Partida Rol por web

-Tendremos esa conversación después Sir Nicolas, pero por el momento demos por comenzada la prueba- cierto los fantasmas habían sido mis confidentes y amigos en ratos de soledad, solo era incomodo hablar de los errores de juventud ante un grupo de niños, por mi parte ayude al fantasma con la puerta mientras descendíamos al alcantarillado de la escuela.

Sería muy fácil como profesor resolver los problemas de los chicos, por lo que me pareció mas interesante ver como lo resolvían ellos, le guiñe el ojo a Sir Nick, saque mi varita  y aprovechando un descuido de los chicos me di un pequeño golpe en la cabeza, desapareciendo cual camaleón en las alcantarillas, lo seguiría oculto, y esperaba que ellos  se valieran por si mismo, como profesor solo les ayudaría si era absolutamente necesario.

El primer obstáculo fue una puerta con Alohomora lo interesante es que la señorita Born pudo resolverlo, al parecer los chicos no habían notado mi desaparición, eso era bueno, veamos como resuelven lo demás.

Luego de que Thad desciende, cedo espacio para que pasen el profesor Scamander y Kayla sosteniendo la puerta para ambos puedan pasar, luegonsifo a mi novia escaleras abajo.

En verdad es un lugar muy peculiar, de seguro que por aquí se puede evacuar todo el castillo sin llamar la atención. - comento un tanto interesado por cada recoveco del castillo.

Acto seguido, tomo la mano de Kayla y empiezo a seguir el camino demarcado para la prueba, intentando ayudar a Kayla a andar por la alcantarilla sin resbalar.

Por favor, permíteme, de este modo si uno de los dos resbala podemos ayudarnos mutuamente. - le digo a Kayla en un susurro, confiando en que no rechace mi ayuda.

En verdad, las cosas parecían haber mejorado un poco en los últimos minutos, pero no por eso podía confiarme de que no habrían más contratiempos esta noche.

Kayla observa cómo Thad intenta abrir la puerta sin éxito, siendo la siguiente en intentarlo Anastasia, la cual hace un hechizo muy bien ejecutado y consigue eliminar el cerrojo mágico.

- Bien hecho, Anastasia... - le dice la pelirroja con una sonrisa -... oye... ¿te pasa algo?...., estás muy rara.... Sonríe un poco que nos vamos de aventuras... - le toma del brazo y le da un suave apretoncito, un gesto cariñoso para ver si animaba a la Hufflepuff.

Artemis andaba haciendo anotaciones y en un momento determinado le hace un comentario a Scamander sobre ir a visitarle a su despacho. Kayla escucha la conversación sin intervenir, al fin y al cabo no sabía lo que Flamel se llevaba entre manos.

La bajada por la escalera era un deporte de riesgo, los peldaños húmedos conferían cualquier cosa menos seguridad, una suerte que el profesor fuera delante de ella, si caía al menos lo haría sobre algo "blandito". Artemis por su parte iba detrás de ella observando todo al detalle hasta llegar al final de aquel camino, alcanzando la parte baja de las alcantarillas.

- Madre mía que asco... - fue lo primero que dijo la pelirroja al notar sus zapatos chapoteando en el agua -... ¿no había un sitio más sucio donde ir?...., sin duda es una prueba de valor, valiente quien le quite la mugre a los zapatos... - fuerza una sonrisa, al fin y al cabo, había aceptado el reto, era lo que había

Artemis le da la mano a Kayla y le transmite explicaciones de porqué lo hacía, algo que hizo que se percatara de que él se sentía inseguro para con ella.

- Eres mi novio, puedes darme la mano..., ahora eso sí, hay veces que te lanzaría un maleficio... - comenta sonriendo levemente, obviamente en broma -...como resbales y debas depender de mi fuerza para sujetarte la llevamos clara.... - y es que la niña era muy poquita cosa, pequeñita pero con un genio de mil demonios si le estallaba -... Me pregunto qué criaturas podrían vivir en sitios como este....

Se me ocurren algunas cuantas, pero mejor que no nostopemos con ellas porque todas son de hábitos un tanto desagradables. - respondo al comentario de Kayla pensativo.

A las babosas les agrada esta clase de lugares, oscuros y humedos, los bundimun, son otra buena opción, los dugbog también aman este ambiente, aunque lo que más me preocupaba era toparnos con un kappa o un grindylow, esas ya son criaturas la mar de desagradables y en extremo agresivas que no creo que el director tolere como residentes del castillo.

Aunque claro no creo que nadie baje a revisar las alcantarillas muy amenudo a menos que se presente un problema realmente serio en ellas.

Mi experiencia previa, me invita a pensar que lo más probable es que veamos algunos bundimun y quizá una que otra babosa, por lo demás hay muchas otras criaturas que aman vivir en ambientes oscuros, humedos y con agua anegada, pero no creo que puedan hacer de este lugar su residencia permanente, pero claro son sólo ideas mías.

También podemos encontrarnos algún pesadus Flamelus... Son peligrosos sólo por que te matan de cansancio y dolor de cabeza... Digo sin girarme y sin poder evitar sonreir, mientras lo digo voy siguiendo al fantasma.

- Casi prefiero que no me digas mucho más de lo que podemos encontrar ahí abajo.... - sonríe la muchacha a Artemis, mirando aquella claridad difusa que emitía el conducto como consecuencia de luces mágicas -... ya nos podía haber tocado algún lugar más digno por donde pasear..., en fin.....

Kayla sacó la varita, y es que escuchar la palabra criaturas mágicas le daba cierto malestar, así que por seguridad y prudencia optó a ir protegida, por si acaso.

- Thad no te pases.... - le responde Kayla al Slytherin cuando escucha que se mete abiertamente con su pareja -....Artemis no se está metiendo contigo, no es justo de que tú lo hagas con él.... - indica ella apretando la mano de Flamel, determinando que no iba a consentir aquel trato injusto por parte de nadie.

Correspondo a Kayla con una sonrisa, la misma que expresaba un agradecimiento sincero.

No había rastro de burla ni complasencia en la misma, tanto así que ni siquiera dirigí mi mirada hacia Thad, ignorando por completo sus insidiosos comentarios.

No quería arruinar este paseo y sin importar lo que pasara, sólo me centraría en una cosa y eso era que Kayla se divirtiera, pues para eso habíamos venido.

Miro a Kayla con cierta rabia, al fin y al cabo, podría haber dicho lo mismo sin ponerse tan de lado de Artemis, supongo que Kayla ya había tomado una decisión, sin embargo dolía que aquel imbécil que sólo la traería problemas fuese lo que hubiese elegido... Como quieras Kayla, ¿Qué tal si nos dedicamos a la prueba y nos dejamos de cháchara, ya tengo bastante con que me haya tocado en el grupo con tu novio. Sólo espero que no haga que fallemos la prueba con una de sus infantiles y tontas bromas.

Escucho el comentario de Thad y sin molestarme a mirarlo, procedo a mirar a Kayla y al profesor Scamander y procedo a comentarles algo en voz baja, mientras sigo caminando como si nada.

¿Profesor, es posible encantar un pergamino para que sólo revele su contenido a ciertas personas? Algo así como el encantamiento Fidelius. - pregunto con genuino interés, mientras observo el camino sin inmutarme ante las provocaciones de Thad.

Es que tengo cierto proyecto que quiero compartir con las personas más cercanas a mi. - añado mientras le dedico una sonrisa franca a Kayla, bastante más tranquilo que antes.

Cuando Artemis se gira para hablar con el profesor, éste no se encuentra a su lado. De hecho era como si hubiera desaparecido o lo hubieran absorbido las alcantarillas. 

- Supongo que no es de buen gusto para nadie que nuestra combinación sea precisamente esta..., pero si queremos no fallar la prueba tendremos que llevarnos bien y no enfadarnos entre nosotros..., y ahí debemos de hacer un esfuerzo todos los presentes... ¿os parece?.... - lo dijo con la dulzura habitual de su voz, no quería más enfrentamientos sino avanzar por aquellas alcantarillas y conocer cuál era la prueba de valor -... sigamos entonces....

El grupo continuaba su avance. Las alcantarillas eran un laberinto subterráneo que recorría el castillo de punta a punta, formando un entramado complejo que en algunas partes, estaba abnegado de agua. Los alumnos sabrían  la ruta que debían seguir porque en las paredes estaban pintadas unas inequívocas flechas rojas que les indicaba el camino.

El paso por el que discurrían acaba bifurcándose en tres galerías, una a la izquierda que estaba completamente seca, otra en medio que se encontraba completamente abnegada de agua y la de la derecha con una parte seca y otra húmeda. Era el momento de decidir qué ruta coger y si el equipo debería seguir junto o separarse, al fin y al cabo las tres paredes tenían flechas marcadas, cualquier opción era viable, y posiblemente su destino, de ello dependiese... Difícil decisión.

La solución a todos nuestros problemas ha llegado, adios a todos. Me meto por el pasillo de la izquierda, no me apetecía mojarme otra vez. Lumos

Kayla mira las tres vías y observa cómo Thad toma la determinación más obvia, nadie de los alí presentes deseaba mojarse, y menos ella, la cual a decir verdad, ya estaba empapada con aquellas aguas de dudosa procedencia.

- ¿Por dónde vamos Artemis?... Parece que la mejor opción es la que ha tomado Thad..., ¿le seguimos?... - pregunta prudentemente la pelirroja, y es que no deseaba ningún otro enfrentamiento entre ambos muchachos.

La prueba es en grupo, así que no queda más opción que seguirlo, no podemos simplemente separarnos y ya. - le respondo un tanto consternado a Kayla

Me parece que fue muy impetuoso para marcharse por su cuenta, mejor nos damos prisa, pero mantengamos nuestras varitas listas y sigamos su luz, sin usar las nuestras, eso puede darnos ventaja en la prueba. - digo con seriedad.

¡Venga chicos démonos prisa! - urjo a mis amigos, mientras tomo la mano de mi novia y echo a andar tras de Thad tomado de la mano de Kayla con la varita en mano.

Chicos no se separen, nuestra fuerza está en los números.

Alex continuó con el resto del grupo, y decidió lanzar el hechizo orientame por si había que volver, saber que dirección tomar.

La agilidad de Thad al elegir camino hizo que todos los demás alumnos tuvieran que seguirle por la ruta izquierda sin pensar siguiera si era la mejor alternativa de cuantas se ofrecían. El Slytherin iluminaba la zona con su varita mientras los demás se beneficiaban de esa luz al seguirle, cuando consiguieron ponerse a su par y reagruparse.

El pasillo parecía seco, seguro, incluso el olor se había minimizado o quizás es que sus fosas nasales ya estaban acostumbradas al hedor circundante y a la podredumbre mohosa del lugar. Los pasos de los alumnos al avanzar resonaban provocando un eco constante, continuo que indicaba que no iba a haber más agua en la zona, al menos por ahora.

El caminar les llevó hacia una estancia cuadrada revestida en piedra donde destacaba un pequeño cofre de madera y dos escalerillas de ascenso hacia una parte superior conectada, de donde proceden unos leves gruñidos y el sonido de unas patitas al corretear de una parte a otra de la estancia.

Lo siguiente que se escucha es un rugido y algo similar a esto: