Partida Rol por web

¿Habeís oído eso? Lo mejor es no salir a la luz, voy a intentar abrir el cofe desde aquí para atraer a lo que fuera que sea esa cosa. - anuncio.mientras apunto mi varita hacia el cofre e intento abrirlo a la distancia.

El primer intento resulta en un fracaso, pero difícilmente iba a rendirme en el primer intento, por lo que tras calmarme un poco, procedí a repetir el conjuro. - ¡Alohomora! - exclamo con seguridad logrando al fin mi cometido.

Se escucha un click proveniente del cofre, obviamente uno de los hechizos ha resultado exitoso y se ha eliminado la cerradura mágica, pero los alumnos no saben lo que su interior contiene. Y no parece que la criatura o criaturas que se escuchan a lo lejos se estén acercando

Cuando veo a Artemis acercarse a mi y hacer los hechizos le empujo hacia atrás de mala manera.

¿Qué coño haces Artemis? ¿No podrías haber escogido otro camino con Kayla? ¿No podrías desaparecer simplemente? Escogí este camino para no tener que ver tu fea cara. ¿Por qué demonios me sigues?

En definitiva estos niños les gustaba complicarse la vida sin embargo  quería ver como reaccionarían pero al ver que no podía trabajar en equipo, aun así por el momento era objeto de estudio para saber que cosas harían ante la situación de peligro, por fortuna no se había separados pero se comportaban de un modo complicado, así que como buen explorador me mantuve alerta de lo que podían hacer.

Luego de recibir el empujón de Thad, lo observo y niego con la cabeza.

Al parecer eso no hizo nada.... Vaya contrariedad. ¿Alguna idea? - pregunto sin molestarme en responderle a Thad.

Creí que eso podría servir, bueno al menos seguimos todos juntos lo que nos da más posibilidades de terminar la prueba con éxito. 

¿Les parece bien si voy a revisar el cofre mientras ustedes me cubren? - pregunto dubitativo.

Apunto mi varita y hago un Wingardium Leviosa con el cofre que se levanta poco a poco y se va acercando a nosotros. Cuando lo tengo cerca miro dentro a ver que hay dentro.

Mientras ambos chicos discuten y hacen sus acciones, observo la impasividad del profesor, es raro pensar que siendo muy probablemente algún tipo de criatura lo que nos espera al otro lado, apenas hizo un movimiento para averiguar de que se trata, si son ofensivos o inofensivos, y en caso de ser necesario como actuar ante tal situación. -Nos ha tocado el más pringado de los profesores-

-Profesor Scamander, piensa usted actuar, ¿Cómo deberíamos proceder?, se supone que eres el experto en criaturas..- comenté mientras esperaba saber que había descubierto Thad del cofre.

En cuanto Kayla se acercó a mi y me agarró del brazo, no le dije nada únicamente le apreté levemente el brazo sin mirarla para luego soltarla y ver como se dirigía con Artemis. 

No entendía porque estaba allí, debería haberme ido a mi habitación y olvidarme de todos, eso era lo mejor... pero no se porque permanecía allí en una estúpida prueba de valor cuando mi decisión había sido quedarme sola. 

Seguí al grupo por los pasadizos en silencio y la parte de atrás sin hacer notar mi presencia hasta que llegamos a la habitación donde se encontraba un baúl. Artemis lo consiguió abrir con lo que parecía casi sin ninguna dificultad y esperé en un lado sin molestar viendo como el resto actuaba, también esperé porque Thad dijera que era lo que contenía el baúl. ya que no estaba precisamente cerca para mirar.

Kayla solía tener paciencia pero que Thad empujase a Artemis delante de ella le resultó muy molesto, y no tuvo la menor duda de ponerse en medio de ambos muchachos.

- No te pases un pelo Castle, me parece muy bien que no os soportéis, pero no le pongas la mano encima de nuevo, porque si Artemis se contiene es porque yo se lo he pedido, no abuses de su paciencia... - estaba realmente enfadada, no iba a consentir otra salida de tono de esa índole para con su pareja -... y si hemos venido por este lado es por varios motivos, el primero, era la ruta más seca, y lo segundo, debemos actuar como un equipo si queremos tener éxito..., si te gusta, bien, si no..., solo te queda el aguantarnos o retroceder e ir por la vía abnegada de agua..., no te lo impediremos.... Pero eso sí... - le señala con el dedo -... no vuelvas a tocarle..., no tendrás otro aviso por mi parte

A decir verdad la pelirroja era fácil de quitar de en medio, pues físicamente era bastante frágil, pero su mal genio había destacado en alguna ocasión, y en ese momento quizás no fuera lo más adecuado, pero no iba a consentir que nadie tratara mal a su novio, aunque tuviera que sacar la varita para poner orden.

Artemis había descorrido el cerrojo mágico, pero el cofre no había abierto su tapa. El mecanismo exigía que de manera manual, alguien fuera a levantar la tapadera del recipiente.

Ante los ruidos envolventes del lugar Thad hizo algo que podía haber funcionado bien pues el hechizo fue bien ejecutado. El Wingardium leviosa elevó el cofre y lo desplazó unos centímetros de donde se encontraba originalmente, pero un fallo de concentración, quizás provocado por la pelea previa entre los alumnos de Hogwarts,  hizo que el pequeño baúl de madera cayera al suelo, rompiéndose y provocando un gran estruendo, dejando entrever una tela que contenía su interior.

El rugido que sonó del fondo de la estancia fue atronador, por lo visto el ruido había alertado a las criaturas que allí se encontraban, apareciendo un par de animales mágicos en aquella sala empedrada, uno por cada lado de la escalera, mirando a los alumnos con cara de muy pocos amigos. Uno de ellos al abrir la boca escupió una ráfaga de fuego, dejando claro algo, eran peligrosos.

En verdad Thad se estaba propasando, sin embargo, hiciera lo que hiciera, en definitiva yo no iba a devolverle el golpe o los insultos, pues le había hecho una promesa a mi novia e iba a cumplirla, por mucho que me costase hacerlo.

Por fortuna para mi, Kayla no dudo en intervenir para refrenar a Thad, gesto que agradecí con una mirada calida hacia mi novia quien fue bastante clara con sus palabras.

Gracias princesa, ahora, creo que lo mejor es que... - digo al tiempo que el cofre cae al suelo, lo que llama la atención de sus guardianes, quienes vienen a ver que pasa bastante mosqueados.

Al ver a las criaturas opto por intentar petrificarlas antes de que puedan causar daño serio a nadie, pues se notaba a leguas que eran bastante peligrosas.

... creo que lo mejor es deshacernos de ellos lo más rápido posible. - sentencio apuntando mi varita hacia la tortuga más cercana lanzándole un encantamiento petrificante.

Petrificus Totallus. - tan pronto mi conjuronimpacto en una de las bestias, le apunté a la segunda y repetí la dosis.

Miro a Kayla visiblemente enfadado. ¿Quieres tomar esa decisión? De acuerdo. Quédate con este imbécil, señalo a Artemis. Como te dije antes no me opondré a lo que deseas, pese a ser un error de juicio no me entrometeré, cada uno es libre de tomar sus propias decisiones.

Lo que no voy a consentir es que tu perrito faldero se sobreexcite y me lama la pierna cuando he venido por este camino para evitar precisamente contacto con vosotros. ¿Queda claro? No somos un equipo, el equipo que me interesa lo escogí hace tiempo, somos tres y ninguno de vosotros dos está en él. Miro a Anastasia cuando digo esto último.

Esta prueba quizás no pueda realizarla solo, pero es mejor intentarlo solo que ir con una parejita de idiotas como vosotros que se meten en problemas sólo porque no les gusta asistir a una clase. Sí Kayla, deduje que lo de la torre de astronomía no había sido Artemis en solitario cuando no apareciste por la sala común aquella noche.  

Me parece que lo dejé bastante claro antes, esto no es un equipo, es una broma de mal gusto por parte de algún profesor sin ninguna clase de empatía.

Si de verdad en algún momento quieres dejar de causar problemas a tu casa y a tus compañeros deberías dejar de comportarte como una niñata malcriada, y empezar a pensar por ti misma en lugar de seguir a un cretino que sólo se mete en problemas.

Anastasia, ¿Qué quieres hacer? Creo que ya sabes que tu opinión cuenta tanto como la mía y que si crees que me estoy equivocando puedes decírmelo... Aunque esta noche hayamos tenido problemas somos del mismo equipo, eso no cambiará nunca. Tu dirás, ¿Seguimos por aquí o volvemos atrás y cogemos otro camino?

Aquí el único imbecil eres tu Thad, ¿Acaso no ves lo que tenemos al frente y te pones a montar jaleo ahora?  Pues bien maldito llorica, una cosa es que te metas conmigo y otra es que te metas con ella. - le increpo a Thad mientras mantengo mi atención en las tortugas gigantes escupe fuego.

Así que o cierras el hocico y nos ayudas o dejas de estorbar, porque de lo contrario vas a a necesitar un juego de dientes nuevo, patán cobarde. - añado con un tono de voz que evidencia mi clara intención de agredirlo.

Podía tolerar que Thad se metiera conmigo, pero que insultara a mi novia, pues eso sí que no, en cuanto las tortugas dejaran de ser una amenaza, ese idiota y yo ajustaríamos cuentas.

-*Enserio Cangrejos de fuego, los fantasmas si que pusieron esmero me pregunto si debo ayudar a los cangrejos o a esos dos*- meditaba desde mi lugar, el grupo de niños eran muy ruidosos y no se ponían de acuerdo, al parecer tenían mas problemas  si no lograban  ponerse de acuerdo, es bien sabido que los cangrejos de fuego pueden ser peligrosos si no se tiene la debida precaución, el joven Flamel había hecho una buena jugada al usar el Petrificus  Totallus, aunque tendría que observar como resolverían este problema, por esta ocasión preferí ver que resolverían aunque  luego hablaría con ambos chicos, los dos tienen un serio problema de trabajo en equipo.

Aun así aprovechando de mi semi invisibilidad no dejaría que los niños recibieran daño por cualquier eventualidad prefería cubrirlos con el encantamiento protego aunque de manera algo mas sigilosa y menos llamativa.

Kayla no se esperaba la destilería de odio que le dedicó Thad. Era todo muy absurdo, el Slytherin provocaba de manera continua, de una forma más que evidente, y la pelirroja debía tomar parte para que esa situación se arreglase, pero por lo visto Castle tenía peor carácter que un armiño. Lástima que él no sabía que Kayla podía ser aún peor que un colacuerno húngaro.

- No Thad Castle, no es que quiera tomar esta decisión, es que ya elegí cuando a Artemis le dije que sí quería ser su novia y por supuesto que no te opondrás a lo que deseo, no tienes poder sobre mí... - se acerca a él enfrentándole -... ¿Un error de juicio?.... Un error sería estar con alguien como tú, llegaste a Hogwarts y te pasaste semanas llorando, luego estuviste semanas huyendo de la gente y haciendo perder puntos de nuestra casa, y ahora te dedicas a molestar a Artemis solo por el hecho de que está conmigo.... Tienes un problema emocional muy grande, en un momento me dices que siempre estarás ahí para mí, y ahora me respondes que tienes un equipo que claramente me excluye..., así dime chaval...¿quién no tiene la cabeza en su sitio?....

Kayla no hizo mención alguna a lo de la Torre de Astronomía pero casi le da risa el tema de perder puntos.

- Tú has hecho perder más puntos a Slytherin que cualquier otro alumno.... Has conseguido algo épico, cabrear a más de un profesor, ¿y vienes ahora de santo?... No te crees el humo que vendes..., eres un víctima, el mundo contra Castle y no te das cuenta que muchos te evitan porque has resultado ser insoportable y un foco de problemas...

La mirada verde de Kayla rezumaba odio y es que había tocado las narices a alguien que tenía un defecto bastante marcado, el orgullo. La relación entre ambos ya estaba perdida e iba a ser irrecuperable.

- Hay algo que no te voy a negar Castle, soy una niñata malcriada, pero una niñata malcriada con la que TÚ querías estar, pero esta cría de aquí... - se señala a sí misma -...piensa por sí misma, creo que ya te he argumentado muy bien el porqué no quiero estar contigo..., pues ahora vas a escuchar el porqué sí estoy con él... El primer motivo porque es noble, fiel a sus creencias, no como tú...; lo segundo porque sabe controlarse, no como tú...; tercero porque se enfrenta a sus problemas con valentía, no como tú...; cuarto porque es humilde, no como tú...; quinto porque siempre intenta ayudar a la gente, no como tú...; sexto porque antepondría mi bienestar al suyo, no como tú...; séptimo porque me ha respetado hasta para tener un beso mío, no como tú...; octavo porque me hace reír de forma sana, no mostrándose como un payaso, justo como tú...;noveno porque sé que me quiere de verdad y me lo demuestra, no como tú que eres el rey de la hipocresía....; y décimo porque lo que él me hace sentir es pura magia.... Espero que mi decálogo te sirva para algo, tómalo como guía y aprende de Artemis, de lo contrario puede que llegues a verte muy solo en la vida.

Kayla mira a los ojos a Anastasia. La pelirroja la consideraba su amiga pero tras saber que era muy amiga de Thad, algo que desconocía, pondría distancia entre ellas, se sentía decepcionada porque ambas estaban también en otra historia juntas pero si ella era del círculo privado de Castle, probablemente eso fuera como tener al enemigo en casa.

- ¡Flipendo!.... - apuntó al cangrejo de fuego, un animal que no sabía qué era y le lanzó dos rayos de hechizos, impactándole uno en la extremidad trasera izquierda y el otro rayo en la concha -... ¡Flipendo!....

Artemis le respondió a Thad para defenderla, y esta vez sí que Kayla cumplió lo dicho. No intervendría. Artemis debía actuar según lo considerase y Thad aprender a callarse o ganar que alguien le tirase los dientes abajo, algo a lo que Kayla se presentaría voluntaria.

Hasta el momento ninguno de los alumnos llegó a detectar al profesor, a pesar de que varios intentaron hablarle, no pudiendo ver el camuflaje que éste había conseguido tras realizar un hechizo muy bien ejecutado.

El profesor Scamander tenía muy claro que aquellas criaturas eran cangrejos de fuego, unos seres hermosos que se encontraban protegidos, ya que los muggles los cazaban porque su caparazón estaba enjoyado y los magos lo requerían para realizar resistentes calderos.

Además de bonitos, los cangrejos de fuego eran realmente peligrosos, sus bocanadas podían haber hecho mucho daño a los alumnos, así que lanzar el protego, hechizo que envolvió a los jóvenes, fue un buen proceder. Por otra parte, era sabido que la concha del animal repelía la magia, así que para tumbarles deberían impactar en las zonas carnosas del animal, y debido a su resistencia, incluso varias veces. No eran adversarios particularmente débiles.

Thad tenía muy claro que aquellas criaturas eran cangrejos de fuego, unos seres hermosos que se encontraban protegidos, ya que los muggles los cazaban porque su caparazón estaba enjoyado y los magos lo requerían para realizar resistentes calderos.

Además de bonitos, los cangrejos de fuego eran realmente peligrosos, sus bocanadas podían hacer mucho daño a los alumnos. Por otra parte, era sabido que la concha del animal repelía la magia, así que para tumbarles deberían impactar en las zonas carnosas del animal, y debido a su resistencia, incluso varias veces. No eran adversarios particularmente débiles.

Artemis se adelantó al resto de sus compañeros lanzando un par de hechizos sobre la criatura. Ambos petríficus impactaron de pleno contra el caparazón del animal, sonando incluso un gong característico, pero por lo que observáis, el efecto del petrificus nunca llegó, quedando la criatura completamente impasible, tan solo molesta por el intento de los magos de dañarla.

Por otro lado Kayla realizó dos flipendos, uno dio contra el caparazón, no haciendo un daño evidente, mientras que el otro le dio en la extremidad posterior izquierda, provocando que el animal emitiese un gruñido de dolor, girando su cabeza en dirección a la pelirroja, acercándose, dentro de su cojera hacia ella, ya tenía un claro objetivo marcado.

La segunda criatura mágica puso sus ojos sobre Alex Lowell, encaminando su lento caminar hacia donde éste se encontraba Desde luego no lo hacía para ver cómo le iba el día, debía tener cuidado porque si abría la boca lanzaría una bocanada de fuego, como en ese preciso instante realizó, suerte que aún estaba a distancia para que siquiera notase el calor proveniente del animal.

Kayla y Artemis no hagáis nada que moleste.
Anastasia, son cangrejos de fuego yo me encargo de que no te ataquen, apunta a sus partes débiles, la concha del animal repele la magia, así que para tumbarles deberás impactar varias veces en las zonas carnosas del animal.
¡Vamos Anastasia como practicamos!
Salgo andando hacia los cangrejos de fuego y me pongo a gritarles desde un lado de la sala redirigiendo la atención de los dos cangrejos.