Partida Rol por web

Comencé a revisar el salón a su alrededor buscando alguna pista para poder encontrar a su profesor pero no lo encontraba de ninguna de las maneras... 

[Salgo]

Me despido de mis compañeros y me voy

Entro para la recuperación de clases, miro a Wynnona y me acerco para hablar con ella.

Fue algo frustrante no encontrar al profesor, la joven se despidió de sus compañeros y comenzó a caminar por el pasillo cuando se encuentra con el curioso hurón que insistía en hablarle, el chico caminó demasiado decidido hasta ella para hablarle y la joven meditó si quedarse o no, pero al final decide hacerlo.

— el profesor no se encuentra, nadie sabe donde está, — le informa al chico, mirando hacia atrás — supongo que debemos venir más rato — se encoge de hombros, — nos vemos... — no sabia como se llamaba el chico, tampoco es que le importara su nombre. 

Miércoles, 25 de septiembre de 1991, al atardecer del día

Harold había visitado aquel mismo día al director Dumbledore para concretar el inicio del Club de Coleccionistas de Cromos de Magos y Brujas, del que ambos serían participes, y entregado todas las solicitudes rellenas de los aprendices del resto de Clubs y de los resultados de la selección de equipos. Entre otros asuntos, había surgido el tema del evento de la fiesta de Halloween, y pese a que no era muy dado a ese tipo de fiestas, había prometido su asistencia y su máxima involucración. Tenía constancia por parte del director, y le había hecho guardar el secreto, de que la profesora de pociones estaba al cargo de elaborar los brebajes y pociones, y en cierta medida, aquello le atemorizaba un poco. ¿Y si empleaban un filtro de amor en él? ¿Sería correcto que durante un día cambiase su apariencia y se mostrase como alguien más joven y atractivo?

Desechó de inmediato esos pensamientos y se acercó hasta la puerta de la docente, que no tardó en golpear suavemente un par de veces para después enunciar.

- Profesora Foxier, soy el profesor Rowle... ¿Sería tan amable de permitirme pasar y hablar con usted? Enunció con cordialidad, elevando la voz solo lo imprescindible para hacerse oír. Si no es buen momento puedo pasar otro día, se que es algo tarde...

Miércoles, 25 de septiembre de 1991, al atardecer del día

La bonita Cyllene estaba trabajando muy duro en sus pociones, tanto que no se pudo permitir el lujo de abrir la puerta, siendo su elfina doméstica quien realizó dicha labor por ella, informando con voz chillona a su dueña:

- ¡No es ningún alumno rogando por que lo tome de aprendiz!.... ¡Es el profesor Rowle, ama!.... ¿le dejo pasar o le lanzo un conjuro?....- pregunta muy solícita la criatura mágica, evidenciando que su señora estaba muy ocupada.

- Por favor Wiki..., ¿dónde están tus modales?....,  por supuesto que debes dejarle pasar y ser cortés con él.... - indica la profesora, la cual no puede salir a recibir al profesor.

La elfina doméstica actuó como si tuviera un resorte y tras abrir la puerta del aula hizo una muy marcada reverencia hacia el profesor, el cual podría observar a Cyllene con ocho calderos a su alrededor, todos funcionando a fuego lento excepto uno, justo en el que tenía fija su mirada. El pelo femenino de la mujer estaba recogido en una elegante trenza que caía hacia uno de sus hombros, el semblante de su rostro, hermoso y delicado, estaba concentrado en el cálido vapor que emanaba el brebaje.

- Pase y siéntese, por favor...., no es necesario que venga más tarde..., tengo labor para rato... - indica la profesora añadiendo un nuevo ingrediente al caldero y removiendo con la varita, mostrando un dominio exquisito en su arte -.... menos mal que son pociones sencillas, si no esto sería imposible de acompasar... - comenta apagando el fuego de cinco de los calderos, dejando tres en activo -.... si me permite voy a terminar estas pociones, si les pasa el tiempo de hervido puede provocar alguna pequeña explosión..., nada peligroso, pero puedo evitarme la limpieza posterior de este espacio... Debería haberme puesto a trabajar en el laboratorio en vez de en el despacho, pero esta sala es fría y se caldea muy bien cuando elaboro los elixires.... - explica

Cyllene tardó varios minutos más en terminar las otras pociones que tenía pendientes. Controlaba al milímetro los ingredientes de cada una de ellas, los tiempos de añadirlos y los giros para provocar que la magia actuase. 

- Vale..., esto ya casi está...., deben atemperarse en el caldero... - indica la mujer apagando los fuegos y dirigiéndose hacia Rowle, pasando muy cerca de su lado, el cual podría notar el aroma sutil de vainilla de la fémina -... bien profesor Rowle..., ¿puedo ofrecerle una taza de té?...., ¿o quizás un café?..... - toma asiento justo a su lado, en un sillón verde de terciopelo -... ¿para qué ha venido a verme?..., ¿ha sucedido algo relevante que deba saber?....

Jueves 26 de septiembre de 1991 durante el descanso de la tarde

Esta vez  atravesé el castillo con algo de miedo, la verdad es que hablar con la profesora Foxier, se podría describir como algo sumamente raro, no me era posible adivinar si mis comentarios lo tomaba de buen o mal humor, pero estaba decidido.

Me pare frente al despacho y tocando con cuidado la puerta me atreví a  hablar,  -Profesora Foxier, soy yo Daniel Anderson, quería preguntarle algo, es un buen momento, ¿Puedo pasar?- pregunte desde el otro lado de la puerta, había seguido el consejo de Alex y ahora estaba listo para ver qué resultados atraería, esperaba que positivos.

Jueves 26 de septiembre de 1991 durante el descanso de la tarde

La profesora Foxier se encontraba en su despacho. El aroma que desprendía el lugar era agradable, un matiz de vainilla suave y dulce, como debería ser ella según su aspecto, una lástima que el carácter agriara tanto lo que en esencal, debería ser una mujer inolvidable.

- Adelante señor Anderson... Pase y dígame que le trae a la humilde morada de la medusa.... - comenta en tono jocoso, pero quizás esas palabras pudieran llevartle a sentir escalofríos -.... ¿le apetece un té?..., ¿alguna que otra bebida?.....

-Disculpe que la interrumpa profesora, Alex me recomendó que viniera a verla- no había vuelta atrás dije atravesando el umbral, la alegoría de Perseo contra la medusa no me gustaba, uno por que yo no era el héroe y dos por que no se si saldría bien parado de esta situación,  por un momento dude su tomar el té o no, pero me pareció una descortesía por lo que acepté moviendo la cabeza – Té está bien.

-Seré directo profesora, Alex me dijo que podía comprarle una poción para evitar los efectos de las veelas, con Gin he tenido una discusión ella piensa que estoy bajo su encanto y que deberíamos separarnos- jugué con mis dedos inconscientemente – pero yo quiero saber si lo que siento por ella, es real  o solo es su encanto, así que de ser posible, me gustaría aclarar mis ideas- admití bastante ruborizado, suponía que para la mujer esto parecía un chiste.

La profesora le ofreció al muchacho una tacita de té, no olvidando sonreírle, quizás al chaval le diera muy mal rollo aquella expresión de su rostro, pero...¿se negaría a beber aquella infusión tan dulcemente elaborada?....

- Veamos..., existen pociones de todo tipo, pero éstas son caras..., hay una poción restauradora que limpiaría tu aura mágica de cualquier efecto de hechizo, conjuro, o restos de esencia de criaturas...., con esa poción podrías saber si lo que sientes es real..., vale 180 galeones y el problema..., cuando te acerques a ella de nuevo, volverás a estar como hasta ahora.... Otra opción es que tomes poción anti veela siempre, lo que te haría bebedor asiduo de pociones, y a la larga eso podría afectarte.... ¿No has pensado darle un filtro amoroso a la muchacha y acabar tu problema desde raíz?... Es más barato y efectivo si quieres mi opinión....

Con suavidad di un sorbo al té, y me dispuse a escuchar a la profesora, como me temía no era nada alentador, la mejor opción sería una solución provisional pero solo me limitaría a una sola toma y por Merlín eran 180 galeones, de donde los sacaría, estoy seguro que mi madre no vería con buenos ojos si le pido tal cantidad de dinero.

Por otro lado beber continuamente una poción tampoco me agradaba, y la opción del filtro de amor, definitivamente no, si de verdad sería  quería que fuera algo real, no algo fingido ni forzado, aun dudaba que decisión tomar.

-Tan caras son, no hay algo más accesibles- dije mostrando los 3 galeones que el profesor Melker me había entregado por cuidar a su hurón – o si necesita que trabaje con usted para pagarla puedo intentarlo, no creo que una poción de amor me ayude, entonces ella solo sentiría algo por mí por una ilusión, además que no me atrevería a hechizarla, mi padre dice que si de verdad te importa algo trabaje duro por ello-  hice una pausa para pensar.

- El problema que tienen las pociones es que son terriblemente caras por sus ingredientes, eso sin contar el tiempo de elaboración... - la mujer observa al niño con cierta intriga -... tu padre no te dio una mala enseñanza pero hay otra aún más aplicable a este caso..., quien algo quiere, algo le cuesta... Si realmente deseas saber qué sientes, o sufres..., o compras... Lo único que puedo hacer por ti es permitir que me la pagues a plazos...., pero eso si..., llevaré la cuenta de cada galeón hasta que la deuda esté saldada, y hasta que eso ocurra, deberás hacerme favores.... - le mira con una sonrisa que podía aparentar ser dulce -....tómalo como si fueran los intereses..., ahora..., ser comprador mío tiene su  parte buena..., siempre que pueda intentaré beneficiarte....

Y ahí estaba el trato, o lo tomaba o lo dejaba, pero ese pacto podía tener un sumo interés.

- No bebes el té..., ¿muy caliente? ¿muy frío?.....¿no es de tu agrado?...

Su voz siempre seria, no sabrías decir si te reñía o te animaba a degustarlo

Al profesor Rowle le sorprendió que la profesora Foxier no abriese la puerta ella misma, ya fuese con el uso de magia o en caso de estar cerca de la puerta, ella misma. Quién abrió fue una elfa doméstica de muy cuestionables modales, pero que cayó en gracia al docente y le correspondió la reverencia aunque no tenía por qué. La respuesta a sus preguntas llegó de inmediato al ver a la joven Cyllene trabajando con varios calderos a la vez, preparando diversas pociones. Rowle era un hombre con larga experiencia, y aunque pociones no fuese una de sus especialidades, como si lo eran la Herbología y el Cuidado de Criaturas mágicas, si que era un experto ennla obtención de los mejores y más preciados ingredientes para confeccionar aquellos elixires y brebajes.

- Pase y siéntese, por favor...., no es necesario que venga más tarde..., tengo labor para rato...

- Muchas gracias, profesora Foxier, con su permiso. Siento no haber tenido tiempo hasta ahora para venir a saludarla tras su incorporación, ha sido descortés por mi parte, pero de veras me ha sido imposible.¿Aceptaría esta botella de hidromiel casera, elaborada con mi propia Selección de ingredientes? Estoy seguro de que cuando la abra, será de su agrado...  Comentó Harold plegando su abrigo y entregándoselo a la elfina para que lo guardase, mientras avanzaba hasta tomar el asiento que le ofrecían, y depositaba la botella de hidromiel sobre una mesita de invitados. Desde aquel sitio tenía una vista privilegiada de la mesa, con sus calderos y utensilios para la confección de aquellos brebajes, todos los ingredientes que estaban siendo usados, tanto hierbas con elementos de criaturas mágicas, y por qué no reconocerlo, una excelente vista del cuerpo estructural de la joven, que incluso por momentos le resultó deseable al hombre. 

menos mal que son pociones sencillas, si no esto sería imposible de acompasar...

- Ya veo, ya. Realmente tiene usted un talento envidiable, digno de reconocer, la verdad. No me engañó el director Dumbledore cuando me comentó que me sorprendería gratamente su llegada en más de un sentido. ¿Intuyo que son para la noche de la fiesta de Halloween, me equivoco? Expresó el docente a la vez que la veía moverse con elegancia, realizando cortes precisos, medidas exactas, y vertía en los calderos algunas esencias para diluir las proporciones y los ingredientes exquisitamente trabajados. El profesor Rowle la vio asentir a la pregunta, y la escuchó atentamente cuando siguió hablando...

...si me permite voy a terminar estas pociones, si les pasa el tiempo de hervido puede provocar alguna pequeña explosión..., nada peligroso, pero puedo evitarme la limpieza posterior de este espacio... Debería haberme puesto a trabajar en el laboratorio en vez de en el despacho, pero esta sala es fría y se caldea muy bien cuando elaboro los elixires...

- Totalmente comprensible, no se preocupe por mi. Se aprende más de una persona viéndola actuar y disfrutar de lo que le gusta, que no hablar horas y horas de trivialidades... Comentó con elocuencia, a la vez que veía como los brebajes iban cambiando sus tonalidades, reconociendo sin lugar a dudas algunas de ellas. Esa de ahí es una poción para hacer vomitar sangre, esa otra para escupir babosas, diría que aquella del fondo es la que te vuelve un pitufo azul y... ¿A caso esta de aquí es para rejuvenecer al que la beba? Por su sonrisa parecía que Rowle habia dado en el clavo, y quizá vislumbrarse en el brillo del docente que aquella poción le llamaba la atención. ¿Quizá pretendía el experto maestro verse joven aunque fuese una noche?

Cuando Cyllene terminó sus labores y dejó las mezclas templarse y reposar, le ofreció alguna bebida al hombre y preguntó directamente por el motivo de su visita, a lo que Harold respondió.

- Pues un café solo sin azúcar sería perfecto, si no es mucha molestia. Me queda una larga noche por delante para ir a recoger ingredientes frescos, y justo de eso quería hablarle. Empezó a encauzar Harold el hilo de la conversación. En estas dos semanas he visto que ha ido tomando los ingredientes de la despensa, tal cual los requería para sus clases, y yo he ido reabasteciéndola a medida que estos disminuían. Soy observador y no se me pasa por algo que igual que algunos desaparecen casi al instante en que los depósito, otros permanecen allí hasta que los retiro cuando se que ya no serán de provecho. Nunca he cuestionado al profesor Snape y al profesor Ashworth, pero siendo un experto en ingredientes mágicos, es la primera vez que veo a alguien que es capaz de ver cuándo pierden ligeramente sus propiedades, y eso me agrada mucho, sinceramente. Por la sonrisa del docente, se podía percibir que estaba intrigado con aquella mujer, y de ser más joven, seguramente estaría en su punto de mira. La belleza era importante, pero si a ello se unía el ser inteligente y perspicaz, para Rowle el valor incrementaba exponencialmente.

- ¿Podría colocar y etiquetar los ingredientes mágicos a mi gusto, como hacía antaño, y dejarle siempre una nota de los ingredientes que pienso recolectar cada día, para que así pueda planificar a su gusto que elaborar, y tener siempre lo mejor a su mano? A mí me ahorraría el trabajo de desechar los excedentes, cosa que me desagrada, y usted siempre tendría sobre la mesa lo que precisa en el momento óptimo. ¿Le agrada la idea? Por primera vez en años, desde que estuve con Slughorn impartiendo clases, noto que hay alguien que da el nivel... Aquello era un cumplido, en toda regla, y precisamente el profesor Rowle no los ofrecía así como así a la ligera. Ya si me deja una lista de lo que precisaría con antelación, podría obrar maravillas y vería la diferencia de los ingredientes que hasta ahora ha podido usar, que son excelentes, no lo negaré, de lo que en verdad se puede obtener si confía en mí... 

-De acuerdo, entonces que poción debo usar al menos para poder acercarme a Gin si caer sobre su efecto- le pregunte a la bella dama, no sé si mi padre estuviera de acuerdo en esto pero de verdad me interesaba estar con Gin, así que lo que esperaba es que la poción clarificara mis ideas y pudiera ayudarme a conservar su amistad.

-Ah, sí el té- por unos breves segundos dude si tomarlo o no pero mi madre decía que era una descortesía no probar lo que te obsequiaban, aunque claro eso le decía para sacarnos las verdades a mi padre o a mí o probar una de sus pociones, esperaba que este no fuera el caso, de un solo sorbo consumí el té, su sabor era bastante normal – está bueno- sonreí, aunque tenía miedo de preguntar de que estaba hecho.

La bonita docente sonríe al profesor cuando éste se disculpa por no haberle saludado cuando llegó al castillo, ofreciéndole una botella de licor casero que, si eran ciertas las palabras que decían los demás sobre Rowle, sus preparados podían ser sumamente exquisitos.

- Le agradezco el detalle, quizás en algún momento más adecuado pruebe su elixir o podamos probarlo juntos... - ofrece la fémina, con un tono de voz suave, increíblemente dulce, quizás tanto como el hidromiel que contiene la botella. De hecho algunos varones podrían tomarse aquel ofrecimiento como la posibilidad de una cita y es que Cyllene podía ser muy sensual sin forzar la situación, solo con sus gestos delicados y sus manera de actuar segura.

La mujer parecía disfrutar ante el halago masculino y que mencionara que el director habló con él sobre su llegada fueron palabras que atendió con interés, a pesar de seguir sus labores con rigor.

- Las pociones no son solo talento..., que también..., es entender la magia desde los elementos más sencillos y humildes... - levanta una pequeña lombriz que se mueve frenética al ser sujetada con unas pinzas -.... hasta las criaturas o hierbas más magníficas.... - concluye -... Tener paciencia, voluntad y sobre todo, capacidad de observación...., cada cambio de coloración, de olor, o burbujeo te avisa de un nuevo efecto...., los detalles son importantes.... marcan la diferencia....

¿Decía eso sobre las pociones o sería algo que abarcaría Cyllene en su vida personal? En cualquier caso, las mujeres como ella eran selectas y probablemente, no se dejarían asombrar con facilidad, eso teniendo en cuenta de que pudiera haber otra como ella.

- Ha acertado usted, profesor...., las pociones son para Halloween...., para animar bastante nuestra festividad y que resulte una experiencia única para los alumnos.... - la mujer escucha las afirmaciones de Rowle, reconociendo  buena parte de los brebajes elaborados, sonriendo al varón conforme nombraba, como si de un examen se tratara, los efectos de aquellos bebedizos -... Muy bien profesor..., podría sacar un excelente en mis clases.... y por lo que veo...., parece ser que la poción de rejuvenecimiento os llama particularmente la atención....os habéis fijado en ella y la mirada os ha brillado... ¿podría preguntaros por qué?.... ¿acaso os gustaría probarla?

Su tono de voz, la claridad de sus palabras, su verde mirada y elegantes formas... Parecía que Foxier no solo preguntaba sino que todos sus gestos corporales se implicaban en el conocimiento de las intenciones masculinas.

- ¿Acaso deseáis llamar la atención de alguien más joven?... ¿o puede que deseéis sentir de nuevo el rejuvenecer de vuestra constitución corporal?.... Muchas veces me han pedido este elixir personas que estaban envejecidas por dentro y que pensaban que bebiendo la poción iban a tener muchas más capacidades que sin ellas.... Esta bebida no obra milagros... solo cambia los achaques de la edad físicamente, pero el talante y la esencia es la que cada mago tiene en su interior... - explica ella, no queriendo llevar a Rowle a engaño e inducirle a pensar que su producto era inmejorable, pues ella certificaba calidad, pero dentro de los límites aceptables de lo que la magia le permitía.

La elfina doméstica hizo aparecer en una mesa auxiliar unas teteras rellenas de café. El olor de la estancia de vainilla fue sustituido por el aroma indiscutible de aquella bebida espesa y amarga. Fue Cyllene quien sirvió la taza que le daría al varón,  ofreciéndosela de manera personal, rompiendo la distancia que les separaba.

- No me gusta desperdiciar ingredientes...., son muy valiosos a pesar de que algunos prácticamente no valgan ni un galeón..., pero la esencia que contiene marca la diferencia entre conseguir efectos, o no llegar a alcanzarlos nunca... No sé si entiende lo que intento decirle... - ella misma se sirve una taza de café con media cucharadita de azúcar -....No es correcto que hable de mis colegas especialistas de pociones..., pero desde el punto de vista profesional..., se pueden realizar trabajos más finos si se les dedica el tiempo adecuado...

La propuesta del profesor fue escuchada en silencio, mientras la fémina bebía el café con tranquilidad, evaluando al anciano docente, observando su forma de actuar, de comunicarse, e incluso de mirarla. Y es que la mujer era todo percepción.

- Me parece una propuesta excelente..., le informaré de mis clases con una semana de antelación para que tenga tiempo de recolectar los ingredientes a utilizar.... Confío en su criterio, y sin duda no es lo mismo tomar un material fresco a uno que lleva días degradándose en un cajón... Y ambos estamos de acuerdo en algo..., no nos agrada tirar el material pasado, es una pérdida de tiempo en la recolección y más allá...., una lástima desaprovechar la magia natural de los seres vivos....

Cyllene deja la tacita de café en la mesita y cruza las piernas, acomodándose en su asiento.

- Profesor..., sé que han pasado sucesos extraños antes de que yo llegara a ala escuela..., ¿qué podría decirme de eso?.... Más que nada es para estar atenta a las señales..., al fin y al cabo los docentes debemos cuidar a nuestros alumnos... ¿piensa realmente que hay magos tenebrosos rondando Hogwarts?

- Actualmente no existe poción para poder acercarse a su amiga con normalidad... - dice la bonita docente observando las reacciones del muchacho -.... hay teorías de cómo podría elaborarse el brebaje..., pero nada elaborado o  comprobado anteriormente por nadie... - explica la mujer -... una poción anti veela, para mi podía ser un reto elaborarla.... ¿se ha apuntado usted al club de pociones?...., quizás allí podríamos investigar más sobre ello.... - indica la docente -... o darme tiempo a mi por mi cuenta para fabricar una que pudiera servir para sus deseos..., pero eso me llevará tiempo.... Ahora eso sí..., si lo que desea es saber si ama o no a la muchacha o sus sentimientos son efecto del hechizo de veela, la opción es la poción restauradora que vale 180 galeones, y la opción de poder pagarla en cómodos plazos...., pero ya se lo he dicho, si la bebe y vuelve a estar con ella, sentirá lo mismo que ahora, a diferencia radica en que sabrá que es por magia, no amor de corazón....

El muchacho bebe el té de una sentada, ciertamente no tenía un excelente paladar, de lo contrario lo habría disfrutado en pequeños sorbos. Si Daniel esperaba que le envenenasen, aquel no iba a ser el día.

Responderle a la profesora fue algo difícil en especial porque aún le seguía dando vueltas al asunto – Profesora ¿usted cree que lo que siento es real o de verdad estoy bajo su embrujo?- me atreví a preguntarle, en el club de pociones no había pensado en inscribirme por lo difícil que podría resultar, pero correría el riesgo, aunque no sé si mis motivos eran los correctos, en especial porque lo hacía por una niña, ¿Por qué demonios me fijaba en una niña? Pero recordar la cara de Gin me hizo pensar de nuevo en ella, quizás  de verdad necesitaba desintoxicarme de ella o descubrir al menos que no me afectara.

-Está bien profesora le parece bien, si cada semana le pago 20 galeones así en 9 semanas habré cubierto su pago,  aparte haré todo los encargos que necesite, si le parece bien puede entregármela cuando le termine de pagar- le dije a la hermosa mujer, me levante de mi asiento y le tendí la mano, mi padre dice que todo hombre cierra sus compromisos con un apretón de manos, mamá piensa que eso es un tontería que el juramento inquebrantable es la única manera de asegurarse que eso fuera cierto.

Ahora me pregunto habría forzado mi madre a mi papá a tal acto, esperaba que no, aunque ahora tenía dudas, mamá es peligrosa.

- Yo no tengo dotes para la adivinación... - indica la bonita profesora como respuesta a Daniel -... no podría decirle si sus sentimientos son o  no verdaderos... y la única manera de averiguarlo..., tomando la poción...., eso determinará su sentir... - si alguien alguna vez le dice lo contrario sin evidencias, le estará mintiendo....

La mujer escucha la propuesta de Anderson con cierto grado de seriedad en su rostro, el mismo que solía portar cuando hacía negocios, asintiendo lentamente cuando el niño terminó de hablar.

- Tenemos un pacto entonces señor Anderson...- la docente le tiende la mano -.... no es necesario que tardemos tanto en averiguar sus sentimientos, sería usted muy necio si pactara conmigo y no cumpliera su parte, así que no tengo problemas en darle el brebaje antes de que salde la deuda..... Yo creo en el compromiso..., así que si viene mañana a esta hora al despacho le tendré preparada la poción... Todos los domingos recibiré los 20 galeones hasta completar los 180 pactados por el elixir..., y quizás en algún momento le busque para que realice algún encargo de mi parte.... Si no hay nada más que decir, le espero mañana....

-Entendido profesora- dije saliendo del despacho, el corazón me latía emocionado, en cuestión de algunas horas sabría que es lo que realmente pasaba, si estaba bajo el encanto de la veela o de verdad eran mis verdaderos sentimientos, también agradecía a la profesora, no había resultado tan mal como lo imaginaba.