Partida Rol por web

Mientras bebía la pócima pude sentir un sabor extraño -es grumoso y un poco agrio- mientras unos cuantos metros al lado se pudo notar como un caldero empezó burbujear de forma violenta quemando a uno de mis compañeros -Dios,creo que deberias ir a la enfermería para tratar esas quemaduras- estaba algo preocupado se lograba ver bastante lastimado,luego podría pensar a dónde ir primero era esperar que Andrew estuviera bien.

Le mire mientras se acercaba a mi y suspire, bueno lo había intentado. Incluso cuando me levanto del suelo no me inmute.

- Vaya mala hostia que tienes ¿eh? Huele un momento ¿a que apesta? Bueno, pues la razón de este olor esta ahí dentro pero esta cerrado como podrás observar yo soy de primero por lo que desconozco el hechizo Alohomora y lo necesito para entrar ahí por lo que se me ocurrió hacer esto para que me abrieran. Podría haber pedido ayuda directamente -me encogí de hombros- Tal vez, pero una de broma de vez en cuando no esta mal. Además nadie va a entrar a este baño con la peste que hay no iba a pasar nada malo así que tranquilo. Ahora me abres la puerta porfa, si estas cabreado conmigo piensa que le harás un favor a las chicas porque ahora mismo con las puertas cerradas y la peste que hay prefieren ir a otro piso ¿Que te parece?

Le miraba totalmente tranquilo ya que sabía que incluso si me pegaba el iba a salir perdiendo ya que pro desgracia para el aunque tenga razones para ello siempre sale perjudicado el agresor.

Victoria no lograba zafarse de la garra que tiraba de ella, ni la garra de tirarla al agua, tal y como pretendía. La elfina parecía nerviosa, así que hizo un comentario a la bruja.

- ¿Por qué no usar tu varita?.... - la criatura no entendía el porqué la bruja no hacía lo mismo que su ama, si alguien cogiera a Cyllene de la muñeca sufriría sin duda un hechizo

No es que Alen fuera el rey de la persuasión. De hecho el Gryffindor le miró como si de un gran frikazo se tratara.

- ¿Para qué diablos quieres entrar ahí tal y como huele?.... - le soltó más por pena que por otra cosa -... mira chico..., eres un tío raro, sin duda, y no creo la mitad de lo que dices...., pero hoy haré mi buena acción del día, no te mataré, te abriré la maldita puerta y me deberás una.... - se acerca a él peligrosamente -... me deberás una... ¿de acuerdo?....

El Hufflepuff usa la cabeza y hace levitar la caja, la cual limpia antes de ser tomada junto con el arreglo floral para dirigirse de nuevo a la clase con la profesora y demostrar que había sido capaz de conseguir el ansiado premio.

Cyllene esperaba la llegada de sus alumnos a la clase y sonríe levemente cuando Artemis entra en el aula de pociones con su uniforme en perfecto estado, claro ejemplo de éxito y de pocas complicaciones a la hora de conseguir el premio.

- Bien, bien, bien... otro alumno más que consigue el reto, felicidades muchacho.

Sonreí, me importaba muy poco lo que pensara el de mi, de hecho me ahorraba explicaciones aunque de todas formas las daría para evitar que difundiera malos rumores sobre mi persona.

- Oh, es simple. Hay dentro hay un objeto que me ha pedido una profesora que le lleve. Así de simple, si no fuera por eso ni de broma estaría aquí pudiendo hacer algo útil con mi tiempo -ruedo los ojos cansado tras las palabras del chico- Si, si, te debo una. Pero cuanto antes la abras antes me pierdes de vista así que venga.

Extendí mi brazo hasta la puerta, en cuanto la abriera buscaría la caja y desaparecería de su vista, me estaba poniendo nervioso.

- Joder tío, si hubieras empezado por ahí.... - asiente y saca la varita realizando un Alohomora efectivo que provoca que suene el cerrojo de la puerta, quedando ésta abierta -...¿qué objeto te ha pedido la profesora?.... - sentía curiosidad y permaneció ahí a la espera.

El váter estaba cerrado, pero cuando el Ravenclaw lo abriera encontraría la cajita llena de excrementos por fuera y dos animalitos de este tipo:

La niña siguió tirando hacia atrás y entonces escucho la sugerencia de la elfina, tenía razón! Se había puesto tan neviosa que no lo había pensado. Metió la mano que tenía libre en su túnica y sacó su varita para seguidamente lanzar el hechizo que esa misma mañana había aprendido 

- ¡Flipendo!

Sigo a anastasia mirando cada rincón y oliendo cada dos por tres a ver si encontraba algún rastro o podía ver alguna caja. sin embargo cada cinco segundos olía el perfume de Anastasia y me desconcentraba, la verdad es que Anastasia tenía un pelo precioso, su cara era como la de un ángel de un cuadro que tenía mi madre en su despacho, creo que se llamaba Avacyn "Angel of hope", un cuerpo precioso, con sus curvas, para ser una niña como las otras de mi curso estaba guapísima, sin embargo, nunca diría nada, a esta chica no se que la pasaba con los piropos y los halagos, ¿Por qué no podía ser normal?

Anastasia, ¿Por qué has elegido ir a la lavandería? Si se puede preguntar...

Muchas gracias profesora, por cierto aquí le traigo uno de sus bundimun, espero sea de su agrado el cambio de imagen que le di al pobre. - digo mientras le entrgo la corona de rosas azules.

Al otro lo deje paralizado en el baño con un petríficus totalus, así que va a estar un poco mosqueado cuando desee recogerlo. ¿Puedo abrir la caja ahora? - pregunto con cierta expectación.

Los * indican que vengáis a la recuperación para aprender la poción.

El forjeceo con Victoria sigue vigente, no podía liberarse de la mano, pero tras haber cogido su varita y aplicar un magnífico flipendo contra la criatura mágica, ésta recibió el impacto del hechizo y se soltó.

Victoria estaba como al principio, sin caja y con la muñeca dolorida por la presión, una suerte que no hubiera caído al estanque y se hubiese ahogado. ¿Qué hará ahora?

Por fin había conseguido librarse de aquella criatura, ¿qué era eso y qué hacia en la lavandería del castillo? desde luego nunca iba a dejar de sorprenderle aquel lugar...

La niña se concentró y miró atentamente el estanque, estaba segura de haber tocado la caja y de que estaba ahí, si la veía, con un hechizo Wingardium leviosa seguro que conseguía sacarla, de hecho seguramente sería su única opción si no quería que aquella cosa la ahogara.

Las dos hermosas criaturas que encuentra Alen Ryder en el baño son dos ejemplares miniaturizados de Bundimuns..., unas criaturas mágicas parecidas a los hongos, que aprestaban a podrido u excrementos y con la potencialidad de lanzar ácido, una sustancia que corrompe la ropa e incluso la piel...

Ambos bichitos os miran con mala cara. El Gryffindor saca su varita y exclama....

- ¡¿Qué diantres es eso?!.... - pero no llega a atacarles porque no sabe lo que son

Con exactitud no sabes exactamente donde está, pero crees intuir que reconoces la zona, y casi podrías asegurar que a través del agua hay una cajita que muestra un cambio de coloración, pero estaría ¿más a la derecha? ¿quizás más a la izquierda?.... Era complicado decirlo....

Nada más verlos pego un salto hacía detrás y me alejo hasta ocultarme detrás de los lavabos, mientras miraba un poco hacía detrás para avisar al otro chico.

- Aléjate de ellos, son Bundimuns y pueden escupir ácido así que a no ser que tengas pensado mudar la piel mas te vale alejarte de ellos -en cuanto el Griffyndor hizo lo que le dije me tranquilice un poco- Si no fuera por que te he avisado ahora estarías jodido así que creo que ya no te debo ninguna -sonreí con autosuficiencia- No podemos dejar a esos bichos por ahí suelto. A lo mejor la profe los encerro en la caja y ellos se escaparon. Vale, a ver... desde luego tenemos que hacer algo con ellos -y nada mas decir eso levanto la varita y le lanzo un Flipendo a uno y me escondo otra vez- A ver como lo aguanta, no me creo que la profesora Foxier nos ponga en esta situación ¿en que puede estar pensando esta mujer?

Alen Ryder fue muy habilidoso con el uso de su información, pues le sirvió no solo para saber a qué se enfrentaba, sino para saldar cuentas con el Gryffindor, el cual puso una cara rara ante la afirmación de que ya no le debía nada, pero tampoco protestó para llevarle la contraria, así que finalmente podían haber quedado en paz.

El ravenclaw saca su varita y ejecuta un magnífico hechizo que sería el orgullo de un club de duelo, estampando literalmente al Bundimun contra la pared del baño dejándolo inconsciente, no iba a molestarle mucho más. Ya solo le quedaba otro adversario que al ver atacado a su compañero se acerca a Alen deslizándose por la taza del váter, un sitio donde quizás le pudiera dar fobia al ravenclaw de poder volver a usar, viendo lo visto....

¿Cuénto tardaría Ryder en vencer al otro bundimun y poder coger la cajita recubierta por restos de excrementos?.... Solo la magia lo sabía....

Victoria se concentró mas y miró más atentamente para por fin localizar la caja, apunto hacia ella y lanzó el hechizo:

- ¡Wingardium leviosa!

En cuanto vi al Bundimun estrellarse contra la pared quedando totalmente fuera de combate lo cual hace que me motive mucho, al fin le iba cogiendo el truco a esto del Flipendo, al parecer la práctica constante era la mejor forma de usarlo con la máxima eficacia por lo que con esa motivación extra salí de mi escondrijo con la varita en alto apuntando al Bundimun restante con aire confiado.

Y al momento salio nuevamente de la punta de mi varita otro haz de luz con casi tanta potencia como el último, ahora me sentía pletórico era una sensación genial, había reconocido y acabado con ambos bichos en un momento sin problema alguno, desde luego hora si podía sentirme orgulloso de mi mismo y no como en clase de DCAO que había hecho el ridículo. Ahora solo quedaba meter a ambos en la caja, obviamente sin tocarlos me daban asco, y llevarselos a la señorita Foxier, a ver que cara pondría al verme aparecer con ambos Bundimun noqueados.