas? -preguntó el Anciano-. Ha dicho que Niebla-de-verano se lo cedió antes de morir. Vamos: que cualquier Philodox lo compruebe con sus Dones. El chico no miente.