Partida Rol por web

Cuando Thad intenta realizar su hechizo parece que la varita diese calambre, sintiendo en la mano un fuerte calambrazo que por un momento debe soltar la varita

- ¡AY! ¡Duele! ¡Vaya calam lam lambrazo! ¿Y mi varita? ¿Dónde se ha metido? Me pongo a buscarla entre todos los libros, objetos raros y calaveras de seres extraños...

- Me gus gus gustaría probar hasta a a aprenderlo pero tampoco quiero ro ro robarle su tiempo.

- Señor Castle, yo estoy aquí para enseñaros, asi que nunca me robarían mi tiempo. Lo único que me preocupa es si está bien, ese calambrazo no ha tenido buena pinta. Dijo mostrándose preocupado por el joven - ¿Puede continuar o prefiere acudir a la enfermería?

Me gus gus gustaría intentarlo, pero no en en encuentro mi varita.

El movimiento repentino de Thad que le hizo botar su varita, hace girarse Wynn hacia él y preguntarle si estaba bien, pues su cara no decía que lo estuviera.

—  creo que solo practicando profesor es posible mejorar —  respondió rápidamente la chica, sin saber qué decirle exactamente a las palabras del profesor e intentando que la frustración se le pasara — el fallar solo hace que quiera mejorar más y más, profesor — quizás no buscaba contentar al hombre al decir lo que pensaba, pero quizás tendría ese efecto en el profesor al ver que la chica quería seguir practicando.   

Melker agradeció las palabras de Wynnona con una sonrisa y un gesto de cabeza - Muy bien, entonces seguiremos. Es muy importante concentrarse en el hechizo, en el movimiento, en la palabra y por último en el rival.  Dijo centrándose más en Wynnona mientras Thad buscaba su varita. -Cuando se va a realizar un hechizo, hay que visualizarlo, imagínatelo en tu cabeza. Este hechizo se trata de hacer reir, así que quiero que te imagines a Thad muerto de risa. ¿Puedes hacerlo? Cuando lo tengas visualizado, el movimiento de la varita y el hechizo harán el resto. Pero para eso hay que realizar bien el movimiento y vocalizar bien con el hechizo. Esperaba que eso sirviera para que Wynnona pudiera realizar bien el hechizo. Esperaba haberla inspirado lo suficiente. - Cuando quieras.

Ahora si tenía más claro como era el hechizo, intentó seguir los pasos del hombre que tenía el tiempo y las energías para hacerles una clase personalizada, y con lo complejo del hechizo, era una importante ventaja, el mismo profesor decía que muchos habían fallado al intentar un hechizo de mayor complejidad. La chica movía su cabeza y se puso en posición nuevamente de ataque, con Thad delante, quien sería su conejillo de indias. Visualizó su cara, y luego en el suelo muriendo de la risa, eso quería lograr...

—Rictusempra— apuntó su varita y realizó la floritura, le había faltado visualizar a su compañero riéndose a más no poder, pero ahora con esa idea, vocalizó el hechizo antes justo de ser lanzando contra Thad, el que caería al instante muerto de la risa, sin poder contenerse — ¿lo logre? ¡lo logré!! — empezó a dar saltitos, emocionada por lo que había conseguido. 

Raven llega a la puerta del para ella siniestro profesor, traga saliva y llama a la puerta:

Esto… profesor, soy Raven O´Connor, ¿puedo pasar’

Casi esperaba que el profesor no estuviera, porque si este era bastante inquietante estaba segura que el despacho del profesor lo seria mas y eso sumado al profesor haría que tuviera bastante miedo, de hecho estaba un poco encogida esperando

Cuando el hechizo de Wynnona impactó en Thad, este comenzó a reirse sin control. Sin perder un segundo, Melker sacó su varita, realizó un rápido movimiento de varita y gritó -¡FINITE!

Thad dejó de reirse al instante y Melker guardó su varita - ¡Bien hecho Wynnona! Ahora sólo queda que lo vayas perfeccionando. Puedes venir por aquí cuando tengas libre y practicarlo bajo mi supervisión. Es mejor si traes a algún compañero, así no seré yo quien reciba el hechizo Dijo sonriendo - Habla con tus compañeros, seguro que más de uno querrá practicarlo también.

Se acercó a su escritorio para sacar el pergamino dónde tenía anotadas las notas de los alumnos y rectificó la nota de Wynnona - Wynnona Carrow: Rictusempra Aceptable.

Melker estaba terminando de realizar unas anotaciones en un pergamino cuando una estudiante, Raven O`conor entró en su despacho.

Esto… profesor, soy Raven O´Connor, ¿puedo pasar?

- Adelante señorita O`conor. Imagino que está aquí para su recuperación, ¿No es así? Ver a la joven hizo que se sintiera incómodo y un poco nervioso, ya que lo que tenía que decirle no era muy agradable - Por desgracia, ahora mismo no puedo ayudarle. El otro día, cuando intentó lanzar el hechizo, me dí cuenta de que algo no iba bien, como si fuera incapaz de lanzar el hechizo más simple. Algo fallaba y ahora mismo no se cuál puede ser la causa. Lo lamento.

Intentó no seguir festinando por haber hecho caer a su compañero, no porque le gustara verlo revolcándose en el suelo por la risa, sino porque había logrado un hechizo complicado, sin embargo su cara cambió cuando vio su calificación, frunció sus labios y miró al profesor con las mejillas ligeramente infladas. 

— está bien profesor, traeré a algún compañero, porque de todas formas quiero aprender más sobre estos hechizos, los de defensa — responde correctamente aunque seguía sin haberle gustado la nota que le había puesto, después de todo había logrado un hechizo que él mismo dijo que era complicado, pero bueno, lo había logrado al segundo intento, pero aún así...

— muchas gracias, — se mordió el labio inferior, nuevamente sonriendo y acercándose a la puerta, pero una vez ahí, se dio cuenta que debía esperar a Thad, sino tendría que lanzar el hechizo a profesor, — opps... casi lo olvidaba, te toca Thad — vuelve a ponerse delante de su compañero para que él ejecute el hechizo de nuevo. 

Kayla era ambiciosa. No se conformaba con las mínimas calificaciones que obtenía, pero también era orgullosa y obstinada. Hizo bien el profesor en pensar tenerla cerca, pues no iba a dejar de lado su empeño de mejorar y convertirse en una bruja de peso en la comunidad mágica. Por ahora no había dado muestras de competitividad con sus compañeros y de hecho parecía llevarse muy bien con gente de otras casas pero era una chiquilla, y que emplease bien su magia al final era cuestión de educación.

- Tengo toda la vida para aprender magia, pero no estoy diciendo que vaya a meterme en un cuarto oscuro todos los días..., si me distribuyo bien el tiempo podré intentar mejorar en todos los aspectos.... y dice mi abuela que la juventud es solo un estado mental... aunque no podría rebatirla es mucho más mayor que usted y yo juntos... - sonríe la pequeña de manera agradable, podría rebatirle hasta como se hacía un hechizo si se lo propusiera. Si estudiara para trabajar en el Winzengamot tendría un gran futuro como defensora.

Kayla sonrió abiertamente a su profesor cuando consintió darle clases extra para mejorar su hechizo. No se lanza a abrazarle por pura cortesía, pero ganas le entraban.

- Se lo diré a Artemis Flamel, señor.... - dice casi de inmediato -... estoy segura de que querrá practicar conmigo... Y..., si mejoro mi calidad de hechizo ¿podría suponer una subida de nota en mi desastrosa clase anterior? Cuando salga de Hogwarts necesitaré un buen expediente, y no temo esforzarme para poder conseguirlo..., ¿será posible?... - solo le faltaba pestañear, la muchacha estaba deseando mejorar, al menos eso era raro entre los alumnos, para una que de verdad quería esforzarse...¿se lo iban a negar?....

Quizá se había precipitado un poco el Profesor Westerberg al pensar que Kayla lo único que quería era estudiar - Es cierto lo que dice tu abuela, la juventud es un estado mental. Por desgracia, llega un momento que el cuerpo no puede seguir el ritmo de la mente. Pero me alegro que tengas planeado hacer más cosas que sólo estudiar.

- Se lo diré a Artemis Flamel, señor.... dice  casi de inmediato -... estoy segura de que querrá practicar conmigo... Y..., si mejoro mi calidad de hechizo ¿podría suponer una subida de nota en mi desastrosa clase anterior? Cuando salga de Hogwarts necesitaré un buen expediente, y no temo esforzarme para poder conseguirlo..., ¿será posible?...

Le sorprendió ver la sonrisa de Kayla, ya que no recordaba haberla visto sonreir de aquella manera hasta ahora - No puedo asegurarte que eso sea posible. Tendría que hablar con el Director Dumbledore para saber si puedo hacerlo o no, pero le preguntaré, no te preocupes. De todas formas, esta sólo ha sido una clase, y probablemente la más difícil de este año. Seguro que conseguirás buenas notas en el resto de las clases y no se notará este Aceptable Le dijo intentando que no se preocupara.
 

 - Le agradezco que al menos considere que si mi esfuerzo merece la pena que se puedan cambiar las calificaciones, no obstante vendré el sábado que viene con mi compañero e intentaremos mejorar el hechizo... Tengo muchas ganas de aprender, y sinceramente al final la única asignatura suspensa ha sido la suya..., pero no va a volver a pasar nada por el estilo..., me esforzaré al máximo... - promete la pelirroja -... profesor..., ¿por qué se hizo docente? ¿y por qué se especializó en defensa contra las artes oscuras?...., ¿estuvo usted relacionado con la guerra de hace años?... - pregunta curiosa la pequeña sin tener muy claro ni lo que sucedió en su familia

Le agradezco que al menos considere que si mi esfuerzo merece la pena que se puedan cambiar las calificaciones, no obstante vendré el sábado que viene con mi compañero e intentaremos mejorar el hechizo... Tengo muchas ganas de aprender, y sinceramente al final la única asignatura suspensa ha sido la suya..., pero no va a volver a pasar nada por el estilo..., me esforzaré al máximo..

- Sé que lo harás, por ahora eres la alumna más ambiciosa con la que me he cruzado Dijo Melker mirándola fijamente a los ojos. Las siguientes preguntas descolocarón al Profesor totalmente.

... profesor..., ¿por qué se hizo docente? ¿y por qué se especializó en defensa contra las artes oscuras?...., ¿estuvo usted relacionado con la guerra de hace años?...

- ¡Guau! No esperaba esas preguntas Dijo moviéndose ligeramente incómodo. Durante unos segundos en los que paseó por la clase, no supo muy bien cómo contestar - Bien, ¡Vamos allá! Creo que al igual que los profesores sabemos mucho de vuestra vida, vosotros tenéis el derecho de saber de nuestra vida. Y a poco que quiseras saber de mi implicación en la Guerra Mágica, podrías encontrar varias cosas, así que mejor que lo sepas de mi parte. Se volvió a sentar mientras hablaba y se puso bastante serio.

- Me hice docente por recomendación de un buen amigo, Alastor Moody. Me dijo que me vendría bien y que así podría preparar a las nuevas generaciones en caso de que "Quién tu ya sabes" regresara o surgiera alguien similar. La segunda pregunta era más fácil de contestar - Me especialicé en defensa contra las artes oscuras por que se me daba muy bien las artes oscuras Dijo como sonriendo cómo si fuera lo más normal del mundo - No se si lo sabrás pero yo estudié en Durmstrang, y a diferencia de aquí, allí se enseña las artes oscuras.

Y llegó el momento de contestar la última pregunta, la más dura por los recuerdos que le evocaba - Yo luché en esa guerra, y fué lo más doloroso que me ha pasado nunca. La guerra te cambia, te arrebata todo lo bueno que tienes y si no lo soportas, acaba contigo. Pese a que intentaba aguantar, una lágrima brotó por su ojo izquierdo, cayendo lentamente por su mejilla. - Perdona, a veces me vuelvo demasiado sentimental.

Ser ambicioso generalmente era considerado como un término negativo porque si la ambición escapaba de las manos las repercusiones podían ser desastrosas. Pero Kayla no opinaba igual, la muchacha creía que lo que diferenciaba a un buen mago de alguien mediocre era la falta de interés. Su abuela siempre decía que muchos inútiles acabaron haciendo magia de tanto repetir los hechizos, y lamentablemente la pelirroja pensaba que esa iba a ser su forma final de aprender, no tenía la mentalidad clara de una Ravenclaw, pero tampoco era absurda. Si veía oportunidades, las aprovechaba.

- ¡Guau! No esperaba esas preguntas Dijo moviéndose ligeramente incómodo. Durante unos segundos en los que paseó por la clase, no supo muy bien cómo contestar - Bien, ¡Vamos allá! Creo que al igual que los profesores sabemos mucho de vuestra vida, vosotros tenéis el derecho de saber de nuestra vida. Y a poco que quiseras saber de mi implicación en la Guerra Mágica, podrías encontrar varias cosas, así que mejor que lo sepas de mi parte. Se volvió a sentar mientras hablaba y se puso bastante serio.

Kayla esperó a que el docente comenzara a hablar, estaba realmente intrigada. No le había invitado a sentarse pero ella, natural en muchos aspectos, cogió una silla y se acomodó, dispuesta a saber más de la historia personal de su profesor.

- Me hice docente por recomendación de un buen amigo, Alastor Moody. Me dijo que me vendría bien y que así podría preparar a las nuevas generaciones en caso de que "Quién tu ya sabes" regresara o surgiera alguien similar. La segunda pregunta era más fácil de contestar - Me especialicé en defensa contra las artes oscuras por que se me daba muy bien las artes oscuras Dijo como sonriendo cómo si fuera lo más normal del mundo - No se si lo sabrás pero yo estudié en Durmstrang, y a diferencia de aquí, allí se enseña las artes oscuras.

- ¿Cree que es posible que hayan magos poderosos que se levanten contra el mundo mágico?... - Kayla no lo sabía, pero su familia paterna eran simpatizantes de la causa de Voldemort, mientras que la materna habían apoyado la diversidad mágica. Los padres de Kayla decidieron apartarse de aquella guerra, no tomando bando decisivo y no inculcaron a sus hijos ideología determinada. El problema venía cuando una u otra abuela se quedaba a cargo de sus nietos, teniendo mucho interés la anciana Andrómeda de tener a su Kayla junto a ella. Sin embargo aún era joven y muchos de sus comentarios no captados en profundidad -.... Según mi abuela en Hogwarts se deberían estudiar las Artes Oscuras..., la magia es para magos y desconocer esos estudios caer en la mediocridad... - dice ella pestañeando, obviamente repetía cuanto se le había dicho. No había un gran afán en su forma de expresarse.

Y llegó el momento de contestar la última pregunta, la más dura por los recuerdos que le evocaba - Yo luché en esa guerra, y fué lo más doloroso que me ha pasado nunca. La guerra te cambia, te arrebata todo lo bueno que tienes y si no lo soportas, acaba contigo. Pese a que intentaba aguantar, una lágrima brotó por su ojo izquierdo, cayendo lentamente por su mejilla. - Perdona, a veces me vuelvo demasiado sentimental.

- ¿Qué le pasó?...¿perdió a sus familiares?...., ¿a su esposa?... - la niña observaba el rostro de Westerberg con pesar, y al verle derramar una lágrima le salió hacer un gesto para con su profesor. Se levantó de la silla y fue a abrazarle -... siento que sufriera tanto... - susurra -... si puedo hacer algo por usted... - se separa del hombre y le mira a los ojos -... no se ponga triste..., eso fue el pasado... no se aferre a él y mire hacia el futuro...

- ¿Cree que es posible que hayan magos poderosos que se levanten contra el mundo mágico?...

- Siempre existe esa posibilidad. Mortífagos esperando en las sombras para atacar en el momento preciso... O algún mago que simplemente quiere que reine el caos. Hay muchas posibilidades. Mientras hablaba, pensaba en todos los magos tenebrosos que habían apoyado a Voldemort que habían conseguido librarse de Azkaban.

-.... Según mi abuela en Hogwarts se deberían estudiar las Artes Oscuras..., la magia es para magos y desconocer esos estudios caer en la mediocridad...

- Es un tema complicado. Muchos profesores y magos en general piensan que enseñar Artes Oscuras puede facilitar que haya más Magos Tenebrosos. ¿Qué puedo decir? De Durmstrang surgieron muchos, pero también muchos Magos que les hicieron frente. Era un debate muy complejo, en el que incluso Melker no sabía dónde posicionarse. - También es verdad que cuando se terminan los estudios en los Colegios de Magia, siempre se puede continuar estudiando por otros medios.

- ¿Qué le pasó?...¿perdió a sus familiares?...., ¿a su esposa?...

- Nunca he tenido mucho tiempo para el amor Dijo sonriendo tímidamente - Pero si perdí a gente, aunque no de la manera que puedas creer. Tuve que arrestar a mi propio hermano, llevarle a Azkaban. Y a raíz de eso, mis padres dejaron de hablarme. Así que perdí todo lo que era importante para mí.  Cuando Kayla le abrazó, Melker no supo cómo reaccionar, así que sólo pudo balbucear un tímido - Gra... gracias.

Melker resopló un par de veces para quitarse la angustia del recuerdo y regresar al ahora - ¡Uf!... ha sido duro... aunque liberador. Gracias de nuevo Kayla.

Me concentro y... ¡ RICTUSEMPRA !

Cuando terminan las cosquillas de Wynnona la abrazo y empiezo a dar botes de alegría.